EN FIN, SABEN DE QUIENES SON, DIGO YO;)

Habían pasado ya cuatro años, desde la última vez que se habían visto. La última vez, entre rayos verdes, dorados y rojos (quizás)

La última vez, había estallado una guerra y cada uno formaba parte de bandos contrarios.

Pero ese día, Draco podía jurar que sintió un algo. Un algo que lo era todo. Verla sentada, con la melena ligeramente ondulada, un vestido verde (irónico, diría) y un cigarrillo muggle, entre los labios.

Y como hombre gilipollas que era, no pudo evitar entrar y picarla. Como en los viejos tiempos.

-Vaya Granger –dice, con la voz suavemente arrastrada-, no pensé encontrarte aquí

Pero Hermione no se gira, sigue fumando ese vicio culpable, y Malfoy teme que quizás se haya equivocado de castaña.

-Por mi parte simplemente, nunca pienso en ti –susurra, sin girarse-Pero vaya, siéntate, no creo que al heredero le guste quedarse en pie, digo yo

Y antes de decir Ya, hay un rubio sentado con una castaña, mientras la mira divertido, entre con ganas de discutir y la sorpresa de verla cambiada. Así de distante.

-Dices tú –le asegura con la mirada-Por cierto, te queda bien el verde Granger, aunque juraría que usabas más el rojo

-Hace mucho, quizás demasiado tiempo que dejó de importarme Malfoy. Además, que haya ido a Gryffindor, no quiere decir que vaya a vestir toda mi vida de rojo.

-No me digas que la leona tiene complejo de serpiente –susurra, y cuando quiere darse cuenta, ambos se han inclinado sobre la mesa, con los ojos clavados en el otro. Y no puede evitar una sonrisa torcida, cuando declara que Hermione apesta a tabaco, y que por algún motivo le resulta sexi.

-¿Fumas Draco? –pregunta, tendiéndole la cajetilla.

-¿Desde cuándo he dejado de ser Malfoy?

-Desde que eres la única compañía medianamente agradable que he tenido en meses –y por la forma en que lo dijo, no se sentía orgullosa

-Bueno, Hermione, para tu información prefiero la bebida. Con ella consigo tener una amnesia temporal.

Pero con la forma en la que se miraban, entendieron al mismo tiempo que no necesitaban contarse sus penas. Que por el momento eran cosas, que debían guardarse, hasta llegado el momento oportuno.

-Hermione, sonríe –pero ni siquiera sabe porque dijo lo que dijo. Esa Hermione no era la que había conocido. Se parecía demasiado a él. Ella, la que es ahora, era demasiado serena, indiferente, venenosa.

-¿Por qué debería? –dice, con la voz quebrada.

-Porque dentro de dos minutos, te besaré –y por algún motivo, Hermione sonrío. Como diciendo "bésame. Quiero que me beses" y Draco, que no era mala persona (quizá no demasiado) no se hizo rogar.

-Me gusta sonreír –susurra contra su boca, y hubiese estado bien añadir un TE al final

-Y a mi que me sonrías –responde contra su mejilla

Y bien podría haber dicho que Granger apestaba a tabaco, pero esa forma parte de las cosas que te guardas dentro, como recuerdo de una primera vez.

"La primera vez que besé a Hermione Granger, apestaba a cigarrillos muggles", diría.


No sé si lo considerais poco creíble o mal escrito o algo... en cualquier caso avisadme;)

PD: mejor reviews buenos, digo yo xD