¡Hola a todos! Este es posible el segundo fic que publique. Y a lo mejor los capítulos de este Fic serán más cortos, que de la historia principal que estoy escribiendo. Ya que esto será secundario y es posible que no sea actualizado con frecuencia… a lo mejor el título les puede decir sobre qué es el fic. Y si no, pues seguro que las etiquetas si te pueden decir sobre qué es. Bien, no alargo esto más. ¡Empecemos!
Prólogo
*Click* *Click* era lo único que se escucha en una habitación. Era la típica habitación de una persona de 17 años, aunque eso podría cambiar si esa persona era un Otaku. La habitación tenía varios posters y varias figuras de muchos animes.
Todo parecía estar ordenado de cierta manera, a lo mejor es por su importancia. No se sabe a ciencia cierta, la persona dueña de todas esas cosas estaba al frente de un computador. Su nombre era Naruto Uzumaki, un nombre algo extraño en el país que estaba. Más que nada porque su nombre al leerlo podía significar otra cosa, pero aún así no le daba importancia a eso, ya se había acostumbrado a que las personas pensarán eso y no le afectaba en nada.
Aún si desde pequeño había recibido ciertas burlas por ello. Por suerte tenía a sus padres con él, hasta que pasó cierto accidente. Así que vivía solo desde la muerte de sus padres. Casi de forma literal, había quedado al cuidado de una tía que tenía, si bien esa persona no era mala tenía tendencia ser una apostadora compulsiva. Casi nunca estaba en casa y Naruto tuvo que hacer muchas cosas por sí solo.
Sin embargo la persona que lo cuidaba nunca hizo nada malo contra él, pero no podía decir que la quería. Tampoco es como si la odiara, estaba en un punto medio por lo que no tenía problemas.
Pero, no todo puede ir siempre bien en su vida. Por alguna razón, siempre había algo que no lo dejaba vivir tranquilo desde la muerte de sus padres. Y ya que no tenía a nadie que lo apoye en esos momentos, un día descubrió lo que más le gustaría. El anime y los mangas, era algo común en Japón, pero era un poco mal visto así que lo tenía que hacer a escondidas. No quería que le fuera aún peor si descubrieran que era algún Otaku.
Si podía mantenerse como una persona relativamente normal hasta el momento era porque leía mangas del género Shonen, le gustaba ver que esas "personas" no se rendían. Quería ser como ellos, pero no podía serlo esto era el mundo real y aquello era ficción. Sin embargo todo eso se volvía real para el cada vez que se ponía a leer, para él eso era lo más real que podría ver. Así que se podría decir que tenía un cierto cariño a esas historias, aunque, últimamente estaba leyendo novelas ligeras. Al inicio no sabía que existían pero, resultó ser que se usaba eso para poder hacer mangas y después podrían hacer alguna adaptación en un anime.
No es como si tuviera mucha experiencia en el mundo en el que decidió adentrarse, parecía muy extenso a simple vista. Así que se podría estar perdiendo de varias cosas referente a su cultura.
Cuando pudo descubrir la primera novela ligera, se había maravillado, era diferente tanto del manga y el anime. Tenían la mayoría de veces mayor profundidad e historia, eso fue lo que pudo pensar en un principio. Al final descubrió que todas las novelas que tenían manga y anime, siempre saltaban varias partes. No lograba entender el porqué, pero no le puso mucha importancia. Él quería simplemente disfrutar de ese mundo en donde podía desconectar del mundo real por lo menos unos minutos.
En su búsqueda de novelas ligeras, término encontrándose con varios de un género llamado Isekai. Al inicio no le parecía muy llamativo, pero fue un error. Terminó siendo uno de los géneros que más le gustaban junto al Shonen.
Pero, como nada de eso era gratis. Tenía que trabajar para poder conseguir todo lo que le gustaba. Así que con la poca experiencia de buscar trabajo se había conseguido un trabajo como ayudante en un puesto de ramen, le fue un poco difícil al inicio, no sabía cómo tratar con las personas. Aún así, el señor que lo había contratado era muy paciente con el rubio.
No sabía explicar el porqué de eso, tampoco preguntó sobre las razones. No sé quería hacer líos en su cabeza, eso no quitaba que estuviera agradecido con el señor Teuchi. Era de las mejores personas que podía haber conocido, junto a su hija Ayame. Ella lo trataba como un hermano menor, eso de algún modo le agradaba. Podía sentir que no estaba del todo solo en ese mundo.
Ya que era fin de Semana Naruto tenía los Domingos libres, así que aprovechaba en volver al mundo que dejaba atrás cuando era necesario estar en el exterior. Se encerraba en la habitación que tenía y perdía el sentido de las horas, leyendo y mirando.
Aunque, ya que tenía 17 años, no podía faltar a la escuela. El lugar principal donde recibía todo tipo de maltratos, por lo menos del lado masculino. Las mujeres nunca le hacían nada, más bien. Eran amistosas con él, Naruto pensaba que era por pena al ver que siempre lo trataban mal y ellas intentaban ser un pequeño consuelo. No entendía las razones de eso, el era una persona normal. Por lo menos a su vista, él tenía el cabello rubio que parecía casi dorado, tenía ojos azules como el cielo que parecían hipnotizar a las personas por cierto periodo de tiempo. Tenía unas marcas en las mejillas que parecían bigotes, al inicio pensó que serían una marca de nacimiento. Pero, por alguna razón tenían cierta sensibilidad al tacto. Si lo tocabas de cierta manera parecía que él podría ronronear, eso pudo descubrirlo junto a su madre cuando le hizo una pequeña caricia.
Aunque, eso fue unos días antes de que sus padres murieran. Así que, no sabía cómo calificar emocionalmente ese recuerdo.
—*Suspiro* me gustaría que el domingo no se acabe… oh, es cierto. Tenía que ir en busca de más novelas ligeras, supongo que iré dentro de un rato—. Dijo el rubio. Si bien ahora mismo no tenía mucho que hacer, no quería dejar su habitación ese día. Le daba cierta pereza tener que ir hasta ahí. Estaba a unos 20 minutos de su casa así que lo pensó por un momento. Ir ahí y poder leer nuevas cosas o quedarse y releer lo que ya tenía.
Decanto por la primera casi al instante, era un Otaku después de todo. No podía decir simplemente no a eso, podría descubrir algo que lo apege aún más, no quería desperdiciar esa oportunidad. Así sin más el rubio fue a darse una ducha y a cambiarse, se vistió de forma sencilla. Se colocó una ropa deportiva, no es como si él hiciera ejercicio de forma seguida, de plano era algo que estaba de forma muy secundaria. Pero, de algún modo no perdía su estado físico. Se veía como si él hubiera entrenado toda su vida, cosa que no era así, eso era algo que nunca pudo conseguir respuesta. Y como siempre no se complicó, y decidió dejarlo de lado.
Naruto termino de alistarse y salió de su casa, ahora él tendría que pasar por cierto mártir. De algún modo llamaba la atención de las mujeres, tanto jóvenes hasta señoras que tenían hijos.
Eso último no lo comprendía para nada, el no era bueno con las chichas al momento que llegaba alguna para hablar con él. Se ponía un poco nervioso y decidía ignorarlas o dar alguna excusa para quitarlas de su camino. Sin embargo con las señoras, era otra cosa. No podía hacerlo de forma sencilla y rogaba con todo lo que podía que lo dejarán en paz. Si bien él tenía una gran convicción, no lo mostraba en público. Había algo que le decía que no sería bueno mostrar cómo era él, por lo que tomó esa sugerencia que aparecía en su cabeza y nunca lo hizo.
—(Está bien, ¡tú puedes! Esto no es nada… comparado a lo que pase, solo son unas cuantas personas que quieren hablar… creo…)— se dijo mentalmente el rubio.
Por azares del destino pudo salir de ahí sin que ocurriera mucha cosa, para Naruto era un logro. No siempre salía así, o mejor dicho nunca había salido así, por lo que celebrar un poco de forma silenciosa no le venía mal en ese momento.
Habiendo llegado a su destino, procedió a entrar y buscar lo que tenía en mente. Esperaba que tuvieran el nuevo volumen de la novela que estaba buscando, el autor de ella se tomaba mucho tiempo en actualizar. Así que como devoto a la serie que él hacía esperaba todos los días pacientemente, a que por lo menos diera una señal del próximo volumen. No es como si tuviera que hacer algo más de todas formas.
Al llegar a la sección de Isekai, se puso a buscar si estaba ahí. Lastimosamente no estaba, podrían suceder dos cosas. La primera era que no hay actualización y la segunda era que, se llevaron todo. Se deprimió un poco al pensar en eso, él había esperado poder encontrarlo. Aún así, decidió esperar a que algún día pudiera conseguirlo. No se rendiría tan fácil.
Pero, ya que estaba en ese lugar. —(¿Porque no buscar más del mismo género? ¡No pierdo nada en hacerlo!)— Tal y como dijo, se fue en busca de algo que le llame la atención en la estantería. Habían varios títulos pero ninguno le llamó la atención, hasta que miró en un rincón del lugar. Y vio un libro un poco grueso, que no concordaba con los aspectos de los demás. —(Eso es extraño, puede que se hayan olvidado acomodarlo… Bueno, miraré de que es. Puede que al final me guste...)—. Con eso dicho tomó el libro y lo abrió.
El libro hablaba sobre cuatro Héroes uno que portaba una lanza otro un arco otro una espada y por último el del escudo. Decía que se convocaban a esos 4 Héroes para poder combatir algo llamado las olas donde venían muchos tipos de monstruos y ellos tenían que combatir en contra de ellos, Naruto cerró el libro. Ese pequeño texto que leyó le llamó la atención, así que decidió llevárselo, podría leerlo más agusto en casa.
—Supongo que es hora de volver a casa… ¡No sin antes visitar a Teuchi-san!— susurró. El estaba en su día de descanso y posiblemente sea el último día que trabaje ahí, sin embargo eso no lo sabía el rubio.
Después de salir del lugar fue directo al puesto de ramen. No era muy grande, pero se compensaba con la calidad de ramen que hacían ahí, de algún modo el Ramen que hacía Teuchi era el mejor ramen que podría existir para Naruto. Entró y pudo ver a Ayame, estaba limpiando las mesas que habían. Parecía que Teuchi no estaba por el momento. —(A lo mejor tuvo que hacer algo de último momento)—. Pensó el rubio. Aunque eso no tenía mucha lógica. Ya que era muy raro que él salga del lugar si él era el cocinero no podría irse así sin más.
Para quitarse las dudas que tenía decidió hablar con Ayame. —Hey, Ayame. ¿No has visto a Teuchi-san?—
La anteriormente llamada volteó al escuchar la voz familiar, sorprendiendo la un poco, no pensó que Naruto viniera, pero no es como si fuera extraño para ella. Ya que el de vez en cuando venía a comer en el lugar cuando tenía día libre. Suspiro un poco para sí mismo, el rubio estudiaba y trabajaba al mismo tiempo. No sabía cómo sacaba tanto tiempo para poder hacer sus cosas, si bien era un trabajo de medio tiempo. Eso de todos modos consumía tiempo, y al parecer el rubio tenía mucho de eso.
Al inicio no pensó que era así, ella pensaba que era por problemas con el dinero para poder pagar sus estudios o algo así. Ya que él parecía perdido cuando estaba buscando trabajo todavía lo recordaba como si fuera ayer, Naruto miraba de lugar en lugar como si buscara algo, al dar una pequeña revisión a las cosas que hacía, pudo hacer una pequeña idea. Y se había acercado a él, cuando lo hizo el se notaba nervioso. Pero, después de unas palabras hablaba de forma normal. Y al final logró decirle el porqué estaba haciendo eso, y ella al ver que le hacía falta alguien que los ayude.
Lo habló con su padre y decidieron contratarlo. Naruto al principio no se lo creyó, pero parecía que están un poco feliz al poder trabajar. Luego de eso descubrieron que no era muy bueno atendiendo a las personas, aún con todo eso su padre fue paciente con él y le enseñó cómo se suponía que debía atender a alguien. Ella no lo diría en voz alta, pero parecía que su padre había disfrutado el poder enseñar algo a Naruto. Es más casi parecía que lo veía como a un hijo, así que ella lo empezó a ver cómo un hermano menor. Que era tímido pero era una buena persona si lo conocías. Las personas así actualmente eran muy pocas.
—Oh, Naruto. No pensé que vendrías, pero respondiendo a tu pregunta. Papá se fue a comprar algo, no sé qué es lo que quería solo se fue diciendo algo sobre que sin eso su receta no tendría sentido y que posiblemente haya descubierto la receta suprema...— dijo con una pequeña gota en la cabeza.
—Entonces fue por eso que no estaba… *Suspiro* es una pena yo quería comer un poco de ramen antes de irme—. Dijo desilusionado.
—¡Espera!— gritó Ayame.
—¿HM? ¿Ocurre algo?— preguntó curioso Naruto.
—Solo que, todavía puedes comer ramen… pero no sería hecho por mi papá sino por mí. ¿Te parece bien?— Habló un poco dudosa. Esa sería la primera vez que ella cocinarla un ramen para alguien.
—Eh, bueno. Supongo que no hay nada de malo en eso… Está bien esperaré a que lo prepares. ¿Si sabes cuál es el que pido siempre no?—
—¡Si! Sabes que soy la que siempre te sirve el ramen cuando a veces vienes a comer aquí, solo espera unos minutos que ahora vuelvo—.
Naruto asintió y esperó unos 10 minutos. El ramen ya estaba por llegar ya que vio a Ayame acercarse con un tazón. Le dio las gracias y se dispuso a comer, nunca lo espero. Pero, ese ramen era muchísimo mejor que el de Teuchi. Parece que acaba de encontrar a la cocinera definitiva del Ramen.
—Y… ¿Qué tal? ¿Sabe bien?—
—¿Que si sabe bien dices? ¡Esto es lo mejor que he probado en mi vida!— gritó de forma alegre. Era muy poco común que Naruto se ponga a gritar. Y algo que nunca espero ver fue verlo sonreír. Si bien se notaba mucho que Naruto era la persona más guapa que había visto, nunca lo había visto sonreír de esa manera. Si tan solo el rubio no fuera menor ella podría haber hecho unas cuantas cosas, pero no era así. Por lo que solo le quedaba ser una amiga o ser una hermana mayor, ya que trabajaba aquí lo mejor que pudo ver era ser una hermana mayor.
Ahora mismo se arrepentía de esa decisión. Pero, no le importo ahora mismo, ver al rubio sonreír parecía algo que podría sentirse como un premio. —Que bien, que te guste. Es la primera vez que cocino ¿Sabes?— dijo de forma alegre.
—¿Enserio? Pensé que habrías cocinado más veces… entonces quiere decir que ¿Estoy viendo el nacimiento de una prodigio del Ramen?— susurró.
—¿Dijiste algo?—
—No, nada… solo estaba anonadado por el sabor de este Ramen. Deberías de cocinar junto a Teuchi-san, creo que así podrían conseguir más clientes. ¿No crees?— dijo de forma reflexiva.
—¿Cómo eso podría hacer que haya más clientes?—
—Pues, es relativamente sencillo. Si una persona lo prueba, le podría decir a otra persona… no, es muy seguro que dirán que comieron el mejor Ramen del mundo y eso llamará la atención de todos, ya debes saber lo que sigue no?— Ayame asintió, aunque aún así. Ella no quería cocinar para tantas personas, de algún modo no se sentía preparada para eso. Ella pensaba que le gustaría cocinar solo para su esposo. Eso la sonrojó un poco, le cocino a Naruto. Eso quería decir que de forma inconsciente hizo algo que solo haría para esa persona.
—Bueno, fue agradable venir a comer aquí. Supongo que nos veremos mañana… dale un saludo de mi parte a Teuchi-san ¿Sí?— con eso último el rubio se retiró y fue en dirección a su casa. Estaba atardeciendo y no le agradaría llegar muy tarde para poder leer el libro que estaba llevando, aunque se le hizo algo extraño. Ayame era observadora, así que debería haber notado el libro. Pero, ¿Porque no lo vio? Era lo que daba vueltas en su cabeza.
Estaba muy distraído al momento de estar en sus pensamientos. Tanto así que ya no sabía hacia donde estaba dirigiéndose, pudo reaccionar para ver que estaba en un paso de peatones. Estaba cerca de su casa así que no tenía mucho problema en demorarse, de algún modo, todo parecía ir en cámara lenta. Y veía por el rabillo de sus ojos una luz blanca, era un camión. Que estaba intentando frenar, se preguntó porque estaba pasando cuando él estaba cruzando. Solo basto ver un poco al frente y ver que él paso peatonal estaba en rojo.
Ahora entendía todo, él se había puesto en esa situación. Así que era culpa suya, al menos ahora podría ver a sus padres una vez más. Pero, no sucedería eso. El libro que tenía estaba empezando a brillar, y entonces todo se congeló y el único que se podía mover era él. No entendía porqué pasaba eso, solo se limitó a abrir el libro que de algún modo lo hipnotizaba y una voz gruesa en su cabeza le decía que lo abriera. Le hizo caso a esa voz, la sentía como si fuera la voz de un amigo antiguo. Pero, no sabía quién se supone que era ese amigo.
Aún con eso, decidió hacer caso a esa voz. Y abrió el libro, sintió que el brillo empezaba a aumentar y muchos golpes de recuerdos de su vida empezaron a llegar y también la de una vida que no tenía nada que ver o mejor dicho nunca había visto. Se empezaron a mezclar las unas a las otras a una gran velocidad mientras que parecia que estaba desapareciendo. Sin comprender lo que estaba pasando simplemente se limitó a esperar que ocurría.
No sabía qué le deparaba el futuro ahora mismo, así que se estaba preparando para todo lo que se venga adelante. Hasta que escuchó una voz que no había oído desde hace muchos años.
—Naruto— dijo esa voz.
El rubio se quedó parado esa voz debería de ser imposible de escuchar. Seguramente era una imaginación de él.
—Naruto, por favor voltea—. Habló nuevamente esa voz.
Naruto obedeció y volteó, sí antes se había quedado parado ahora podría quedarse en un shock completo al ver quién era.
—¿Mamá?— dijo con la voz un poco silenciosa.
—Si, soy yo. No pensé que volvería a verte de esta manera… pero, ahora mismo no hay tanto tiempo como querría. Así que vayamos al grano antes que acabe—.
—¿Que? ¿Qué quieres decir con eso?—
—*Suspiro* esto lo veía venir, supongo que tú yo actual no logra comprender qué pasa ¿Verdad?— Naruto asintió. —Me gustaría explicar esto detalladamente, pero no se puede. Aunque puede que logres entender si digo que te están invocando, es como en esos libros que habías leído sobre personas yendo a otro mundo—. Dijo de la mejor manera en la que pudiera entender.
—¿A mí? ¿Invocarme? ¿Quién querría hacer eso?— Preguntó Naruto. Ahora mismo tenía muchísimas preguntas, pero parece que no se podrían responder así que es posible que lo descubra en un futuro.
—Bueno, la verdad nadie esperaba que pasara esto… no tomes a mal lo último que dije, ya que literalmente ni yo sabía que pasaría esto. Estaba esperando a que algún día murieras y pudiéramos reencontrarnos junto a tu padre. Aunque eso parece imposible ahora mismo… Vaya, parece que el tiempo está por terminar. Haré esto más rápido, tu padre y yo queríamos decirte algo antes de que nosotros muriéramos. Pero, ya sabes que ocurrió. Así que no quedó más remedio que mantenerlo oculto, hasta que nos volvamos a ver—.
Todo lo que le dijo Kushina a Naruto lo estaba confundiendo, estaba por explotar la cabeza. No comprendía nada, de todos modos dejó que su madre hablé. Había dicho que no tenía mucho tiempo y que debía hacer esto rápido por lo que no quería atrasarla.
—Ya que este momento se presentó podíamos hacerlo, pero de algún modo solo pude venir yo… vamos, acércate. Esto tengo que hacerlo antes de que te vayas. Vamos, no hay mucho Tiempo—. Naruto se acercó y Kushina le tocó la frente con un dedo. Ese dedo se prendió con un pequeño fuego azul que nunca había visto. Pero, cuando eso desapareció sintió ardor en su estómago y su cabeza le empezaba a doler.
Empezaba a llegar muchos recuerdos de varias cosas, que por el momento no entendía. Así que Kushina volvió a hablar. —Seguramente no entiendas que pasa… eso se solucionará en unos 3 días, no se que pasara cuando llegues al lugar al que se supone que te van a invocar. Así que, ten cuidado. No confíes en alguien tan fácilmente, ¿Está bien? Oh, antes de olvidarme. No estás solo en ese viaje tienes a un amigo tuyo de toda la vida, supongo que él sería la persona más confiable al momento de llegar… nunca me lleve bien con él, pero hazle caso ¿Si?—
Naruto empezó a desaparecer, volviéndose más transparente en lo que pasaba el tiempo.
—¿El tiempo acabó eh? Cuídate mucho Naruto, seguramente no entenderás nada ahora, pero cuando llegue el momento sabrás qué estaba pasando. Después de todo esto es algo que pediste que hiciera...— antes que Naruto desaparezca ella se acercó a él y le dio un fuerte abrazo. Mientras intentaba no llorar. —Eres lo mejor que nos pudiste suceder tanto a mí como a tu padre, no lo olvides. Te queremos...— con esas últimas palabras Naruto desapareció y Kushina se quedó parada en el lugar. Con la cabeza gacha sin saber el destino que tendría su hijo. Sólo pudo darle ciertas cosas que él tenía selladas, solo espera a que se encontrará bien al lugar al que sea que termine. Y así como el rubio ella también desapareció pero en pequeños polvos dorados.
Con Naruto
El rubio estaba desorientado, estaba en algún lugar que no podía reconocer. Al frente de él habían personas con túnicas, no parecían hostiles. Miró hacia abajo y pudo ver un círculo que tenía varias cosas dentro de él. Volteó la cabeza y pudo ver a tres personas más, uno tenía el cabello negro otro cabello marrón claro y el último tenía el cabello rubio. Ellos parecían estar igual que él, no sabían en qué lugar era el que estaban.
Una persona que tenía una túnica se acercó. Procediendo a hablar. —Héroe, salve este mundo, por favor—.
Fin del Capítulo
Bien, bien. Termine el prólogo! Ahora ¿Les gustó? ¿Lo odiaron? ¿Creen que no tiene sentido? A lo mejor no me responderán nunca, pero bueno. Que se puede hacer, tenía ganas de hacer un fic de Tate no Yuusha. Ya que me leí la novela ligera y el manga y el anime… y como que me dio algo que me decía que debía de escribirlo. Ahora, sí el inicio con Naruto puede ser un poco lento y no les de ganas de leerlo o algo. Pero, quería que tuviera algo de trasfondo. No es como que tuviera uno muy bueno, pero algo es algo ¿No creen? A lo mejor hay una que otra duda sobre si Naruto tendrá todos sus poderes o algo… o tal vez no y solo me lo estoy preguntando yo mismo. Aún así evitare esta pregunta para alguien que quiera hacerla, la verdad no lo sé. Supongo que eso lo veré en el futuro, y si será harem. Pues creo que sí, nada es seguro. Aunque me decanto más en que no lo sea. Pero, como dije nada es seguro. Puedo cambiar de ideas en cualquier momento. Oh, puede que confunda a algunos con lo que está escrito al inicio… supongo que eso tiene mucho que ver al escribir esto en la madrugada. Espero perdonen si pasa eso, y si se les genera alguna duda preguntenme ¡Les responderé lo más pronto posible!
Bien creo que es todo. Nos vemos en otra futura actualización si es que les gusta… si no pues, esto se publicará de forma más lenta. Y seguiré con el fic principal. Ahora sí.
¡Adiós!
