Madre. Esa es una definición sencilla para el cuerpo humano.
Se les llama así a las células no especializadas capaces de originar a otras células que sí poseen una función específica.
No tiene nada que ver con las actividades de crianza de los macrófagos respecto a los hematíes en desarrollo, ni con el futuro esmero de estos para transportar el oxígeno y mantener el bienestar común.
En las profundidades de la piel y los vasos sanguíneos, madre no es sinónimo de empatía. No obstante, existió una vez una célula que rompió las leyes naturales.
Ella había desobedecido los parámetros genéticos, mutando como consecuencia de un ciclo celular defectuoso; ella invadía el cuerpo a velocidades extremas y devoraba los nutrientes destinados a otros tejidos.
Ella incluso llamó amigo a su verdugo, entonces... ¿Por qué no consideraría "madre" a la única forma de vida que no lo había tratado como a un monstruo?
«Mi trabajo es regular el sistema inmunológico»
Regular. Bendita aquella palabra y el ser que le daba sentido.
Si existía un universo más allá de los billones de células conformando un cuerpo, el rol de madre lo tendría alguien equivalente a Regulatory T-cell.
Ella oía la voz de los miserables e impedía que los hijos, por más caóticos que resultaran, fueran infelices; si daba la espalda a una célula era sólo para protegerla, no para huir de un mundo en el que, debido a la hosquedad de los leucocitos, acabarían matándose los unos a los otros.
Proteger. Era la segunda ocasión que alguien parecía interesado en Cancer Cell de esa manera, y tal como había ocurrido con el amable Neutrophil U-1146, se trataba de una evidente contradicción:
Regulatory T-cell intentaba salvar al cuerpo evitando un conflicto entre células hermanas, aun si corría el riesgo de que Cancer Cell destruyera todo a su paso.
Tal vez la propia existencia de aquel ser inmunológico fuera un error, sin embargo, Cancer Cell tenía la certeza de que, de ser así, Regulatory T-cell era el error más hermoso que podía haber conocido.
Si en su utopía las células tuviesen personalidad, aquélla sería la más bondadosa, inteligente, y tendría el núcleo más lleno de misericordia que de cromatina.
Ilusión o realidad, Cancer Cell ni siquiera necesitaba fingir ser algo que no era; Regulatory T-cell seguiría siendo su madre y Neutrophil U-1146 su único amigo. Las demás células podían irse al infierno.
