¿HERMANAS O ENEMIGAS?

Todos los personajes pertenecen a J.K. Rowling.

HOGWARTS

"¡Mamá!" Gritó Arien mientras iba corriendo a la cocina donde su madre estaba haciendo la cena. Vana la miró con una sonrisa y le preguntó.

"¿Qué te pasa?"

"Que ha venido una lechuza me ha dado una carta y Melian me la ha quitado"

"¡Melian!" Llamó a su otra hija.

"¿Qué pasa?" Preguntó Melian entrando en la cocina leyendo la carta.

"Dale la carta a tu hermana"

"La carta es para las dos, mi nombre también esta en el sobre. Es de Hogwarts, tenemos que ir el 1 de septiembre a King Cross a las once" Dijo mientras le daba la carta a su hermana y se sentaba en la mesa esperando a que la cena estuviera lista.

Vana miró a sus dos hijas, a pesar de ser gemelas eran totalmente distintas, no parecían ni hermanas. Arien era bastante alta para su edad, era morena y oscura de piel, tenía unos ojos negros muy penetrantes que revelaban muchas cosas, lo contrario que su boca ya que también era muy tímida y muy reservada, jamás contaba lo que le pasaba por la cabeza y si se lo contaba a alguien era a su hermana, en su cara siempre tenía dibujada una sonrisa que indicaba lo feliz que era. En cambio Melian tenía el pelo castaño claro y la piel muy clara también, sus ojos eran verdes e indicaban todos los cambios de humor que tenía, Melian era bajita pero eso nunca le había creado ningún problema porque era todo un carácter, no permitía que nadie se metiera con ella ni con su hermana, explotaba por cualquier cosa pero luego era extrovertida, dicharachera y no se guardaba nada para ella misma.

"Déjame ver la carta" Dijo Vana a su hija. La carta decía así:

Director: Albus Dumbledore

(Orden de Merlín, Primera Clase)

Queridas señoritas Ormal:

Tenemos el placer de comunicarle que disponen de dos plazas en el Colegio Hogwarts de Magia. Por favor, observen la lista del equipo y los libros necesarios.

Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos sus lechuzas antes del 31 de julio.

Muy cordialmente,

Minerva McGonagall

Directora adjunta

Vana sonrió, estaba muy orgullosa de sus pequeñas aunque sabía que las iba a echar de menos también sabía que ese era su destino, ir a Hogwarts.

Vana y su marido, Elros, estaban mirando como sus dos hijas se subían muy animadas y nerviosas al Expreso de Hogwarts. Cuando las dos chicas ya habían entrado en el tren y estaban fuera de la visión de sus padres Elros cogió la mano de su mujer y la apretó con cariño:

"Van a hacer grandes cosas" Le dijo.

Las dos hermanas se subieron muy nerviosas al tren y se pusieron a buscar un compartimento vacío ya que a Arien no le apetecía rodearse de mucha gente. Habían mirado en todos los compartimentos y no había ninguno vacío, solo les quedaba uno y al mirar dentro de él vieron que había un chico que tendría su misma edad dentro, como ya era el último departamento Melian entró y le dijo un hola amable al chico que estaba allí. Él la miró pero no dijo nada. Su hermana entró detrás y miró al chico y le dirigió una sonrisa pero también permaneció callada. Pero en el compartimento había alguien que no podía permanecer dos segundos callada:

"No te molesta que nos quedemos en este compartimento¿no? Es que el resto estaban llenos"

El chico le iba a decir algo pero, Melian le dejo con la palabra en la boca.

"Me llamo Melian Ormal y esta es mi hermana Arien. ¿Cómo te llamas?"

"Severus Snape" le dijo el chico mientras le dirigía una seca mirada que Melian no captó pero que no se escapó de la percepción de su hermana que era bastante más observadora.

"Es nuestro primer año¿eres de primer año también?" Snape solo se dignó a asentir con la cabeza.

"Estoy muy nerviosa aunque estoy segura de que me va a gustar Hogwarts tanto mi padre como mi madre me han dicho que es un lugar fantástico. ¿Vienes de una familia de magos?"

Snape iba a contestarle algo, aunque no le iba a contestar a la pregunta que Melian le había hecho precisamente, cuando entró alguien que interrumpió la conversación, lo que Arien agradeció porque había notado la actitud de su compañero de compartimento. Era un chico moreno y un poco más alto que Arien. Miró a Snape con desprecio hizo un gesto como reconociéndole y luego se volvió hacia las dos hermanas a las que miró con una sonrisa.

"Hola" Le dijo Melian correspondiéndole a la sonrisa.

"Hola, soy Sirius Black" Le contestó él tendiéndole una mano a la chica castaña.

"Yo soy Melian Ormal y esta es mi hermana Arien" Le dijo mientras apretaba su mano.

"¿Es vuestro primer año también?" Le preguntó interesado el chico.

"Sí"

"Espero que estéis en la misma casa que yo. Bueno, ahora me tengo que ir que he dejado a un amigo en el vagón de al lado, solo quería ver quien había aquí. Ciao" Les dijo mientras cerraba la puerta del compartimento y les dirigía la última sonrisa.

A Melian le había caído bien, parecía simpático, abierto y muy amable, la impresión de Arien no había sido la misma, no le había gustado nada la prepotencia con la que había entrado, con la que había mirado a Snape y con la que las había examinado. Y de Snape mejor no hablamos.

"¿Le conocías?" Preguntó intrigada Melian.

"Cuando vi a que se abría la puerta me alegré porque pensaba que el interrogatorio se iba a acabar, al ver a Black me di cuenta de que prefería el interrogatorio pero no es cierto le prefiero a él" Dijo fríamente Snape. Arien le miró alucinada, ese chico no conocía a su hermana, se notaba, esperaba una respuesta mordaz por parte de ella pero ésta no llegó, su hermana simplemente miraba fijamente al chico que no apartaba sus ojos ante la mirada amenazante. Pero la puerta se volvió a abrir por segunda vez interrumpiendo esa amenaza silenciosa.

"Hola chicos¿queréis algo del carrito?" Les preguntó una bruja menuda que empujaba un carro cargado de golosinas de todo tipo. Arien se acercó y compró unas cuantas golosinas para ella y para su hermana. El chico no se movió y la bruja se fue volviendo a dejarlos solos. El chico volvía a tener ganas de guerra pero Melian no le hizo caso y se puso a comer las ranas de chocolate que su hermana le ofrecía con gran placer.

Melian tenía una gran debilidad y ese era el chocolate, conseguía ponerla de buen humor y esta vez no fue una excepción, enseguida se puso a hablar con su hermana de frivolidades, olvidándose del chico que estaba sentado enfrente de ella.

El viaje pasó rápido ya que las dos estaban muy ansiosas por llegar a su nuevo colegio e iban comentando como se imaginaban que iba a ser, como iban a ser las clases, los profesores, los compañeros, todo.

Cuando el tren se paró las dos chicas se levantaron, antes de que Melian saliera se dio la vuelta y dijo:

"Hasta pronto, Snape" La tan inocente frase tenía una promesa inscrita, una promesa que al chico le indicaba que la próxima vez no saldría tan bien parado.

Al salir del tren, oyeron a un hombre que gritaba: "Los de primer año por aquí por favor, los de primer año". Las dos chicas vieron al hombre que gritaba, bueno, se podría decir más bien, semigigante. Le siguieron con un buen grupo de alumnos, les llevó a un lago donde les indicó que se subieran en unas barcas de cuatro en cuatro. Melian y Arien se subieron con el chico que había estado en su departamento, Sirius Black y con un amigo suyo que según les dijo se llamaba James Potter. Los cuatro chicos estaban demasiado expectantes como para decir algo mientras los botes avanzaban por un oscuro lago, entonces lo vieron, Hogwarts en todo su esplendor, sus luces encendidas, con la luna asomándose detrás de la torre más alta de todo el castillo. Todos los chicos se quedaron sin respiración al ver su nuevo colegio, su nuevo hogar. Enseguida desembarcaron y se dirigieron hacia el castillo, en la puerta había una mujer que les recibió con un frío:

"Yo soy la profesora McGonagall, la subdirectora de este colegio, síganme por favor"

Melian intercambio una mirada con Arien diciéndose que no les gustaba nada esa profesora pero al igual que el resto de los alumnos la siguieron sin decir nada, ella les condujo a una habitación donde les dejó antes de acompañarles a Gran Comedor. Allí todos murmuraba preguntándose que les esperaba ahí fuera pero pronto lo descubrirían ya que la subdirectora no tardó ni dos minutos en regresar y en volver a pedirles que la acompañaran, todos lo hicieron sin rechistar y vieron por primera vez el Gran Comedor. En él había cuatro mesas paralelas repletas de alumnos y una enfrente presidiéndolo todo donde estaban los profesores.

McGonagall se acercó con una banqueta encima de la cual había un viejo sombrero, todos los antiguos alumnos lo miraron y eso mismo hicieron los de primer año. El Sombrero Seleccionador cantó una canción enumerando las cualidades de cada casa. Cuando acabó la profesora McGonagall se puso al lado la banqueta y la selección empezó.

Poco a poco los alumnos iban acercándose y eran seleccionados por fin llegó la "o"

"Ormal, Arien" Dijo con su severa voz la subdirectora.

La chica se acercó temblorosa, se sentó mientras la profesora le colocaba el sombrero, le quedaba tan grande que con él puesto era incapaz de ver.

"¿Qué tenemos aquí? Veo que eres una chica muy inteligente a la que le espera un gran futuro, no tienes miedo¿eh? Aún así yo creo que debes estar en ¡RAVENCLAW!"

Arien se levantó y se dirigió a la mesa que se había puesto a aplaudir bastante contenta, pero ahora le tocaba a su hermana.

"Hola, hola" Le dijo a Melian el Sombrero "Veo que tu también eres muy inteligente, pero eres distinta de tu hermana y aunque quieras estar con ella vuestros destinos van por caminos diferentes aunque es posible que se acaben juntando por lo que no podéis seguir juntas ahora. Vas a ser ¡GRYFFINDOR!".

Melian se levantó dubitativa pero fue a sentarse en su nueva mesa enfrente del chico del tren, Sirius Black.

La Selección acabó sin incidentes y después de la habitual charla de presentación los nuevos alumnos se dirigieron hacia sus torres guiados por los prefectos.

Arien, después de mucho andar por miles de pasillo, llegó a una estatua que después de que el prefecto dijera "inteligencia" se apartó y los dejó pasar. Arien miró sorprendida a la sala común, era una sala preciosa, había bastantes sillones repartidos desigualmente, unas cuantas mesas de estudio y presidiéndolo todo una gran chimenea, cuyo fuego brillaba como dándoles la bienvenida. Todo estaba decorado en azul, se podía ver toda clase de azules a lo largo de la sala. Una prefecta les pidió a las chicas que la acompañaran, se metió en unas escaleras y subió un piso, allí había siete puertas en cada una había un número decorado con águila que indicaba el curso al que pertenecían las alumnas de ese cuarto ellas entraron en el que ponía un 1. Eran una bonita habitación, también decorada en azul, con cinco camas con dosel. La prefecta se fue y dejó solas a las cinco, enseguida una chica tomó la voz y dijo:

"Hola, yo soy Alice Young"

"Yo me llamo Victoria Smith"

Todas se presentaron y se pusieron a hablar sobre su vida anterior y enseguida sintieron que se iba a llevar bien.

Mientras tanto Melian era conducida a otra parte del castillo, para entrar a torre tenían que darle la contraseña a una mujer, gorda, muy gorda que estaba en un retrato. Su sala común era totalmente lo contrario a la de su hermana, todo estaba decorado en rojo y azul, al igual que sus habitaciones. Cuando se quedó sola con sus compañeras de clase se presentaron y tuvieron una conversación muy parecida a la de la habitación de Ravenclaw. Melian no lo pudo evitar, enseguida sintió simpatía por una chica de origen muggle llamada Lily Evans.

Era el primer día de clase y Melian se levantó muy pronto, fue al cuarto de baño, se dio una ducha tranquilamente y se puso a pensar en lo que le había dicho el Sombrero¿qué era eso de que no podía estar ahora junto a su hermana¿A qué destino se referiría¿Cómo que a lo mejor se juntaría su destino¿A lo mejor? No estaba segura de a que se refería el dichoso Sombrero, pero esperaba que a su hermana no le hubiera dicho algo parecido porque sino, con lo enserio que se tomaba esas cosas, seguro que no la dejaba acercarse.

Cuando terminó de ducharse y se fue a su habitación ya se habían despertado todas sus compañeras y se estaban vistiendo, cuando estuvieron listas las cinco se dirigieron hacia el Gran Comedor y después de dar una gran vuelta¿quién sería capaz de acordarse del camino? Llegaron. Melian miró a la mesa de Ravenclaw y al ver allí a su hermana se acercó para hablar con ella.

"Arien" La llamó y su hermana se dio la vuelta y la miró con una sonrisa.

"Hola, Meli" le dijo tan afable como siempre. "Es una pena que no nos hayan puesto juntas, pero seguro que aún así nos veremos mucho. ¿Cómo es tu torre? La mía es genial, todo está decorado en azul, espero que algún día puedas entrar porque me encantaría que pudieras verlo"

"Me alegro de que te guste, lo mío es todo rojo y dorado, también es genial. Ya hablaremos que me tengo que ir a comer que sino no me va a dar tiempo"

Al decirle eso se dirigió a su mesa, iba contenta, le alegraba mucho que su hermana se sintiera bien ya que se había preocupado, siempre había intentado proteger a su hermana del resto del mundo porque siempre había sido más tímida aunque cuando cogía confianza se defendía muy bien solita, por lo menos con ella era una máquina, siempre acababa ganando. Pero ahora cada una iría por su lado, en el fondo era mejor, podría ser más ella misma.

Arien miró sonriendo a Melian mientras ésta se alejaba, quería muchísimo a su hermana pero en el fondo se alegraba de que ese Sombrero las hubiera puesto en casas separadas ya que siempre la había protegido mucho y nunca la había dejado ser ella misma, ahora por fin podría serlo.

Los jefes de cada casa se acercaron a las mesas para repartir los horarios, las dos hermanas miraron interesadas las clases que compartían porque aunque querían separarse no querían olvidarse la una de la otra.

Arien tenía a primera hora pociones con Slytherin, con sus nuevas amigas se dispuso a buscar el lugar de la clase. Llegaron a unas mazmorras frías y entraron, ya habían llegado sus compañeros de Ravenclaw pero nadie más, las cinco chicas se sentaron mientras iba llegando la gente de Slytherin, Arien vio como entraba el chico del tren y le dirigió una sonrisa que este respondió con un gesto con la cabeza.

"¿Conoces a Snape?" Le preguntó Alice intrigada.

"Sí, le conocí en el tren¿por?"

"Siempre ha sido mi vecino, nunca nos hemos llevado bien, es demasiado... no sé que decirte... frío. Ya pensaba que me iba a librar de él cuando le vi en el tren, fue un chasco" Arien solo le sonrió comprensivamente ya que no le dio tiempo a decirle nada porque el profesor acababa de entrar.

"Buenos días. En mi clase no habrá tontos movimientos de varita y supongo que ninguno será capaz de apreciar la magia que hay en un caldero humeante pero no por eso espero que en esta clase tengáis peores resultados que en otras". Después de eso pasó lista sin hacer ningún comentario más y empezó la clase.

Todos los alumnos escucharon absortos durante toda la clase, pero sin entender absolutamente nada, y salieron refunfuñando ya que el profesor Turner les había puesto una redacción sobre las pociones curativas y solo era la primera clase.

La primera hora de Melian fue parecida a la de su hermana, pero en transformaciones en vez de en pociones, con Hufflepuff en vez de con Slytherin y con McGonagall en vez de con Turner, pero en lo esencial era lo mismo, ella tampoco había entendido nada y también tenía una redacción que escribir.

Las dos se encontraron en herbología y se pusieron a protestar por la cantidad de deberes pero esas protestas aumentaron al salir de herbología, los deberes se habían doblado en esa clase.

A la semana ya todo esto les parecía normal, poco a poco se habían ido acostumbrando al ritmo de Hogwarts y la verdad es que les gustaba bastante. Pero las dos hermanas se habían distanciado bastante, estaban demasiado ocupadas y solamente se veían en las clases que compartían que no eran muchas.

A Arien le costó hacerse un poco con la vida en Hogwarts, echaba de menos la vida en su casa, a sus padres y sobretodo echaba de menos a su hermana ya que ésta estaba demasiado ocupada como para pasar mucho tiempo juntas, pero se había ido haciendo amiga de Alice Young que poco a poco estaba sustituyendo a su hermana. Sin embargo, Melian se había acostumbrado enseguida a su nueva vida, siempre había tenido facilidad para adaptarse a los cambios. Pronto había hecho nuevos amigos, se llevaba especialmente bien con Lily Evans y especialmente, bueno, se llevaba con Sirius Black, los dos eran demasiado explosivos para llevarse bien pero también eran demasiado bromistas y atrevidos para llevarse mal.


Llevo mucho tiempo pensando en esta historia y tengo tres capítulos escritos, por fin me he decidido a subirla. Sé que tengo dos historias a medias, pero las terminaré de escribir tarde o temprano. En esta historia cambio totalmente de tema, Snape vuelve a ser protagonista pero comparte protagonismo con un personaje extraño para mí, Sirius Black. A partir de cierto capítulo los hechos se desarrollaran después del Príncipe Mestizo pero ya lo avisaré. Espero que os guste esta nueva idea mía.

Dejadme vuestra opinión en un review, por favor.

Seguramente le cambiaré el nombre pero es que ahora mismo no tengo inspiración.