Capítulo 1: Bienvenida a Storybrooke, Kate Beckett
Regina se despierta temprano, se da una ducha, se viste y va al Granny's Diner. Pide su desayuno habitual, un café y un cronut, y se sienta en una mesa del fondo. Desde su posición puede observar a todo el mundo dentro del bar. A las 8:10, como todos los días, entra Emma con Henry. Siempre llega a esa hora, desayuna y a las 8:30 se va para llevarle al colegio. En cuanto Emma entra, Regina siente cómo el corazón se le acelera. Desde el momento que la vio le ha pasado eso, y sabe que está mal pensar en ella de esa forma, pero no lo puede evitar.
Emma pide un café y se sienta en otra mesa, de cara a ella. Regina intenta esconderse detrás de la cabeza de Henry, pero en el momento en el que se mueve, Emma alza la vista y la invita a sentarse con ellos. "Mierda, ¿Qué hago?" Se pregunta Regina mientras se levanta de su mesa para dirigirse a la de ellos.
–Buenos días, Regina, ¿quieres desayunar con nosotros? –Emma está guapísima. Menos mal que hicieron las paces cuando Regina les dijo que ya no intentaría matarlos, porque si no hubiera ocurrido eso, esto no estaría pasando.
–Hola, Emma… Hola, Henry, ¿qué tal te va todo? –Acaricia la mano con la que Henry sostiene la taza.
–Hola, mamá. Estoy bien, con Emma me lo paso bien.
–Me alegro –sonríe y mira a Emma. Sus miradas se cruzan. No puede apartar los ojos de ella. La está sonriendo. "Para, Regina, llevas ya mucho tiempo mirándola, Henry se va a dar cuenta. Para, ya." Regina aparta la mirada avergonzada:
–Emm… Me tengo que ir… Lo siento. –Emma la mira sorprendida. Ha notado, en la mirada que le ha echado que Regina siente algo por ella. Lo sabe. Pero, ¿quién dará el primer paso, ella o Regina?
–Emm… Si, nosotros también nos vamos –dice Emma, nota cómo sus mejillas se enrojecen.
–Pero, mamá, todavía tenemos tiempo.
–Ya, Henry, lo sé, pero hoy viene una nueva sheriff para ayudarme y necesito hacer el papeleo y enseñarle esto cuanto antes.
–¿Una nueva sheriff? –pregunta Regina, un poco celosa.
–Emm… sí –Emma la mira sorprendida- creí que lo sabías. Con la muerte de Graham, he tenido mucho trabajo últimamente y necesito un compañero.
–Una compañera, dirás –susurra Regina.
–¿Has dicho algo?
–¿Qué? No, no, nada. Que me tengo que ir –le da un beso a Henry en la frente- Estudia mucho y no molestes a Emma, tiene mucho trabajo –esto último, mas bien se lo dijo a ella con un toque de ira, no le gusta que su ayudante sea una chica. La pone celosa. Deja el Granny's diner dando un portazo. Emma, se queda de piedra al ver la reacción de Regina. "¿Qué he hecho mal?" se pregunta, Emma viéndola salir de la cafetería.
Después del numerito en Granny's y de dejar a Henry en el colegio, Emma va a la oficina del sheriff, donde ha quedado con su nuevo ayudante. Cuando llega la ve sentada, esperándola pacientemente. Parece atlética, segura de sí misma, fuerte, decidida, inteligente… guapa.
–Hola, debes de ser la nueva ayudante. Voy a ser tu "jefa" –hace las comillas con los dedos- por así decirlo.
–Hola, sí, soy la nueva. Me llamo Beckett… Kate Beckett.
–Encantada, Beckett, yo soy Emma –le da la mano- Bueno, pues este va a ser tu lugar de trabajo, tienes alguna experiencia en el campo de homicidios, según tengo entendido.
–Así es… Yo… Bueno, yo fui detective de homicidios en Nueva 2ork, en la 12th Precint.
–Ajá, también trabajabas con un asesor, ¿no?
–Em, sí, Castle, Richard Castle. Es… mi prometido –la noticia la coge por sorpresa.
–Oh, tu marido. Vaya, pues enhorabuena.
–Gracias –Emma la observa, habló con Gates, la jefa de Beckett, pero no la dijo nada de que se estuviera casando.
–Bueno, aquí no se cometen muchos crímenes, no solemos tener mucho trabajo, –mentira- así que… ¿qué te parece si te enseño el pueblo?
–Genial, parece muy pintoresco, como sacado de un cuento.
–Como si fuera un cuento de verdad –susurra Emma.
Se suben en el escarabajo amarillo y Emma le va señalando cada lugar.
–Y… esta, es la casa de la alcaldesa.
–Oh, me gustaría conocerla. ¿Podemos?
–Claro, aunque no sé si estará disponible –"después de la escena que ha montado en la cafetería." Piensa Emma mientras llama al timbre.
No tarda apenas un minuto en abrir la puerta Regina, lleva una camisa muy escotada y apenas deja espacio a la imaginación. El corazón de Emma se acelera.
–Hola, alcaldesa –Regina levanta una ceja sorprendida.
–Hola, sheriff. ¿Ella es su ayudante?
–Si, hola, encantada, soy Kate Beckett. –le ofrece la mano.
–Hola, Kate, me llamo Regina y soy la alcaldesa –le da la mano y la sonríe amablemente. Por el rabillo del ojo puede ver cómo Emma se incomoda- ¿Queréis pasar a tomar algo? Acabo de hacer tarta de manzana.
–Nos encantaría pero tenemos trabajo que hacer –dice Emma, cortante. Regina se sorprende por su reacción. Esto la divierte.
–Claro, claro, no os molesto. Si necesitas cualquier cosa, Kate, ya sabes dónde estoy –la sonríe.
–Por supuesto, alcaldesa.
–Puedes llamarme Regina, cariño, no te voy a envenenar –se ríe Regina.
–¿Envenenar? –Emma la dirige hacia el coche, cuando ve que Kate está lo suficiente lejos como para que no las oiga, se acerca a Regina la dice:
–Una broma de mal gusto, Regina.
–¿Tú crees? –Regina se acerca más a ella, apenas unos centímetros separan sus labios, con un simple movimiento de cabeza… Se miran a los ojos, pero ya no están enfadadas, otro deseo recorre sus cuerpos- Ojalá pudiéramos hablar más de esto, Emma- Y dicho esto, cierra la puerta.
Emma se queda un momento mirando la puerta. ¿Qué le acaba de pasar? Estaban tan cerca… y el deseo de besarla era tan fuerte…
–¿Emma? –es Kate, lleva esperando en el coche un buen rato.
–Si, perdona, Kate –se sienta ante el volante.
–Ha sido raro… ¿Os lleváis bien?
–¿Que si nos llevamos bien? Mejor de lo que yo pensaba… -la mira, parece que Kate sospecha algo. Sonríe– Bienvenida a Storybrooke, Kate Beckett.
