Vegeta comienza a experimentar extraños sucesos que marcaran la vida de todos y para siempre...muerte, misterio y pasado son parte de esta historia...
Capitulo 1: Mi propio TestigoEl pasillo estaba completamente oscuro, ya no podía distinguir nada, sus pasos cansados recorrían de un lado a otro ese enorme corredizo, que por momentos parecía no tener fin.
Necesitaba encontrarla ¿Por qué le era tan difícil?...¿Por qué no podía sentir su Ki?. Ya no lo aguantaba; Sus sentidos se disociaban, freneticamente, cayendo en un estado de desesperación insoluble, corría y resbalaba una y otra vez, opacando cada vez su ya casi nulo poder. Sus manos y su cuerpo ensangrentado parecían ser vestigio de un combate mortífero...¿Pero cual?..No lo recordaba, su mente se encontraba absolutamente en blanco, toda su situación era una incógnita...pero de algo si estaba seguro, alguien se la había llevado y no pretendía devolverla con vida.
Un estremecedor ruido comenzó a sentirse a lo lejos, parecían viejas maquinas oxidadas tratando de volver a su apogeo. Cubrirse los oídos era imposible, el horrible rechifle aumentaba poco a poco, de manera casi sobrenatural, insoportable incluso para él...jamás había escuchado algo así... y menos esos gritos...los gritos...esos mismos que solo se oyen de alguien que esta padeciendo un dolor inhumano ¿Ella?, no podía ser cierto, no podía estar pasando. "¿Dónde estas maldita sea?" .
Una brillante luz en el fondo, se presentaba como señal de buen augurio, sin duda se encontraba ahí, tenía que avanzar hacia ella del modo que fuere...tenía que salvarla ...debía salvarla...sin embargo...al llegar... "¿Bulma?"
De un solo golpe Vegeta despertó, sentándose abruptamente sobre la cama. Sus ojos enrojecidos y su respiración agitada, reflejaban aún el miedo que sintió al ver el impactante hallazgo.
Respiraba hondo una y otra vez, estaba absolutamente empapado en sudor, calmarse o calmarlo parecía resultar imposible, y aunque la pesadilla era prácticamente recurrente hace ya dos semanas, el tormento de revivirla se hacia cada vez mas intenso. No entendía el motivo, ni por que le inquietaba de esa manera, después de todo, desde niño había tenido alucinaciones e incluso algunas aun mas escalofriantes. ¿Cómo podía sentirse así por algo irreal?...
Sin percatarse, su mujer también había despertado, estaba preocupada, ya no era normal verlo así día tras día, lo sentía agotado, hace días venia rogándole que lo mejor sería tomar unas buenas pastillas para relajarse, pero él siempre las rechazaba, las encontraba absurdas, no obstante, con el paso del tiempo, hasta él mismo pensó en necesitarlas.
Ninguno de los dos se habló. La peliazul lo conocía perfectamente y sabía que él no contaría nada, era mejor fingir que aun dormía, de algún modo, tarde o temprano ella sola lo averiguaría.
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Todo había comenzado hace quince días. Lo recordaba perfectamente, venía entrando a su cuarto, luego de una agitada tarde de entrenamiento junto a Trunks. Ya en su habitación, observa preocupado a su mujer. Se notaba distinta, estaba pensativa y a la vez aturdida, sus ojos reflejaban que había llorado. Sin manifestar mayormente su inquietud, se sentó a su lado, esperando que dijera algo... "Vengo del medico...Estoy embarazada..." le reveló casi sin voz, mientras sus manos sostenían un arrugado papel blanco. El saiya la miró con cierto asombro por unos minutos. El silencio fue lo único que los acompañó ese día.
Traer otro hijo al mundo significaba muchas cosas, sobretodo para Bulma; sentía que no era la edad correcta, pasar los cuarenta años para cualquier mujer era difícil y peor estando embarazada, jamás pensó en tener mas hijos, como hija única, siempre creyó que uno era mas que suficiente. Lo único que la reconfortaba, era saber, que por lo menos ahora, no lo criaría sola.
Para Vegeta en cambio, ciertamente no era una noticia tan nefasta, al menos no como la había sido la primera vez. Tal vez significaba una oportunidad de corregir sus errores ¿Quién lo sabría?, él tampoco lo reconocería.
Esa noche, Vegeta tuvo su primera pesadilla.
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Ya era de mañana y para el saiya fue imposible conciliar el sueño, o tal vez eligió no hacerlo.
Bulma fue la primera en levantarse, saliendo repentinamente de la cama.
-¿Donde vas?- preguntó el saiya fríamente, poniéndose en pie.
-Tengo que trabajar, ya es tarde...- señaló mientras se dirigía con su ropa, apuradamente hacia el baño.
-¿Vas a trabajar aquí?
-No...tengo que ir a una junta de accionistas, y ya estoy bastante atrasada.
-¿Vas a ir sola?- siguió interrogándola , con voz mas alzada para que lo oyera desde la ducha recién dada.
-Si, es decir, tengo que ir sola...ya te dije..solo irán accionistas ¿Por qué preguntas?
Era un gran cuestionamiento. Desde hace días la vigilaba sin que ella lo percibiera, trataba de no dejarla sola un instante, y aunque sabía que solo eran inútiles sueños, prefería estar seguro e incluso haciendo alguno que otro sacrificio, como acompañarla a sus aburridas reuniones. Gran sorpresa para Bulma. Mas de seis horas tenía que esperarla en la sala de recepciones. Apoyado en la pared y con los brazos cruzados, miraba atentamente, por un pequeño espacio, cada uno de los pasos que realizaba su mujer, tanto así que mas de una de las personas que estaban junto a él, comentarían luego, que solo los celos enfermizos podían provocar tal efecto en ese hombre.
Los días pasaron y nada hacia presagiar un cambio, lentamente el Ki de Vegeta parecía disminuir sin ningún motivo aparente. Lo poco que dormía estaba acabando con su antiguo arduo entrenamiento, se sentía mas débil que al comienzo, apenas contaba con fuerzas para convertirse en súper sayayins...estaba harto de la situación, ni las pastillas que, al fin aceptó tomar, le hicieron efecto. Estaba enloqueciendo.
Sin embargo uno de aquellos días fue distinto...
El saiya abrió sus ojos, levantándose agitado. Y aunque la pesadilla había sido la recurrente, su despertar fue otro, uno que desde ese minuto y para siempre, jamás olvidaría...
-Que es esto?!!-gritó el saiya al encontrarse empapado completamente de un liquido cálido, que por la oscuridad reinante, se hacia indescriptible.
Rápidamente enciende la luz. Lo que vió, era sencillamente pavoroso.
-¿Sangre...?...es sangre..!!-exclama estupefacto, mirando sus manos y volteando inmediatamente a su lado pensando lo peor... Pero no, no era de ella. Bulma dormía placidamente sin sospechar lo que sucedía. Tampoco era de él, su cuerpo estaba intacto, ciertamente no había sido un combate ¿Entonces qué?.
-Que es lo que hice!?- se preguntaba exaltado.
De pronto, una extraña voz provenida de su mente, hizo desesperarlo aún mas...
"Bienvenido a tu infierno..."
CONTINUARÁ...
Holas!! Este es mi nuevo fic, ojala les guste!!
Aviso que me tendrán que tener paciencia por que no lo actualizaré tan seguido como el anterior, pero trataré de hacer un esfuerzo...
Review por fis...chaus!! gracias por leer!
