Okay, este fic la verdad me encantó. Esta basado en la cancion Te Soñé de Alex Sintek, una hermosa cancion que él escribio para su esposa.

La inspiracion para este fic me llego hace unas semanas, en una boda. La mejor amiga de mi mama al fin, despues de chorrosientos mil años y un hijo, se casó con el amor de su vida y padre de su hijo. Su historia de amor es tan hermosa... yo quiero una asi. Y pues estabamos en la boda y era tiempo del primer baile de los recien casados... y pusieron esa cancion... Juro que casi lloro.

Anyways... disfruten!


Traté de cubrir mis ojos del sol que entraba por mi ventana hundiendo mi cabeza un poco más en tu cabello castaño. Intenté volver a dormir, aunque sabía que no podría. Me di por vencido y abrí los ojos, pestañando mientras se ajustaban a la luz que pasaba a través de las cortinas. Fue cuando al fin te vi.

Tenía que estar soñando, tenía que ser una ilusión. No había forma de que tú estuvieras ahí, durmiendo cómodamente junto a mí.

Estabas acurrucado a mi costado, con tu cabeza en mi hombro. Te habías ido a la cama solo en boxers, igual que yo, así que podía sentir tu suave y tibia piel contra la mía. Algo de lo más agradable. Yo tenía un brazo bajo tu cabeza mientras que el otro te mantenía seguro junto a mí por la cadera. Tus ojos cafés estaban cerrados y tu cara tan relajada. Una vista hermosa.

Te apreté un poco más fuerte contra mí. Sentía como si en cualquier momento yo despertaría solo en mi cama y tú volverías a estar lejos. No podía tener tanta suerte de que estuvieras aquí conmigo, en mi cama, y no kilómetros lejos como siempre.

Ya había tenido este tipo de sueños, siempre después de hablar contigo por Skype. Y todos siempre me dejaban sintiéndome más solo de lo que en realidad estaba. Y aunque nuestra relación a larga distancia era bastante real, solo hacía que me sintiera solo.

Pero había algo diferente, algo que me decía que esta vez era real. Que en verdad estabas aquí para llenar ese vacío y terminar con mi soledad. Hacer mi sueño realidad.

Entonces sentí que te movías un poco en mis brazos, hundiendo tu cara en mi pecho para esconderte del sol. Mire tu cara mientras abrías tus hermosos ojos cafés. Sacaste una mano del cobertor sobre nosotros para tallarlos mientras despertabas por completo, dejando salir un pequeño bostezo. No pude evitar sonreír.

Me miraste y me devolviste la sonrisa.

-Buenos días, Phil.

-Buenos días, Dan.

Te soñé. Aun después de cuatro años juntos, todas las mañanas, cuando despierto y te veo junto a mí, una pequeña parte de mi sigue creyendo que estoy soñando.