Hola chicos! Traje un one-shot y espero que les guste, me inspiré primeramente porque de este cuento fue un trabajo para mi materia de Lengua, y debíamos hacer un texto (cuento, crítica, etc) sobre el libro de "El principito" y yo simplemente cambié los nombres y adapté este fic c:
Espero les guste y luego díganme si quieren que tenga continuación c:
Astrid era una niña llena de sueños. Sueños que tenía cada noche, y nunca terminaba de contarlos a su madre. Ésta, ya no se sorprendía al oír las historias raras que –a su punto de vista -, parecían ser contadas como si las hubiera leído al día anterior. Y vaya que sí.
Astrid jamás se quejó por el dolor de garganta, dado que su voz nunca se oyó ronca o difónica. Su rostro, redondo y acompañado de hermosas mejillas, siempre tenía una sonrisa esbozándose allí, mechones dorados adornaban y cubrían en sí, su cabeza y llegaban hasta casi la cintura. Los amaba. Jugaba con su muñeca Fiv todo el día, cantando como una niña igual que las demás, pero algo diferente había en ella.
La razón por la que se acordaba de todos sus sueños, era por su pasión al vivir tantas aventuras mientras dormía; disfrutando su pequeño mundo propio. Si amaba sus cabellos, y a su muñeca, más que todas las demás cosas que la rodeaban, era soñar.
Esa mañana, Astrid se despertó contentísima; es más, su madre se aseguraba a sí misma que hacía mucho no la veía tan radiante.
-¡Mami, mami! ¡A que no adivinas con qué soñé anoche!
-¿Qué soñaste mi amor? –Le pregunta su madre, manifestando emoción y mirándola de frente algo agachada para prestarle atención–
-¡Soñé con un niño mamá! Se llama Hiccup, ¡se parece mucho a mí! Porque es castaño, y… y jugamos toda la noche, nunca había tenido un amigo como él.
-Ese nombre me suena… -susurra la señora con cara pensativa para sí -
-¿Sabes qué? Creo que es momento de obsequiarte algo.
Al instante levantó la cabeza, mirando contenta a su madre.
-¿Qué es mamá? –Preguntó emocionada –
La madre se dirigió a uno de los estantes de la sala de estar.
-Es algo que me obsequió mi madre cuando tenía más o menos tu edad, puede que no sepas leer muy bien aún, pero quiero que este sea tu primer libro. Toma.
Nina lo observó detalladamente antes de abrirlo. Se titulaba "How To Train Your Dragon", una historia donde un chico llamado Hiccup tenía muchas aventuras junto a su dragón llamado Toothless.
-¡Este Hiccup se parece mucho al mío! –Exclamó al mismo tiempo que no dejaba de abrazar al libro - ¡Gracias mami!
Y así fue como Astrid se sentó junto a Fiv en el sofá, y comenzó a leer. Lo hacía lento, pero no se detenía en ningún momento. Y al final del día, ya cuando era hora de dormir, todavía tenía en su mano el preciado libro que tanto le llamaba la atención.
Su madre la cobijó, pero ella se durmió esperando volver a soñar con Hiccup y su dragón. Sabía que cada una de las aventuras que había leído, las podría vivir un día, no en la vida real, pero al menos con soñarlas basta para ella.
