Veo a la gente pasar por encima de mi como si yo no existiera. Tienen miedo, están asustados pero estoy segura de que yo lo estoy más. Me acaban de morder, y lo digo como una cosa simple pero no lo he acabado de asimilar. ¿Cómo se supone que debo asimilar algo tan distinto y mortífero en solo unos segundos?

Estoy tumbada en el suelo, en la misma posición en la que sé que voy a morir. Veo sangre por todos lados y mi cuello late de dolor. No puedo moverme, estoy paralizada y me cuesta respirar. Ya no veo luces, solo veo sombras negras que poco a poco me arrebatan la existencia. No entiendo como puedo seguir pensando.

El dolor se apodera de mi y con un hilo de voz grito. Sí, y nadie me escucha. Ya no hay un "nadie". Ahora solo existe un vacío que solo la muerte podrá llenar de recuerdos.

¿Eso es una lágrima? Puede que todavía haya algo de fuerza femenina en mi interior. Yo, Lavender Brown, en mis últimos minutos de aliento y suspiros agitados, pensaré en los momentos más felices de mi vida por si ahora un "Patronus" me pudiera servir. Lo malo es que no sirve, Lavender. Vas a morir. Y mientras me sigo hablando como una tonta y el mundo se vuelve negro, pienso en…