Mi mayor anhelo
A veces sin darnos cuenta… las cosas que más odiamos se vuelven completamente necesarias para seguir viviendo.
----- Por Selene de Tracia -----
Introducción - Los sueños como una realidad alterna.
Cuando cruzaron las miradas entraron en un mundo completamente distinto un mundo en el que podían ser solo él y ella, chico y chica. En un instante se convirtieron en dos simples desconocidos tras seis años de convivencia.
Quedaron atrapados por el momento, perdidos en los ojos del otro individuo sin poder evitar entrecortar sus respiraciones. Eran, irónicamente, dos personas desesperadas intentando que sus corazones regularan su ritmo, tratando de convencerse de que quien tenían delante era los mismos de siempre.
Lo intentaban, pero no podían. Él en ese momento se había convertido en su salvador, y ella irónicamente en su complemento perfecto, y es que se había dado cuenta de que sin su presencia jamás podría volver a ser el mismo.
Algo le había obligado a salvarla, principalmente el hecho de que por su culpa ella se había encontrado en tan peligrosa situación.
Permanecieron quietos en la torre de astronomía. La luna altanera en el oscuro cielo le daba un brillo especial al ambiente, lo que no ayudaba a la situación que se había creado entre los dos muchachos. El problema estaba erradicado en que no eran dos personas normales, sino que eran un mago y una bruja, sangre limpia y sangre sucia, Draco Malfoy y Hermione Granger, enemigos declarados desde su primer encuentro. Ella por ser sangre sucia y amiga de Harry Potter y él por ser un racista sangre limpia sin corazón ni nada que se le pudiera parecer.
Lo que ninguno de los dos sabían es que ambos tenían una cosa en común, compartían algo secretamente: aún no conocían el amor. A él lo habían comprometido desde pequeño con otra sangre limpia a la que ni siquiera conocía, por lo que tenía prohibido enamorarse y menos de alguien "inferior" a su persona, tan solo para mantener contentos a sus padres que esperaban una futura generación según sus "expectativas". Ella nunca se había preocupado de mirar a los chicos como algo más que simples seres humanos o amigos, ya que lo único a lo que dedicaba tiempo era a los estudios para no verse como una perdedora antes sus padres que esperaban de ella grandes resultados.
Por una razón u otra, nunca habían compartido un beso con otra persona, nunca se habían sentido atraídos por alguien del sexo opuesto, nunca se habían sentido queridos de esa forma tan especial… Hasta ese mismo instante.
Poco a poco se fueron acercando, él rodeo la pequeña cintura de la chica con sus brazos, ella enredó sus dedos en el pelo de él. Sus labios fueron acercándose hasta que… de repente despertaron a la vez en cuartos totalmente diferentes y opuestos.
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