Disclaimer: Digimon es propiedad de Bandai y Toei Animation, no hago esto con fines lucrativos. Para la actividad de fin de año/navidad/año nuevo del topic Taiora.

Aclaración: La actividad consistía en escribir dos viñetas o one-shot (mínimo 500 y máximo 1000 palabras), cada uno acerca de un concepto que nos sortearon sin mencionar el concepto o palabra en cuestión. Algo así como el juego Taboo.

Número de palabras: 1102 (me pasé un poquito, solo un poquito).


De Ishidas, Takenouchis y Yagamis

—Tengo un problema.

Después de diez minutos paseándose de un lado para el otro en el salón de los Ishida, Taichi al fin se había decidido a hablar.

Sentado en el sofá con un bajo entre las manos, como era usual en él, Yamato suspiró; con melancolía añadirían algunos, porque los músicos suelen ser melancólicos, o eso dicen.

—Ya… —replicó el rubio; a esa altura no era como si no se lo hubiera imaginado. Taichi tenía la manía de hacer la misma rutina siempre que tenía un problema—. Déjame adivinar. No sabes qué regalarle a Sora por Navidad.

El castaño alzó las cejas, sin ocultar su sorpresa ante el acierto de su mejor amigo. Ni siquiera lo había tenido que pensar.

—¿Cómo supiste?

—Porque es el mismo problema de todos los años y el año pasado recurriste a Hikari, así que lo más lógico era que ahora fuera mi turno. —Así era Ishida, escalofriantemente lógico, al menos para quienes vivían la vida desde una perspectiva más emocional como Taichi.

—Bueno, eso es… —suspiró el castaño dejándose caer junto a Yamato en el sofá.

—No entiendo cómo pueden llevar cuatro años de novios y toda una vida de amistad sin que aún sepas qué regalarle.

—Lo dices como si fuera fácil —bufó.

—Lo es. —Se encogió de hombros despreocupadamente. Por lo general Taichi pensaría que solo fanfarroneaba, pero por la expresión seria de su rostro pudo saber que no era el caso.

—¿Ah, sí? Pues ilumíname. ¿Cómo haces para elegir el regalo de Hikari?

—En primer lugar, solo llevamos dos años así que no he tenido que pensar en tantos regalos. Y en segundo…ella me lo dice.

—Si se lo preguntas no cuenta.

—¿Quién ha dicho que se lo pregunte?

—¿Hablas de que te lo suelta así sin más? —preguntó sorprendido.

—No exactamente…pero Hikari puede ser muy transparente si la observas bien. Eso es lo que hago, observarla. Así veo qué cosas mira más en el centro comercial o qué cosas le hacen especial ilusión. —Uno de los talentos del rubio era soltar esa clase de frases que en cualquier otro sonarían cursis y hacer que sonaran casuales.

—Vale, pues eso es porque estás con una Yagami…

—No te sigo.

—Hablo de que nuestras relaciones son opuestas. Tú estás con una Yagami y yo con una Takenouchi. Mientras a ti te toca escoger para una chica transparente, a mí me toca calentarme las neuronas pensando qué le puedo gustar a una chica tan críptica como Sora…

—Ya, supongo que tienes razón…

—¿Ahora entiendes cuál es mi problema? —preguntó melodramáticamente, tal vez hastiado de que todo el mundo lo minimizara.

—Tampoco es para tanto. ¿Sabes cuál creo que es tu verdadero problema?

—¿Cuál?

—La Navidad…

—¿Qué? Yo adoro la Navidad…

—Y el día blanco, su aniversario, el cumpleaños de Sora y toda otra fecha que signifique hacer un regalo.

—Sigo sin entender de qué mierda hablas.

—No es el regalo lo que te preocupa, es la fecha. ¿Te acuerdas de esa vez en que fuiste a ver a Sora y por el camino recogiste una flor para ella?

—Sí, se puso a llorar, pero al principio creí que era porque se le habían caído tres pétalos sin que me diera cuenta. Y además fue hace tiempo, todavía estábamos en secundaria…

—Es lo de menos. Lo que trato de decir, genio, es que te sientes demasiado presionado cuando sabes que tienes que regalarle algo, en cambio, cuando simplemente te nace tus regalos no son tan malos —concluyó con malicia.

Taichi se quedó tan sorprendido con sus palabras que tardó varios segundos en poder reaccionar.

—Creo que te entiendo, pero sigo sin saber cómo hacer para elegir su regalo.

Yamato finalmente dejó el bajo a un costado y se estiró en el sofá para poder extraer un papel doblado del bolsillo de su pantalón y extenderlo hacia su mejor amigo.

—¿Y eso qué es?

—Un papel. ¿Qué más va a ser?

—¿Tienes que ser siempre tan…?

—Tómalo, ¿quieres?

Todavía un poco enfurruñado, Taichi lo retiró bruscamente de la mano de Yamato y lo extendió ante sus ojos. Había un mensaje escrito en él con una letra que pudo reconocer al instante.

Los mejores regalos son aquellos que hacemos sin darnos cuenta.

—¿Qué mierda? Esto lo escribió Hikari.

El rubio se encogió de hombros.

—Sabía que vendrías a mí tarde o temprano, así que le pedí que te escribiera un consejo en caso de que los míos no funcionaran. —Práctico, Yamato era tan práctico como lógico.

—¿Y qué se supone que haga con esta adivinanza?

—Tomarla y salir de mi casa a buscar el regalo de Sora.

—Pero…

—Adiós, Taichi.

Y mal amigo. Lógico, práctico y un mal amigo, así era Yamato Ishida.


Lo tenía. El regalo perfecto, o eso quería creer. Necesitaba creerlo. A decir verdad, no era nada de otro mundo. Nada que un novio no le hubiera regalado nunca a una novia. Podía incluso considerarse cliché y poco original, pero por primera vez Taichi no dejó que aquello le importara; o al menos que le quitara el sueño.

Como siempre, Sora había escogido el regalo ideal para él (normal considerando que era un Yamato o Yamato era una Sora, es decir, el mismo tipo de persona, y él un Yagami transparente y predecible), por lo que cuando fue su turno estaba más nervioso de lo que podía expresar.

La pelirroja lo miró con curiosidad al recibir el sobre que le ofrecía. Solo esperaba que este año no hubiera dado la misión por perdida y en lugar de buscar un regalo hubiera optado por darle el dinero como hacían algunas tías, aquello sí que no se lo perdonaría. Honestamente le divertía un poco imaginar con qué llegaría Taichi cada vez.

Con delicadeza rompió el sello y extrajo un boleto de tren para Kyoto. Frunció el ceño, sin comprender hasta que vio la fecha. ¿Podía ser lo que creía?

—En realidad es para mí, para ir a verte a tu primer desfile… digo, no a ti, a las modelos con tus trajes, tú entiendes…

Una ligera risa escapó de labios de Sora.

—Lo hago, pero es el mismo día del campeonato de tu universidad…

—Exactamente. Está claro cuál de las dos cosas es más importante, ¿no crees?

—Pero dijiste…

—Sé lo que dije. Ahora cambié de opinión. Quiero regalarte mi tiempo tal como tú me regalas el tuyo.

—Taichi…

Sora no tuvo palabras suficientes para expresarse, por lo cual se precipitó hacia él y depositó en sus labios un beso cargado de sentimientos y emoción. Por primera vez, Taichi había dado en el clavo.


Notas finales:

Ok, me pasé un poco con las palabras y no sé si lo hice bien, pero espero que no esté del todo mal. El Yamakari fue totalmente involuntario, en serio, aunque ya sé que no me creerán.

Quiero desear una feliz Navidad al topic Taiora y a todo el que llegue hasta aquí abajo.

¡Gracias por leer!