Magnolia.
Fairy Tail ha sido disuelto, la noticia se había extendió rápidamente a lo largo de todo el continente, ¿Que se suponía que iban a hacer ahora? Hubieron quejas, hubieron llantos y peleas, todos seguían siendo amigos y nadie había muerto, pero aun así no podían evitar tocar donde se suponía que debían tener su emblema y chasquear la lengua mientras disputaban una batalla interna entre lo que realmente sucedió.
11:00 PM
Todos lo estaban comenzando a aceptar de alguna u otra manera, el gremio se dividió en varias personas: Las que creían que era algo temporal y los que lo veían como algo definitivo, de acuerdo a ese pensamiento decidieron reaccionar de manera diferente ante esta situación, era la primera noche y ya algunas personas habían dejado la ciudad, entre ellos Erza, Gray y Juvia.
En el punto más alto de algún edificio.
- ...
Wendy Marvell.
La persona que alguna vez fue llamada la cazadora de los cielos, hoy, sentada en el borde de algún lugar dejando colgar sus pies al vacio, miraba desde lo alto las calles de Magnolia por una última vez.
- Grandeeney, Cait Shelter y ahora... Fairy Tail, todos son unos mentirosos.
No estaba enojada, no podía estarlo por más que lo intentara, esas eran las palabras melancólicas de una persona que iba a ser herida por última vez.
Normalmente Charle estaría con ella, pero ella necesitaba algo de soledad en estos momentos y aunque ahora mismo lo mas que ella deseaba era ser el hombro que la reconfortara una vez mas...No podía hacer nada.
- Estoy cansada
Su cabeza junto con su mirada fue decayendo poco a poco, sus hombros se inclinaron y abrió su boca solo para que se escapase por sus labios una fracción de sus pensamientos: Sin importar a donde vaya o a donde corra, no puedo sacar este dolor en mi corazón.
Era cierto, ha creído tener una familia en tres ocasiones y ahora con Fairy Tail disuelto, mirando al pasado, si cerraba bien los ojos con cuidado, todo parecía ser muy tonto ahora.
En ese preciso instante, una voz masculina proveniente desde sus espaldas le hablo.
- Wendy
- (¡¿?!)
Ella reconoció esa voz, solo podía ser de esa persona.
- ¿Doranbolt?
El no podía simplemente dejarla allí, al borde del precipicio lamentando su infortunio, tenía que hacer algo. Quería hacer algo.
Asintiendo con su cabeza extendió su brazo y abrió su mano en dirección a ella.
- ¿Eh?
Sin pensarlo, ella extendió su mano y la dejo caer sobre la suya.
- Si correr no es suficiente... Vuela.
Edificios, calles, arboles, animales, personas, todo el paisaje desapareció en un parpadeo y lo único que había a su alrededor ahora era una infinito cielo que se expandía hasta el horizonte, en cuestión de segundos comenzaron a aparecer las nubes y antes de darse cuenta las estrellas ya estaban arriba de ellos, a cientos de metros sobre la tierra, donde no existían los puntos cardinales, en el medio de la luz lunar, El Cielo.
Solo había una explicación para esto, Teletransportacion... Pero en este momento, Wendy no quería pensar en cómo lo había logrado y con que, solo quería creer que había sido... Magia.
Las palabras no fueron necesarias.
Tan rápido como ascendieron, sus cuerpos estaban comenzando a caer a gran velocidad, pero simplemente lo ignoraron. Aun entrelazados de la mano, ambos se miraron mutuamente y sonrieron, tras eso, Wendy se abalanzo sobre Doranbolt y arrojando sus brazos entre su dorso lo abrazo, desde su cuerpo comenzó a emanar una especie de aura cristalina que inmediatamente se unió con la de él.
Sus cuerpos ahora se habían vuelto lo suficientemente ligeros como para volver su caída, un hermoso descenso. Magia de teletransportación. Magia de viento. ¿Quien diría que podían llegar a complementarse tan bien?
Albarazados el uno al otro, comenzaron a caer de manera lenta hacia la tierra una vez mas mientras sus cuerpos se balanceaban de un lado a otro, si lo veías desde lejos podías confundirlo fácilmente con una pluma, la pluma de un ángel.
