Hey Arnold! Fan Fic

Ni la muerte nos podrá separar

La serie de Hey Arnold le pertenece a Craig Bartlett. Todos los derechos reservados.

Este fan fiction transcurre luego de los últimos episodios de la serie y la misma película.

NO APTO PARA MENORES DE 9 AÑOS.

Posee temas a penas fuertes y trágicos, lo que puede herir la sensibilidad de algunos.

Mi objetivo es hacerlos llorar con este fic, espero que lo logre.

Capítulo 1: Demasiado tarde para decir adiós

Etapa 1: Muerte

_ ¡Apártate de mi camino Cabeza de Balón! _

Arnold había sido empujado una vez más por su rival Helga G. Pataki, y esta vez a los céspedes de los bosques de las afueras de Hilwood.

Allí estaban ellos y el resto de sus compañeros de clase con sus mochilas cargando a sus espaldas.

_ ¡Arnold deberías decirle algo! _ dijo Gerald algo molesto quien estaba al lado de su amigo. _ ¡siempre dejas que te pisotee a su antojo! _

Arnold se puso de pie con una expresión de indiferencia en el rostro y limpiándose la ropa.

_ Sí Gerald… aunque no creo que sirva de algo _ dijo este con algo de frustración.

Helga se adelanto y se puso más adelante que varios de su curso.

_ ¿Qué te sucede viejo? _ preguntó Gerald desconcertado.

Arnold sólo lo ignoró.

_ ¿Muy bien clase? Vamos a bajar todos en orden y lo más despacio posible por este sendero. Estamos a más de once metros de altura, así que por favor manténganse juntos y unidos. _

El que había hablado había sido el señor Simmons, que estaba delante de todo su grupo de alumnos guiando la excusión en el extraño monte.

Todos empezaron a emprender la caminata por el estrecho y poco confiable sendero. Harold se acercó a asomarse a ver el precipicio, y notó que estaba a muchos metros de altura. Harold empezó a temblar.

_ Aayayaaaa ¡estamos muy alto! _ dijo con temor y con la voz patinándose.

Stinky se acercó a mirar el precipicio junto a él.

_ El señor Simmons dijo que estábamos a once metros de altura _ dijo.

_ ¿¡O-once metros de altura! _ gritó con pavor. _ ¡aaaaaahhh! ¡vamos a morir! _

Luego Harold es levemente empujado por Helga.

_ ¡Ahhahahahahaha! _ gritó Harold con miedo.

_ ¡Muévete niño rosa o la vieja Betsy te echará por el precipicio! _ dijo alzando su puño izquierdo.

_ ¡No Helga! ¡Por favor no! _ pidió Harold en súplica, medio a llorar y de rodillas frente a Helga.

Simmons volteó su cabeza y notó la situación.

_ Helga por favor, no hagas nada indebido y continúa la caminata despacio _ dijo Simmons con su clásica calma y siguió con su recorrido.

_ ¡Por supuesto señor Simmons! _ dijo Helga con mala gana llevando sus manos a la cadera _ ¡criminal! ¡tener que compartir esta excursión con zopencos que le tienen miedo a las alturas! _ dijo y siguió su camino alejándose de Harold y Stinky.

_ ¡Vaya parece que hoy Pataki está de peor humor que de costumbre! _ dijo Rhonda algo molesta, que venía por detrás junto a Lila, Gerald y Arnold. _ ¡eso la hace ver más patética de lo que ya es! _

_ Quizás le haya sucedido algo _ dijo Lila.

_ ¡Ay por favor Lila! _ dijo Rhonda con algo de repudio. _ ¡eso no es problema tuyo! _

_ No seas así Rhonda _ dijo Lila con su habitual amabilidad. _ creo que a Helga le sucedió algo malo. _

_ Pues si tanto te preocupa ¿por qué no le preguntas lo que le sucede? _ preguntó Rhonda algo molesta _ aunque dudo que pueda responderte con ese humor _

_ Quizás Rhonda tenga razón Lila _ dijo Gerald advirtiéndole aunque un poco cansado por el tema de la conversación. Helga no era un tema que lo motivara mucho.

_ Pues no sé, la noto algo… triste _ dijo Lila dudosa.

_ ¿Triste? _ preguntó Arnold que por fin se había metido en la conversación.

_ Sí Arnold, triste, como que perdió algo, o se llevó alguna decepción o desilusión. _ dijo con tristeza mirando a Helga.

Arnold miró hacia adelante, Helga estaba hablando de manera no muy feliz ni agradable pero muy íntimamente con su mejor amiga Phoebe.

_ ¿Y por qué no se lo preguntas Lila…? _ preguntó Rhonda.

Lila empezó a contestar, pero la conversación se empezó a difuminar en la mente de Arnold hasta no escuchar nada y sólo concentrarse en ver de espaldas a Helga agitando los brazos haciendo puños y gruñendo, mientras Phoebe intentaba contenerla y controlarla un poco. En verdad estaba furiosa, ¿pero la razón? ¿cuál es? De seguro que Phoebe es la única que lo sabe. Tal vez… preguntarle, esa sea la mejor opción.

_ ¡Hey Arnold! _ preguntó Gerald de forma brusca.

Arnold sacudió su cabeza y miró a su amigo algo molesto y a Rhonda y Lila de forma curiosa.

_ ¿Qué sucede Arnold? _ preguntó Lila.

_ N-no nada Lila _ dijo tratando de disimular.

_ ¡Demonios viejo! ¡Lila estaba preguntándote si entre tú y Helga había sucedido algo! _ dijo Gerald molesto.

_ ¿Cómo? _ preguntó Arnold sobresaltando los ojos de sorpresa.

_ ¡No me mires a mí! _ dijo Gerald molesto _ yo no hice la pregunta por más extraña que me parezca _

Arnold miró a Lila.

_ Quería saber si había sucedido algo entre tú y Helga, algo impactante, importante, quizás esa sea la posible razón de su estado de ánimo _ dijo Lila con preocupación.

_ ¿Entre Helga y yo? _ preguntó con curiosidad y algo de asombro y luego se quedó mudo.

_ ¿Qué es lo que puede suceder entre Arnold y Helga, Lila? _ preguntó Rhonda disgustada. _ ¡es absurdo! Helga odia a Arnold, y ellos se llevan muy mal ¿te parece que Arnold sea la razón de su mal carácter? _

_ A mí también me cuesta creerlo Rhonda _ dijo Gerald aburridamente.

_ ¡Chicos vamos! Helga no es la clase de persona que dicen que es. Ella es una gran chica, y muy especial ¿no es así Arnold? _ preguntó Lila con una sonrisa asomándose a ver a Arnold.

_ S-supongo que sí Lila _ respondió algo tartamudo y confundido. _ pero no entiendo a qué va tu pregunta… es decir _ dijo pasando su mano sobre el cuello _ como dicen Gerald y Rhonda, no sé qué podría yo tener que ver con el estado de ánimo de Helga. _

_ Oh Arnold, yo creo que tú tienes mucho que ver _ dijo Lila con una expresión de dulzura y picardía en el rostro.

Arnold no pudo evitar sobresaltarse y quedar completamente mudo ante el comentario final de Lila.

_ ¿Qué tratas de decir Lila? _ preguntó Rhonda acercándose a Lila.

_ Oh nada importante Rhonda es sólo que… _

Las dos chicas se alejaron de donde Arnold estaba parado, este miró con preocupación a Lila.

_ ¿Acaso sabe lo que sucedió esa noche? _ se preguntó a sí mismo con preocupación y en voz baja.

_ ¿Qué noche Arnold? _ preguntó Gerald repentinamente posicionándose a la espalda de su amigo.

Arnold se sobresaltó al notar la presencia de Gerald quedando sin aire.

Gerald arqueó una ceja y miró a Arnold con cierta desconfianza poniendo sus nudillos sobre su cintura y torciendo la boca.

Arnold dio un suspiro forzado.

_ Gerald… _ dijo con temor y timidez _ te he ocultado algo que sucedió hace poco… espero que no estés molesto conmigo _

_ Bah sólo un poco _ dijo mirándolo algo indiferente _ ¿qué fue lo que sucedió esa "noche" Arnold? O mejor dicho… _ preguntó _ ¿qué fue lo que sucedió con Helga "esa noche"? _

Arnold sobresaltó los ojos nuevamente debido a cómo sonó la pregunta de Gerald, había sido algo impactante al sólo ser escuchada.

_ No me digas que te sucede algo con Helga Pataki _ dijo con desconfianza cerrando forzosamente un ojo y acercándose forzosamente a su amigo.

_ Bueno… _ dijo Arnold con temor y con las mejillas sonrojadas.

Hubo un silencio.

_ ¿Y? ¿Vas a decirme lo que sucedió? _ preguntó algo insistente.

Arnold volvió a dar otro suspiro forzado.

_ Verás fue cuando salvamos el vecindario. Cuando capturé el video que nos serviría de prueba para mostrarle a la Alcaldesa, llegué al piso más alto del Edificio de las Industrias Futuro, fue luego que tú fuiste a buscar el bus _ comentaba _ cuando iba a salir del edificio sonó un teléfono público que estaba cerca de allí… era Voz Ronca… _

_ ¡Voz Ronca! _ interrumpió Gerald sonriendo y luego mirando al cielo _ ¡viejo! Ese sujeto sí que se pasó, creo que nos ha ayudado más que nadie _

Arnold miró con preocupación e incomodes a Gerald.

Este lo miró con confianza y sonrió.

_ Continúa _ dijo.

_ Bueno, Voz Ronca había llamado, me advirtió que no saliera al pasillo porque estaba lleno de guardias. Yo curiosamente le pregunté cómo es que sabía que me encontraba allí, exclusivamente allí en el piso más alto del edificio _

Gerald asentía con la cabeza sin parpadear mostrando su gran curiosidad respecto a la historia de Arnold.

_ Me dijo que eso no importaba que yo ya tenía la evidencia preparada y que debía salir del edificio o todo estaría perdido. _ comentó _ y en ese momento, me fijé hacia un costado había una puerta que guiaba a un balcón, y una sombra se movía desde allí _

_ ¡Voz Ronca! _ dijo Gerald con sorpresa.

_ Así es _ completó Arnold.

Hizo una pausa y volvió a tomar aire. Gerald lo miraba con curiosidad y completamente mudo.

_ Quería saber si era él, pero no iba a mostrarse tan fácilmente, así que debía engañarlo de alguna forma. _ dijo algo acelerado.

_ ¿Arnold? ¡Y con todo lo que nos ayudó! _ dijo Gerald molesto.

_ Era demasiado extraño Gerald _ dijo Arnold frunciendo el ceño _ y no vas a decirme que no, sobre todo cuando escuches el resto de lo que voy a contarte. _

Gerald se sorprendió y no dijo más nada, con lo que dejó continuar a Arnold.

_ Para engañarlo le pregunte cómo podría salir del edificio. Mientras me explicó detalladamente cómo hacerlo, ignoré su comentario, dejé el tubo del teléfono colgado y avance hacia la puerta que guiaba hacia al balcón, abrí la puerta y… _

_ ¿Y?, ¿y?, ¿y? _ preguntó Gerald muy curioso.

_ Ahí estaba… _ dijo seriamente.

Gerald pegó un grito ahogado de sorpresa.

_ ¿Y-y qué sucedió luego? _ preguntó algo temeroso y sin poder creerlo.

_ A simple vista era un sujeto vestido con una gabardina inglesa, un sombrero y llevaba un sintetizador de voz. _

_ ¿Un sintetizador de voz? _ preguntó Gerald aún más curioso por la historia.

_ Me obligó a no acercarme a él. Le insistí en preguntarle quién era, me negó la respuesta, que no era nadie importante. Pero con eso no me bastaría, así que me acerqué y le dije que no me detendría hasta saber quién era. Terminó acorralado y fue cuando tropezó y el sombrero se desprendió de su dueño y… ahí estaba… _

_ ¡No! ¡No me digas que…! _ preguntó Gerald con los ojos de plato.

_ Sí Gerald _ dijo Arnold calmadamente y algo cabizbajo y luego lo observa _ era… _

_ ¡Helga! _ gritó Phoebe con tristeza.

_ ¡Sí Phoebe! _ dijo Helga con autoconfianza, mientras caminaba junto a ella por el sendero. _ ¡y no habrá un no de reproche! _

_ ¡Pero Helga! _ dijo Phoebe preocupada _ ¿de verdad pretendes sepultar el amor que tienes por Arnold? _

Helga se sobresalta.

_ ¡Shhhh! ¡Silencio Phoebe! ¡Casi te escucha todo el mundo! _ chistó Helga y mostrando una mirada asesina.

_ Lo siento… _ dijo la oriental muy avergonzada.

_ Ya no importa _ dijo Helga sin importarle _ de todas formas, ya no formará parte de mí _

_ ¿Por qué Helga? _ preguntó Phoebe. _ creí que estarías feliz con saber que a Arnold ya no le interesa Lila luego de lo que le dijo cuando la hermanita de Gerald decía que era su novio. Además… yo creía en ti como la chica que nunca se rendiría. _

Helga se entristece un poco, y se da vuelta a ver a Arnold hablando muy íntimamente con Gerald y luego mira nuevamente hacia su amiga. Ella da un suspiro forzado.

_ Phoebe… _ dijo con tristeza _ no puedo seguir luchando… ¿recuerdas lo que te conté que sucedió el día que iban a destruir el vecindario? _

Phoebe miró con pena a su amiga, ella lo recordaba perfectamente.

_ Jajajajajajaja _ río Gerald a carcajadas.

_ ¿Gerald? _ preguntó Arnold con temor y preocupación.

_ Jajajajajajajajaja ¡Dios mío! Jaja ¡no puedo parar de-de reírme! Jajajajajaja _

_ ¡Gerald! _ retó Arnold.

_ Lo siento Arnold _ dijo limpiándose la lágrima que le desprendía de su ojo derecho _ jaja es-es que… ¡no puedo evitarlo! Con sólo pensarlo jaja ¡me muero de risa viejo! Jajaja ¡buen chiste Arnold! _

_ Gerald no fue un chiste, estoy diciendo la verdad. Helga me dijo que me amaba y que escribía cientos de poemas hacia mí y creaba altares en su armario venerándome o algo así… _ dijo algo confundido rascándose el cuello.

_ Jajaja ¿amarte? Jajaja ¡me matas viejo! _

_ ¡Gerald estoy hablando en serio! _ dijo Arnold molesto. _ Helga me dijo todo eso y cuando terminó, se acercó y me besó _

_ Jajaja es difícil de creerlo Arnold _ dijo Gerald entre risas hasta que luego se exalta y lo mira con ojos de plato, se acerca bruscamente hacia él y le pregunta _ ¿¡dices que te besó! _

_ ¡Shhh baja la voz Gerald por favor! _ suplicó Arnold en voz baja.

De todas maneras, nadie estaba dirigiendo su mirada a ellos.

_ ¡Viejo! ¡Eso es asqueroso! _ dijo Gerald con repudio.

_ Gerald _ retó Arnold esta vez más levemente _ ¡no seas exagerado! _

_ Ah ya veo. Te gustó que te besara ¿verdad? _ preguntó Gerald con las manos sobre la cadera.

Arnold se quedó mudo sin poder decir nada.

_ Bu-bueno… _ dijo sonrojado y miró hacia donde caminaba Helga _ a decir verdad… ella es la única chica con la que me he besado _

_ ¡Cierto viejo! Ahora que lo dices tienes razón _ dijo Gerald sonriendo _ recuerdo que tuvo que besarte en la obra de Romeo y Julieta. _

_ Sí… y luego en la grabación de Babewatch en las vacaciones de verano. _ completó Arnold.

_ Nunca me pasaste la video de esa grabación _ dijo Gerald algo molesto.

_ Cuando quieras te la daré _ dijo Arnold caminando y mirando fijamente hacia adelante.

_ Por cierto Arnold… ¿qué sucedió luego de que te besó? _ preguntó Gerald un tanto distraído.

_ Bueno, logré volverla en sí, ya que teníamos que salvar al vecindario y se nos agotaba el tiempo, pero ella estaba tan… _

_ ¿Dispersa? _ preguntó Gerald sonriendo _ ¡viejo! ¿qué le iba a importar a Helga el vecindario luego de haberte dicho toda la verdad y más aún luego de haberte besado? _

Arnold captó lo que quiso decir Gerald, se quedó mudo durante un momento y luego quedó pensativo y ensimismado.

_ Pero hay algo que no entiendo _ dijo Gerald.

Arnold lo miró.

_ Luego de todo eso ¿cómo es que ahora se hablan como si nada hubiese pasado? Como si todo fuera como siempre _

Arnold mostró algo de tristeza.

_ Bueno… creo que fue mi culpa… _ dijo.

_ ¿Hah? _ preguntó Gerald confundido.

Phoebe miraba con angustia a su amiga Helga, quien no parecía estar igual que su pequeña amiga, ella la miraba fijamente con una mirada de indiferencia e insensibilidad.

_ No puedo seguir insistiendo Phoebe… el mismo Arnold me tendió en su trampa, _ y luego frunció el ceño _ primero me hizo decir que nos dejamos llevar por el momento, y luego él me preguntó si en verdad yo no lo amaba, él esperaba eso, que le dijera que no lo amaba… _ y luego dice con un poco de sorpresa _ yo sólo le contesté con un sí… _ y luego vuelve a fruncir el ceño molesta _ pero el tonto lo malinterpretó, creyó que dije que sí, que era mentira, que no lo amaba. Y pues… él me preguntó si me dejé llevar por el momento… _ y luego dio un suspiro de resignación _ Phoebe… sabes que podría haberle dicho que no, que lo que le dije en esa azotea era todo verdad, _ y se empezaron a desprender unas pequeñas lágrimas de los ojos de la rubia _ pero en la mirada de Arnold había una insistencia en que yo me alejara de él, de su espacio, y luego me preguntó si en realidad yo lo odiaba… _ y rompe a llorar _ ¡no podía Phoebe! Si le decía la verdad me estaba arriesgando a que Arnold se alejara de mí para siempre… y fue cuando le dije que lo odiaba… como siempre lo hago. _

Phoebe miró a Helga con tristeza, de ella también salieron unas pequeñas lágrimas de emoción.

_ Pero entonces… _ dijo Gerald confundido _ ¿quieres decir que todo fue por la adrenalina del momento? Eso suena más razonable que Helga te ame viejo… _

_ No lo sé Gerald _ dijo Arnold preocupado. _ yo de alguna manera ayudé a que ella misma mintiera su propio acto, sólo porque yo lo deseaba que fuera así. _

_ Entonces ¿tú crees que Lila te preguntó por Helga porque en verdad ella siente algo por ti? _ preguntó Gerald y luego se cruza de brazos _ ¿Arnold? ¿estás seguro que fue la adrenalina del momento? _

Arnold se pone un poco nervioso.

_ No lo sé Gerald… no lo sé _ fue lo único que dijo.

La charla de Phoebe y Helga seguía siendo muy intensa:

_ Pero ya no más Phoebe _ dijo Helga ya más calmada con la misma expresión en la que había empezado a hablar, se secó su última lágrima y la sostuvo con su dedo índice _ esta es la última lágrima que derramaré por ese estúpido Cabeza de Balón _

Phoebe se sorprendió al ver la pequeña lagrimita colgando del dedo de Helga.

Esta misma voltea su cabeza y ve a Arnold junto a Gerald.

Helga agita el dedo arrojado la lágrima hacia atrás.

_ Au… _ dijo Arnold tocándose la frente, la cual había sido humedecida por una pequeña gota de agua al parecer.

_ ¿Qué sucede Arnold? _ preguntó Gerald.

_ Creo que va a llover _ dijo Arnold mirando al cielo.

Gerald también miró al cielo.

_ Está despejado viejo, estos bosques son muy húmedos, no es raro que caiga agua desde aquí. _

_ Tienes razón Gerald _ dijo Arnold mirando hacia el frente.

Arnold siguió caminando hacia el frente hasta que se le empezó a sonar dentro de su cabeza una voz y escena muy conocida:

_ ¿¡Helga! ¿Tú? ¿Tú eres Voz Ronca? _

_ Ajá… eso parece _

_ Pero no entiendo… ¿por qué… por qué no me dijiste lo que sabías y ya? ¿por qué tuviste que inventar… esta extraña identidad secreta? _

_ ¡No hay una razón! _

_ Pero Helga ¡arriesgaste todo para ayudarme a salvar el vecindario! _

_ ¿¡Y! ¿Cuál es el punto? _

_ ¡Que hiciste algo impresionante por una persona que dices odiar! _

_ Soy una persona impresionante Cabeza de Balón _

_ Pero creí que estabas de parte de tu papá, creí que te volverías rica con todo el dine… _

_ ¡El dinero no lo es todo! _

_ ¡Helga! ¿Por qué lo hiciste? _

_ ¡E-es mi deber ciudadano! _

_ ¡Helga! _

_ Porque me encantan los misterios… _

_ ¡Por favor! ¿Cuál es la verdadera razón? _

_ ¡No lo sé Arnold! ¡Supongo que me compadecí de ti y de tus torpes amigos! _

_ Ah… ¿por qué? _

_ Ahh… porque pu-pues porque tal vez no te odie tanto como pensé ¿sí? ¡al parecer incluso! ahh… me agradas un poco… es decir, podrías agradarme mucho _

_ ¿En serio? ¿Lo hiciste por mí? _

_ ¡Ayyygrrr! ¡Así es zopenco! ¿¡Qué esperaras que hiciera después de ver a la persona que amo en problemas! _

_ ¿Amas? _

_ ¡Ya me escuchaste! ¡Te amo! ¡Te amo! ¿Qué otra mujer te acosa de día y de noche y hace altares en los armarios y escribe libros y libros de poemas en tu honor? ¡Te amo Arnold! ¡Te amo desde la primera vez que vi tu Cabeza de Balón! ¡A partir de ese momento cada segundo de mi vida había esperado tener la oportunidad de revelarte finalmente mi secreto, abrazarte y besarte! ¡Ooyyy! ¡Ven aquí mi gran amor! _

_ ¡Arnold! _

El que había gritado había sido Gerald, él lo miraba muy molesto porque al parecer no le prestaba atención.

_ Lo siento Gerald… _

_ Cuando ya estés mejor hablaremos _ dijo algo molesto y se alejó de su amigo.

Arnold volvió a mirar a Helga y recordó lo que continuó luego de eso:

_ No lo entiendo… ¿acabas de decir que me amas? _

_ ¿¡QUÉ ESTÁS SORDO! _

_ ¿Arnold? _

_ ¡AHORA NO! _

_ ¿Ahora no? ¿Quién e…? _

_ ¡Ay Arnold abrázame! _

_ Eh-ehm ¡tengo que pensarlo! _

_ Sí, supongo que ahora tienes que pensar por los dos tesoro _

_ Ah… esto es demasiado, estoy… estoy mareado. Tengo que recostarme _

_ ¡Perfecto! ¡Iré contigo! _

_ ¡No! Es decir ¡no tenemos tiempo! ¡Tenemos 20 minutos para volver al vecindario antes que lo destruyan! _

_ ¿Lo destruyan? _

_ ¡El vecindario! ¡Tenemos que salvar el vecindario! ¡Vámonos de aquí! _

Arnold despertó de sus pensamientos y miró hacia Helga, ella caminaba junto con Phoebe y las dos hablaban.

Helga repentinamente dio vuelta su cabeza y miró a Arnold, quien pegó un desprevenido sobresalto al ver la manera brusca en la que Helga lo miraba.

_ ¿¡Qué rayos estás mirando Cara de Mono! _ preguntó con su clásico humor _ ¡date prisa porque estás muy atrás del resto zopenco! _

_ S-sí… ya voy… ya voy Helga _ dijo Arnold rendido.

Helga finalmente miró hacia el frente y siguió hablando con Phoebe y Arnold siguió mirándola con tristeza, y fue cuando su recuerdo termina en:

_ ¡Qué día tan loco! _

_ ¡Sí! Ah… ¡dijimos muchas locuras ahí atrás! _

_ _

_ Ah sí… ehmm… ¿Arnold? Sobre todo lo que dije… mira… yo… ¡estábamos nerviosos y…! _

_ Sí, con todas esas emociones… nos dejamos… _

_ ¡Nos dejamos llevar! _

_ N-no hablabas en serio ¿verdad? En realidad ¿n-no me amas verdad? _

_ ¡Sí…! _

_ S-sólo te dejaste llevar por el momento ¿no? _

_ ¡Sí! _

_ En realidad me odias ¿cierto? _

_ ¡Claro que te odio torpe Cabeza de Balón! ¡Y nunca lo olvides! ¡Nunca! _

_ Genial… _

Arnold miró cabizbajo al césped de donde caminaba. Por un momento alzó la cabeza nuevamente hacia donde se encontraba Helga.

Ella levemente volteó su cabeza mirándolo hacia él, esa vez de manera más lenta y menos brusca.

Arnold se sorprendió cuando esta lo vio, tanto que no pudo evitar un leve sonrojo de nerviosismo e ignorando totalmente que la expresión del rostro de Helga mostraba una expresión de indiferencia. Ella vuelve a voltear la cabeza mirando hacia el frente muy seriamente, lo que hace que Arnold se inquietara un poco.

Finalmente todos habían bajado de la colina, y estaban finalmente a salvo de cualquier precipicio o altura.

_ Ayyyy ¡muero de hambre! _ dijo Harold a los gritos sosteniendo su estómago _ ¿podemos parar a comer algo? _

_ ¿¡Qué no puedes pensar en otra cosa que no sea comida gordinflón! _ preguntó Helga molesta.

_ ¡Vaya! ¡Pero qué humor tienes hoy Helga! _ dijo Rhonda con repudio. _ espero que no sea contagioso así que por las dudas no te me acerques. _

_ ¿¡Te importa princesita Lloyd! _ gritó bastante furiosa.

_ ¡Niños por favor! ¡Silencio! _ ordenó Simmons que a pesar de su carácter tan plácido todos accedieron a su orden.

Sin embargo, Helga sólo permanecía de brazos cruzados con una expresión de muy pocos amigos.

_ Helga, sé que estás muy tensa por todo lo que me contaste pero al menos intenta no traspasar todos tus malestares con quienes te rodean _ le dijo Phoebe al oído.

Helga dio un muy forzado suspiro.

_ Sí, tienes razón Phoebe. Mejor se los traspaso a los zopencos de mis padres _ dijo con sarcasmo.

Phoebe sólo se quedó en silencio mirando a su amiga.

_ ¿Niños? Vamos a volver directo para la escuela. Tendremos el honor de viajar en el vehículo-bus de el señor Inners, quien está aquí a mi lado, salúdenlo _ dijo.

_ Hola señor Inners _ dijeron todos a coro, la gran mayoría lo decía en tono aburrido y malhumorado.

_ Hola niños _ dijo el hombre de cabello negro y vestido con ropa de camuflaje. _ marcharemos de vuelta hacia la ciudad, en el vehículo-bus que se encuentra allá _ dijo mostrando una especie de Jeep pero con el tamaño de un bus _ e iremos por aquel camino _ y lo señaló _ atravesaremos la espesura de aquellos árboles y plantas, veremos muchos animales y plantas muy interesantes. _

Algunos abuchearon y otros trataron de mirar cosas más interesantes, como el reloj de pulsera.

_ Niños es importante que tengan en cuenta esto, porque todo lo que veremos aquí estará en su próximo examen de biología. _ dijo Simmons.

Muchos mostraron mala gana, abucheos y otro tipo de sonidos que no comunicaban prácticamente "entusiasmo".

_ ¿Señor Inners? _ interrumpió Phoebe levantando la mano.

_ ¿Sí? _ preguntó.

_ ¿Aquellos senderos son los que recorreremos? _ preguntó Phoebe señalando un par de caminos y pasos que vio.

_ Sí, por allí llegaremos pronto a la ciudad si es lo que deseas, es el camino más corto. _

_ Pues… en realidad lo pregunto porque esos senderos poseen ciertas irregularidades en los suelos que quizás no sea adecuado que la civilización use un medio de transporte sobre él, podría ser peligroso. _

_ Es buena tu observación pequeña, pero no hay nada por qué preocuparse. Todo es seguro aquí. _ dijo Inners con confianza.

Phoebe se quedó callada un momento y muy seria.

_ ¿Qué te sucede Phoebe? _ preguntó Helga algo indiferente.

_ Algo me dice que esos senderos no son seguros Helga _ dijo con miedo.

_ ¡Bah Phoebe! ¡Es sólo tu imaginación! Ya oíste al hombre, no hay peligro de nada ¿ok? _ preguntó llevando sus manos a la cintura.

_ Tengo un mal presentimiento… _ fue lo que dijo la niña oriental.

Sin embargo, Helga no dijo ni escuchó nada.

_ Bueno niños, en marcha hacia el vehículo-bus. _ dijo Simmons.

Todos los subgrupos de amigos hablaban entre ellos mientras iban hacia el vehículo siguiendo al señor Simmons y al señor Inners.

Los dos adultos se pusieron adelante, Inners frente al volante y Simmons de pie listo para guiar al resto de sus alumnos.

Los 16 alumnos se sentaron en el siguiente orden, de más adelante hacia más atrás, lado izquierdo del vehículo:

Eugene y Stinky

Harold y Sid

Lila y Sheena

Rhonda y Nadine

Y del lado derecho del vehículo:

Iggy y Brainy

Curly y Lorenzo

Arnold y Gerald

Phoebe y Helga

_ Niños, estén listos porque esta aventura será grande. Luego del recorrido visitaremos una pequeña casa y nos mostrarán una gran sorpresa _ comentó Simmons sonriendo.

_ ¿Hay una tienda de modas? _ preguntó Rhonda con entusiasmo.

_ ¿Hay hamburguesas y papas fritas? _ preguntó Harold.

_ ¿Hay un criadero de ranas? _ preguntó Sid.

_ ¿Hay una reserva de insectos? _ preguntó Nadine.

_ ¿Hay Pie de Limón? _ preguntó Stinky.

_ ¡Eso es correcto amigo! _ dijo Inners sonriéndole al muchacho alto y narigón.

_ ¡Sí! _ dijo Stinky alzando el puño.

Se escuchaban varios "ahhh…" se resignación por parte del resto del curso. En cuanto a Simmons, no supo qué decir… aunque era una situación muy habitual con su curso.

_ ¡Zopencos! _ dijo Helga com mala gana.

Phoebe la miró.

_ Helga creo que estás más agresiva de lo normal… _ dijo la chica _ me está preocupando que intentes descargar tus sentimientos negativos con los demás para cubrir el malestar que tienes por Arn… _

_ ¡Shh silencio Phoebe! ¡No menciones ese nombre! _ dijo Helga inmediatamente tapándole la boca a su amiga.

Luego de unos segundos le quitó la mano de la boca.

_ Lo siento Helga _ fue lo que atinó a decir.

_ ¡No quiero que lo menciones! ¡Nunca más Phoebe! _ dijo haciendo un gesto con las manos.

_ Pero Helga… _

_ Pero nada Phoebe, el que ese engendro esté aquí en la escuela y en nuestro curso no me afectará ¡te lo aseguro! _ dijo con auto-confianza y sonriendo.

Phoebe miró algo tensa y tristemente a Helga.

_ De acuerdo Helga… como tú digas _ dijo ya rendida.

_ ¿Necesitas hablar con Helga viejo? _ preguntó Gerald.

_ Sí… ¿no te molestaría que Phoebe se siente contigo? _

_ Oh no te preocupes por eso Arnold _ dijo Gerald sonriendo y luego se pone serio _ lo que me preocupa es lo que te sucede a ti viejo ¿de verdad estás bien? _

_ Sí Gerald, necesito hablar con Helga y aclarar las cosas de una buena vez, necesito saber si en verdad ella me ama o no… me tiene algo intrigado y tenso _

_ Y si te dice que sí ¿qué harás? _ preguntó Gerald absolutamente tranquilo y serio.

Arnold se sorprendió por la respuesta, él no había pensado en eso. ¿Y qué podría hacer él si Helga le decía que todo lo que dijo aquella noche era verdad? Que lo amaba desde la primera vez que lo vio, que escribía libros de poemas y creaba altares en su honor, que esperaba con ansias el día en que podría decirle todo aquello, y aún así besarlo con pasión como lo hizo aquella noche.

_ ¿Arnold? ¿Qué es lo que vas a hacer? _ preguntó nuevamente Gerald, milagrosamente calmado aunque Arnold estaba despistado pensando en su mundo como siempre.

_ No lo sé Gerald… _ dijo Arnold apenado. _ no quiero lastimarla, si llega a ser verdad de seguro que no haré más que herirla _

_ Pero tendrás que decirle la verdad Arnold… además no te preocupes hermano. Helga se recuperará pronto, ya la conocemos. Sólo dile lo necesario, ni más ni menos _

_ Pero Gerald… creo que es eso lo que me da miedo. A decir verdad, aunque hayan pasado muchos años que tuvimos a Helga en la escuela en verdad siento que no la conozco, luego de lo que sucedió esa noche me di cuenta de eso, que quizás muestra ser alguien que en verdad no es. _ dijo preocupado.

_ ¿Qué clase de estupidez es esa Arnold? _ preguntó Gerald molesto.

_ Lo pensé porque Lila piensa que Helga está molesta porque en verdad está triste por algo ¿no lo ves Gerald? Quizás… quizás actúa de esa forma para ocultar algo, porque prefiere actuar ruda y violentamente antes que apacible y débil, tiene deseos de fortalecer su orgullo Gerald _

Gerald lo miró seriamente con una expresión algo molesta.

_ ¿Y por qué no le dices todo eso ella en lugar de mí? _ preguntó de brazos cruzados.

_ ¡Vamos Gerald ayúdame! _ dijo Arnold un poco desesperado.

_ Sí Arnold, le diré ahora mismo a Phoebe que se siente conmigo _ dijo indiferente y luego frunce el ceño y lo señala con un dedo índice acusador _ ¡pero más vale que termines con este problema Arnold! Presenciarte de esta manera es en verdad desesperante. _

_ ¡Gerald! _ dijo Arnold en súplica de disculpa.

_ Estoy siendo honesto Arnold, soluciona ya este problema. No quiero que mi amigo sea el miedoso a resolver un problema con Helga Pataki, pareciera que le tienes miedo viejo. _ dijo algo exaltado.

_ No le tengo miedo… _

_ ¿Ah sí? ¡Pues eso espero Romeo! _ dijo molesto _ ¡y más vale que esta vez dejes las cosas en claro y no me ocultes más nada! Por eso te suceden estas cosas viejo. _

Arnold frunció el ceño molesto.

_ ¿Estás listo? Le diré a Phoebe que se siente conmigo para que puedas hablar con Helga _ dijo más calmado.

Arnold se sobresaltó, no estaba listo, no contestó. Pero de todas formas Gerald se da la vuelta y mira hacia Helga y Phoebe.

_ Y como te decía Miriam… _

Helga miró con el ceño fruncido al chico moreno y Phoebe lo observó con curiosidad.

_ ¿Qué rayos quieres Geraldo? _ preguntó Helga.

_ Phoebe ¿puedes sentarte conmigo un momento? _ le preguntó calmadamente el moreno.

_ Pues yo… _

_ ¡Pues Phoebe y yo estamos muy ocupadas Cabeza de Cepillo! ¡Vete a molestar a otro lado! _ dijo molesta agitando la mano en gesto que se fuera.

Gerald frunció el ceño y torció la boca.

_ Helga… _ dijo Phoebe con algo de temor debido al comportamiento de su amiga.

_ Helga, Arnold necesita… _ decía Gerald molesto y serio.

_ Necesito hablar contigo Helga _ dijo Arnold que se dio la vuelta junto a su amigo, tenía una expresión triste y atemorizada en el rostro _ ¿puedo? _

_ ¿Es una broma Cabeza de Balón? ¿O es otra broma tuya del Día de los Inocentes? _ preguntó sarcásticamente.

_ Helga por favor… _ dijo apacible y triste.

Helga se sorprendió mucho por la reacción de Arnold, que no pudo evitar dejar de fruncir el ceño y mirarlo con curiosidad y confusión. Pero inmediatamente volvió a fruncirlo.

_ Pues no Arnold _ dijo duramente. _ ¡tu carita de perrito mojado no funciona conmigo! _

Arnold sólo la miraba con tristeza

_ De acuerdo Gerald, me sentaré contigo _ dijo Phoebe sonriendo.

Helga pegó un grito ahogado y sobresaltó los ojos.

_ ¡Ph-phoebe! _ gritó _ ¿¡pero q-qué demonios creés que haces! _

_ Es que tengo algo importante que decirle a Gerald _ dijo Phoebe sonriendo y sin perder la calma.

Helga estaba atónita.

_ Así que ¿Arnold? Siéntate con Helga atrás _ dijo la oriental.

_ Gracias Phoebe _ dijo levemente sonriendo.

_ ¡Ah genial! _ resopló Helga mirando hacia la ventana y cruzándose de brazos.

Arnold se sentó a su lado tímidamente. Él sólo miraba a Helga mirando hacia la ventana, y del lado opuesto al que él se encontraba.

_ ¿Helga…? _

Helga no movía ni un solo músculo, sólo perdía la mirada entre los árboles y el paisaje verde que rodeaba a las afueras del vehículo-bus. Luego da un leve suspiro.

_ ¿Qué quieres Arnold? _ preguntó cortante sin mirarlo aún.

_ Quería hablar sobre algo que no había quedado muy en claro entre nosotros… _ dijo tímidamente mirando el piso.

Helga voltea a verlo con desconcierto arqueando la ceja.

_ ¿De qué se trata? _ preguntó sin cambiar su cara.

Arnold la miró con la misma expresión apacible y triste.

_ Pues… _ y se sonrojó un poco _ lo que sucedió esa noche… _

Hubo un silencio.

_ Ajá… _ dijo Helga cortante _ esa noche… _ dijo _ ¿qué noche? _

_ L-la n-noche de cuando sucedió Helga _ dijo más sonrojado que antes, no podía controlar su timidez.

Helga se sorprendió al verlo así y no entendía nada de lo que le pasaba.

_ ¿Qué noche Arnoldo? _ preguntó insistente disimulando no afectarle el estado de timidez de Arnold.

_ Lo que sucedió en el edificio de las Industrias Futuro. _ dijo al fin, con las mejillas un poco menos coloradas.

Hubo otro silencio, nadie se movió.

_ Ajá sí… _ dijo Helga cortante y luego eleva un poco la voz y se cruza de brazos arqueando la ceja _ creí que habían quedado las cosas claras Cabeza de Balón _

_ P-pues no del todo Helga… mira yo… _ decía con timidez volviéndose a enrrojecer las mejillas del muchacho.

_ ¿Arnold de verdad te creíste todo lo que dije? _ preguntó un tanto exaltada y molesta.

_ Pero lo dijiste… y… me besaste… _ dijo mirando al suelo hacia un costado.

Helga al escuchar las últimas palabras mira a Arnold con odio y gruñe con fuerza.

_ …y creo que de una manera yo estaba esperando que sólo fuera la adrenalina del momento, y los nervios ante la situación tan comprometedora, y de una manera te convencí sólo a que mintieras para sentirme más… tranquilo _ esa última palabra la dijo con algo de culpa, seguía cabizbajo mirando hacia el suelo.

Helga frunce el ceño con profundidad y hace una mueca exageradamente violenta.

_ Pero necesito saber la verdad Helga… me ha sido difícil dormir luego de lo que pasó… necesito saber, si me amas… _

Helga lo miró seriamente, y vuelve a gruñir y cierra profundamente los ojos en un esfuerzo por no seguir mirando a Arnold mientras apretaba y agitaba un poco los puños.

Este se vio atemorizado por el repentino cambio de humor de Helga, se volvió más drástico de lo normal, pero lo que más le asustó fue que en sólo un segundo en lugar de escuchar un gruñido, Helga dejó escapar un agudo sollozo.

Pero luego se detuvo, bajó los brazos y miró hacia la ventana y dejó de gruñir.

_ No es tu problema Arnold… _ dijo cortante.

_ Claro que sí Helga, _ dijo apacible _ verás… _

_ Ya no importa lo que siento Arnold… no luego de saber que intentaste evadirme sólo para sentirte tranquilo contigo mismo… _ dijo mostrando una expresión no muy agradable.

Arnold entristeció.

_ Lo siento mucho Helga… yo… no fue mi intención, no quiero hacerte daño… _

Helga vuelve a gruñir y esta vez con más fuerza.

_ ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE ESTÚPIDO! _ vociferó tapándose los oídos y luego manifestó en sus pensamientos _ ¡ahí está! ¡lo que más le he temido! ¡ahí lo tienes Helga! ¡todo es tu culpa! ¡lo perdiste! Él… NO TE AMA. _ y luego volvió a gritar _ ¡DÉJAME EN PAZ! _

_ ¡Helga! _ dijo Arnold asustado y triste intentando acercarse a ella.

_ ¡Por Dios! ¡¿qué te sucede Helga? _ preguntó Phoebe preocupada que miró hacia detrás de ella junto a Gerald.

_ ¿Sucede algo? ¿Arnold? ¿Helga? _ preguntó Simmons que intervino.

Helga seguía tapándose los oídos y moviendo las piernas de un lado hacia otro y gruñendo, gruñendo com fuerza. ¡Cómo detestaba que todos se acercaban y tuviesen compasíon por ella! Y todo por Arnold…

Todos los chicos estaban mirando sorprendidos y curiosos la situación.

_ Helga por favor… _ dijo Arnold muy preocupado, acercó su mano para apoyarla sobre su hombro.

Pero repentinamente, Helga se la abotefeó con fuerza y la alejó de su entorno.

Arnold se quedó totalmente estupefacto, nunca había visto a Helga así. Ahí estaba ella, mostrando una furiosa sonrisa, el ceño profundamente fruncido y algo que no había sido visto jamás, una terrible mirada asesina.

Todos se asustaron al ver a Helga en ese estado.

_ ¡ERES UN IDIOTA ARNOLD! ¿¡CÓMO ERES CAPAZ DE MENTIRME CON ESO! _ volvió a gritar.

Todos se quedaron sorprendidos al ver a Helga.

El señor Inners, miraba de reojo muy tenso por el espejo retrovisor, no podía saber de quién provenía tan lastimada y potente voz.

Simmons se quedó totalmente mudo, sabía que tenía que intervenir, pero quizás lo mejor era que Arnold y Helga arreglaran por sí sólos, pero si la situación se iba de las manos lo mejor sería intervenir y detener la pelea.

_ Helga yo… _ decía Arnold totalmente avergonzado.

_ ¡FUERA DE MI VISTA ZOQUETE! ¡NO QUIERO VERTE! ¡JAMÁS! ¡VETE! ¡TE ODIO ARNOLD! ¡TE ODIO! _

Arnold se quedó tieso. Si bien Helga muchas veces le había dicho que lo odiaba, que no había persona a quien odiara más que a él. Pero esta vez, la intensidad con la que dijo esas dos palabras había sido colosal.

Simmons estaba con la boca semi-abierta, no podía dejar que esto siguiera así.

_ Ah… ¿Helga? Deberías saber que Arnold jamás te… _

_ Deje señor Simmons _ dijo Arnold interrumpiendo totalmente rendido y triste, y luego mira a Helga.

Ella sólo estaba cruzada de brazos mirándolo con repudio y rencor.

Arnold la vio una vez más y sólo se alejó cabizbajo hacia su asiento junto con Gerald, quien lo miraba con pena. Phoebe lo miró y luego miró a su amiga.

Ella se acercó con desesperación:

_ ¡Helga! ¿qué te sucede? _ preguntó muy preocupada _ ¡ya no eres la Helga que conozco! _

_ ¡No Phoebe! La Helga que tú conociste está muerta, enterrada tres metros bajo tierra, con sus adorados e inseparables tesoros, con la ingenuidad, y la sensibilidad destrozada, desquebrajada ¡totalmente herida en cuerpo y alma! _

Todos se pusieron a susurrar entre ellos y a hacer comentarios. A Simmons no le sorprendió la manera de expresión de Helga, después de todo él sabía que Helga tiene una excelente capacidad para la literatura, sin embargo, esta vez ya no mostraba la pasión y la sensibilidad habitual, sólo mostraba dolor y amargura.

Helga sólo se dio media vuelta a mirar la ventana sin decir una sola palabra.

_ No se preocupe señor Simmons… no tiene por qué preocuparse por nada _ dijo cortante _ sólo dé la clase, ya no volveré a hacer escándalo. _

_ Me preocupa tu comportamiento Helga… _ le dijo.

_ Ya le dije que no tiene que preocuparse señor Simmons _ dijo algo molesta pero sin mirarlo _ sólo dé la clase y ya. _

_ De acuerdo, pero hablaremos cuando regresemos a la ciudad _ dijo.

_ Bah… _ dijo Helga de mala gana.

_ ¿Niños? Vuelvan a sus asientos que el vehículo está en movimiento, _ dijo mientras todos volvían a sus lugares _ y debemos seguir con nuestra clase, así que por favor, presten atención y… _ volvió a mirar a Helga, quien seguía perdida en la vista por la ventana, y luego miró a Phoebe.

_ No se preocupe señor Simmons _ le dijo la oriental _ yo le pasaré los apuntes a Helga. _

_ Muchas gracias Phoebe _ dijo Simmons sonriendo.

Helga no había movido ni un solo músculo, en esos momentos nada le importaba.

En ese instante, cuando Phoebe estaba a punto de escribir en su cuaderno, Gerald se asomó para ver a la chica.

_ ¿Phoebe? _ le preguntó en voz baja.

_ ¿Qué sucede Gerald? _

_ ¿No te molestaría tomar los apuntes luego pasárnoslos? Es que… _ dijo algo triste mirando de reojo a su lado. _ …es por Arnold, está muy mal y… _

Phoebe mostró una expresión triste en el rostro.

_ No te preocupes Gerald, tú tranquilo y hazte cargo de Arnold, te necesita _ le respondió sonriendo.

_ Gracias Phoebe ¡eres la mejor! _ le dijo alegremente.

Phoebe sólo sonrió y luego miró a su cuaderno mientras estaba atenta a cada detalle de la clase-excursión.

Gerald sonrió ante la amabilidad de Phoebe, pero cambió su cara al ver a Arnold completamente cabizbajo, su cabeza estaba totalmente inclinada al punto de torcerse forzosamente su espalda.

Él se acercó a su amigo y le apoyó una mano en su espalda. Arnold se levanta levemente y mira al moreno.

_ Arnold… _ decía Gerald temeroso.

_ Ahora sí me odia Gerald… hice mal las cosas _ dijo apenado.

_ No estés así Arnie. Mira, le dijiste la verdad que merecía saber, ya no tienes nada más que hacer Arnold _

_ No Gerald, desde un principio le mentí para mi conveniencia, sin pensar en ella, haberle dicho todo eso parece que la hizo sentir peor que si le hubiese dicho la verdad desde el principio _

Gerald miró apenado a su amigo y luego miró hacia el suelo con tristeza.

_ Phoebe me estuvo contando muchas cosas que Helga hizo por ti… no lo podía creer viejo ¡de verdad creía que me estaba bromeando! Pero Phoebe no hace esas cosas _

_ Sí, Helga ha hecho cosas por mí… recuerdo lo del carro alegórico, ella intervino el momento que su padre quería derribar el árbol, me consoló y acompañó cuando Lila me rechazó, pasamos el tiempo juntos en el Día de Acción de Gracias, le dijo a mi abuelo cómo derrotar a su padre en el Día de los Padres, me ayudó a razonar mi mal comportamiento cuando hicimos el proyecto del huevo, me ayudó… de alguna manera poco convencional, pero me intentó ayudar a atraer la atención de Lila que estaba con mi primo Arnie, me ayudó con lo de Summer… eso la verdad que había sido increíble de ella, y más aún cuando nos ayudó a salvar el vecindario _

_ Ajá, ajá, y aún hay más Arnold _ dijo Gerald.

Arnold sobresaltó los ojos.

_ ¿Qué? _ preguntó sorprendido.

_ Bueno, recuerdo que ella se dejó perder en la competencia de deletreo para que tú ganaras, el día que tuvo amnesia por un momento estaba actuando ya que tuvo tu atención… _

_ ¿¡En serio! _

_ Sí… pero al notar que ella estaba siendo egoísta simuló volver a la normalidad. _ dijo con tranquilidad.

_ Vaya, jamás creería eso de ella. _ dijo negando con la cabeza tristemente mirando hacia el suelo.

_ Pues lo que yo no puedo creer que me contó Phoebe fue lo que hizo en Navidad. _

_ ¿Navidad? _ preguntó sorprendido.

Gerald no le dijo nada.

_ ¿Qué sucedió en Navidad Gerald? _ preguntó Arnold algo asustado.

_ ¿Recuerdas la lista de cosas que tuvimos que comprarle al Señor Bailey? _

Arnold asintió con la cabeza.

_ ¿Recuerdas que no pudimos conseguir las botas de Nancy Spumoni? Pues adivina quién las tenía. _

Arnold se quedó tieso y de boca abierta.

_ Sí, Helga tenía las botas, su madre se las había conseguido luego de varias horas tratando de comprarlas. Ella, de alguna forma, nos estaba siguiendo y averiguando lo que estábamos haciendo, porque deseaba regalarte algo… _ al escuchar eso Arnold se sorprendió _ …ella sin embargo se dirigió al señor Bailey y le dio las botas de Nancy Spumoni y le convenció de buscar a Mai Hyunn _ Arnold negaba con la cabeza todo lo que escuchaba de su mejor amigo, no podía creer ni una sola palabra _ así que cuando ella llegó, Helga la guió hasta tu casa y bueno… el resto ya lo sabes. _

Arnold estaba totalmente mudo.

_ ¿Por qué no me dijo nada? _ preguntó con desesperación agarrándose del cabello.

_ Yo tampoco podía creerlo Arnold _ dijo Gerald lamentado _ ahora entiendo por qué la defendías… Phoebe me dijo que Helga tiene un serio problema con su orgullo, tiene problemas con su familia… creo que eso es evidente. _

Arnold sólo trababa su mirada al suelo.

_ He hecho todo mal Gerald… _ se dijo a sí mismo.

_ ¡Tranquilo viejo! _ dijo Gerald poniéndole una mano sobre la espalda _ mira ¿por qué no hablas con Helga…? _

_ ¿¡Bromeas! Luego de lo que le hice… _

_ ¿Arnold? Tú no hiciste nada malo. Habla con ella, pero cuando volvamos para la ciudad. _ dijo.

Arnold se quedó un rato callado.

_ Supongo que ahora necesita reflexionar sola, déjala tranquila, ni Phoebe puede hablarle _ aconsejó. _ luego que termine de reflexionar estará más calmada y hablarás con detalles con ella, de principio a fin… _

Arnold miraba muy tensamente hacia su amigo, parecía que algo lo asustada.

_ ¿Qué te sucede Arnold? _ le preguntó.

_ No lo sé, Gerald, tengo la sensación que las cosas no saldrán muy bien. _ dijo agarrándose el pecho.

_ ¿Dónde está Arnold el positivo? _ preguntó Gerald molesto.

_ Quizás esté muerto con la vieja Helga… _ dijo tristemente.

_ ¡Bah por favor Arnold! _ suplicó Gerald con una absurda expresión.

_ No tendré oportunidad de volver a dirigirme a Helga… _ luego que dijo eso, el vehículo-bus se inclinaba hacia el lado de la derecha donde Arnold estaba siendo arrastrado hacia cerca de la ventana. _ ahora estaremos más separados que nunca… ¡pero qué! _

_ ¡Niños hay unas rocas cayendo! _ advirtió el señor Inners asustado que manejaba el volante _ ¡Por favor sujénse bien fuerte de los asientos y cierren las ventanas! _

Simmons se sostenía de las barras de acero que estaban en el vehículo.

Varios de los alumnos empezaron a gritar y algunos a llorar ante el brusco movimiento y la peligrosa posición en la que se estaban encontrando, el vehículo-bus estaba inclinándose a punto de caer a un alto precipicio.

_ ¡Niños sujétense por favor! _ gritó Simmons asustado.

_ ¡Helga! _ gritó Phoebe asustada sujetándose del extremo del asiento.

Helga seguía mirando por la ventana (aunque estaba estaba cerrada), con la misma expresión de indiferencia y vacío. Ella dio vuelta la cabeza mirando a su amiga.

_ ¡Helga! _ volvió a gritar asustada.

_ ¡Cielos Phoebe! ¿por qué tanto escándalo? _ preguntó molesta.

_ ¡Helga! ¡Estamos por caer a un precipio! _ gritó asustada.

Helga no dijo nada, ni tampoco cambió su expresión.

_ ¿¡Qué es lo que te sucede! _ volvió a gritar.

Helga siguió mirándola sin decir nada.

Todos hacían fuerza y resistían a no caer por el precipicio, un árbol ubicado en la caída del barranco ayudaba a trabar al vehículo y evitar la caída, pero no era suficiente.

Arnold y Gerald se sujetaron de los extremos de sus asientos con mucha fuerza ya que ellos tenían la ventana abierta. Arnold intentaba flexionar los brazos y se sujetó de uno, el otro lo bajó con fuerza.

_ ¿¡Qué haces viejo! _ preguntí Gerald exaltado _ ¿¡estás loco! _

_ ¡Sólo cerraré la ventana Gerald! _ dijo Arnold tratando de acercarse a ella para correr cristal y cerrarla.

_ ¡No seas tonto! _ dijo molesto y desesperado _ ¡ARNOLD! _

Como era de sospechar, Arnold había caído y ahora se sujetaba del cristal de la ventana. Gerald había hecho un esfuerzo y se acercó, apoyó sus pies sobre la pared y sostuvo de una mano de su amigo con desesperación.

_ ¡Arnold! _ gritó Simmons, que intentó acercarse a la situación.

El grito de Simmons llamó la atención del resto de los alumnos, e hicieron un esfuerzo para acercarse.

Todos se sorprendieron al ver la situación y entraron a ayudar a Gerald para levantar a Arnold.

_ ¡Helga! ¡Tenemos que ayudar a Arnold o se caerá por el precipio! _ dijo Phoebe.

La expresión de Helga fue indescriptible, ya no se notaba la indiferencia y vacío de antes, pero tampoco se podía ver desesperación o tristeza en su rostro.

Phoebe se acercó al rincón donde todos hacían fuerza junto a Gerald y Simmons para tratar de subir a Arnold al vehículo.

Varios sostenían del brazo y la mano de Arnold, quien miraba hacia abajo con temor, el precipicio era muy alto y sin duda estaban a varios metros de altura.

Todos ayudaban con esfuerzo y desesperación al pobre Arnold. Gerald estaba a la cabeza de todo el grupo, haciendo el mayor esfuerzo de su vida por su mejor amigo. Phoebe se les había unido y ayudó al lado de Gerald.

Helga sólo permanecía inmóvil, mirando la situación a lo lejos sin decir nada ni siquiera con la mirada.

_ ¡Arnold! ¡te ayudaremos! _ dijo Sid.

_ ¡Por favor Arnold resiste! _ dijo Lila con desesperación.

_ Li-lila _ dijo sorprendido el muchacho que aún colgaba del brazo de su amigo y de varios del resto de sus compañeros, los otros sostenían de las espaldas de los demás evitando que ellos también cayeran.

Helga aún miraba sin decir nada y sin moverse de su lugar. Volteó la cabeza hacia el lado contrario ignorando por completo lo que sucedía, como si ni siquiera le importara su propia vida.

El señor Inners que luchaba por enderezar el vehículo dándole potencia y velocidad en un instante hizo un brusco movimiento hacia arriba y abajo, lo que provocó que Gerald y los demás soltaran por accidente la mano de Arnold.

_ ¡No Arnold no! _ gritó Gerald con desesperación.

Arnold estaba a punto de perderse en el avismo hasta que muy rápidamente para una nueva mano sobre la de él para sujetarlo con fuerza.

_ ¡Helga! _ gritó Phoebe sorprendida.

Helga estaba sosteniendo la mano de Arnold con mucha fuerza.

_ H-Helga… _ dijo Arnold sorprendido, un leve sonrojo invadió sus mejillas.

Todos estaban tan sorprendidos que nadie se fijaba que Helga estaba deslizándose cerca de la ventana.

_ Grrrr ¡ayúdenme por favor! _ dijo Helga muy molesta a todos.

_ ¡Sí! _ dijeron Gerald y Phoebe y se acercaron a ella.

Los demás también lo hicieron, todos sostuvieron a Helga e hicieron el mayor esfuerzo de sus vidas.

El señor Inners seguía luchando al volante y fue cuando vio algo más adelante.

_ Si logro llegar a ese árbol mantendremos el vehículo quieto _ se dijo y fue cuando hizo más fuerza por llevarlo hasta dicho árbol.

El hombre gruñía y sudaba con fuerza mientras se esforzaba por salvarse a él y al resto de sus viajeros.

En un intento forzado, el vehículo vuelve a provocar un movimiento brusco, más brusco que el anterior, provocando un ligero salto a Helga aún sosteniendo la mano de Arnold.

_ ¡Cielos! _ gritó esta asustada, mientras Arnold veía hacia abajo atemorizado el profundo precipio. _ ¡Nooo! _

Helga estaba a punto de caer por la ventana, cuando al instante Brainy la sostiene con fuerza y la regresa a el vehículo, pero en el mismo segundo que Brainy trajo a Helga consigo el vehículo provocó otro movimiento brusco que hizo soltar la mano de Arnold.

_ ¡Helgaaa! _ gritó Arnold mientras desaparecía por el avismo.

Helga se quedó totalmente shoqueada y muda.

_ ¡ARNOOOOOOLLD! _ gritó Gerald con desesperación al borde del llanto asomando la cabeza sobre la ventana.

Pero ya no se veía a Arnold, él había caído en el profundo precipicio.

Helga estaba inmóvil, con la mirada totalmente pretrificada, como si hubiera visto pasar su vida completa en el momento que Arnold cayó del precipicio. A pesar de la terrible angustia que sentía, no era capaz de articular ni una sola palabra, ni si quiera de parpadear, sólo había quedado grabado ese terrible segundo en su mente.

_ ¡N-no es justo! ¡No es justo! _ dijo Sid llorando.

Rhonda, Lila y muchos otros compañeros también empezaron a llorar. Phoebe también que intentaba consolar a Gerald que sólo estaba cabizbajo con una expresión de culpa. Helga en cambio, permanecía inherte y sin vida.

_ Niños… no sé qué decirles _ dijo Simmons totalmente apenado.

_ ¡No se lo merecía! _ dijo Harold llorando.

_ ¡Y con todo lo que nos ha ayudado! _ dijo Stinky de la misma manera.

Gerald frunció el ceño mirando al suelo y miró al señor Simmons.

_ ¡Tenemos que ir a buscarlo señor Simmons! _ dijo Gerald.

Helga salió de su mundo inherte y sin vida y observó a Gerald.

_ ¡Estoy de acuerdo Gerald! _ dijo Eugene seriamente. _ ¡vayamos a buscar a Arnold! _

Todos hablaron al mismo tiempo, y a pesar que no se les entendía lo que decía cada uno demostraban que estaban de acuerdo con Gerald y Eugene.

_ ¿Qué fue lo que sucedió? _ preguntó desesperado el señor Inners que se acercó.

_ Uno de nuestros compañeros cayó al precipicio _ dijo Curly tristemente señalando el lugar donde Arnold cayó.

El señor Inners mostró una expresión de sorpresa y al rato entristeció.

_ Iremos a buscarlo ¿hay alguna forma de bajar hacia allí? _ preguntó Simmons seriamente.

_ Hay una forma, pero es muy peligroso, yo… yo los llevaré. Por favor no se separen. _ dijo Inners.

_ Ya oyeron, iremos en orden y con cuidado _ dijo Simmons a sus alumnos quienes estaban muy tristes hablando entre ellos por la situación.

Helga quedó inherte nuevamente, Phoebe notó eso, pero le preocupaba mucho Gerald, él parecía estar sufriendo más que el resto, aún más que Helga.

Todos siguieron la caminata hacia el suelo que guiaría al final del precipicio. Nadie dijo nada, nadie habló de nada, todos estaban ensimismados por la terrible situación que se había desarrollado.

Cuando finalmente llegaron al suelo, todos miraron hacia todos lados, buscando con desesperación a Arnold.

Revisaron arbustos, palmeras, piedras, pozos, árboles, todos lo buscaban con desesperación, sólo Helga permanecía como una sombra siguiendo al grupo y perdida en sus pensamientos. Hasta que:

_ ¡Allá está! _ gritó Phoebe horrorizada.

Todos corrieron con desesperación, todos menos Helga que fue a paso lento, cabizbaja, sin decir absolutamente nada, sólo mirando tristemente la escena.

Arnold se encontraba recostado en el césped, malherido en sus brazos, con la ropa maltratada y una extraña pero poco desapercibida herida en su cabeza.

_ ¡Arnold! ¡Arnold! ¡Arnold! ¡ARNOLD! _ gritaba Gerald con desesperación moviendo levemente el cuerpo de su amigo. _ ¡Respóndeme amigo! ¡Háblame por favor! _

Arnold no respondía.

Algunos de los compañeros se miraban tristemente a las caras algo asustados.

_ ¡Arnold! ¡Viejo! ¡Despierta! ¡Despierta Arnold! ¡Arnold! ¡Arnold! _ insistía.

Arnold seguía sin responder.

Helga a unos metros miraba la escena con tristeza, cerró sus ojos, bajó levemente la cabeza y derramó una lágrima hacia el seco césped en el que se encontraba se pie, y en el que Arnold yacía recostado.

_ Arnold… _ decía Gerald con voz llorosa.

Phoebe lo miró con mucha pena.

Simmons tristemente se acercó al cuerpo y Arnold y sostuvo su mano.

Hubo un incómodo silencio.

Simmons empezó a sollozar.

_ Arnold… _ decía llorando.

Helga miraba hacia otro lado con los ojos cerrados.

_ Está muerto… _

Creo que muchos van a querer matarme por lo que acabo de escribir. Esto se me ocurrió hace ya varios meses, si bien es muy diferente al fic humorístico adulto de Rate M llamado Soy un tanque, de Hey Arnold también. Por lo general, no soy de escribir más de un fic por serie, y cuando escribo un fic explayo todas las ideas posibles. Pero un día tuve la ocurrencia de una situación que no podría meterla en ese fic (Soy un tanque) y fue cuando hice este. Se me ocurrió ir más por lo trágico, ya que a pesar que me experimenté más con las comedias adultas también he escrito una tragedia horrorífica para adultos también, y se me ocurrió volver un poco a eso. ¡Así que este fic es para llorar! Espero que logre hacerles desprender lágrimas sino me retiraré de las tragedias y me voy a dedicar al humor barato y burdo de los adultos.

Quiero comentar igualmente este fic, aunque ya como empezó (¿duro no?) les aseguro que tiene un final feliz, y en verdad feliz se los aseguro. Otro detalle, este fic no será como Soy un tanque, este fic será corto y dispondrá sólo de 3 capítulos, y etapas, esta fue la primera etapa: muerte, la segunda: trámites y la tercera : velorio y futuro entierro.

Lo interesante será ver lo que sucede en esas tres etapas. Les aseguro que este fic lo terminaré pronto, para luego continuar con Soy un tanque, a pesar de las trabas que me está poniendo la Universidad.

Espero que les haya gustado o al menos parecido interesante y dejen reviews, y contestaré para cuando suba los dos siguientes capítulos y luego contestaré sus reviews con reply.

¡Y les insisto! Aunque parezca una locura, tendrá un final feliz, y no se imaginan lo feliz que será.