Arma
No siempre fue el arma de destrucción definitiva o un psicópata amante de las explosiones, aún podía recordar cuando las cosas eran "normales", cuando a los ojos del mundo él seguía siendo un pingüino común y corriente, cando su talento para manejar cualquier tipo de arma lo volvía tan famosos como su defecto del habla, sinembargo normal.
Su vida desde pequeño con una familia amorosa, su vida siguiendo la tradición familiar, aquel don armamentista que corría por su sangre.
Hasta el incídete, aquella fatídica misión…
Sangre
Gritos
Explosiones
Llanto
Fuego
Recuerdos, aquellas memorias que lo atormentaban hasta el día de hoy.
La razón lo abandonaba cada día más y más. El fuego, aquel fuego que se había llevado a los suyos, a su familia, a sus amigos. Si traía ese fuego, si lo traía tal vez también a ellos, tal vez podría salvarlos.
Psicópata
Así lo llamaron, un arma. Ya no era un pingüino, ya no era un compañero, solo un arma, ya no era ayuda, solo arma… solo un arma sin vida, sin voluntad, solo un arma.
Porque un arma por si sola no puede salvar a nadie y él estaba solo.
El fuego, ya no podía alcanzarlo, ya no podía alcanzarlos, ellos cada vez más lejos.
Desesperación.
Un arma para ser utilizada, ya no era parte de ningún equipo, ya no era parte de nada, solo unos pocos sabían de él. Mentes corruptas ¡Por su culpa, por su culpa el fuego se los había llevado! Pero él es solo un arma, él no puede hacer nada, él no puede delatarlos, él no puede ayudar a traer justicia, porque él es solo un arma y un arma debe ser utilizada, porque un arma no funciona por si sola.
Luz, una mano amiga y un rostro enfurecido… Le recordaba al fuego, pero esto era distinto.
Ojos azules tan ardientes como el fuego, mas no era fuego era rabia, era pasión en unos ojos azules tan calmos, serenos y preocupados.
No era un arma era un pingüino. Alguien sentía lo que él no era capaz, alguien hacia lo que él no era capaz, él no era usado, él era ayudado y en el momento en que él no pudo hacer nada alguien más lo hizo.
Era un pingüino, ya no era más un arma, era un pingüino otra vez. Vivía, sentía, se recuperaba. Lejos de aquellos sin corazón, lejos de aquellos que habían sufrido bajo la mano justicia, se había echo justicia.
Luz, amigos a su alrededor. Los sueños ya no le atormentaban, tenía la fuerza para seguir adelante.
Luz, aquella luz que le ayudo a curar sus heridas. Solo quedaban las cicatrices, pero con ellas se puede vivir, solo hay que cuidarlas y la luz, sus amigos siempre estarían allí para cuidarlas.
NA: Estoy en mi atacaso artístico, esta es la cuarta cosa que publico en menos de una semana. Ya actualice Primeros pasos, termine un fic para la TMNT, publique un pequeño cuento en deviantart. com y ahora este pequeño one-shot dedicado a Rico.
Simplemente tenía que escribir algo, lo brazos me hormigueaban en las ansias por escribir y la idea vino a mi :P
