Hola :3 esta es mi primera historia en Assassination Classroom, espero que les guste.

Assassination Classroom no es de mi propiedad y nunca lo será, lamentablemente, pero que bueno, si no lo cagaría :c

Aventó la moneda siendo su deseo que su nuevo año fuese si o perfecto, bueno. Vio como el peli azul a su lado hacia lo mismo sin saber en realidad que planeaba el otro. El nombre del chico era Akabane Karma, y por fin, a partir de ese día, viviría con su amado novio Nagisa Shiota.

Habían decidido ir al festival de año nuevo puesto que ya habían terminado de acomodar todo en su nueva casa y les había quedado tiempo de sobra… había sido un poco difícil, ya que la madre de su novio se negaba a aceptar la relación de ambos, alegando que sería mala influencia para él cuando entraran a la universidad. Que prefería que se fuese con el mamón de su ex novio.

Karma odiaba al sujeto. Pero al final había pasado algo que les había ayudado en sobremanera, el papá de Nagisa había demandado a su mamá por la custodia del chico, y así, habían logrado completar su objetivo ya que el señor había aceptado al chico.

Incluso les había ayudado a amueblar el departamento y a pagar la primera renta de este.

Nagisa, se volvió hacia él y le sonrió con una ternura infinita, le tomó de la mano y emprendió el camino de regreso a casa. Aunque a la mayoría de las personas les gustaba ver los juegos artificiales desde el mirador, a Karma le gustaba verlos mientras caminaba por las calles vacías de Tokio, y esa era una vista que deseaba compartir con su pareja.

No sabía porque, pero aún después de tres años de relación, había algo que le incomodaba del chico a su lado, habían estado los dos juntos en la clase rechazada por el mundo de la escuela de élite Kununigaoka y con un excelente tutor contratado con la mesada de toda la clase, lograron graduarse. Y habían empezado a salir el día de la graduación de secundaria.

La preparatoria había sido una época de oro para Karma, excelentes calificaciones y se metía en todas las peleas que quería, nunca le cachaban gracias a su adorado Nagisa que se encargaba de recoger los cuerpos con calma y llamar a la ambulancia cuando ya estaban lejos del lugar. Tal vez era en parte eso, la calma que expresaba ante tales situaciones lo que le hacían sentirse… incomodo.

Sin embargo dejo sus pensamientos atrás cuando varios colores invadieron su mirada y las explosiones de los fuegos artificiales fueron detectadas por sus oídos, tal como predijo, las calles estaban vacías, y los ojos de SU Nagisa cambiaban de color con cada nueva explosión. El otro se encontraba sonrojado, seguramente fascinado por la vista, el también lo estaba ahora. Cuando terminó el evento se fueron a casa, era cerca de media noche y estaban exhaustos. Les quedaban dos meses para presentar sus papeles para la Universidad, habían hecho el examen de admisión para 5, si, 5. Por si no se quedaban en una al menos tuviesen la otra, pero se encontraron con la sorpresa de que fueron aceptados en todas por recomendación de su adorado tutor.

Ahora solo tenían que decidir a qué Universidad ir, donde tuviesen la carrera de Ciencias Políticas y la carrera que quisiera Nagisa, esa era la razón por la que no había podido decidirse por una, el de cabellos azules no estaba seguro de que quería hacer de su vida.

Llegaron a la casa y Nagisa se apresuró a ir al piso de arriba. Era como un juego de las atrapadas.

Karma sonrió y subió también, sin correr, le dolía el tobillo como los mil demonios desde hacía algunos días, pero su seguro de estudiante de la preparatoria había caducado desde que se graduó y el de la Universidad, claramente no estaba dado de alta. Además de que sus padres le habían desheredado hasta que les demostrara que cuando la fortuna familiar se acabara el sería lo suficientemente capa de crear una nueva.

Por fin alcanzó el segundo piso del departamento y entró a la habitación, encontrándose con Nagisa debajo de la cama. Se agacho y se le quedó viendo hasta que este notó su presencia.

-¿Karma-kun? ¿Estás bien?

-Si… ¿Por qué preguntas Nagisa?

-Te ves… raro. Cómo si estuvieras incomodo con mi presencia.

Joder, Nagisa lo había notado.

-Si, estoy bien, perdóname. Es solo que he tenido un molestar en el tobillo los últimos días.

-¡Lo hubieras dicho antes! – Nagisa salió rápidamente de debajo de la cama, haciendo que Karma se pusiera de pie por igual y le tomó las mejillas. - ¿Por qué no has ido al doctor?

-Porqué… el seguro de estudiante caducó.

-Ya veo, ¡Bueno, mañana iremos a la clínica!

-No Nagisa, no podemos tirar el dinero. Vamos empezando, ¿Recuerdas?

Vio como su pequeño oji azul titubeaba un poco mientras se sonrojaba furiosamente, le encantaba lo distraído que este podía ser.

-Tengo un poco de dinero guardado para este tipo de situaciones…- El chico se apresuró a continuar antes de que el Akabane se negara de nueva cuenta. - ¡Por favor Karma! ¿Qué tal que tienes fracturado el pie? ¿O te lo infectaste y te lo tienen que amputar? ¿O…

-¡Nagisa, tranquilo! - Empezó a reír un poco cuando este se le quedo viendo con sorpresa. – No creo que haya nada de eso, pero si te hace sentir más tranquilo, iré.

El pequeño sonrió y asintió fervientemente.

-¡Gracias, Karma-kun!

Esa era otra de las cosas que le incomodaban, a pesar de llevar tres años de relación, su pequeño novio no se había visto capa de dejar los honoríficos de lado.

-Nagisa…

-S-si… Lo siento, Karma.

Eso había sonado mejor.

Le sonrió con toda la dulzura que pudo antes de darse cuenta de que el celular del pequeño comenzaba a sonar, no era que no le diera privacidad, pero la curiosidad de ver quien era le había ganado, y no le había gustado nada cuando vio que quien llamaba era Asano Gakushuu, el ex novio de su pareja.

-¿Por qué está llamándote Asano?

El otro solo se hizo pequeño y negó con la cabeza, dándole a entender que no tenía ni la menor idea del porqué de la llamada del otro, sin embargo, lo que más le molesto fue que contestara la llamada y saliera de la habitación, como si no quisiera que se enterara de lo que hablaban. Respiro profundo unas cuantas veces, no quería ponerse agresivo, porqué la última ve Nagisa le había dado una palia.

Cuando salió de la habitación se encontró con su pequeño novio sonriendo y abrazando al celular, pero esa no era una sonrisa sincera. Ahora en verdad le daba curiosidad saber de que habían hablado esos dos.

-¿Y… bien? ¿Qué quería?

El pequeño Nagisa se volteó sorprendido a ver a su pareja y luego al tobillo de este, por lo que volvió a sonreír antes de lanzarse con cuidado a los brazos de su novio y responderle.

-¿Recuerdas a Koro-sensei? – Asintió con la cabeza. – Me llamó para decirme que fue a buscarme a Kununigaoka para darme una oferta de trabajo. - ¿Por qué no se la habían ofrecido a él? Ah, sí. Porqué no tenía paciencia. -No te preocupes, en ningún momento tengo que ver a Asano-san

Eso le relajó por completo y asintió besando suavemente la frente del otro.

-¿Cuándo empiezas?

-Al amanecer.

Ok… eso era un poco extraño

-¿Por qué tan pronto?

-Como es por Koro-sensei, se podría decir que el lugar estaba reservado

Asintió, eso tenía un poco de lógica, o eso creyó.

-Aún así no me parece justo. – Sonrió al ver como el otro le veía con miedo de que no lo pareciera el trabajo. – Si al amanecer empiezas a trabajar, prometo que al amanecer saldré a conseguir un trabajo para mí

El Nagisa se sonrojo, y antes de que pudiese reclamarle por ¨Tratarlo como una chica¨ (Lo cual era totalmente cierto) Le besó suave y cariñosamente en los labios.

-Debemos ir a descansar.

El otro asintió, se fueron a su habitación, se pusieron el pijama y se metieron a la cama. Karma sintió como el menor buscaba la mayor cercanía con su cuerpo y se lo permitió, abrazándole.

Al diablo si algo en Nagisa le hacía sentir inseguro.

En verdad que le quería mucho.

Este había sido su primer día viviendo con Nagisa Shiota.