Agosto 10, 1860
El día de hoy, mi padre me hizo limpiar toda la casa al parecer tendremos visitas y aunque le pregunte al respecto no me dijo nada, no quise insistir en el tema…es raro que tengamos visitas y aunque se den clases en el dojo, los estudiantes no suelen visitar la casa y aun más después de la muerte de mamá.
Pensé que iba a ser un día como todos los demás, pero descubrí que mi padre terminó de dar clases más temprano de lo habitual y también alcance a escuchar que las clases se suspenderían hasta nuevo aviso, supongo que es porque vamos a tener visitas.
La noche pasó sin ningún cambio, aunque se me ordenó que no saliera de mi habitación hasta mañana.
Agosto 11, 1860
En la mañana fui despertada por las risas de personas, una de ellas era la de mi padre…estaba tan feliz de escucharlo reír, siempre me toma algo de tiempo ponerme el kimono así que para cuando había terminado de ponérmelo, las risas habían cesado. Salí de la habitación y me dirigí hacia la habitación central, cuando llegue y abrí la puerta solo se encontraba una persona.
Era un joven, bastante atractivo a mi parecer…tenía un cabello rojo y atado en una coleta alta, unos ojos muy penetrantes de color dorado, no muy alto pero lo suficiente como para superarme unos cuantos centímetros…cuando seguía observándolo, me di cuenta que portaba espadas, fue un momento muy estresante pues su mirada no era muy amigable y mi corazón comenzó a latir muy rápido cuando note que se acercaba a mí, pensé que me iba a atacar…pero solo salió de la habitación, di un gran suspiro de alivio.
Segundos después escuche la voz de mi padre que provenía del dojo, así que decidí ir a verlo…al entrar lo encontré con un señor era muy alto y al parecer era muy amigable pues fue el primero en saludarme con una gran sonrisa saludo que regrese de la misma forma.
Mi padre me presentó "Esta es mi hija Kaoru Kamiya" lo dijo de una forma tan seria que hasta sentí un poco de pena, el señor se presentó…si no mal recuerdo su nombre era Kogoro Katsura, cuando termino de presentarse mando a llamar a otra persona, cuál fue mi sorpresa…si se trataba el joven que había visto minutos antes, el señor Katsura le ordenó presentarse.
"Mi nombre es Himura Kenshin" a diferencia de mi padre que me había presentado de una forma muy seria…ese joven se presentó como decirlo…de una manera tan fría, aunque educada.
Como ya se habían terminado las presentaciones, mi papá me hizo una señal que me hizo entender que saliera de la habitación…así que decidí regresar a la mía. Pase toda la mañana dentro de mi cuarto hasta que mi padre me llamó para avisarme que iba a salir con el señor Katsura, también me menciono que me iba a quedar con Kenshin en la casa y que tenía que atenderlo puesto que era uno de nuestros huéspedes.
Ya entrada la tarde, decidí ver que había en la cocina pues tenía que preparar algo de comer…aunque no soy muy buena cocinando, cuando vi que había bolas de arroz me sentí muy aliviada pues no tenia que cocinar, las puse en un plato grande para llevarlas donde Kenshin y así comer juntos.
Encontré a Kenshin en parte de la casa que da hacia el jardín, estaba sentado viendo las nubes…parecía muy tranquilo y sobre todo relajado, lo salude y le pregunte que si no quiera comer unas bolas de arroz y antes de que me pudiera responder ya me encontraba acercándole el plato de comida, solo me respondió con un gracias y se dispuso a comer.
Como no me gusta comer sola, decidí sentarme junto a Kenshin o más bien junto al plato de comida, la comida fue muy callada y tranquila…lo cual ya estoy acostumbrada pues así con las comidas con mi padre. Cuando terminamos dimos gracias por la comida, levante el plato y me lo lleve a la cocina para así lavarlo, ya de regreso me atreví a preguntarle a Kenshin si había sido de su agrado la comida.
"Si, gracias" fue lo único que me contestó, solo le sonreí y me regrese a mi habitación…que chico tan más raro, se paso toda la tarde sentado en el mismo lugar.
En la noche ya habían regresado mi padre y el señor katsura, habían traído la cena así que comenzamos a cenar los cuatro…fue una cena tan rara y divertida pues los únicos que hablábamos eran el Señor Katsura y yo, mi padre solo reía y de vez en cuando daba algún comentario y Kenshin…solo comía.
Fue un día muy divertido y raro…pero me gustó mucho.
