Espejo: Prólogo
En la tierra...
Fionna vió como todas las animadoras salían ya cambiadas y maquilladas del vestidor despues de un entrenamiento, dejando el espejo libre. "Ya era hora, ya empezaba a pensar que romperian el espejo" pensó con arrogancia. Entonces se dirigió hacia el espejo y se vió, naturalmente, pero no como iba vestida en ese instante, con su ropa de animadora y el pelo recogido en una coleta alta, sino con una especie de gorro con orejas de conejo que solo dejaba ver su flequillo y una camiseta azul basica. Giro la cabeza en diagonal como señal de interrogación. Su reflejo se movió igual. Eso demostraba que era un espejo y no un video o una broma. Entonces se fijó en el fondo del espejo; no era el vestuario de chicas del instituto, sino una habitación hecha de madera, más que de madera, como si hubiese estado construida dentro de un arbol. Que raro. Para comprobar que de verdad era el espejo, alzó la mano y la dirigió hacia él con temor, como si se fuera a romper en mil pedazos al tocarlo. Pero al hacerlo no paso nada. Se quedó un rato mirando su mano y a continuación se miró a los ojos. Y allí fué donde empezó a notar una espécie de corriente electrica que empezaba en la punta de los dedos e iba envadiendo todo su cuerpo con dolor hasta que llegó a la cabeza y perdió el conocimiento...
En Aaa...
Fionna fue a su habitación a buscar su mochila, dispuesta a ir de aventuras con Cake, que la estaba esperando abajo. "Donde la habré dejado...?" se preguntó a si misma. Se dió media vuelta y, a la otra punta de la habitación, habia un espejo. "Y esto? No recordaba tener un espejo aquí" se dijo mientras se acercaba a él, cuando vió su reflejo, se vió a ella, naturalmente, pero sin el gorro, y con una coleta alta y una ropa que parecía... no se... un uniforme. Giró la cabeza en diagonal como señal de interrogación. Su reflejo se movió igual. Eso demostraba que era un espejo y no un video de BMO o una broma de Cake. Entonces se fijó en el fondo del espejo; no era su cuarto, sino una habitación con las paredes iguales que las de su cuarto de baño, pero con bancos y perchas... le pareció que quizas era un vestuario. Que raro. Para comprobar que de verdad era el espejo, alzó la mano y la dirigió hacia él con temor, como si se fuera a romper en mil pedazos al tocarlo. Pero al hacerlo no paso nada. Se quedó un rato mirando su mano y a continuación se miró a los ojos. Y allí fué donde empezó a notar una espécie de corriente electrica que empezaba en la punta de los dedos e iba envadiendo todo su cuerpo con dolor hasta que llegó a la cabeza y perdió el conocimiento...
