Hola, bronies y lectores:
Haré una pausa en mis publicaciones para centrarme en mis estudios, que cada día son más difíciles y con más exámenes.
PILLADOS
Trixie y Shining Armor estaba juntos en la casa de él, en pleno Ponyvlle. Hacía seis meses que eran novios formales. Desde que su matrimonio con Cadence terminó en tragedia, Armor no había vuelto a practicar determinadas actividades. Pero en aquellos instantes se sentía bien entregando su ser a su nuevo amor. En aquellos momentos ambos amantes se encontraban en un momento de intimidad, consumiendo su noviazgo.
Mientras tanto fuera de la casa Skyla y Blade, quienes se dirigían a dicha vivienda a merendar, al entrar oyeron gritar a sus padres, ambos niños se miraron entre ellos extrañados. Se acercaron despacio hacia la puerta del dormitorio de los adultos, entreabriéndola ligeramente sin hacer ruido.
—¡Oh, sí! Shiniiiing. Aaaaaah. Empótrame cual yegua desquiciada—gritó la unicornio, mientras su novio la ponía de espaldas contra la pared, mientras la sobaba, lamía y penetraba su flor.
Ambos niños retrocedieron completamente sonrojados, apartándose de la puerta y mirándose entre ellos. Skyla usó su magia para volver a cerrar del todo la puerta.
—¿Qué era eso?—preguntó la pequeña alicornio.
—No lo sé pero era algo asqueroso—respondió el lobezno.
—Sí. Tu mamá estaba haciéndole cosas raras a mi papi.
—Eiiii, un segundo. Era tu papá quien estaba haciendo cosas feas con mi mami.
—No, señorito. La culpa es de tu mamá. Ya hablaré yo con ella.
—De eso nada, la culpa es del maestro Armor.
—Que no. La culpable es Trixie.
—No. Toda la culpa es de Shininig Armor.
—Cabezota.
—Niña pija.
Ambos menores se miraron fijamente y de pronto saltaron el uno sobre el otro. Dentro del dormitorio los adultos se alarmaron a oír voces procedentes del pasillo.
—¿Qué es eso, querido?
—Pues… parecen voces… Creo… que los chicos están peleándose—respondió el semental
—Jo, así no hay manera. Tendremos que ir a ver qué pasa.
Trixie uso un hechizo para peinarse un poco y ambos adultos salieron al pasillo, los dos se llevaron una sorpresa al ver a los niños tirándose del pelo el uno al otro. Blade tenía toda la cara roja, marcada por un fuerte sopapo; mientras que Skyla tenía marcas de garras en la mejilla izquierda, aunque las heridas eran muy superficiales, no tardarían en sanar por si solas.
—¡NIÑOS, QUIETOS!—ordenó Armor y ambos se detuvieron.
—¡HA EMPEZADO ÉL/ELLA!
—¡Basta! Ni a Shining ni a mí nos importa quién empezó. ¿Por qué se estaban peleando de esa forma? Blade este comportamiento es impropio de ti—intervino Trixie.
—La culpa es de Shining. Vi cómo él te hacia cosas feas, mamá.
—De eso nada. La culpa es de Trixie—se quejó la niña.
—No empieces otra vez, pija.
—¡BASTA! Quiero una explicación y la quiero de inmediato. ¿De qué están hablando?
—Papi. Nosotros lo vimos todo. Trixie estaba contigo en el dormitorio, y te estaba haciendo cosas raras.
—¡¿QUEEEÉ?!—los dos adultos se sonrojaron, ambos querían que se les tragase la tierra.
—Oh no. Querido, ellos nos vieron. Con razón están tan nerviosos—platicó Trixie.
—Escuche niños. Primero, no deberían espiar a sus mayores. Segundo, lo que vieron… lo que pasó entre Trixie y yo… bueno… son cosas que en ocasiones hacen las parejas. Son actividades para adultos, que ustedes no tienen que hacer hasta dentro de mucho, mucho, mucho, mucho, mucho tiempo.
—¿Qué? O sea… que… ¿Los adultos hacen esas cochinadas?—se sorprendió la pequeña alicornio.
—En ocasiones. Siempre y cuando sea entre esposos o novios y de mutuo acuerdo, nunca de forma forzada. Blade, a mí Shining no me obligó a nada; él quería pero yo también lo deseaba—contestó Trixie.
—No pienso hacer eso cuando crezca. Para eso me hago cura, o mejor chaman—contestó sonrojado el lobezno, que ya tenía 8 años al igual que Skyla.
Durante unos instantes nadie dijo nada, después los niños se miraron mutuamente sonrojándose y estrellándose el casco en señal de disculpa mientras ambos decían a coro "lo siento". Los adultos sonrieron ante este gesto, pero entonces notaron que los pequeños les miraban fijamente con una mirada muy seria y enfadada.
—Chicos, no sé por qué pero me están dando miedo—comentó Shining retrocediendo dos pasos.
—Blade, Skyla… No nos miren de esa forma—pidió Trixie.
—¡SON UNOS COCHINOS!—gritaron ambos menores. A continuación los dos jóvenes se marcharon enfadados. Los dos adultos se habían quedado en estado de shock; para cuando reaccionaron los niños ya se habían ido.
—Trix, ¿Qué hacemos? ¿Les castigamos?
—No lo sé. Quizás nos tengamos que castigar a nosotros mismos.
—Pues tal vez sí.
FIN.
Hola, bronies y lectores:
Haré una pausa en mis publicaciones para centrarme en mis estudios, que cada día son más difíciles y con más exámenes. No sé cuando volveré a publicar. Tengo tres fics abiertos, los cuales son: "Delito y castigo de Trixie", "La inocente" y "Conflictos familiares de la familia de cristal". Para mediados de mes espero poder publicar algún capítulo, aunque aun no sé de cuál de estos fics será, de la historia que más me inspire durante este mes, xdxd.
Este capítulo es simplemente una escena de humor para echarse unas risas. De entrada la historia nos dice que Blade y Skyla tienen 8 años. De cara a la saga original, en el capítulo 29 de "Los hijos del crepúsculo" Shining les explica a ambos niños que él y Trixie llevaban saliendo desde el día en que Crimson llegó al pueblo, esto sucede unos 3 años después de la traición de Cadence. No queda claro al 100% la edad real del lobo y la joven alicornio rosa, pero Eyedragon me confirmó que la edad era de aproximadamente 15 años, pero yo puse aquí 8; dado que no tendría mucho sentido que unos hijos de quince años reaccionasen de esa forma ante el hecho de pillar a sus padres manteniendo relaciones matrimoniales. Aunque como ya dije este fic solo fue para echarse unas risas, de paso para que desconectase de mis estudios.
Un saludo.
Nos leemos.
