One Piece no me pertenece.
Bueno, esta es una idea que pasó por mi mente: los pensamientos de Sanji hacia una mujer que no conocía y moría por hablar con ella. Dicha mujer está aquí representada como Robin.
LA CHICA DEL VESTIDO AZUL.
Estaba sentada en la tercera fila de la derecha, recta y con el cabello perfectamente recogido en una cola de caballo, dejando entrever una pequeña cadenita de plata que tenía colgada del cuello.
Llevaba una traje azul eléctrico sin espalda precioso y tenía un toque mágico con aquella aguja que le recogía el fleco en forma de mariposa, que tenía aspecto de ser muy dificil de conseguir y muy, pero que muy caro.
Tenía un pelo negro como la misma noche y una sonrisa permanente en la cara, perfectamente tallada en aquel cuerpo que no era delgado como el de una modelo, pero tampoco era nada graso.
Me tuve que levantar un poco para admirarla con más detenimiento.
Quién sería?
Mi acompañante, una hermosa joven de mi edad, preguntó por mi al ver el interés que demostraba en esa abrumadora pelinegra.
No me sonaba de haberla visto llegar en coche, o en una limusina brillante y cara.
Observé cómo mantenía el posado tranquilo y sereno, con su sonrisa permanente al ver a la pareja besándose en el altar.
Pero se movía incómoda en su asiento, y tiraba la cabeza un poco hacia atrás como si también me quisiera admirar a mí.
Entonces me di cuenta que lo que quería la chica era saber quién la estaba mirando tan detenidamente como para provocar en ella una sensación tal de incomodidad, así que me vi forzado a apartar la vista de ella y sentarme correctamente en mi parcela de banco.
Era delicada como una flor, hermosa como ella misma.
Fui mirarla de nuevo, pues no me podía contener, y vi cómo murmuraba algo al chico que tenía al lado, que era nada menos que el hermano del novio. Apenas lo habia visto en nuestros encuentros con Luffy y el resto, así que no recordaba correctamente su nombre.
La chica del vestido azul sonrió y le dio un beso disimulado en la mejilla, un beso cómplice, no cómo si quisiera demostrarme a mí que estaban juntos o algo por el estilo.
Aparté la mirada con rapidez e hice como si nunca hubiera visto aquella escena, como si nunca hubiera pensado en lo hermosa que estaba allí sentada y concentrada, o en lo bonito era su cabello recogido con tantísimos elegancia.
Hacer como si nunca hubiera existido dentro de mí. La chica del vestido azul ...
