Bueno este es mi primer fic, lo tenia hay empolvándose hace mucho, y bueno me convencieron de que lo subiera, por favor disfruten de mi pequeño trabajo, y que sea de su agrado
MEMORIAS
Caminando sin rumbo fijo, mi alma se siente vacía, ver amaneceres, y eternos anocheceres, quisiera que mi vida volviera a ser la misma, los antiguos recuerdos del pasado aun me trastornan, los adoro y los deprecio con todo mi ser, pero es una carga que he de llevar hasta cumplir con mi venganza…
Esta historia no comenzara con había una vez o cosas por el estilo, comenzara retomando mis antiguos recuerdos, aquellos días en los que mis padres y yo decidimos vivir en Transilvania, un lugar lleno de misterio y de terror, las personas eran distantes, pero no pude evitar interesarme por este lugar, así da comienzo mi sufrimiento…
Una hermosa joven de incomparable belleza, gracia e ingenuidad, su cabello castaño similar al color de las hojas de otoño, ojos verdes, tan profundos y hermosos como bosques en plena primavera, y piel delicada y exquisita tan blanquecina como el mármol, su nombre, era el mas hermoso que sus padres pudieron darle, Diosa en vida, noble de corazón, su nombre era Sarah Moore…
Se encontraban en un viaje de negocios que debían atender en dicho lugar, mas era algo que a la joven dama no le agradaba, al principio sintió una gran incomodidad al llegar al pueblo, no conocía a nadie, pero era su deber acompañarlos, aunque en su corazón deseara estar con sus amigos en Inglaterra, su hogar, sabia que seria por poco tiempo cosa que le alegro, y esperando que aquella semana pasara con rapidez simplemente dejo de lado aquel sentimiento de inseguridad que le perseguía desde que llegaron a la mansión que aguardaba su llegada..
Pero en que momento llegaron, nunca lo supo, más le resto importancia, el mayordomo y la servidumbre los esperaban en la entrada, dando la bienvenida a los dueños de la casa, e informando que el lugar estaba listo para su estadía, Sus padres siguieron su camino, y detrás de ellos paso la joven dama del lugar, Vincent el mayordomo, le saludo con elegancia, y de igual manera ella respondió, la servidumbre subió el equipaje de los señores a las habitaciones respectivas, los siguió y se adentro en su enorme cuarto.
Habían pasado 16 años desde que no venia a aquel lugar, por lo que no recordaba como era su cuarto, el pequeño tocador, al lado de su enorme cama, frente a un ventanal con balcón, que dejaba a la vista la mayoría del pueblo, un armario espacioso, y el suave tapete bajo sus pies, que sensación tan agradable y deleitante, cuando era pequeña le tenia pavor a estar sola en aquella gran habitación, pero no recordaba el por que se habían mudado a Inglaterra, si eran felices en aquel pueblo, no quería pensar en cosas innecesarias, por lo que les resto importancia.
Solicito con amabilidad a las sirvientas que le dejaran sola después de acomodar sus cosas, quería descansar, por lo que ellas acataron su orden, cerrando la puerta detrás de si, bajo la cremallera de su vestido, dejándolo deslizarse por su piel hasta caer al suelo, dejando a la vista su blanca y sencilla ropa interior, y aquel corsé que tanto odiaba, se deshizo te toda aquella ropa, quedando simplemente desnuda a la luz de la luna, busco entre sus cosas una prenda blanca, con la que siempre solida dormir su Camisón, soltó su cabello, lo traía recogido, este cayo lentamente por sus hombros cubriendo su espalda, llegando hasta su cintura, acomodo la ropa que dejo en el suelo, y levanto delicadamente las sabanas de su cama.
Que deleitante sensación, sentir como aquel colchón la hundía entre el, sus almohadas le acogían con delicadeza, y sus sabanas le protegían del frio, aquella sensación que no sentía hace mucho, dormir en barco no era exactamente el placer mas grande del mundo, y habían pasado varios días, antes de dormir en una cama decente, sus ojos se comenzaron a cerrar con pesadez, pero la inquietud volvió a tomar presencia en sus pensamientos, por que sentía como si alguien le observara, abrió los ojos nuevamente de golpe, sentándose en la cama, mirando todo a su alrededor, mas luego suspiro, solo eran ideas suyas, el viaje había sido demasiado largo, con un poco de descanso, recuperaría la cordura, y estaría en sus cinco sentidos, nuevamente se volvió a acomodar entre las sabanas, y rápidamente fue tomada por los brazos de Morfeo, mas un pequeño mensajero se alejaba de su ventanal.
Con una copa de vino en la mano, disfrutaba la hermosa noche que le brindaba el cielo, junto a la hermosa joven que estaba a su lado, placer y belleza dos cosas que el siempre disfrutaba, tomo un pequeño trago de la copa, realmente estaba deliciosa, mas su acompañante era un caso aparte, sus ojos opacos, faltos de vitalidad, tan débil y vulnerable como una flor, lentamente cerro los ojos, dando por terminada la utilidad para aquel hombre, le dejo de lado, mientras su fiel mayordomo, se encargaba de deshacerse de ella, termino la copa, realmente satisfecho, el sabor de los buenos vinos últimamente era algo difícil de encontrar, y como todo lo bueno siempre se acaba, sucedía igual con aquella joven, ahora era simplemente una botella vacía sin vino que ofrecer, pero lo disfruto mientras duro.
Mientras Amo y Mayordomo discutían sobre la nueva joven que traerían al lugar, uno de los sirvientes de la casa, irrumpió en el aposento de su señor:
-Mi señor, ella volvió a escapar!
Bueno, por favor no sean duros conmigo, hay abajo hay un botoncito, me regalarían un review?
Hasta la próxima!
