Legado
By: Mizuho
Confundido por su estado intermedio entre humano y youkai, Satoshi, el hijo mayor del Lord de las tierras del Oeste, resiente a su madre por ser "la causa de su debilidad", deberá vencer varios obstáculos antes de comprender que el poder verdadero no es algo con lo que se nace, es algo que se forja al crecer.
1. Como un humano
-Arriba! Arriba!!!
Un niño de algunos 8 años intenta levantar una espada, el niño es un hanyou, con orejas de perro y mechones negros entre la larga y lacia cabellera rubia.
-AAARGH!!!
Intentó con todas sus fuerzas atacar, pero ¿cómo le iba a ganar al poderoso príncipe de las tierras del oeste?
-Recoge, es todo por hoy…
-Pero papá…
-Es todo por hoy.
-Sesshoumaru-sama… la princesa desea verlo.
-Dónde está, Jaken?
-Junto a los cerezos…
Sesshoumaru se encaminó hacia esa dirección, se detuvo al verla, sonreía mientras le enseñaba a una pequeña de cabellera platinada la importancia de cuidar las plantas.
-Papa!!!
La pequeña corrió a él y saltó con la fuerza suficiente como para subir hasta su hombro.
-Vaya! Qué alto llegas!
-Sí! Mama me dijo que salte antes…
-Tu mamá es muy inteligente.
La pequeña sonrió y lo besó en la mejilla.
-Aya, ve a prepararte para la cena…
-Sí, mama…
Sesshoumaru la dejó seguir su camino, se acercó a su esposa.
-Rin, preciosa…
-Siéntate, amor…
Sesshoumaru se sentó a su lado. Rin tomó sus manos y las apretó.
-Te vi entrenando con Satoshi…
-Sí…
-Amor… no crees que eres muy exigente con él?
-Rin…
-Sessh, Satoshi da lo mejor de sí… además de que es un niño! Sólo tiene 8 años…
-Cuando yo tenía 8 años…
-No te puedes comparar con él.
-Es mi hijo! Debería tener mi fuerza! Es el hijo de un príncipe y mi sangre corre por sus venas! Pero es demasiado débil! Es peor que un guerrero de clase baja…
Rin bajó la mirada.
-Kami, tantos años atrás…
-Rin…
-Estás olvidando la otra mitad de la historia…
-Qué cosa?
-Tu hijo no es un youkai puro… tú hijo es mío también… tiene mi sangre también…
-Rin…
-A esto te referías cuando decías que era de clase inferior, verdad? A que no tengo tú fuerza, tu resistencia…
-Rin, no quise decir eso…
-No fue necesario… te comprendí a la perfección…
Rin se puso de pie y se dirigió al castillo, vio a Satoshi descargando su furia contra una piedra.
-Satoshi…
-Mamá!
-Ven aquí, amor…
Satoshi se acercó a ella, Rin tomó sus manos sangrantes, llenas de raspaduras y ampollas.
-Kami, mi amor… cómo te hiciste esto?
-…-
-Fue entrenando?
-…-
Rin intentó curarlo, pero él no la dejó.
-Satoshi!
-No! Quiero hacerme fuerte!
-Satoshi, amor…
-Quiero hacerme fuerte…
-Eres fuerte, cariño…
-No para hacer a mi papá orgulloso de mí…
-Eres lo suficientemente fuerte de corazón, para hacerme sentir orgullosa de ti, cariño…
-Mi papá me odia…
-No es así, amor… no repitas eso, no es verdad…
-Sí me odia! Me odia por ser un estúpido hanyou! Y es tu culpa porque eres humana!!!
-Satoshi… cariño, no hables así…
-Es tu culpa! Por tu culpa soy débil y mi papá me odia! Porqué te eligió a ti!!!
Sesshoumaru le dio una bofetada. Satoshi se levantó con ambas manos sobre la mejilla golpeada, los ojos llenos de lágrimas.
-Sesshoumaru! Porqué lo golpeaste?!
-Elegí a tu mamá porque la amo. No te quiero volver a escuchar hablándole de esa manera.
-Te odio!!! Eres una asquerosa humana!!!
Satoshi huyó, Sesshoumaru lo iba a seguir, pero Rin lo necesitaba más.
-Rin…
-Sabes algo? Eres la última persona que quiero ver ahora mismo…
Rin lo dejó solo, con el olor a lágrimas en el ambiente. La comenzó a buscar, pero se alarmó cuando dejó de percibir su aroma.
-RIN!!!
Confirmó sus sospechas, Rin había salido de los recintos del castillo, directo al bosque negro.
Rin caminaba abriéndose paso entre las ramas y la maleza, se quitaba las lágrimas de los ojos.
-Sesshoumaru no baka!
Rin escuchó un grito y reconoció la voz de su hijo.
-Mamá!!! Papá, ayuda!!!
-Satoshi!!!
Satoshi estaba rodeado de maleantes. Humanos de la peor calaña.
-A quién aúllas por auxilio?
-Déjenme!
Los hombres rieron.
-Ya verás lo que es un humano!!!
Rin se interpuso y recibió el golpe que era para Satoshi.
-Mamá!!!
-Una humana?
-Aléjense! Déjenlo en paz!!
-Una humana! Cayó tan bajo como para emparejarse con un youkai!
-Ese… es un hanyou!
Los hombres rieron, querían provocar a Satoshi golpeando a Rin, pero no les resultó tan débil como pensaban. Rin peleó con ellos al mismo nivel, y hasta más, siendo solo ella contra 6 hombres.
-MAMÁ!!!
Rin se dio vuelta, uno de los hombres tenía a Satoshi con un puñal por el cuello, en ese momento otro aprovechó y la golpeó haciéndola perder el conocimiento.
-MAMÁ!!!!
……………………
Rin escucha las voces de hombres, se siente restringida, cuando finalmente puede abrir los ojos, se ve atada de pies y manos, tirada en el piso, logra sentarse.
-Mamá!!!
-Satoshi!
Satoshi rompió sus amarras, Rin lo abrazó con fuerza.
-Kami, amor, estás bien? Satoshi, estás bien? Te lastimaron?
Rin lo sintió encorvarse y llorar aferrado a su pecho, acarició su cabeza.
-Satoshi…
-Gomen! Yo no quería que te hicieran daño!
-Cálmate, mi amor…
-Gomen, mama, no era verdad… no era verdad…
-Tranquilo, amor… tu papá vendrá a buscarnos pronto…
-Mamá…
-Necesito que me ayudes… Satoshi, dame un poco de tu energía, tengo que darle pistas a tu papá…
-Cómo, mamá?
Sesshoumaru surcaba los cielos en busca de Rin y Satoshi, entonces notó el olor a sangre, la sangre de su hijo, encolerizado, surcó los cielos a toda velocidad hasta que comenzó a sentir aquél delicioso aroma, era Rin, lo llamaba con su aroma. Se dirigió hacia ellos a toda prisa.
…………………………
Satoshi vio a su madre abrir los ojos y sonreír, aquellos ojos pacíficamente verdes habían cambiado, ahora brillaban con un intenso dorado, brillantes cuales soles, los colmillos de Rin se habían alargado, simulando los de su marido, dejando escapar un grito, Rin completó su cambio.
-Mamá!!!
-Satoshi…
-Mamá… e-eres una youkai!
Rin sonrió.
-No amor… soy humana…
-Pero los humanos no cambian…
-Te explico luego, cariño…
Rin hizo uso de sus garras para destruir la puerta que los encerraba. Sesshoumaru llegó en ese justo momento, con sus garras destilando veneno, simplemente los tocó con un dedo, y aquello fue suficiente para hacerlos retorcerse y gritar por el dolor.
-Dónde está Satoshi?
-Adentro.
Al volver al castillo, Rin volvió a su forma humana, agotando hasta la última gota de energía, sus heridas resurgieron y se desmayó entre los brazos de Sesshoumaru.
-Mamá!!!
Sesshoumaru lo vio duramente y con Rin en brazos, se dirigió a la habitación.
-Rin… preciosa…
Se dedicó a curar sus heridas, Aya entró en la habitación, sabía que Sesshoumaru la estaba protegiendo y por eso gruñía.
-Papa… papa déjame abrazarla…
Se escuchó un gruñido más fuerte, la pequeña no retrocedió.
-Papa, onegai…
La pequeña se acercó poco a poco hasta estar a su lado.
-Qué le pasó a mi mamá?
-La atacaron… unos humanos…
Aya acarició su cabellera y la besó en la mejilla, sus lágrimas cayeron sobre su rostro.
-Mama… okite… onegai… papa, haz que despierte…
Sesshoumaru movió la cabeza negativamente, la pequeña se aferró a ella llorando en silencio.
Flashback. –
Sesshoumaru tenía tiempo pensando en que era hora de tener un heredero, un guerrero que pudiera tomar su lugar. Rin había pedido permiso para ir a un poblado cercano a buscar varias cosas. Sesshoumaru se encontraba en las afueras del castillo, al parecer buscando algo. Vio a Rin en el camino y se dirigió a ella.
-Mi niña, no se ponga así…
-Déjame, nana!
-Pero… princesa…
-No soy una princesa! No me llames así!
-Rin, esos son unos humanos tontos… qué importa que no te quisieran vender el vestido? Yo te haré uno mil veces más hermoso…
-Para esta noche?
-Esta noche… no mi niña… no lo tendría listo aunque comenzara justo ahora…
Sesshoumaru oía todo muy atento. Rin se detuvo y se llevó las manos al rostro.
-Qué importa? Nunca se va a fijar en mí!
-Niña… quién?
-Quién más? Sesshoumaru-sama!
-Pero de dónde sacas esas cosas?
-Ya no me lo ocultes! Yo sé que ya eligió una pareja! Y al momento en que ella llegue yo me tendré que ir… yo sólo quería que me recordara…
Sesshoumaru volvió al castillo, pensando en quién pudo haber escuchado su conversación con su fiel sirviente Jaken.
-Amito bonito! Amito, hoy es el cumpleaños de la niña!
Siendo parte de él la inexpresividad, Jaken ni se inmutó.
-Ya ordené hacer un banquete para ella…
-Pide que lo lleven a mis aposentos…
-Amito…
-Es una orden!
-Como usted diga, amito bonito…
Jaken se marchó. Sesshoumaru vio a Rin llegar al castillo, vio a la nana, quien comprendió y se apartó de Rin.
-Si me voy esta noche… crees que él lo note, nana?
-Yo pienso que te extrañaría desde el momento en que pongas un pie fuera de este castillo con la intención de no volver…
-Sesshoumaru-sama!
-Ven conmigo, Rin…
Rin lo siguió hacia el jardín de Sakuratsu.
-Qué ves aquí?
-No sé a qué se refiere…
-A los sakuratsus… qué ves en ellos?
-Están floreciendo…
-Exacto… tal y como tú…
-Sesshoumaru-sama…
-Hoy se cumplen 15 años de la noche en que me encontraste… y siendo una pequeñita herida y hambrienta, me brindaste alimento y me curaste…
Sesshoumaru levantó ambas manos.
-Yo te estaré eternamente agradecido por haberte ofrecido voluntariamente para devolverme mi brazo…
-Sólo quiero verlo feliz…
-Y cómo crees que vas hasta ahora?
Rin bajó la mirada.
-No lo sé… nunca lo he visto sonreír… ni hablar tanto como ahora…
-Te consideras valiente?
-Vivo con youkais, no?
-No, disculpa… valiente no es la palabra…
-Qué me quiere pedir, Sesshoumaru-sama…
Sesshoumaru vio hacia el horizonte, la luna apenas comenzaba a mostrarse y aún había luz.
-Cuando la luna se encuentre en el cenit… ven a verme…
-A-adónde?
-Cuando me busques sabrás dónde estaré…
Rin no comprendió mucho, pero aceptó. Se quedó sumergida en la incertidumbre cuando Sesshoumaru acarició su cuello con su nariz antes de irse. Pensando en mil posibilidades, Rin se quedó sentada bajo uno de los árboles y sin desearlo, se quedó dormida.
…………………………………
Sesshoumaru notó la luna en su punto más alto, el cenit. Pero Rin no daba señales, cuando pasó poco más de una hora, Sesshoumaru supo que había algo más, salió de la habitación en busca de Rin. Siguiendo su aroma, la encontró en el mismo punto donde la había dejado. Hecha un ovillo, intentando refugiarse del frío que azotaba esa noche. La tomó en brazos sintiendo pena, se dirigía nuevamente al castillo cuando la sintió temblar y el olor a lágrimas lo invadió.
-Rin…
-Lo siento tanto, Sesshoumaru-sama…
-Rin, cálmate…
-Lo siento… por favor, deme otra oportunidad…
-Estás cansada, lo más sensato es que descanses…
-No… por favor… Sesshoumaru-sama…
Sesshoumaru se detuvo, le permitió ponerse de pie frente a él.
-Rin… qué sientes por mí?
Rin se quedó viéndolo.
-Yo lo admiraba… lo veneraba… pero ahora veo que usted sólo quiere aprovecharse de mí…
-Rin…
-Yo sé que quiere tener un heredero… que está decidido… y…
Sesshoumaru la tomó por el cuello y acercándola a él, la besó apasionadamente, su primer beso, Rin le contestó con una fuerte bofetada.
-Se cree que va a jugar conmigo?! Que me voy a convertir en su esclava sexual?! Alguien aparecerá algún día… alguien que no le importe quién soy, ni de dónde vengo… que quiera pasar el resto de su vida conmigo, sólo por ser yo!
-Y porqué ese alguien no puedo ser yo?
Rin se quedó de piedra.
-Cómo?
-Porqué esa persona no puedo ser yo?
-Porque usted odia a los humanos!!!
Sesshoumaru acarició sus mejillas mojadas por las lágrimas.
-No odio a los humanos… y… en especial… tu… Rin… no pretendo jugar contigo como piensas…
-No es más que un mentiroso!
-Tampoco te estoy mintiendo… si en realidad quieres conocer la verdad, sígueme… si no lo haces, no me opondré si te quieres ir… tampoco si decides irte luego de saberlo…
Seshoumaru se dirigió a sus aposentos, Rin lo siguió, pero se detuvo en la puerta. Se armó de valor y atravesó el umbral con la incertidumbre de lo que pasaría.
-Sesshoumaru-sama…
-No sé de dónde escuchaste acerca de mi decisión… pero ciertamente no tienes la versión completa.
-A qué se refiere, Sesshoumaru-sama…
Sesshoumaru se acercó a ella.
-Ya tienes 21 años… hace mucho que tu cuerpo cambió… tu cuerpo ahora dormita… a la espera de convertirse en una mujer…
-Sesshoumaru-sama…
-He notado tu gran interés en los apuntes de mi padre… sobre relaciones humanas y youkais… aunque pongas el libro tal y como lo encuentres, recuerda que puedo oler tu aroma…
-Lo siento mucho, Sesshoumaru-sama… le prometo que no vuelvo a tocar los libros de su padre!
-No seas tonta, eso no me interesa…
Rin se quedó viéndolo.
-Quiero que me digas… lo que significa para una humana emparejarse con un youkai.
-Un lazo eterno, irrompible...
-Casi irrompible…
-Sólo si ella le da muerte a sus propios cachorros se rompería el lazo…
-Lo comprendes?
-Sí…
-Ponte en esa situación.
-Tendría que matar a mis propios hijos.
Sesshoumaru asintió.
-Cómo se cortejan en tu raza?
Rin lo vio completamente desconcertada.
-Disculpe?
-Cómo se cortejan en tu raza?
-No es que sea especialista… pero el hombre regala flores… y… no lo sé…
-Sabes cómo se cortejan los youkais?
-No…
-Una corta caminata juntos… el macho se aleja… y si la hembra está interesada, lo sigue… verás… en nuestra raza… las hembras son quienes eligen… eligen al más fuerte, al más sano… para asegurar una descendencia próspera…
Rin se llevó las manos a la boca ahogando un suspiro, todo aquello en la tarde era un cortejo. Sesshoumaru la estaba cortejando.
-Puedes marcharte…
-Pero…
-Ya me has rechazado… sólo quería explicártelo…
Sesshoumaru le dio la espalda, escuchó un sollozo y volvió a sentir el olor a lágrimas.
-Sesshoumaru-sama!
-Qué pasa?
-Sesshoumaru-sama, onegai… yo… yo… lo amo, señor…
Rin lo dijo en un susurro, con ambas manos sobre su pecho.
-Qué dijiste?
-Lo amo…
-Eso es agradecimiento…
-No! Hace mucho tiempo que tengo bien en claro mis sentimientos!
-Si me amas, estás dispuesta a emparejarte conmigo.
-No hay nada que quisiera más…
-Rin…
-Sé bien lo que significa…
Rin se atrevió a abrazarlo, sabiendo que podía rechazarla, sin embargo, sintió sus brazos rodearla y acercarla más a su pecho. Las palabras no fueron necesarias, se unieron en un apasionado beso, Sesshoumaru la tomó en brazos y la llevó al futón, poniéndose de rodillas, la depositó en el mismo y colocando ambos brazos a cada lado de su cabeza, se sostenía sobre ella, aún unidos en aquél beso, se apartó lentamente, aún con su sabor en sus labios, leyó en sus ojos una súplica.
-Te amo, Rin…
Rin levantó una mano y acarició su mejilla, él se extrañó al ver lágrimas en sus ojos.
-Rin…
-No estoy soñando…
-No…
Sesshoumaru la besó nuevamente y esta vez sus manos se aventuraron por su cuerpo, fue deslizando la tela, dejando libre la suave y cremosa piel de su hembra. Deslizó su lengua desde su cuello a la unión de su pecho y nuevamente hasta sus labios, donde se deleitó con su dulce sabor.
-Eres deliciosa…
Rin se entregó a sus besos y caricias expresando su placer sólo con suspiros y gemidos. Sesshoumaru delineó su pecho con sus dedos y luego con su lengua, se amoldaban a la perfección en sus manos, abundantes y suaves, "aptos para criar". Sesshoumaru se deleitó con sus pezones y su sensibilidad. Había pasado mucho tiempo deseándola en secreto y no iba a perderse un solo detalle de su cuerpo ahora que era suya. Se tomó su tiempo en saborearla y acariciarla, hasta que algo llamó su atención.
El aroma del deseo. Aquél deseo ardiente de tenerlo y sentirlo sobre y dentro de ella haciéndole el amor. Guiado por el mismo, dibujó un camino de besos a través de su vientre y hasta su entrepierna, deslizó sus dedos, ella cerró las piernas.
-No me veas, por favor…
-Prometo que no te haré daño…
Rin le permitió separar sus muslos con un movimiento suave y firme a la vez. Deslizó sus dedos sobre su intimidad encontrando un punto que la hizo retorcerse de placer. Aquél aroma lo llamaba, lo incitaba a saborearla y así lo hizo, la saboreó haciéndola retorcerse del placer y siguiendo hacia donde estaba más concentrado, introdujo su lengua en ella, aquello fue suficiente para hacerla alcanzar su primer orgasmo. El primero de muchos.
Acomodándose a su lado, la besó apasionadamente a la vez que volvía a acariciar su pecho, no ocultó su sorpresa al sentir sus delicadas manos buscarlo sobre el pantalón. Deshaciéndose del nudo que lo mantenía a su cintura, Sesshoumaru dejó a su vista la expresión máxima de su cuerpo, de su deseo por ella.
-Kami… Sessh…
-Shhh…
-Eres demasiado grande…
-Tú como lo sabes?
-No lo sé… pero…
-Prometo tener cuidado… confías en mí?
Aquella pregunta no tenía nada que ver con la confianza, aquella pregunta era completamente acerca del amor. Rin asintió y el beso no se hizo esperar.
Temeroso a que realmente pudiera hacerle daño, Sesshoumaru se apartó.
-Sesshoumaru…
-Espera…
-Qué cosa?
-…-
-Hice algo que no te gustó? Qué pasó?
-Espera…
-A qué?
-T-temo… temo hacerte daño…
-Sesshoumaru…
-Nadie conoce su cuerpo mejor que uno mismo y tú tienes miedo a que te lastime, como no lo voy a pensar?
Rin se sentó frente a él, tomó su rostro por su barbilla y lo besó apasionadamente.
-Soy feliz… porque finalmente pude decirte cuánto te amo… nunca he estado con nadie… tú eres el experto aquí… sólo sé… que Kagome me explicó que dolerá… pero que luego desaparecerá…
-No quiero que sientas dolor!
-Es inevitable… es el cuerpo de las humanas... la primera vez duele...
Sesshoumaru tomó su mano.
-Esto es parecido, te dolerá… pero desaparecerá… pero antes… estás completamente segura? Esto que haré, no se elimina ni matando a tus hijos… tendrás que matarme a mí…
-Hazlo…
Sesshoumaru rasgó la palma de su mano con sus colmillos, y luego la suya, las unió de inmediato entrelazando sus dedos, vio dos lágrimas rodar por sus mejillas, cerró los ojos y recitó un cántico en el antiguo idioma de los youkais. Una luz roja emanó de sus palmas y sintiendo un ardor separaron las manos para verlas completamente cicatrizadas.
-Qué hiciste?
-Mi sangre corre por tus venas… curarás tan pronto como yo, vivirás tanto como yo… sentiré lo que sientas y tú lo mismo conmigo…
Sesshoumaru la besó nuevamente, esta vez abriéndose paso entre su piel hacia su interior, la sintió aferrarse a su espalda con las uñas y dejar escapar un gemido.
-Ah! Sessh!
Sesshoumaru se detuvo, no veía lágrimas, pero sentía su dolor.
-Te estoy haciendo daño?
-No… no te detengas…
Sesshoumaru se abrió paso a su interior, se movió lentamente hasta que ella estuvo acostumbrada a sentirlo y fue ella misma quien le marcó un nuevo ritmo, la sentía temblar y estremecerse, acallaba sus gemidos con largos y apasionados besos, aumentó sus movimientos sorprendido de su resistencia, la sentía apresarlo entre los pliegues de su piel. Para Rin no había recompensa mayor que el escucharlo nombrarla en un tono de voz ronco y sensual.
…………………………
Rin acariciaba el rostro de Sesshoumaru sin tocarlo, él dormía rodeándola con ambos brazos.
-Rin, no estás cansada?
-Sí… pero de la emoción, no me puedo dormir…
-Cómo es eso?
Sesshoumaru abrió los ojos.
-En un solo día pasé de ser la humana que vivía en el castillo a ser tu esposa… soy tu esposa, verdad?
-Así es como le llaman los humanos…
Rin sonrió.
-Soy tan feliz!
Por primera vez lo vio sonreír y le pareció tan hermoso y emocionante que esta vez fue ella quien le hizo el amor.
Fin del Flasback. –
Sesshoumaru veía fijamente a Rin, Aya dormida a su lado, hecha un ovillo, aferrada a una mano de su madre. Satoshi en una esquina, con su rostro entre sus rodillas.
-Te extralimitaste, Rin… lo que te pase como humana, cura como humano…
………………………………
N/A: Hola!!! Aunque con un ritmo mucho mas lento, aquí les llega otro fic. Este es cortito, apenas unos 3 capis. Espero que lo disfruten, a mi en lo personal me gusta mucho.
Besos
Mizuho
