No es mio, es de Kishi

.*.*.Enojo.*.*.

Sasuke ladeó una sonrisa al ver que Hinata se aproximaba a él sin darse cuenta. Era de esas chicas que miran más el suelo que el frente cuando caminan.

Opto por quedarse allí parado, se apoyó en el poste de luz que tenia al lado cruzándose de brazos. Quería comprobar si la chica se dignaba a mirarlo o seguía de largo.

Sorprendentemente se cumplió la segunda alternativa. Ella pasó sin dirigirle una mirada, totalmente absorta en el suelo que tenía delante. Aquello hirió su orgullo. Nadie ignoraba a Uchiha Sasuke y salía airoso en el proceso. Bueno, tratándose de ella podría perdonarlo, pero eso no significaba que no lo resintiese.

Casi pudo reír en voz alta al ver que la antes pálida muchacha enrojecía, clavando su vista en el suelo con más ímpetu, lo que indicaba que, aunque no lo pareciese, había notado su presencia y opto por pasar de él a pesar de ello.

La rabia que sentía se fue casi tan rápido como llegó.

Le siguió los pasos como un transeúnte normal. Ella aceleró de repente y no tuvo más remedio que igualar su ritmo hasta conseguir una distancia prudencial. ¿A dónde iba con tanta prisa?

Sasuke pensó que ella no estaba viendo por donde iba y eligió al azar una puerta cualquiera con el firme propósito de escapar. El lugar elegido no era el más adecuado para una chica como ella. De hecho ni siquiera era un lugar adecuado para una mujer que se respetase.

No pudo evitar carcajearse al imaginarla allí dentro. Probablemente escandalizada y sumida en una parálisis mental y física. Espero un rato y escucho un grito suyo. Bueno, no estaba tan paralizada como pudiese haber imaginado.

Ingresó sin titubeos. Advirtió que le chica estaba en cuclillas, abrazada a sí misma y mirando a su alrededor con temor. Incluso le envió una expresión suplicante al percatarse de su presencia.

Alzo la vista y observo que varias chicas le lanzaban gestos lascivos. Pudor no era una palabra que valiese en aquel lugar, sus indumentarias no dejaban prácticamente nada a la imaginación.

Una de aquellas mujeres se acerco hasta él entre contoneos, camino a su alrededor peligrosamente cerca y le susurró al oído acerca de lo que podrían hacer juntos. No le prestó demasiada atención, más concentrado en lo que hacia la ojiperla que en otra cosa.

Observó que Hinata se levanto como un resorte. La chica entrecerró los ojos y comenzó a dirigirse hacia aquel sitio a paso fuerte y rápido. Quitó la mano de la atrevida con rudeza, quien tocaba el pecho de su novio como si tal cosa.

-Aléjate de él- Gritó con furia, lanzándose al ataque.

Con unos cuantos golpes de juuken la dejo tirada en el piso sin posibilidades de mover un músculo. Hinata lanzo una mirada de advertencia a todas las mujeres que se había replegado lo más lejos posible, intentando escapar de su filosa mirada.

Demonios. Hinata Hyugga era más posesiva de lo que se dejaba notar. Los celos destilaban por doquier. Estaba realmente furiosa. Sasuke pensó que podría arremeter contra todas las civiles, y aunque sus oficios no fuesen lo más decente, no merecían ser barridas por alguien que les doblaba en poder y fuerza.

Jamás la había visto tan enojada. No se lo diría jamás, pero aquella expresión le había parecido realmente sexy.

La saco de allí antes de que sucediera algo que pudiese lamentar en un futuro. Aunque tal vez no, no lo sabía realmente.

Al notar que el mal humor no se iba, se detuvo en mitad de la calle e hizo algo que normalmente no haría en público. Alzo el mentón de la chica y le dio un beso dulce, notando de inmediato como todo el chakra que la rodeaba se iba haciendo mas y mas leve hasta llegar a niveles normales.

Hinata le abrazo aspirando su aroma y apoyándose en su pecho. El Uchiha acarició su cabello y luego rodeo su hombro instándola a seguir caminando.

Fin

Gracias por leer!

Ja nee!