Disclaimer: Pokémon no es de mi propiedad.
Advertencias: Posible OoC, AU.
Notas:Este fic es para Smoking Crow por ganar el reto: "Février, le mois de l'amour" lo hice lo mejor que pude y espero que te guste, me divertí escribiéndolo y bueno son cinco capítulos creo. Por cierto a cualquiera que lea este fic ponga las canciones que están de título para sentir los feels. Esto es un prólogo raro.
Aclaraciones: N, Touko, Bianca, y Cheren tienen 16 en este capítulo y Touya tiene 10 tiernos años. Ubicado en el año 2010 al 2016.
Pareja: IsshuShipping.
Beta: Cotton Blue
"It's a roller coaster kinda rush
And I never knew I could feel that much
And that's the way I loved you"
Taylor Swift
The way I Loved you
Touko estaba arreglando o más bien limpiando el comedor y la sala, debía tener todo perfecto, si bien era un trabajo grupal, era la primera vez que él iba a su casa; por primera vez agradecía que la bruja de Lengua diera un trabajo en grupo y si bien ella usualmente acababa haciendo los trabajos de ese tipo con sus dos mejores amigos —Bianca y Cheren— no pudo evitar reír cual puberta enamorada cuando cierto chico le preguntó si podía estar con ellos en ese trabajo.
Natural, así se llamaba él, su nombre era extraño… como todo él, cabellos verdes, ojos azul grisáceo, pero a la vez tan misterioso, guapo y simplemente tan él. Si bien lo conoció hace poco ya que el chico se había transferido recientemente a ese colegio, ya había hablado con él un par de veces, ya que desde el primer día que lo conoció quedó flechada, era un amor a primera vista, por eso quería causar una buena impresión, y la daría más ya que su madre no estaría molestando. Aún recordaba la primera vez que Cheren llegó a la casa y le preguntó si eran novios y demás… quizás lo único que estaría algo fuera de lugar sería…
— Rayos, volví a perder— dijo molesto un niño de cabellos castaños que estaba sentado en el sofá, con un mando de una consola en una mano y la otra llena de queso de nachos ya que eso estaba comiendo mientras jugaba.
Touya, su único problema en toda la vida, no es que fuera malvada con el chico, eran hermanos, pero era un tanto fastidioso, se metía donde no lo llamaban, además de que siempre estaba sucio o tenía un montón de comida encima de él, si Natural veía a ese niño así de seguro pensaría que podía ser ella igual a su hermano, suficiente tenía con compartir una variada gama de rasgos genéticos y tener nombres parecidos —ni hablar de llevar la misma sangre—. Touko le quitó el mando de la consola al chico sin importarle lo que éste dijera.
— ¡Hey, estoy jugando!— le reclamó molesto, a veces no entendía a su hermana, la mayoría del tiempo era soportable o al menos no le torturaba quitándole su diversión.
— No me importa, vendrán unos amigos a hacer una tarea y…
— ¿Vendrán Bianca y Cheren?— inquirió entusiasmado ya que usualmente los amigos de su hermana eran mejores que ella —por no decir que los preferiría a ellos de hermanos que a Touko—.
La chica no sabía si responder o no, pero luego recordaba que el chico amaba jugar ese juego con Cheren y a veces —intentar— hacer galletas con Bianca… así que tal vez podía usar eso a su favor—. Sí, así es…
— ¡Yey!— gritó el pequeño emocionado con una sonrisa de oreja a oreja.
— Pero no podrás jugar con ellos si no te bañas primero…
— Pero me bañé ayer— se excusó el chico.
— Oh, es una lástima entonces…— el chico al escuchar esto fue corriendo a su habitación la cual quedaba en el segundo piso, Touko sonrió ya que era obvio que el chico se iría a bañar, ahora sólo debía planear cómo hacer para que Touya no molestara a Natural ya que eso podía restarle puntos a la larga y… rayos, sí estaba actuando como puberta en busca de novio, aunque no se culpaba, Natural era perfecto. Él es sensible, increíble, dice lo que piensa, y demás cosas que lo hacía un candidato perfecto…
La chica se quedó pensando en el dueño de ese nombre, fantaseando con él, simplemente no podía contenerse, nunca se había sentido tan atraída a alguien en su vida, ¿qué tendría el chico que le atraía? Y de no ser porque al fin llamaron al timbre de la casa, ella hubiera seguido pensando en el chico. La chica salió a ver quién era y al ver a Bianca y Cheren sólo logró abrazarlos ya que ese era su saludo, desde que se conocieron en el colegio en el parvulario se volvieron amigos y quién diría que su amistad duraría hasta ahora.
— ¿Ya vino?— preguntó su mejor amiga mientras entraban, ambos sabían que la chica tenía un enorme enamoramiento sobre el chico de cabellos verdes; cosa que a Bianca le emocionaba aunque tuviera que guardar ese secreto sólo para ellos tres, Cheren por otro lado no le emocionaba para nada la idea —porque quizás en secreto siempre pensó que Touko se enamoraría de él pero debía admitirlo era un enamoramiento de niños el que tuvieron y no había forma de que alguien como él lograra conquistar a alguien tan bella—.
— Aún no, pero no ha de tardar, quedamos que sería a las tres de la tarde— comentó Touko para luego sacar su teléfono y ver la hora, según este eran las tres con diecisiete minutos… ¿Iría a venir?
Mientras Touko pensaba en ellos, Bianca empezó a sacar su libro de texto, y en él buscar el tema que debían presentar para dentro de cuatro días. Cheren sacó su laptop de la mochila para empezar a investigar, porque si dejaba que lo hiciera Touko de seguro haría algo tan vergonzoso como sacar la información de la Wikipedia y para ser precisos ni siquiera quitaba los hipervínculos.
Cheren empezó a investigar, mientras Bianca por su parte resumía y pasaba los temas al chico, Touko por otro lado zapateaba lentamente mientras se debatía en si llamar al chico o no, ya que no estaba seguro si es que lo olvidó o no recordaba la dirección, y ninguno de los tres notó cuando Touya bajó de su habitación ya arreglado si es que se le podía decir así, ya que su cabello aún estaba algo mojado y desordenado como siempre y la ropa que llevaba le quedaba un poco grande.
Touya sólo pudo notar cómo Cheren y Bianca trabajaban mientras Touko empezaba a marcar un número para llamarle a alguien, supuso el niño que era a su madre ya que siempre debía avisarle de que pasaba cuando ambos se quedaban solos. Escuchó como llamaban a la puerta y como notó que estaban ocupados los tres decidió ir él, caminó hacia la puerta y luego recordó que primero debía preguntar quién era antes de abrir—. ¿Quién es?— preguntó con la voz más imponente que tenía.
— Uh, hola, buenas tardes— empezó la voz de un adolescente el cual Touya en su vida había escuchado—. ¿Aquí vive Touko? Soy un compañero de ella, venía a hacer un trabajo.
Touya entendía que de seguro era un nuevo amigo de Touko, así que quitó el seguro de la puerta para luego abrirla.
Del otro lado donde estaba parado el niño, estaba un chico algo raro desde el punto de vista de Touya, era un chico incluso más alto que Cheren, cabello verde muy largo… parecía una chica usándolo así…
— Oh, Touko nunca mencionó que tenía un hermanito pequeño— dijo el adolescente viéndolo directo a los ojos, Touya lo desafió con la mirada por usar la palabra pequeño, no lo era… sólo aún no crecía, puede que un día lo hiciera, pero el adolescente sólo le sonrió ya que no pudo ver malicia en la mirada del niño, y lo peor de todo le revolvió el cabello al chico, Touya lo iba a matar de seguro, no era un perro para que le hicieran eso.
El chico empezó a caminar dentro de la casa, sentía que eso era de alguna manera falta de respeto pero no podía hacer otra cosa dado a que el chico pequeño dudaba que dijera algo contra eso. El menor frunció el ceño al ver cómo ni siquiera pedía permiso para pasar pero no sabía cómo detener a tremendo gigante.
Touko estaba en el comedor esperando que la llamara entrara, porque le tiraba al mismo mensaje, y ella ya se había preocupado porque Natural no había llegado, sin enterarse que el chico ya la había visto en el comedor y decidió ir hacia donde estaban sus tres compañeros.
Touko no conseguía que contestara y dejó algo molesta el teléfono en la mesa, si no le contestaba ahora, nunca lo haría. Y fue ahí cuando volteó para la puerta porque escuchó que su hermano fue a abrir… y ahí estaba él.
— Perdón por la tardanza, tuve unos inconvenientes con la dirección— fue lo que soltó, Touko parecía avergonzada ya que pensó que simplemente no llegaría pero ahí estaba—. Por cierto nunca me dijiste que tenías un hermano tan adorable— mencionó el chico recordando a Touya.
"¿Adorable? ¿Hablamos del mismo Touya?" la chica agradeció tener el suficiente autocontrol para no decirlo y vio cómo Touya parecía molesto llegando al comedor, tenía las mejillas infladas y el ceño fruncido… y fue ahí donde supo que Natural le diría algo como "pequeño", cosa que a Touya le molestaba aunque era la verdad.
Natural tomó asiento para empezar a trabajar mientras Touya seguía intentándolo matar con la mirada. Touko decidió ignorar el berrinche de su hermano y también la tardanza de Natural, para así ponerse a trabajar en el proyecto. Touya observaba al chico en un intento desesperado de matarlo con la mirada… o jalarle ese ridículo cabello y hacerlo sufrir…
Mas nunca se imaginó que justo él volteaba para verlo directo a los ojos, de nuevo ahí estaba ese inusual color que nunca había visto, el mayor le sonrió suavemente al niño—. ¿Cómo te llamas?— Touya en toda su vida esperó una pregunta así, y a él qué le importaba su nombre para empezar… y de no ser que justo su hermana veía expectativa desde atrás —con una obvia mirada de "si dices algo feo te irá mal"— no tuvo otra que tragarse su orgullo y responder.
— M-Me llamo Touya— respondió de una manera cordial y lenta.
— Es un lindo nombre Touya, me llamo Natural espero que podamos ser amigos como lo soy con tu hermana.
Touya le iba a responder que nunca sería amigo de alguien tan monstruoso como él, ni hablar de ser amigo de alguien que le dijo adorable pero sobretodo jamás sería amigo de alguien con ojos tan extraños porque le recordaba a las historias de las criaturas sobrenaturales y simplemente no se arriesgaría a menos que tuviera ajo y una estaca de madera, pero de nuevo la mirada de su hermana fue suficiente para que controlara su boca y simplemente asintiera. Mantendría vigilado al chico de cerca, su hermana podría volverse un vampiro un día de estos —aunque no le importaría matarla con la estaca—.
— ¿Y en qué grado estás?— intentó seguir la conversación Natural, siempre le habían encantado los niños, no por algo antes quería ser maestro de no ser por su amado padre, simplemente eran adorables, y Touya era ejemplo de eso.
— Estoy en cuarto primaria— respondió de manera cortante sin interesarle mucho.
— ¿Y qué te gusta hacer?
Touya sólo suspiró, era la primera vez que un compañero —no Bianca ni Cheren— le hablaban tanto, usualmente ellos se sumergían en sus cosas y fin, este chico era de lo más raro que había—. Uh, jugar videojuegos, también jugar pelota aunque Cheren es malo, y también me gusta cocinar…
— Vaya, sí que te diviertes haciendo muchas cosas—. Bianca sólo rió porque Touya era un niño muy activo, Cheren suspiró por lo de la pelota, ese niño a veces hablaba más de la cuenta, y Touko por otra parte no sabía cómo sentirse, Touya acaparaba la atención del chico por completo y… ugh, de nuevo lo diría; el único problema de ese día sería —y siempre lo sería— Touya, su insufrible hermano menor.
