Disclaimer: Los personajes de Naruto que aquí se presentan no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto.
Advertencia: Muerte de personajes y algo de violencia, pero luego habrá Yaoi, y lemmon (SasoDei), un poco de OoC.
Aclaraciones:
Texto normal.
-Diálogos-
-Pensamientos-
(Comentarios y aclaraciones mías)
***** Groserías.
OHAYOOOO!
¿Cuánto tiempo sin escribir?: se que mucho.
Bueno, es que estuve de vacaciones y no me dieron ganas de escribir nadita, nadita, hasta hace unos días.
Y bueno, ahora que ya entro a la escuela (entro mañana, y lo pensaba subir mañana también pero no me agunate y se los traigo hoy) voy a volver a escribir, aunque me vaya a tardar más en hacer los fics porque ya entré a la prepa y tendré menos tiempo, pero les prometo que por lo menos con este fic voy a subir dos o tres capítulos por semana.
Ojalá les guste, y espero muchos reviews, aunque estos sean de quejas, pero quiero saber su opinión.
Sin más que decir, aquí el primer capi:
Lo que nace en la adversidad
Estas dentro
Nueve personas se encontraban reunidas en un lujoso salón de juntas, ubicado dentro del más caro hotel, probablemente de todo el país y no era para menos decir que la atmósfera era tensa; uno de ellos, un pelirrojo hablaba en vos alta, mientras los demás lo escuchaban absortos, sobretodo un pelinaranja, que parecía ser el líder de todos ellos; cuando terminó de hablar, el líder dijo… o más bien gritó:
-¡¿QUEEE?
-Así como lo escucha- le volvió a confirmar el pelirrojo- Orochimaru nos traicionó, yo mismo lo vi disparándole a unos de los nuestros y escapar con el dinero.
El líder ahora dio un golpe con el puño en la mesa, y algunos de los presentes se sobresaltaron, pero a pesar de eso, uno de ellos dijo en son de broma:
-Oiga líder, quizás se fue porque Sasori no le hacía caso- la mayoría rió disimuladamente.
-¡Cállate Hidan!- le gritó el pelirrojo.
-Oye, es en serio… mira, hasta Zetsu se consiguió a Tobi- los nombrados pusieron mala cara, y los demás se rieron- todos menos tú y la asquerosa serpiente traidora… debiste darle una oportunidad… para que no…
-¡Ya cállate!- le ordenó el líder, Hidan no volvió a hablar- Zetsu ¿Qué opinas?- se dirigió a su mano derecha.
-Tarde o temprano… lo haremos pagar… pero por ahora, hay que buscar a quien tome su lugar.
-Alguna idea de quién puede ser ese alguien.
-Nadie de nuestra organización… tiene que ser alguien que Orochimaru no conozca, pero también tiene que ser bueno para esto, quiero decir… no cualquiera puede unirse a la mafia… y mucho menos a la mafia de "Akatsuki"
-Osh- Pein pasó sus manos por entre sus cabellos, y bajó el rostro, en señal de frustración, una mujer muy hermosa que estaba sentada a su lado con un elegante vestido negro, le tomó la mano.
-No te preocupes, ya lo encontraremos- Pein asintió.
-Si Konan… lo sé.
Tocaron a la puerta de aquel salón, y el líder dijo:
-Pase.
Por la puerta entro una persona con el uniforme de los meseros, y en una de sus manos traía las bebidas que habían pedido hace poco los miembros de la organización; tenía los ojos azul cielo, y el cabello rubio y largo; caminó con elegancia, y comenzó a repartir las bebidas a cada uno de los presentes, por ultimo le dio su copa a Hidan.
-Gracias nena- al escuchar esto, frunció un poco el rostro, pero dijo con calma.
-Disculpe señor, pero soy hombre- los otros disimularon su risa con ligeros tosidos.
-Oh, lo siento, es que… te ves como una linda chica- el rubio parecía a punto de explotar, y Hidan le dirigía una mirada de bastante interés; un hombre a un lado de Hidan notó esto, y un poco molesto dijo:
-Ya retírate.
-¡Kakusu!- le recriminó Hidan.
-Gracias- le dijo el rubio antes de que le ordenaran otra cosa y se marchó de la sala sin mirar atrás y con prisa.
Cuando salió de la sala, dio un pisotón con violencia en el suelo, y se dirigió rápido a las cocinas; al entrar vio a su mejor amigo, y trató de disimular su enojo, pero no pudo, y este le preguntó.
-¿Qué te pasó?
-Nada Takashi, nada- (creo que si había un Takashi en la serie, aunque no estoy segura; de todos modos, el solo es un personaje inventado)
-Te conozco, se que algo te pasa, tú no te sueles enojar así como así.
-Bueno, es que uno de los "señores" que están en el salón grande me confundió con una chica.
-Eso ya te ha pasado antes, y no te…
-Pero esta vez hasta me dijo que parecía una linda chica.
-Jajá, ya Deidara, no te enojes, solo… fue honesto contigo.
-Pues sea lo que sea…
-¡Deidara!, ¡Takashi!, necesito que lleven esto a la habitación 320- les gritó su jefe.
-¡Hai!
Cargaron las bandejas que les señaló su jefe, y se dirigieron a la habitación que les mandaron, mientras lo hacían, Deidara reflexionaba de algo que había pensado desde que entró a aquel salón, era algo peligroso de suponer y mucho más de divulgar, pero tenía que contárselo a alguien.
-Oye Takashi.
-Sí, te escucho.
-Tú eres mi amigo ¿No?… quiero decir ¿Mi mejor amigo?
-Sí, ¿Por qué?
-¿Y podrías guardarme un secreto?
-Aja, ¿De qué se trata?
-Pues, aquellos sujetos… a los que les fui a dejar las bebidas… a mí se me hace que son de la mafia.
-¿En serio?
-Si… es que lucían así muy… peligrosos- Takashi se quedó pensando por un momento, pero después su expresión cambió a una más relajada y le dijo al rubio:
-Deja de preocuparte por eso… no creo que sean… ¿O crees que la mafia puede entrar tan campante a cualquier lugar y estar tan tranquila?
-… tienes razón.
-Sí, déjalo… jeje… no va a pasar nada.
********** Al día siguiente **********
Era casi medio día, y el sol aún no pegaba muy fuerte, sin embargo, los miembros de aquella organización, decidieron desayunar en otro de los salones del hotel, aunque eso si, en uno donde entrara mucho la luz.
Estaban disfrutando de la deliciosa comida, y se les veía relajados, exceptuando el semblante de Pein que aún se mantenía preocupado, a su lado Konan trataba de animarlo, dándole de comer en la boca (Aclaración: Pein y Konan son pareja, y los dos forman parte de la organización.)
El silencio era entero, si no se tomaban en cuenta las platicas de aquellos sujetos, pues eran los únicos que en ese momento estaban hospedados en el hotel, y los empleados, solían hacer su trabajo en la noche, o muy temprano, a excepción de los cocineros y los meseros, que atendían a la gente.
Deidara y Takashi abrieron las puertas del salón, y entraron en el, llevando en sus manos unas elegantes y finas bandejas, con los postres; luego volvieron a cerrar la puerta.
La mayoría eligió un postre; Takashi les preguntó en vos alta:
-¿Se les ofrece algo más, señores?- todos negaron con la cabeza, y el y Deidara se dispusieron a salir, cuando escucharon voces afuera.
-Disculpe, no lo puedo dejar pasar, adentro hay unos huéspedes…
-Precisamente quiero hablar con ellos- respondió una otra vos.
-Tendré que preguntarles… necesito que me den permiso…
-¿Permiso?, aquí está tu permiso- le volvió a decir la vos, y luego escucharon algo así como un disparo.
Los de Akatsuki no esperaron más, y sacaron sus armas de entre sus ropas; uno de ellos, un joven alto y cabellos largos, volcó la mesa, justo en el momento en el que varias figuras irrumpían en aquella sala.
El que parecía al mando, un muchacho de cabello gris sujetado en una cola, les gritó burlón.
-¡Un amigo suyo les manda saludos!- y comenzó a disparar, sus secuaces lo imitaron.
Los de Akatsuki hicieron lo mismo, y Takashi, junto con Deidara se tiraron al suelo, para evitar ser heridos; las balas chocaban contra las paredes del salón, y muchas de ellas, pasaban rozándoles a los jóvenes meseros.
-¡Deidara!, ¡Atrás de la mesa!- le gritó su amigo al rubio, este asintió, y ambos se fueron arrastrando hacia la mesa; cuando llegaron, se volvieron a pegar contra el suelo, esperando a que se acabaran los disparos.
Las armas siguieron haciendo su trabajo varios minutos más, en el que ninguno de los jóvenes se atrevió a mirar, sin embargo Takashi levantó un poco el rostro, para ver si la situación acabaría pronto, mas, un segundo después, bajó la cabeza bruscamente.
-¡Líder!, ¡Se me acabaron las balas!-gritó uno de ellos, y al parecer, a los demás también se les estaban acabando.
Sin embargo los disparos continuaron unos pocos minutos más, hasta que al último de los akatsuki se le acabaron sus municiones.
-¡Demonios!- gritó este.
Pasaron unos momentos en completo silencio, hasta que el joven que los había atacado gritó:
-¿Qué pasa?, ¿Se les acabaron las balas?, ¿O ya se rindieron?- soltó una carcajada.
-***** Kabuto- susurró Hidan.
Al parecer todo estaba perdido para los akatsuki, pero estos mantuvieron sus puestos, dispuestos a pelear aunque tenían todas las de perder.
Uno de los hombres de Kabuto se fue acercando lentamente a la mesa, dispuesto a dispararles a todos, aprovechando que no tendrían como defenderse; se escuchaban sus pasos lentos cerca de la mesa; Deidara también escuchaba expectante y aterrado:
Era su fin… lo matarían aunque no tuviera nada que ver con ellos… comenzó a temblar de forma incontrolable, y miró a un lado suyo: había un cuchillo, y una idea un poco loca acudió a su mente… tomó aquella "arma", y se levantó un poco.
Cuando el otro sujeto llegó a la mesa, Deidara se levantó, le clavó el cuchillo en el pecho, lo golpeó en la cara, y tomó su arma; de inmediato disparó con una puntería excepcional a los hombres que los habían atacado; todo esto lo hizo tan deprisa y de manera sorprendentemente hábil, que ni los akatsuki se dieron cuenta; cuando terminó de "vaciar" el arma que le había quitado a su "casi acecino", los demás compañeros de este, se encontraban en el suelo… muertos.
El rubio cayó al suelo, muerto de miedo, y todos los presentes lo observaron con admiración… jamás, en todos sus años como "criminales", habían visto a alguien tan joven, y con tal habilidad.
Entre jadeos de miedo, Deidara miró a su costado, donde estaba su amigo tirado, aún pegado al suelo; el sonrió, pensando que Takashi no se había dado cuenta del fin de la lucha; movió un poco a su amigo, pero se le vino el alma a los pies, y una lagrima se escapó por sus ojos al ver… que Takashi estaba muerto… una bala le había dado en la frente.
-Takashi…- las lágrimas comenzaron a correr como un pequeño río, y bajaban por sus mejillas; sentía quemarse por dentro, aunque no profirió ningún sonido.
A un lado de él, los akatsukis se empezaban a levantar, y el mismo joven de cabellos largos, se acercó a su líder para preguntar:
-¿Qué hacemos ahora Pein-sama?
-Seguramente ellos tienen refuerzos cerca de aquí, y al ver que sus compañeros no regresan, vendrán pronto por nosotros… hay que irnos de inmediato Itachi.
-Si…- se acercó un poco más al líder y le preguntó en un susurro- ¿Y el chico?… ¿Lo matamos?
-…- Pein se quedó pensativo por un momento- no…
Se acercó hasta donde estaba Deidara, que aún contemplaba a Takashi con lágrimas en los ojos; Pein le puso una mano en el hombro en un gesto "paternal"; el rubio reaccionó un poco.
-Chico… tenemos que irnos.
-¿Qué?- le respondió Deidara todo confundido.
-Pronto vendrán por nosotros, y tu…- miró sin disimulo a los hombres que el ojiceleste había matado- ya estás dentro de esto.
-Pero yo…- Zetsu lo interrumpió.
-Mira niño, los cómplices de estos vendrán dentro de poco, y de seguro van a averiguar que fuiste tú el que mató a sus camaradas… pronto te buscarán e intentarán matarte, así que… tienes dos opciones, irte con nosotros que te vamos a ayudar o… esperar a que vengan por ti- Deidara bajó la mirada y se encontró con el rostro inerte de Takashi.
Su mejor amigo… prácticamente su hermano… y la única persona a la que le había tenido confianza desde que murieron sus padres… y había muerto… tenía que hacer algo.
-Venganza- resonó en su mente, esto sumado al terror de que lo buscaran y lo mataran hizo que contestara- está bien… voy con ustedes.
¿Y bien?
¿Qué les pareció?
Weno, xfas dejenme reviews, que quiero saber de ustedes y si les gusta o no, tambien avisenme si quieren que les conteste, estare feliz por responder sus dudas n_n
Nos vemos hasta el otro capi !
Buena vida!
