Nota: Nada de esto me pertenece, solo es una adaptación de una gran obra del maestro Moliere "El Enfermo Imaginario" a los personajes de KHR que le pertenecen a Akira Amano-sama :3

Nota 2: Es totalmente Universo Alternativo ;) y esta escrito en diálogos al ser una obra de teatro


Capitulo I:

Sicilia, en 1673.

Giotto, solo en su alcoba y sentado a una mesa, ajusta con guitones las cuentas del boticario. Conversando consigo mismo, platica de este modo:

GIOTTO. -¡Ahora me explico por qué no me encuentro este mes tan bien como el pasado! Se lo diré a Reborn-san para que me regularice el tratamiento... ¡A ver! Que se lleven todo esto de aquí... ¿No hay nadie?... ¡Por más que digo, siempre me han de dejar solo!... ¡No hay manera de conseguir que estén en su puesto! (Toca una campanilla.)Ellos que no atienden, y esta campanilla que no suena bastante... (Vuelve a tocar.)¡Nada! (Toca.)¡Están sordos!... ¡Caitlin! (Toca.) ¡Como si no llamara!... ¡Perros! ¡Granujas! (Toca de nuevo.)¡Me da una rabia! (Deja la campanilla y grita.) ¡Tilín, tilín, tilín! ¡Pícaros de todos los diablos! ¿Es posible que abandonen de este modo a un pobre enfermo? ¡Tilín, tilín, tilín!... ¡Cabe nada más lastimoso! ¡Tilín, tilín, tilín! ¡Dios mío, me dejan morir solo! ¡TILIN, TILIN, TILIN!

CAITLIN (Entrando). -¡Ya va!

GIOTTO. - ¡Ah, perra!

CAITLIN (Fingiendo haberse dado un golpe en la frente).-¡Malhaya vuestras impaciencias!… De tal modo la aturrulláis a una, que a poco si me dejo los sesos en el quicio de un postigo.

GIOTTO (Furioso) -¡Traidora!

CAITLIN (Sin dejar de quejarse Para interrumpirle e impedir que grite).- ¡Ay!

GIOTTO. - Hace…

CAITLIN. - ¡Ay!

GIOTTO. - ¡Hace una hora…

CAITLIN. - ¡Ay, ay!

GIOTTO. - …que me has abandonado!

CAITLIN. - ¡Ay!

GIOTTO. - ¡Calla, granuja, y déjame que te reprenda!

CAITLIN. -¡Eso es!... Encima de lo que me he hecho...

GIOTTO.- ¡Tú me has hecho a mi desgañitarme, carroña!

CAITLIN. - Y yo me he roto la cabeza; váyase una cosa por la otra. Estamos en paz.

GIOTTO. - ¡Cómo, infame!

CAITLIN. - Si continuáis regañándome, lloro.

GIOTTO. - ¡Abandonarme así!

CAITLIN (Insistiendo en su propósito de no dejarle hablar). -¡Ay, ay, ay!

GIOTTO. - ¡Lo que tú pretendes, perra!…

CAITLIN. - ¡Ay, ay!

GIOTTO. ¿Pero no he de tener ni la satisfacción de reñirte?

CAITLIN. - ¡Reñid, reñid hasta que os hartéis!

GIOTTO. -¡Si no me dejas, ladrona! ¡Si me interrumpes a cada palabra!

CAITLIN. -Si vos tenéis la satisfacción de reñir, ¿por qué no he de tener yo la de llorar? A cada uno lo suyo ¡Ay, ay!

GIOTTO. - ¡Habrá que aguantarse!... Quítame esto, granuja, quítame esto. (Se levanta.)¿Me ha hecho bastante operación la lavativa?

CAITLIN. - ¿La lavativa?

GIOTTO. - Si.¿He echado mucha bilis?

CAITLIN. - ¡A mí qué me importa! Eso no es cuenta mía; eso se queda para Lambo-san. Él es el que debe meter la nariz, ya que es él quien cobra las ganancias.

GIOTTO. - Que me tengan preparada una taza de caldo para tomarla con la poción que me toca ahora.

CAITLIN. - ¡Bien se divierten a vuestra costa Lambo-san y Reborn-san! Han encontrado una vaca y la ordeñan a gusto. Quisiera yo saber qué enfermedad es la vuestra, que necesita de tantos remedios.

GIOTTO. - ¡Calla, ignorante! ¿Quién eres tú para, criticar las prescripciones de la medicina?. . . Ve a llamar a mi hija [nombre], que tengo que hablarle.

CAITLIN.- Aquí viene. Parece que ha adivinado vuestros deseos.


GIOTTO. -Acércate, [Nombre]-chan. Llegas a tiempo, que quiero hablarte.

[NOMBRE]. -Ya os escucho.

GIOTTO (Corriendo a sentarse en el bacín). -Aguarda dame el bastón. Vuelvo al instante.

CAITLIN (Riéndose de él).- ¡Corra, corra, señor! ¡Lo que nos da que hacer Lambo-san!


[NOMBRE] (Mirándola lánguidamente y en tono confidencial). - ¡Cait-chan!

CAITLIN (Limpiando muebles de la habitación). - ¿Qué?

[NOMBRE]. - Mírame.

CAITLIN (Sin dejar de limpiar). -Ya os miro. ¿Qué hay?

[NOMBRE]. - ¡Cait-chan!

CAITLIN. - ¿Qué hay con tanto Cait-chan?

[NOMBRE]. - ¿No adivinas de lo que quiero hablarte?

CAITLIN. -Me figuro que será de vuestro pretendiente; hace seis días que no habláis de otra cosa.

[NOMBRE]. -Pues si lo sabes, ¿por qué no te apresuras a hablarme de él y me ahorras la vergüenza de ser yo quien te saque la conversación?

CAITLIN. -Si no me dais tiempo.

[NOMBRE]. -Es verdad. Te confieso que no me cansaría de hablar de él, y aprovecho todas las ocasiones para abrirte mi corazón. Dime, ¿repruebas tú mi enamoramiento?

CAITLIN. - Ya me guardaría.

[NOMBRE]. -¿Hago mal abandonándome a tan deliciosas emociones?

CAITLIN.- ¿Quién dice eso?

[NOMBRE]. -¿Tú crees que yo debiera mostrarme insensible a las ternuras de su pasión?

CAITLIN. -De ningún modo.

[NOMBRE]. - ¿Y no te parece a ti, como a mí, que algo de providencial, algo... dispuesto así por el destino, en la forma imprevista de conocernos?

CAITLIN. - Sí.

[NOMBRE]. -Y el hecho de tomar mi defensa sin conocerme, ¿no es digno de un caballero?

CAITLIN. - Sí.

[NOMBRE]. -De un hombre generoso.

CAITLIN. - Conformes.

[NOMBRE]. -¿Y la gallardía con que lo hizo?

CAITLIN. -Es cierto.

[NOMBRE]. -¿Y es o no un buen mozo?

CAITLIN. -Sí que lo es.

[NOMBRE]. - Arrogante.

CAITLIN. - Sin duda.

[NOMBRE]. - Que en sus palabras, como en sus actos, tiene una distinción.

CAITLIN. - Seguramente.

[NOMBRE]. - ¿Y puede oírse lenguaje más apasionado que el suyo?

CAITLIN. - Es verdad.

[NOMBRE]. - ¿Y hay nada más enojoso que este recluimiento en que me tienen, privada de corresponder a los impulsos de esta mutua pasión, que el cielo nos inspira?

CAITLIN. -Tenéis razón.

[NOMBRE]. -Pero ¿tú crees, Cait-chan, que me quiere tanto como dice?

CAITLIN. -¡Cualquiera sabe! En cuestión de amores hay que andar siempre con cautela, porque el fingimiento semeja mucho a la verdad. Yo he visto algunos farsantes que lo remedan a maravilla.

[NOMBRE]. - ¿Qué estás diciendo, Caitlin-chan? Hablando como él habla, ¿sería posible que mintiera?

CAITLIN. - De todos modos, bien pronto podréis salir de dudas. En la carta de ayer os dice que está decidido a pedir vuestra mano; este es el camino; esa es la prueba más palpable de la veracidad de sus palabras.

[NOMBRE]. -Si me ha engañado, no volveré a creer jamás en ningún hombre.

CAITLIN. -Ya vuelve vuestro padre.


GIOTTO (Sentándose). -Ahora, hija mía, te voy a dar una noticia que seguramente te tomará de nuevas. Me han pedido tu mano. ¿Qué es eso?... ¿Te ríes? Bien mirado, no puede imaginarse noticia más halagüeña para una joven... ¡Oh, naturaleza! Ya veo bien claro que no tengo para qué preguntarte si te quieres casar.

[NOMBRE]. - Mi único deseo es obedeceros, padre mío.

GIOTTO. -Me complace esa sumisión. Hemos ultimado el asunto y ya estás prometida.

[NOMBRE]. -Acataré a ojos cerrados vuestra voluntad, padre mío.

GIOTTO. -Tu madrastra pretendía que tú y Haru-chan, tu hermana menor, entrarais en un convento. Desde hace tiempo ese era su propósito.

CAITLIN. (Bajo) -¡Su razón tiene la muy ****!

GIOTTO. (Continuando.) -Por lo cual se negaba al ahora a autorizar este matrimonio; pero he logrado reducirla y dar mi palabra.

[NOMBRE]. -¡Cuánto tengo que agradecer a vuestras bondades, padre mío!

CAITLIN (Cargándose en el hombro de Giotto). -Seguramente, ésta es la acción más cuerda de vuestra vida.

GIOTTO. -Aun no conozco a tu futuro; pero me afirman que quedaré satisfecho y tú también.

[NOMBRE]. -Seguramente, padre mío.

GIOTTO. -¿Cómo? ¿Tú le has visto?

[NOMBRE]. -Puesto que vuestro consentimiento me autoriza a abriros mi corazón, no os ocultaré que hace seis días el azar nos puso frente a frente, y que la petición que os han hecho es consecuencia de una inclinación mutua, experimentada desde el primer instante.

GIOTTO. -No me habían dicho nada, pero me alegro, porque más vale que sea así. Según parece, se trata de un buen mozo.

[NOMBRE]. -Sí, padre mío.

GIOTTO. -Arrogante.

[NOMBRE]. -Sí.

GIOTTO. -De aspecto simpático.

[NOMBRE]. -Ya lo creo.

GIOTTO. -De fisonomía franca.

[NOMBRE]. -Muy franca.

GIOTTO. -Digno y juicioso.

[NOMBRE]. -Precisamente.

GIOTTO -Honrado.

[NOMBRE]. -Como el que más.

GIOTTO. -Que habla el latín y el griego a maravilla.

[NOMBRE]. -Eso no lo sabía yo.

GIOTTO. -Y que dentro de tres días será recibido de médico.

[NOMBRE]. -¿Médico, padre mío?

GIOTTO. -Sí, ¿tampoco lo sabías?

[NOMBRE]. -No. ¿Quién os lo ha dicho?

GIOTTO. -Reborn-san

[NOMBRE]. -¿Lo conoce Reborn-san?

GIOTTO. -¡Vaya una pregunta! No lo ha de conocer, si es su sobrino.

[NOMBRE]. -¿Hayato-kun es sobrino de Reborn-san?

GIOTTO. -¿Quién es ese Hayato-kun? Hablamos del joven que ha pedido tu mano.

[NOMBRE]. -¡Claro!

GIOTTO. -Que es sobrino del Reborn-san e hijo de su cuñado, el Basilicum-san, médico también. Ese joven se llama Fuuta: Fuuta de la Stella, y no Hayato. Con él es con quien hemos acordado esta mañana tu boda, entre el Reborn-san, Lambo-san y yo. Mañana mismo vendrá el padre a hacer la presentación de tu futuro. Pero ¿qué es eso? ¿Por qué pones esa cara de asombro?

[NOMBRE]. -Porque vos hablabais de una persona y yo ¡me refería a otra!


Nota Final: Chan chan! ahí les dejo el capitulo uno, espero les guste esta obra tanto como a mí, y bueno me metí en la historia porque encontré que calzaba perfectamente con el personaje x3