Los personajes de esta historia fueron creados por nadie más que Stephanie Meyer. Esta...cosa, es mía.

Bueno, primero que nada, esta historia es muy estúpida. Se trata de tres amigas (Bella, Rosalie, Alice...) que son unas estúpidas sin cerebro alguno. Bien. Léanla por ustedes mismos y, lo más importante; rían.


Capítulo uno

¿Dónde está Tinkerbell? Parte I

Con un cepillo en su boca e inclinada sobre el inodoro, Bella comenzó a hacer arcadas.

"Hay, dios mío chicas, en total tengo mas de trecientas calorías"

"Eso no es sexy… no" comentó Rosalie peinando su rubio cabello hacia atrás

"¡Quiero ser delgada con un palo!" Gritó Bella entre vómitos.

Luego de esto, limpió su boca, y arregló sus tetas bajo su corpiño rosa. Levantó su minifalda, dejando ver un poco mas de sus delgadas piernas, teñidas de un color algo anaranjado.

"¡Si sigues haciendo eso, ese chico te volverá a llamar!" sonrió Alice, mientras acariciaba su chihuahua blanco, Candy.

Alice era la única que se mantenía algo natural. Es decir, no se había hecho mas de una cirugía, su bronceado era genuino y su cabello no estaba teñido de un rubio platinado, al contrario de sus amigas.

El teléfono de Bella comenzó a sonar con Threede Britney Spears.

"¿Hola?" contestó con voz nasal, mientras masticaba un chicle con la boca abierta.

"¿Bells?" habló otra voz nasal por el altavoz. "Soy Lauren, necesito tu ayuda ¡Ya!"

"¡Hay! ¿Qué te pasó, amiga?" preguntó con falso interés.

"¡Necesito que cuides de Tinkerbell!" Lauren le había puesto el mismo nombre que Paris Hilton a su mascota. "Voy a salir con ya sabes quien a ya sabes dónde" emitió una risita idiota.

"¡Oh! Seguro" respondió fingiendo entender.

"¡Bien! Gracias, Bells, te debo una ¡Eres la mejor!"Gritó con júbilo. "¿Sabes dónde queda mi casa?"

"Sí, como sea, ¡Adiós, Laury! ¡Te quiero!" cortó sin más. Miró el teléfono con una mueca idiota de asco.

"La gorda perra de Lauren quiere que cuide de su perro" habló con desprecio

"¡Ash! ¡Es tan sosa! O sea, ¿Cuidar a su perrito? ¿Quién se piensa que eres?" dijo Rosalie, mirándose al espejo y levantando su apretada remera y dejando ver su delgadísimo y casi anoréxico estómago.

"Eso digo" Bella rodó los ojos.

"¡Oh, vamos, chicas!, creo que Candy necesita conocer a otros perritos… o algo de eso que hacen las mascotas" puso cara pensativa, poniendo su dedo índice en su mentón. "¡A demás, podemos bebernos su alcohol y tomarnos sus pastillas!" Comenzó a dar saltitos y dar aplausos como una niña.

"¡Y dar una fiesta en su casa! Si algo se rompe, es de ella…" Bella hizo una mueca de dolor "Hay, creo que me duele el cerebro"

"Dicen que si piensas mucho, esas cosas pasan" Rosalie imitó su mueca y se masajeó las sienes. Alice también.

"Dolor" gimió la duende.

El resto del día pasó como todos, haciendo cosas estúpidas en Beverly Hills, con amigas estúpidas y pensamientos estúpidos.

Las tres amigas salían de su sesión de bronceado artificial. Ya era de noche entonces, así que decidieron dirigirse a la casa de Lauren.

"En ves de hacer una fiesta, llamemos a los chicos de hoy" dijo Alice poniéndose sus enormes lentes de sol sobre su cabeza.

Rosalie manejaba haciendo zigzag mientras se maquillaba, mirándose en el espejo retrovisor.

"¡Buena idea!" gritó.

"¡Déjame manejar a mí, perra!" Bella se puso en cuatro patas sobre su asiento, tironeando el volante.

Los autos tocaban bocina. Unos por la terrible conducción, otros por el trasero de Bella y…algunos por los dos.

"¡Haaay! ¡Me pinté fuera de la boca!" Se quejaba Rosalie

"Déjame…manejar…"mascullaba Bella intentando quitar Rosalie del volante

Un movimiento de Bells hizo que el lápiz labial color rosa de su amiga se partiera en dos contra su boca.

"¡LO ROMPISTE!" Gritó con toda su furia, poniendo sus manos en el cabello de Bella y comenzando a tironear de él. "¡PERRA SUCIA! ¡ERA DE EDICIÓN LIMITADA!" Golpeó su rostro.

El auto continuaba haciendo zigzag en la calle, fuera de control.

Bella arañó el rostro de Rosalie con sus uñas excesivamente largas.

"¡Argg! ¡No vuelvas a tocarme!" de dio un puñetazo.

El convertible chocó contra un bote de basura.

Las tres amigas se sobresaltaron y asomaron sus cabezas, para ver el desastre.

"¡Bien, llegamos a lo de Lauren!" gritó emocionada Alice, y salió del coche con su bolso y su chihuahua.

Rosalie y Bella se miraron, encogieron sus hombros y se bajaron del auto, como si no hubiera pasado nada. No las culpen, les falta cerebro a estas idiotas. Si las tuviera en frente las agarraría del pelo y arrancaría sus putas extensiones, luego apretaría sus cuellos…ejém, eh… bueno, perdón. Sigo con lo mío.

La mansión era enorme, llena de lujos y toda esa mierda. Las chicas de dirigieron miradas emocionadas y comenzaron a correr por todo el lugar como desequilibradas.

"¡La puta de Lauren sí que vive con estilo!" exclamó Rosalie, sacando unas botellas de Vodka de la despensa.

"¿Dónde está Tinkerbell?" preguntó Alice, dejando su perrito en uno de los sillones. "¡Tinkerbell! ¿Estás ahí? ¡Oh, chicas, no responde!" gimió de frustración.

"¡Ash, Alice, que tonta eres! ¡Todos saben que los perros no hablan en nuestro idioma!" Rodó los ojos Bella "Hablan en chino mandarín, o algo así"

"Idiota" Rosalie le dio un suave golpe en la cabeza "hablan en perrunín" dijo con un tono que lo dejaba obvio hasta para un niño de cinco años.

"Ah, si" masculló Bella, frotándose donde su amiga la había golpeado, con rostro confundido.

Un par de ladridos las hizo dar un respingo. Candy olisqueaba un armario.

"¿Qué hay ahí, Candy?" Preguntó Alice, con el tono de voz que uno pone cuando le habla a un bebé. "¿Qué pasa?"

El armario comenzó a moverse como si tuviera alguien dentro.

"¡Ahhhh!" chillaron las chicas, y comenzaron a dar vueltas como gallinas descabezadas. De un momento a otro pararon y se abrazaron, mirando el armario y acercándose a él con precaución.

"Creo que tiene algo…" el temor en la voz de Bella era notorio.

"Normalmente los armarios no se mueven solos…creo" dijo Alice haciendo una mueca. "Me duele el cerebro, chicas"

Sus amigas la ignoraron.

El armario se movió con mas fuerza y… ¿Ladró?

"¡Ladra! ¡Ladra!" chilló Rosalie "Tengo miedo" murmuró.

"¡Candy!" vociferó la duende. Su perro ladró en dirección al armario "¡Ábrelo!"

Nada.

"¡Que lo abras! Oh, chicas, ¿Cómo se dice abre el puto armario de una puta vez en chino mandarín?"

"¡PERRUNÍN"! Corrigió Rosalie golpeándola en la frente.

"¡Ah! ¡Ahora me duele más el cerebro!" chilló

Bella se acercó con lentitud al armario, con un brazo delante para protegerse.

"¡No, Bella!" gritaron sus amigas "¡Aléjate de ahí!"

Bella abrió las puertas del mueble de un tirón, y un perro de raza Yorkshire saltó sobre ella, mordiendo su pecho derecho.

"¡Ahhhhhhhhh! ¡Sáquenmelo, sáquenmelo!" comenzó a girar con el animal colgando.

Sus amigas se agarraron la cabeza y comenzaron a correr en círculos y gritar.

"¡Mis implantes, me duelen!" chilló. "¡Suéltame, perro!" comenzó a golpearlo.

El perro dejó de morderla y calló en el suelo sin lastimarse, para luego salir corriendo.

"¡TRAS ÉL!" chilló Bella señalándolo.

Las tres amigas corrieron al perro por las escaleras, hasta llegar a una parte que se dividía en tres pasillos.

Y como era de esperar, cada una tomó uno diferente.

Rosalie POV

¡Ash, esto era lo más frustrante y molesto que me había pasado desde que vi Shrek e intenté comprender que rayos estaba pasando! Primero los dolores de cabeza cada vez que hacia el intento de anali…anali…eso, y luego…eh…creo que me perdí.

A ver, en dónde iba… ¡Ah, sí! Esto es una mierda, odio correr, sudo mucho y me hace temer por mis operaciones, o sea, es como que mis pechos rebotan fuera de su lugar, y siento que van a salir disparados de su lugar y van a rodar…¡Asco!

Después está mi cabello, hello, eso es obvio, es muy delicado y se despeina, no me malinterpreten, no soy una estúpida que solo se preocupa por su…hay, me duele el cerebro.

Mientras corría por el pasillo, se me ocurrió una idea de lo más genial.

"¡Guau!" Comencé a ladrar. O sea, hablar en perrunín era lo más inteligente que se me había ocurrido en el día, y eso que había pensado mucho.

Apuesto que a las perras que tengo por amigas no se les ocurrió ¡Ja, já!

"Guaaaaau, guau" luego de varios intentos abandoné, tal vez sería que no me entendía por mi acento.

También podía intentar otras cosas, así que comencé a tratar de pensar.

Como resultado, solo obtuve la peor jaqueca de mi vida ¡Apuesto que hasta a Alberto Geinstein también le pasaba lo mismo! ¡O a Melonardo Davinchi! Pensar es una actividad difícil para todos, por eso nunca me preocupo mucho por los dolores.

Ahí recordé una conversación que había tenido con una amiga, Jessica, hace unos días.

"¡Quince porciento de descuento en Dolce&Gabbana! ¡Ataqueeeen!"

Ah no, esa no era. Creo que esta sí.

"El otro día sentí una voz en mi cabeza que me hablaba de cosas, fue extraño" murmuró rascándose el cráneo.

"¡Se llaman pensamientos, imbécil!" gritó su hermana desde la sala de estar.

"¿Qué? No, yo creo que era otra cosa. El otro día estaba mirando en la televisión un show en el que hablaban de algo llamado telepatía. Es como que te hablan con la mente, no entendí muy bien. Son cosas para intelectuales…"

"¡Estaban dando Bob Esponja, idiota!" volvió a gritar su hermana.

En mi defensa, creo que Bob Esponja es difícil de entender.

Bueno, no me quiero ir por las ramas. La cosa es que el recuerdo encendió una lamparita en mi cabeza, o algo así.

¿Los perros entenderían telepatía?

Cerré mis ojos y comencé a hablar en mi cabeza.

Rosalie llamando a perro, ¿Me oyes?

Nada.

¿Tinkerbell?

¡ESCUCHAME PERRO DE MIERDA, SI NO TE APARECES EN ESTE MOMENTO POR A AGARRAR TU MALDITO RABO Y LO VOY A CORTAR EL MIL PUTOS PEDAZOS, PARA LUEGO AGARRAR TU PELOTAS Y METERLAS EN EL TRITURADOR DE BASURA!

Nada.

Solo un dolor agudo de cabeza.

Tomé mi rostro entre mis manos y me recosté contra la pared. ¡Era tan frustrante no servir para nada! Me consideraba la inteligente del grupo, no podía fallar. No esta vez.

Con decisión, caminé a paso fuerte por el pasillo hasta toparme con una puerta entreabierta.

¡Bingo!

Con cuidado, empujé la puerta hasta abrirla completamente. Frente a mí, una cama enorme reposaba en la mitad de un dormitorio.

"¿Hola?"

"¡Oh, Lauren, ¿Vuelves a la cama?" un hombre se asomó por entre la sábanas.

"Te extrañamos" salió una mujer del otro extremo.

"Todos…" otra mujer se incorporó.

"¡Ven aquí!" pidió otro tipo saliendo del armario.

"Si…Lauren…esa soy yo…" sin decir más, me avalancé sobre la cama.


¡Wiii! Primer capítulo completo ¿Les gustó? Jajaja, ya sé que soy una pelotuda. No me lo tienen que repetir.

El siguiente cap es una mezcla entre Bella y Alice POV. Prometo risas.

¡Ah, sí! Si se rieron, y quieren reírse todavía más, denle una visita a mi otra historia "Conociendo al Yeti". Es cien por ciento loca e idiota.

Mordiscos!

She-is-a-cullen