Hola a todos:
Esta es la primera historia IchiRuki que publico en FF, espero sea del gusto de todos ustedes. Estaré esperando sus comentarios y criticas.
Le dedico esta historia a mi hermana Jessie, pues sin su apoyo (empujones, mejor dicho ¬¬) yo no hubiera salido adelante de los baches con los que me he topado recientemente.
Les recomiendo escuchar la canción "Veneno en la piel" en la versión de Edith Márquez.
Disclaimer: Bleach y sus personajes no me pertenecen, son de Kubo Tite, pero en un futuro lo serán. La historia es mía, pero quiero compartirla con ustedes.
M A R I P O S A
Lady Butterfly
Siempre creemos que somos dueños de nuestro propio destino, pero él se encarga de recordarnos que solo somos dueños de nosotros mismos. El "Destino" es tan libre como las decisiones que tomamos por el albedrio que Dios nos otorgó. ¿Eres dueño de tu destino o de tus decisiones?
(Hotaru_Saturn_Black)
CAPITULO 1
Sorceress
"El destino baraja las cartas, nosotros las jugamos."
José Stalin.
El ruido era algo totalmente adecuado para el lugar donde un grupo de amigos había decidido iniciar un fin de semana que era el preludio a la terminación de la soltería de uno de ellos. Todos se conocían desde la Universidad, habían estudiado la misma licenciatura y especializado en distintas ramas de la abogacía. El mayor de ellos Urahara Kisuke es abogado criminalista, el de complexión morena y robusta se llama Yasutora Sado y es abogado defensor y al que sus íntimos apodaban Chad, el tercero es médico-abogado y responde al nombre de Ishida Uryuu; pero el que más sobresalía entre ellos por una peculiar mata de cabello se llama Kurosaki Ichigo y él es abogado corporativo.
Se encontraban en el antro de moda llamado "Sorceress", que esa noche había sido abierto solamente para un exclusivo grupo VIP; ya que en él se llevaría a cabo la presentación del nuevo material discográfico de una cantante que se había posicionado rápidamente en el gusto de la población joven y de la cual ahora se decía que había madurado su voz, la cual brindaría a público de mayor edad. Esa era la razón por la que encontraban reunidas personas de distintos extractos de la población. Desde los clubes de fan hasta los más importantes ejecutivos telecomunicaciones de Japón.
La codiciada invitación le había llegado a Shihouin Yourichi, la pareja sentimental del rubio; quien es una asesora de imagen, pero por cuestiones de trabajo no se encontraba en el país. Y debido a que no estaba la novia de Urahara, los chicos decidieron que sería el comienzo de las despedidas de soltero de Ichigo, porque según ellos la vida es demasiado corta para no vivirla; además que era el primero en dar el paso definitivo a la estabilidad.
La guapa edecán que los escoltaba a su mesa no perdió la oportunidad de coquetear con el pelinaranja y este le devolvía las atenciones. Siempre había sido así, las mujeres se le aventaban a los pies y él no tenía más que dejar que lo mimaran. Era un hecho Kurosaki Ichigo nació con suerte, no solo era apuesto, también venía de una familia con prestigio y dinero. Su padre un afamado y reconocido médico con especialización en ortopedia y quiropráctica pediátrica con diversas investigaciones que habían ayudado a los niños con problemas musculo-esqueléticos. Sus dos hermanas, una de las pocas futbolistas profesionales japonesas y la otra una máster chef. Ellos tres conformaban su familia, pues la única sombra de su vida era la ausencia de su madre que había muerto a sus nueve años, víctima de un accidente de auto.
Sentados en un extremo del escenario se disponían a disfrutar de la noche pues tres de ellos se consideraban libres; pues Urahara a pesar de su carácter despreocupado, le era fiel a su novia, pero no se podía decir lo mismo de Ichigo. Por más que se proponía no volver a engañar a su prometida, no podía cumplirlo; ni él mismo sabía porque lo hacía.
Detrás de bambalinas se llevaba a cabo casi una revolución, pues entre el arreglo de luces y efectos especiales, las pruebas de sonido, el check in de las partes del escenario giratorio y los gritos de Abarai Renji, se podía palpar la ansiedad en el ambiente. Hoy sería la "prueba de oro" de Lady Butterfly, quien debutará como una voz anónima sin rostro y que conforme se lanzaban sus temas en la internet fuera adquiriendo una imagen visual kei; que actualmente dejaría de lado para situarse definitivamente en la cima.
En el camerino se preparaba una hermosa mujer de morena cabellera, estaba dando los toques finales a su antifaz de plumas, el cual asemejaba a una mariposa con alas extendida sobre su rostro. Y reflexionaba sobre todo lo que hizo para llegar a donde estaba.
Había trabajado mucho para esto, tuvo que dejar a su familia para mudarse a Tokio como centro de operaciones teniendo a su lado a su amigo y manager Renji. Si todo salía de acuerdo a lo planeado, la estrategia que había ideado años atrás daría magníficos resultados. Su valor como artista sería un logro personal y podría moverse de acuerdo a sus propios términos.
Tocaron a la puerta y dijeron.
- Beauty, tercera llamada…comenzamos en cinco minutos…
- Gracias Renji, estaré lista a tiempo. Respondió ella mientras se levantaba del tocador y se dirigía detrás de biombo para vestirse.
Se apagan las luces y una luz proyecta la sombra de una mujer, se comienza a escuchar su canto como susurros de sirenas, aquellas que perdían a los marineros en alta mar. El público se siente transportado por su canción y esto sin que los músicos hayan complementado su hechizo. Todos se sobresaltaron al escuchar el estallido de las luces pirotécnicas que acompañaban el descenso de una mujer menuda vestida de cuero y plumas de color negro, pero sobresalía en ella su máscara con forma de mariposa de colores morado y violeta. Lady Butterfly había iniciado su espectáculo.
El show era vibrante, electrizante como le había mencionado su amigo Chad, al bronceado le gustaba la música de la artista que se presentaba, en su juventud había pertenecido a un grupo de j-rock. A Ichigo le gustaba tocar la guitarra, pero solamente en la intimidad y la música le apasionaba, ese era una de las razones por la que gustosamente había aceptado la invitación de Kisuke y por lo que veía no se arrepentiría, pues la función prometía mucho y su enigmática realizadora lo hacía aún más.
Todo se realizaba de acuerdo a los planes, se acercaba ya el final, esto era lo decisivo, Lady Butterfly haría la metamorfosis que se había propuesto. Si era bien recibida entre sus fanáticos y los directivos invitados; la repetiría a gran escala en su concierto en el auditorio de Shibuya. No solo era una metamorfosis en su espectáculo, sino en su persona y su vida, además de que así se llamaba su actual álbum.
Se apagaron nuevamente las luces, y se empezó a escuchar el sonido de murmullos y susurros que produce la vida de un bosque en primavera. Del techo del club empezaron a descender artistas invitados del Circo Du Soleil disfrazados de árboles, animales y hadas. Hacían mímica, piruetas, danzaban, etcétera; asemejando la búsqueda de alguien que se había perdido. Una hada miro hacia el simulado cielo estrellado y con señales le pidió a sus compañeros que se acercaran para recibir a la reina.
Los asistentes al show observaron volar una mariposa negra con destellos en plata y violeta. Era Lady Butterfly con un disfraz que cubría entalladamente su cuerpo mientras los arneses de la que estaba sujeta la hacían descender al centro de la plataforma. Bailo con sus acompañantes para que estos desaparecieran en fracción de segundos y con esto ella hizo un rápido cambio de ropa. Esta vez llevada un vestido de noche corto plateado que dejaba ver sus trabajadas piernas con zapatillas a juego y ya no llevaba un antifaz como en ocasiones anteriores sino un coqueto sombrerito con velo de malla con mariposas pequeñas que ocultaban sus facciones a los ojos de su público.
Detrás del escenario salió una orquesta y empezó a tocar una melodía sensual, la cual ella guió con su voz.
- Dicen que tengo veneno en la piel…y que estoy hecha de plástico fino…Dicen que tengo un tacto divino…y quien me toca se queda con él.
Era un éxito de los años ochenta que fuera muy popular en Europa y Latinoamérica. Ahora ella lo estaba interpretando en su versión japonesa y con una sexy modulación. La nueva versión tenía arreglos estilos los años cincuenta y ya no era estridente sino cálido y sensual.
- Es que yo soy una bruja consumada …Aunque te creas que estoy intoxicada…Y te aseguro que ya no me meto nada…Aunque te diga por ahí que si que si...Que si, que si... y dicen...
Ella seducía y se contoneaba al ritmo de la canción como si estuviera en presencia de un amante, en la intimidad de una habitación, solo los dos, bailando sólo para él. Esto es lo que estaba pensando Kurosaki Ichigo y por supuesto que en su vivida imaginación era él quien estaba con Lady Butterfly. Su mente trabaja mil por hora y estaba más que seguro de llevársela a la cama esta noche. No necesitaba buscar más, estaba a punto de tener la mejor presa del año.
- Es que yo soy una bruja consumada …Aunque te creas que estoy intoxicada…Y te aseguro que ya no me meto nada…Aunque te diga por ahí que si que si...Que si, que si... y dicen...
Al termino de la canción ella espero la reacción de sus oyentes, su corazón estaba acelerado por la emoción, pero la reacción no se hizo esperar, los aplausos, vivas y hurras invadieron el ambiente. Había triunfado…lo esperaba ansiosamente pero también lo temía. Sus inicios se remontaban a las radios por la red que eran más populares entre los jóvenes y en ese entonces la conocían por el sobrenombre de La Voz. Una pequeña compañía de discos le hizo una oferta y acepto. Su primer disco se llamo igual que su mote, para el segundo ella solo era una sombra, no hacía apariciones pública, todo era vía remota. Pero ya con el tercero y cuarto surgió Lady Butterfly, con toda su imagen visual kei.
Un pelirrojo observaba muy orgulloso a su amiga y representada. Abarai Renji era la sombra protectora de ella. Siempre a su lado, siendo su incondicional, su apoyo más allá de lo que pudiera esperar de alguien. Él era su "segundo hermano".
Como era su deseo, ella lo tenía todo…bueno casi todo. Eso es en lo que pensaba mientras recibía los aplausos del público.
Se que fue corto, pero ya tengo escritos 3 capítulos más, conforme se vaya desarrollando la historia se alargarán [¡ups!, mejor no prometas nada]. Disculpen ¬¬ esa era mi escritora interna, o sea una metiche.
Nos leemos.
