CAPITULO 1
Pesadillas
Un joven de unos 16 años de edad de cabello castaño y ojos azul marino que vestía un traje ejecutivo blanco con corbata gris azulada, se encontraba observando por el ventanal de su oficina la gran ciudad llamada ciudad Dominó, no observaba nada en particular, solo recordaba la pesadilla de la noche anterior por la cual perdió toda iniciativa para volver a conciliar el sueño estando en vela hasta el día siguiente.
Un chico de 16 años asustado por una pesadilla, pensó -es tan estúpido - se dijo para si, cuando un ruido de una puerta abriéndose lo hizo perder aquella concentración, era su pequeño hermano de 11 años de edad, pelinegro y ojos violeta, que vestía también un traje ejecutivo de chaqueta blanca y pantalones morado oscuro que entro para recordarle a su hermano mayor de la junta próxima a realizar, pues según Seto Kaiba se llega a tiempo cuando se está 15 min antes y técnicamente ya faltaban menos de 5 min.
-Seto, ya están todos los ejecutivos en la reunión de las 10 y faltan 3 minutos para comenzar… pasa algo?-Mokuba se acercó a su hermano quién aún estaba frente al ventanal- no es nada -respondió Seto dirigiéndose a la puerta.
La junta se había realizado y terminado en el transcurso de 3 horas y media, había hecho un buen trabajo y cerrado un buen trato, la corporación Kaiba abriría más centro turísticos en el transcurso del año, además que trabajaba en un nuevo proyecto de disco de duelo, en el cual ya no se necesitaría cartas reales, las pruebas ya se llevaban a cabo en los laboratorios y el estaba realizando los cálculos y afinaciones de tal proyecto.
El resto del día transcurrió sin anormalidad, sellando papeles y revisando la finalización de algunos proyectos pendientes , nuevamente el ruido de la puerta abriéndose lo distrajo, era su pequeño hermano dedujo, pues era el único que entraba sin tocar.
-hermano ya es muy tarde- dijo el pequeño parado frente a su escritorio, pasaban de las 9 pm- dijiste que hoy iríamos temprano a casa- Kaiba hizo caso omiso a esa queja y siguió tecleando en su computador- hermano…- llamó nuevamente el pequeño con un poco de enfado pues su hermano lo ignoraba.
-tu puedes ir a casa Moki, aún debo terminar algunas cosas- dijo Seto sin voltear a ver a su hermano y sin dejar de teclear.
-yo no me iré sin ti!- respondió enfadado Mokuba ante tal respuesta -además que es tan importante que debes terminar?, podrías terminarlo mañana, No?, te obsesiones con el trabajo, deberías salir alguna vez, no se, tener vacaciones – está vez Mokuba no obtuvo respuesta, suspiro al ser ignorado y se dirigió a uno de los sofás de la oficina de su hermano quién continuo en su computador ignorando al mundo.
Por fin había acabado, cerró su computador y relajo sus músculos en su silla cuando desvió la mirada hacia su pequeño hermano en el sillón, estaba dormido, miro hacia el reloj en la pared que marcaban las 12:30 am, la verdad si era algo tarde pensó y se dispuso a ir a casa, la compañía se encontraba completamente desolada, solo los guardias de seguridad permanecían a esas horas.
Cargo a su pequeño hermano hasta el auto, Mokuba si que tiene un sueño pesado se dijo en sus pensamientos pues su hermano no era tan liviano que digamos, en la salida se encontraba Roland quien ya tenía el auto encendido y en espera de sus pasajeros.
-buenas noches señor Kaiba, esta vez salió temprano - dijo Roland abriendo la puerta del auto, Kaiba no se digno a contestar, sólo introdujo a su hermano en el asiento trasero y le coloco el cinturón posteriormente ingreso, Rolan cerró la puerta y se introdujo al auto, no era necesario preguntar la dirección pues sabía dónde se dirigía a la mansión Kaiba que se encontraba a una media hora del centro de la ciudad sin trafico.
El viaje fue rápido era obvio por la hora, al llegar a su destino nuevamente cargo a su hermano a su habitación, realmente tiene sueño pesado, le quitó el calzado, la chaqueta y lo cubrió con la sabana, luego se dispuso a dirigirse a su propia habitación, estaba algo cansado, la noche anterior no había dormido bien y la noche antes de esta y la anterior antes de esa, en realidad desde hace una semana no había podido dormir bien y ese sueño tan raro que tuvo la noche anterior, recordó el miedo que le produjo producto quizás del cansancio y el trabajo se dijo y no le dio más vueltas al asunto.
Observó el reloj que marcaba la 1:20 am ya en su cama y envuelto en las sábanas dio un bostezo, tras algunos minutos dio una vuelta hacia un lado luego hacia el otro, arto de no poder dormir se sentó en la cama aún envuelto en la sabana y observo el reloj que marcaba la 1:20 am, estará descompuesto?- despediré a la persona que diseñó ese reloj tan inservible- dijo con un resoplido y se acostó de nuevo en su cama, posteriormente se oye el sonido de la puerta abriéndose.
-Mokuba no es hora ni el momento para juegos, es mejor que vuelvas a la cama…-al no tener respuesta se voltea en dirección a la puerta que estaba cerrada y observa alrededor, no había nadie, me estaré volviendo loco? Se dijo en pensamientos y dirigió su mirada al reloj que marcaban la 1:20 am, definitivamente ese reloj estaba descompuesto, está vez se sentó a la orilla de la cama y coloco sus pies en el piso, estaba frío, se puso de pie y se dirigió hacia el reloj, sin embargo tenía esa rara sensación de ser observado, la cual le causaba algo de temor pero lo escondía bien tras su serio semblante. Mientras revisaba el reloj volteaba hacia un lado y hacia otro, inclusive atrás para descartar cualquier presencia, pero en la habitación no había nadie más que el.
En la ventana se reflejaban los relámpagos, se avecina una gran tormenta por lo cual decidió regresar a su cama, sin embargo tras 3 pasos se encontró en una oscuridad completa. Eso lo impacto y retrocedió, busco con desesperación en medio de la oscuridad algo que le indicará que todavía se encontraba en su habitación, pero no encontró nada, tuvo miedo de avanzar o retroceder, sólo se quedó de pie tratando de descifrar que es lo que estaba ocurriendo si es que tenía alguna explicación, de ponto escuchó murmullos, varios murmullos a su alrededor, no entendía lo que decían, se desespero mientras sentía como esa oscuridad lo absorbía quería escapar, correr del lugar, algo le decía que debía alejarse.
-Es sólo una pesadilla, una pesadilla, una pesadilla -se repitió varias veces mientras cubría sus oídos pues esos murmullos se hacían más audibles y fuertes lo que le producía aun más temor, en algunas frases podía distinguir un nombre ya conocido para el, Seth, recordó aquel sacerdote del antiguo Egipto y luego los murmullos se hicieron entendibles todos al unísono diciendo, Seth, Seth, Seth.
-ya cállense!!!! Silencio!!!-grito y para su sorpresa las voces se silenciaron, de pronto sintió como una fuerza lo aprisionó y lo empujó estrellándolo contra el piso, trato de incorporarse pero esa fuerza lo mantenía sujeto, aplastándola y asfixiándolo, trato de gritar pedir ayuda, pero le era imposible articular palabra, su visión se tornó borrosa, le faltaba el aire.
Una tenue luz provino del cielo y se volvió una cegadora luz que iluminó aquellas tinieblas, el cerro sus ojos y escucho un rugido, el lo conocía, el rugido del dragón blanco ojos azules, cuando abrió los ojos se encontraba en su habitación, en el piso cerca de su cama, ya era de día pues el sol iluminaba la ventana.
Se sentó, aún se encontraba en el piso tratando de descifrar lo ocurrido, en realidad fue un sueño?, La puerta de su habitación se abre de pronto lo que le causó un pequeño sobre salto, era Mokuba que se detuvo de improviso al ver a su hermano en el piso y aún en pijama.
-te caíste de la cama?-dijo algo sorprendido y no pudo contener la risa, gesto que molesto a su hermano mayor quien se levantó del piso un poco mal humorado.
-llegaremos tarde a la corporacion, te espero abajo, el desayuno ya está servido- le dijo Mokuba a su hermano mientras salía de la habitación limpiándose las lagrimitas causadas por su incontrolable risa.
Kaiba solo dio un resoplido en respuesta, su cuerpo le dolía así que se sentó en la cama tratando de analizar lo que había sucedido, soñó con ese lugar de nuevo pero esta vez fue diferente, esas criaturas, miro el reloj que marcaban las 6:00 AM -llegaremos tarde- dijo levantándose apresurado de la cama haciendo una pequeña mueca de dolor, debía bañarse, cambiarse y desayunar para poder llegar a tiempo para la nueva jornada de trabajo.
