Sé que dije que no subiría nada hasta el próximo año cuando retomara a 6 Romeos 1 Julieta, pero no me culpen, me vi "Hasta los Huesos" en Netfilx y no pude resistir hacer esta pequeña historia que constará aproximadamente de 3 a 5 capítulos, me demoraré en actualizar, no por la universidad. Si ven las noticias tal vez sepan que en Colombia actualmente están en paro nacional las universidades publicas porque el gobierno les robo en la cara y los estudiantes pelean para que les devuelvan los dineros que corresponden, así que estoy libre pero estoy haciendo unos cursos a parte para poder matar este tiempo. Quiero saber que opinan de esta pequeña idea que se me cruzó por la mente y que me respondan una pequeña pregunta que les tengo abajo!
- Ella me dejó por ser un monstruo- dijo él mientras observaba las estrellas en el cielo.
- En ese caso yo también lo soy- proclamó ella mientras se acostaba al lado del chico a ver las estrellas.
- Tal vez todos somos monstruos, Sakura- Anuncio el chico volteando su vista para ver a la chica acostada a su lado.
Tocar Fondo parte 1.
Estaba terminando de tirar la escarcha en ese mensaje que le habían puesto a hacer ese día en el centro de rehabilitación en el que se encontraba recluida en esos momentos, era su cuarto centro y aún no podía presentar un avance como sus médicos le gustaría, ella estaba conforme con eso. Sentía que estaba bien y era una completa exageración de todos el pensar que era necesario ser internada en cuanto centro se le pasara por delante. Odiaba a todos los compañeros que había tenido hasta el momento y estaba segura que odiaría a los que con seguridad vendrían dentro de poco.
- Y logré subir dos kilos esta semana- dijo una chica morena mientras suspiraba un poco.
- Bien hecho Karui, estas progresando de a poco- la felicito una señora rubia un poco mayor.
- Felicidades Karui- hablaron el resto de las personas en la mesa de manualidades algo fastidiado.
- Felicidades, ahora estarás encerrada en tu cuarto corriendo solo para bajar ese peso, la próxima semana abras bajado cuatro- sonrio Sakura por su comentario sin dejar de mirar su obra de arte.
- Sakura- llamo la atención la rubia encargada de la rehabilitación del grupo- discúlpate con Karui, hiciste que llorara.
- Claro- sonrio de medio lado mientras alzaba su obra de arte, era hora de volver a casa- "Chúpenme mis raquíticos huesos".
- Eres imposible Sakura- suspiró la rubia mientras negaba con la cabeza.
Sakura suelta una carcajada sonora mientras el resto de los internos del centro de rehabilitación de anorexia se sorprendían por lo que ella había escrito en ese pedazo de papel y aún más el que lo hubiera decorado solo para que no se hubiera visto tan mal y crudo, en definitiva ella sería expulsada de ese centro en cuestión de minutos y no valdría la pena irse a otro centro, en todos sería absolutamente lo mismo, ella quería morir de esa manera.
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Estaba sentada en el auto de su madre, en el puesto del frente viendo el paisaje de su ciudad, de su barrio en esos momentos. Sabía que había arruinado de nuevo su estadía en su cuarto centro de rehabilitación, pero sabía que esos lugares no iban con ella, aún no había encontrado su lugar y la manera de mejorar, estaba enferma era consiente pero esos lugares lo único que querían era obligarla a comer cosas con sabores asquerosos y ella eso no lo permitiría, lo bajaría de peso, lo vomitaría, lo expulsaría de cualquier manera.
- Vamos Sakura- llamo la atención su madre- es el cuarto centro del que eres expulsada.
- Esos médicos no saben cómo tratarme- se quejó Sakura mientras subía los pies en el asiento del auto.
- Esos centros tratan muchos pacientes con éxito- dijo la mujer rubia mientras conducía con cuidado- eres tú la que no quiere ser tratada.
- Estoy bien- se defendió Sakura- no es necesario que me internen en los centros esos.
- No estás bien hija- la rubia la vio con una sonrisa triste- tu cabello antes era rojo, ahora es rosado, tus ojos tienen muchas ojeras, su verde no se aprecia y tus huesos se notan mucho Sakura- una pequeña lagrima surco sus mejillas.
- Esto no habría pasado si papá estuviera acá- Sakura hizo un pequeño puchero.
- No fue culpa de él morir Sakura- Mebuki suspiro pesadamente.
La charla murió en ese momento mientras la joven de cabellos rosados volvía a observar por la ventana, desde la muerte de su padre, Sakura empezó a dejar de comer de a poco pero cuando ingresó a la universidad a estudiar música, para la joven la comida se había vuelto completamente un fastidio, empezó a odiarla. Empezó a sentir que no merecía comer y si lo hacía algo en su cabeza le decía "Es un error" y se empezó a odiar en esos momentos cada vez más. Un día se desmayó en mitad de la clase, los maestros y directivos descubrieron su condición y no tuvieron más opción que enviarla a casa… su carrera se había arruinado y su condición había empeorado.
Mebuki había enfrentado la condición de anorexia nerviosa de Sakura en completo silencio, nadie en la familia sabían lo que ocurría con la chica de cabellos rosados, siempre salía con la excusa que ella había decidido abandonar la universidad y hacer un viaje a algún lugar del país. La familia de ellas eran unos descerebrados, Solo les importaba las habladurías de las personas respecto a ellos, si descubrían que Sakura se estaba dejando matar cada vez más, la odiarían con gran ímpetu.
Los ojos verdes de Sakura viajan de casa en casa hasta poder ver la pequeña casa de un solo piso en el que vivía en esos momentos con su madre cuando era expulsada del centro de rehabilitación, suspira, sabía que mañana sería llevada a otro hospital solo para que le vuelvan a decir lo mismo de siempre, nunca cambiaba ese círculo vicioso. Y por suerte su madre ya estaba acostumbrada a eso, ella no duraba más de dos meses en un centro de rehabilitación.
- Iré a preparar la cena- anunció Mebuki- hoy vendrá Hashirama, espero que puedas aparentar al menos que comes.
- No te haré quedar mal frente tu novio mamá- Sakura frunció el ceño, no le desagradaba Hashirama, pero odiaba que su madre no pudiera decir lo que le pasaba a ella- de momento iré a fumar un poco.
- Después de que lo hagas ve a lavarte- Mebuki sacaba las maletas de su hija del auto- no quiero que huelas a tabaco dentro de la casa.
- No te preocupes, no lo haré- Sakura se alejó un poco.
Se sentó en la acera de su hogar sin preocupación alguna, el fumar y llenar sus pulmones de tabaco la hacían sentir viva, esa sensación de humo en sus pulmones le hacía feliz y aunque su madre nunca se hubiera dado cuenta, era peor para su condición. La sensación de llenura que le producía el fumar era de gran ayuda para ella y sus deseos constantes de bajar de peso y de no comer.
Soltó una bocanada de humo mientras veía los autos pasar, era una imagen entretenida para su mente y recordaba cuantas veces había hecho eso desde que era una niña, habría sido imposible para ella el poder calcular un poco, desde que fumaba habían aumentado esas veces ahí sentada. Observó a su alrededor, la casa de sus vecinos se veían solas, posiblemente estarían trabajando. No vería a sus viejos amigos para saludarlos antes de volver a ser internada, ellos tres también estaban preocupados por ella. Se preguntaba qué sería de Naruto, Sasuke y de Sai. Si la vieran en esos momentos posiblemente lanzarían su cigarrillo a mitad de la calle y la llevarían a comer a la fuerza.
Le dio una última bocanada a su cigarrillo mientras lo apagaba contra el pavimento. Debía darse un baño para quedar presentable ante el novio de su madre, estaba feliz por ella. Había logrado enamorarse de nuevo después de perder a su padre; pero ella aún no superaba del todo esa pérdida. Desearía que su padre estuviera a su lado, estaba segura que así no habría llegado a como está ahora, a un paso de morir por decisión propia, se estaba dejando matar de hambre.
Las horas pasaron con relativa normalidad, ya era de noche y veía las partituras escritas sobre su cama con algo de aburrimiento, había escrito un poco después de ducharse y esperaba que su madre terminaba de cocinar, de esa manera distraía su menta del aroma que salía de la cocina y como este le producía un escalofrió en su cuerpo. La música era una buena escapatoria y como el grabar a veces y subir esto a plataformas la alentaba a querer mejorar, pero luego se veía al espejo y todo deseo de mejorar desaparecía.
- Sakura la cena esta lista- le anuncio Hashirama entrando a la habitación de la chica después de haber tocado- me da gusto volver a verte.
- El gusto es mío Hashirama- le sonrio la chica débilmente- ¿Qué tal ha estado el trabajo?
- Los niños en la escuela son adorables, me gustaría que algún día fueras a darles clase de música- le sonrio el pelinegro mientras veía a la chica de cabellos rosados dejar su guitarra a un lado- ¿Qué tal estuvo tu viaje por el norte?
- Muy interesante- rio por lo bajo la chica ante la mentira- aprendí mucho de la cultura de esas personas.
- Me imagino- sonrio Hashirama empezando a caminar con la chica- algún día te acompañaremos tu madre y yo a tus viajes.
- Quien sabe Hashirama- rodo los ojos verdes la chica sentándose en la mesa.
- Acá esta la cena- anuncio Mebuki mientras llevaba la cena- ¿De qué hablaban?
- Hashirama me decía que le gustaría ir contigo a uno de mis próximos viajes- le sonrio Sakura a su madre, ese problema ya sería de ella.
- Cariño sabes que no sería tan fácil por nuestros trabajos- le sonrio Mebuki mientras se sentaba a comer.
- Lo sé- suspiro el hombre de cabellos largos- pero igualmente me gustaría algún día ir, sería una gran experiencia.
- No te imaginas la experiencia tan grande que sería- dijo Sakura mientras reía y empezaba a mover todo lo que tenía en su plato, disimulando que estaba comiendo.
- ¿Vez linda? A Sakura le gustaría que la acompañáramos- dijo Hashirama comiendo.
- En otra ocasión será- sonrio Mebuki- recuerda Sakura que mañana tienes un compromiso.
- No te preocupes mamá, soy consciente de ello- suspiró Sakura recordando el nuevo médico que la vería.
- ¿Qué compromiso?- preguntó Hashirama curioso viendo a ambas mujeres.
- Una entrevista de trabajo- anuncio Sakura, estaba acostumbrada a dar la misma excusa- ya termine, me retiro a mí cuarto.
- Adelante- dijo Hashirama con una sonrisa.
- No te duermas tarde hija- suspiro Mebuki.
Sakura se encierra en su cuarto mientras esperaba que Hashirama se fuera a su casa, estaba segura que su madre la iría a pesar, pero era consiente que no haría falta, ella sabía que estaba pesando en esos momentos casi 40 kilos, muy poco para sus 20 años y su 1.60 de estatura, estaba en los huesos. Su madre cuando entrara a su cuarto para pesarla le daría un gran regaño que se escucharía hasta el otro extremo de la ciudad, tanto que sospecharía que sus amigos se enterarían que está en casa.
Observa su guitarra y su cuaderno de partituras, suspira, mientras esperaba a su madre seguiría escribiendo para terminar esa canción, posiblemente en el próximo centro de rehabilitación que la meterían la próxima vez la dejarían llevar su guitarra. No le hace mal a nadie.
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Estaban sentadas en el hospital temprano en la mañana, como había predicho Mebuki había pegado el grito al cielo cuando vio lo que pesaba la noche anterior, no le sorprendido en lo más mínimo tanto así que le había hecho llorar, se sintió horrible como hija al ver a su madre en esa condición pero, no haría absolutamente nada, su madre no era médico y no sabría cómo tratar su anorexia tan avanzada.
Observa las paredes blancas del hospital, estaban sentadas en la sala de espera para poder entrar a hablar con el especialista en anorexia el doctor Kakashi Hatake, era conocido por realizar tratamientos diferentes a lo convencional para casos extremos. Ella dudaba que le sirviera, estar en ese lugar, sabía que resultaría como en todos los demás lugares a los que había ido. Si en cuatro centros con especialista no le sirvió de algo, ¿por qué en ese se supone que surtiría efecto?
Suspira pesadamente mientras siente la necesidad excesiva de llenar sus pulmones de tabaco así como de saciar su incontrolable hambre en ese momento, pero no puede. Su madre estaba sobre ella cual cazador detrás su presa, odiaba esos momentos pero no podía hacer absolutamente nada, observa a su alrededor, lleno de pacientes con cables pegados en sus cuerpos, ella sabía que era eso y se sentía horrible, esa idea de tener una cantidad de carbohidratos entrando a tu cuerpo a la fuerza, era algo ridículamente asqueroso para su ser. Observa a las otras jóvenes como ellas esperando ser atendidas por el doctor Kakashi y piensa que tal vez si sería buen médico.
Una enfermera en recepción le llama dando a entender que el doctor estaba listo para atenderla. Observa a su madre dándole a entender que ella quería entrar sola en esa ocasión, no deseaba que su madre empezara a hablar sobre las causas de su anorexia y como según ella "era un berrinche por perder a su papá", deseaba que el doctor ese la atendiera sola en esta ocasión. Observó a la enfermera y empezó a avanzar hasta llegar al consultorio de Kakashi Hatake, suspira aburrida, era algo que ya conocía el procedimiento, pero solo se digna a tocar y escuchar el sermón de siempre.
- Adelante- escucha la voz grabe al otro lado y solo abre la puerta observando a un hombre que parecía de todo menos médico- ¿Esta sola?
- No- dice Sakura- le pedí a mi madre que se quedara en la sala de espera.
- Entiendo- dice Kakashi viendo a su nueva paciente- soy Kakashi Hatake, gusto conocerte.
- Sakura Haruno- dice la chica de cabellos rosados mientras se sentaba.
- Bueno Sakura dime por qué crees que estas como estas- menciona Kakashi escudriñando a la chica sentada frente a él.
- No lo sé- suspira Sakura viendo por la ventana- sé que empezó con la muerte de mi padre.
- Es una razón entendible- dice el hombre del parche y tapabocas- muchas veces los grandes golpes psicológicos momentáneos o constantes hacen que se produzca.
- Supongo- dice la ojiverde alzando una ceja.
- Bueno Sakura ve al baño a ponerte la bata, te haré un chequeo para ver qué tal estas.
- Por supuesto- dice Sakura parándose de la silla- acabemos con esto rápido.
- No seas afanada señorita- dice Kakashi mientras se levantaba de su silla- eso nunca lleva a algo bueno.
Sakura solo rueda los ojos, era casi como estar con un psicólogo pero no le dio mayor importancia, solo entro al pequeño baño que había en el consultorio del médico y se puso esa dichosa bata de hospital, haciendo que malos recuerdos de su estadía hospitalizada varias veces venga a la mente, era horrible estar entubada, y más que tu familia le importe un pepino porque tu mamá no quiere que te odien por ser una deshonra por ser punto de habladurías.
Se observa en el espejo por un momento y suspira sabiendo lo que viene, la pesaría, le examinaría el cuerpo, le haría unas preguntas y le diría que el siguiente día sería enviada a un centro de rehabilitación. Niega con la cabeza mientras abre la puerta del baño encontrándose con su nuevo doctor esperándola frente todos sus aparatos.
- Bien Sakura quiero que te pares en la pesa- dice el hombre de cabellos blancos.
- Le ahorro el dato- dice Sakura mientras se paraba en la pesa- peso 40 kilos exactamente.
- Me alegra saber que sepas cuento pesas- menciona Kakashi anotando su peso en una libreta- por lo que veo mides 1.60
- Está en lo correcto- la pelirrosa se baja de la pesa parándose al lado de un metro mostrando la veracidad de su estatura- llevo mucho haciendo esto.
- Se nota- dice viéndola- siéntate en la camilla por favor.
- Como mande doctor- menciona sentándose.
- Revisaré tu espalda- dice el hombre abriendo un poco la espalda de la bata- se te ve algo moreteado tu zona de la espalda, supongo que haces abdominales.
- Tal vez- dice Sakura algo sorprendida.
- Y se te notan las costillas- dice el hombre meneando un poco la cabeza y tomando los brazos de la chica- ¿Te gusta tener tanto pelo en tus extremidades?
- Para nada- dice Sakura frunciendo el ceño- igual es genética, papá era así.
- Te equivocas- suspira Kakashi viendo la confusión en su rostro- tu cuerpo produce pelos para calentarte, por sí solo no tiene la fuerza para hacerlo.
- No lo sabía- baja la cabeza un poco.
- Y por lo que veo no tienes los nutrientes necesarios- dijo el peliblanco viéndola.
- ¿Por qué lo dice?- Sakura frunce algo el entrecejo.
- Tu cabello- se ríe por lo bajo- no eres la primer paciente que tengo con decoloración en el cabello.
- Es interesante saber eso- Sakura dijo alzando una ceja.
- Así como tus ojeras- la observa a los ojos- dime, ¿cuándo fue la última vez que tuviste tu periodo?
- No lo recuerdo- Sakura volteo la mirada algo apenada.
- Supongo que fue hace ya algún tiempo-negó Kakashi con la cabeza- estas muy mal jovencita.
- Entonces ¿Qué hará conmigo?- observa al hombre de cabellos blancos esperando la obvia respuesta.
- Si estas dispuesta a dejarte ayudar, quiero llevarte a mi centro de rehabilitación- la observa expectante
- ¿Dejarme ayudar?- Sakura no comprendió, nunca le habían dicho eso. Solo le decían que se iba a quedar y ya.
- Si tú quieres mejorar tu vida, déjate tratar en mi centro. Si tú no lo deseas, no haré nada- ve a la chica a los ojos verdes, estaban ocultos bajo sus ojeras- ¿Qué dices?
- Yo no quiero morir- menciona Sakura cabizbaja y con los ojos húmedos.
- En ese caso te espero el lunes en esta dirección- menciona Kakashi entregándole un papel con una dirección.
- Está bien- menciona Sakura mientras se levantaba para ir al baño a cambiarse.
Sorpresa en su cara era poca la que Mebuki aprecio en el demacrado rostro de su hija cuando la vio llegar de nuevo a la sala de espera, estaba impaciente por saber que había pasado en el consultorio con el doctor Kakashi Hatake, un experto en tratamiento de anorexia y bulimia, y afortunadamente viejo amigo de su difunto esposo. Sin ese detalle tal vez no habría podido obtener una cita para ese día de una manera tan improvisada como había ocurrido. Reparó en su hija y como esta tenía en su mano un pequeño papel que le extendía para que lo apreciara, una dirección común y corriente. Era la dirección del centro de rehabilitación de Kakashi.
Sakura estaba sorprendida, aturdida y muchas otras cosas al haber presenciado lo que había presenciado, nunca antes un doctor le había preguntado si quería ser ingresada o no. Increíblemente ella había aceptado. Le iba a tener una fe ciega a este doctor, no bajaría la guardia. Estaba cansada de esas feas clínicas llenas de cientos de personas como ella que los obligaban a comer y ya, el resto de lo que hicieran con sus vidas era su problema. Algo en su interior le decía que tal vez este tratamiento tendría algo que le podría surtir efecto y podría ayudarle, después de todo, como le dijo al doctor Kakashi "Ella no quería morir".
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Ahí está sentada nuevamente sobre la acera de su hogar esperando que su madre terminara de meter sus cosas en el maletero del auto, la semana había pasado normalmente, su madre regañándola por no comer, sus amigos animándola así sea a tomar una malteada antes de que se fuera de nuevo y Hashirama preguntándole a donde iría de aventuras en esta ocasión, el novio de su madre era un completo tonto.
Observa las casas de sus vecinos y solo sonrio levemente mientras observaba a dos cabelleras negras y una rubia acercarse lentamente donde estaba ella sentada en esos momentos, era tradición de esos tres hablarle antes de irse nuevamente a un centro de rehabilitación y de ella el prometerles que posiblemente los vería dentro de dos meses como ya había pasado en los últimos cuatro centros en lo que estuvo. Vio a su rubio amigo extenderle un ramo de flores y ella únicamente pudo reír levemente ante tal gesto.
- Me iré por unos meses Naruto, no me moriré- le sonríe Sakura mientras veía a sus tres amigos sentarse en la acera con ella.
- Lo sé Sakura pero es una muestra de afecto de los tres- le sonrio el rubio mientras veía a Mebuki entrar a la casa.
- Vamos molestia tal vez este centro sea de ayuda- Sasuke a su lado le sonrio levemente.
- Además nosotros iremos a verte cada fin de semana- sonrio Sai mientras tomaba de la mano a Sasuke- no te salvaras esta vez como las últimas cuatro.
- Me pregunto por qué no nos dejaban visitarte en esos centro- Naruto hizo un puchero mientras se cruzaba de brazos.
- La excusa de esas personas es que me distraerían de mi objetivo- suspiro Sakura frustrada- eran unos tontos, espero este no sea así.
- Vamos fea- llamo la atención Sai- lo peor que te podría pasar es que te descontroles y te comas todo lo que hay y explotes.
- Que gracioso- Sakura rodo los ojos- aunque gracias por animarme Sai.
- Lo haces por tu salud Sakura- Sasuke suspira mientras la voltea a ver- nosotros tres nos sentiríamos mal si algo te pasa y no podamos hacer algo.
- Si no salieras con Sai te querría Sasuke- se rio Sakura- no quiero morir chicos, quiero volver a estudiar y estar al lado de ustedes tres.
- Y nosotros no querríamos estar sin ti- le sonrio Naruto- queremos verte otra vez feliz y con buena salud, además tú serás la dama de honor de estos dos y la mía.
- Que tiernos- Sakura observo la calle con una pequeña sonrisa- prometo intentar dar lo mejor de mí en este centro y quien sabe Naruto, tal vez tu conozcas ahí a tu esposa cuando me visiten.
- Fea, sabes que Naruto quiere conocer a su esposa en una competencia de comer ramen- y Sai se ganó un golpe en la nariz mientras los demás reían levemente, incluido Naruto.
Los cuatro jóvenes siguieron hablando amenamente por aproximadamente una hora mientras Mebuki los observaba desde la ventana de su hogar, esos cuatro siempre habían sido inseparables y esa acera era el centro de encuentro de ellos y su sillón para hablar, una pequeña sonrisa sale de sus labios, los chicos se preocuparon mucho cuando habían descubierto lo que le había pasado a su amiga y como estos habían ido a pedirle perdón a Sakura y no dejarla sola casi por un mes. Sakura tenía grandes amigos al lado de ella.
Observó el reloj que estaba colgado en la pared. Eran las 11:30, debían estar en el centro de rehabilitación antes del mediodía, observo de nuevo la dirección que estaba en su mano y suspiro, era hora de ir a dejar a su hija en su nuevo hogar, esperaba que esta vez no quisiera huir, no quería perder a alguien más de su familia; el haber perdido a Kizashi había sido más que suficiente para ella, necesitaba a Sakura a su lado. Tomo las llaves del auto y de su hogar y se encamino para cerrar la puerta reventando la burbuja que habían creado los chicos desde hace ya algún tiempo.
- Muy bien chicos despídanse, debemos partir- dijo Mebuki dedicándole una sonrisa a los chicos.
- Por supuesto señora Haruno- dijo Naruto con una sonrisa- te veremos el fin de semana Sakura.
- Lo sé Naruto- dijo Sakura con una sonrisa- les contaré todo lo que hice en cinco días.
- Espero que lo hagas molestia- Sasuke se cruzó de brazos mientras se levantaba de la acera junto los demás- te vamos a extrañar.
- Te estas volviendo tan tierno Sasuke- rio Sakura mientras se ganaba una mirada fulminante de su amigo- también los extrañaré.
- Cuídate fea- Sai la abrazó- estoy seguro que esta vez te veremos con carne en los huesos.
- Yo también espero estar así- sonrio Sakura abrazando a Naruto y Sasuke- cuando este mejor prometo que iremos a comer los tres.
- Eso espero- Naruto se cruzó de brazos- me debes un ramen desde hace meses.
- Ese ramen ya no te lo pagaron Naruto- Sasuke observo a su amigo con una ceja alzada.
- Sasuke tiene razón Naruto- asintió Sai ante lo dicho por su novio- Sakura no te lo pagará, así como nosotros no te pagamos los onigiris que te debemos.
- Nadie me respeta- Naruto volteo su cara indignado- pero cuídate Sakura.
- Claro que lo haré chicos- la pelirrosa se subió al auto junto a su madre que ya lo estaba prendiendo- asegúrense de no hacer una tontería.
Sakura les dedico una sonrisa a sus amigos mientras movía su mano en forma de despedida al igual que sus amigos y observaba a su madre con una pequeña sonrisa, la mujer rubia al lado de ella sabía que no había nada más importante que sus amigos, esos tres la podrían animar incluso en un velorio. Un leve suspiro sale de sus labios y sonríe melancólicamente, era el momento de ir al nuevo centro de rehabilitación donde Kakashi la estaría esperando, quería estar en silencio, esos momentos quería reflexionar y pensar por qué se había dejado hundir como estaba.
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Un viaje lento, pero rápido al mismo tiempo, efectivamente era medio día y ante una joven de cabellos rosados y ojos verdes que se encontraba cargando una guitarra en su espalda estaba el que supuestamente sería su nuevo centro de rehabilitación, pero de centro no tenía nada, era simplemente una casa normal, Mebuki se veía igual de impresionada, posiblemente su madre se estaba esperando una clínica como las últimas cuatro a las que había decidido ir. La mujer negó mientras bajaba la maleta de su hija del auto.
Ante el edificio había un pequeño jardín donde se encontraba sentado el propio Kakashi Hatake con una sonrisa bajo su tapabocas, se notaba que estaba satisfecho al ver a la chica de cabellos rosados frente a él, era consiente que ese sería un caso serio al ver a la chica tan reacia a querer mejorar, pero sabía que ella misma iba a desear mejorar, así como los otros cinco chicos dentro de esa casa lo estaban haciendo en esos momentos, él no obligaría a Sakura a hacer algo que no deseara.
- Me alegra ver que aceptaste venir Sakura- el hombre de cabellos plateados se paró y acercó a las mujeres- usted debe ser la madre de Sakura.
- Mebuki Haruno, mucho gusto- hablo la mujer rubia mientras veía el lugar- no me esperaba este lugar para rehabilitar a los chicos.
- Todos dicen lo mismo- Kakashi rio- este lugar les da un ambiente más tranquilo y no les produce presión.
- Interesante- dijo Sakura alzando una ceja- espero no moleste el que trajera mi guitarra.
- En lo más mínimo- Kakashi le restó importancia- adentro de hecho otro paciente también tiene guitarra.
- Está bien- Sakura dijo mientras veía el lugar- creo que entraré de una vez.
- Claro hija- dijo Mebuki entregándole la maleta a su hija- recuerda que te amo.
- Y yo a ti mamá- dijo la pelirrosa con una sonrisa- ahora me retiro, quisiera recostarme.
- Antes de que entres, los chicos te hicieron una bienvenida- dijo Kakashi con una sonrisa viendo entrar a Sakura a la casa.
- De acuerdo- medio grito Sakura ingresando por la puerta sin ninguna preocupación.
- Se parece tanto a Kizashi- menciono Kakashi viendo a la mujer rubia a su lado- no pensé que era su hija hasta que te vi a su lado.
- Lo sé Kakashi- menciona la mujer rubia volviendo a entrar al auto- confió en ti tanto como Kizashi lo hacía, salva a mi hija.
- Claro que lo haré.
Mebuki emprendió camino de vuelta a su hogar, Kakashi decidió ingresar de nuevo al centro de rehabilitación y poder encontrar a los chicos presentarse ante Sakura, todos cinco estaban felices ante la idea de tener alguien nuevo en el hogar, eran casi como una familia y el hecho de que alguien nuevo llegara era casi el sinónimo de que un nuevo integrante se les uniera. Eran buenos chicos que les habían pasado cosas males y por eso ahora estaban bajo su techo intentando curarse de la anorexia y la bulimia.
Observó la sala de estar del hogar y vio a los seis chicos interactuar con Sakura mientras se presentaban ante ella y le daban algo para beber, noto los pocos bocadillos que habían pero no le importo, era un pequeño avance y eso es mejor que nada, sonrio debajo de su tapabocas y se acercó a los chicos y la enfermera encargada de vigilar a los chicos cuando él no estaba, esa mujer era severa pero después de un tiempo era dulce cuando se le conocía.
Observó a su paciente de cabellos rosados, estaba algo incomoda pero era normal, estaba rodeada de desconocidos quienes le decían su nombre y le decían que al lado de ellos se iba a recuperar, Kakashi sonrio mientras negaba, después de comer un poco se encargaría de que Sakura se presentara de manera formal a los demás y ellos a ella.
Muy bien, sé que es una idea tonta, corta y muy poco convencional, siento que esa historia estaría tocando temas delicados pero se desarrolla también con conocimientos de alguien que sufrió de esta enfermedad (¡Tengo un obscuro pasado mis lectores!), mi idea es que se centre más en la amistad y en dolor/confort, pero siento que podría tocar también algo de romance, no solo con Sakura sino con otros personajes, quiero que me digan que les parecería que tengamos algo de romance en esto y si es así, con quien quieren que sea? creo que podría ser un SASOSAKU y a su vez un GAASAKU, tengo una idea triste de como podría pasar esto así que respondan!
