Renuncia: todo de Sui Ishida.
Prompt: 009. No se me escapó ningún detalle [Tabla "Corazón Delator"; minutitos]
N/A: juro llenar el mundo con AyaTouka. O fallar en el intento. God, no sé si esto es T o M, digamos que es un T+ (?) de lo que sí estoy segura es que es puro nonsense y OOC y que me avergüenzo por escribirlo.
Está bien si me tiras por el vertedero. Te doy permiso. Así que hazlo.
(Sin contemplaciones).
Lánzame hasta el fondo y que choquen mis órganos en una danza macabra, con tal de que el ruido logre que consigas dormir en paz, igual que una nana. Empújame al asfalto húmedo en medio de una tormenta y rueda conmigo para que tus lágrimas se confundan con el agua que cae y sigas siendo fuerte —y yo sea capaz de lloverme contigo, sin culpas—. Muérdeme y aráñame en la espalda, en las muñecas, en el talón; hazme pedazos si así evitas dañar a otros y aplacas tu hambre de violencia. Báñate en el carbón de mis cabellos, huélelos, jálalos, pálpalos; para descansar sosegado de todo con tu respiración aplacada provocándome cosquillas en la nuca. Y que tus manos ásperas y sucias estén entorno a mi cuello a la par que mis piernas alrededor de tus caderas. Acertando una patada, fallando un embiste.
(Aprieta, aprieta, sólo aprieta).
Mírame con odio, con rencor, con necesidad, con disculpas, con súplica. Para que al observarnos como los espejos que somos en mis ojos se refleje todo eso y en los tuyos haya cariño y no zozobra. Aquí te resguardo en las alas de las cuales carezco y me fueron arrancadas en antaño, esas que me construí con fuego y plomo. Insúltame porque nos abandonamos mutuamente y sin embargo estamos juntos. Grúñeme y yo te gruñiré de vuelta y nos convertiremos en bestias caníbales y primitivas que actúan acorde a la pasión, no la racionalidad, sino es que ya lo somos. Búrlate de mi humanidad, esa que abrazas cada noche, tan protector y reacio; la humanidad que no me pertenece pues si existe es debido a ti, para ti. Bébeme como un elixir de la inmortalidad, con mi sangre cubriendo tus labios furiosos y confundidos, mi cuerpo entero será tu copa. Ayúdame a respirar, es que estoy defectuosa y carezco de un pulmón y sólo a tu lado el oxígeno es menos tóxico. Colócame con delicadeza en las vías, aguardando por el tren. Rózame con tu plumaje de alquitrán tan pesado que te impide volar. Castígame con silencios no pronunciados, guardándote cual cofre del que no poseo ninguna llave. Cómeme dócilmente.
(Y acaríciame con tus dientes y atácame con tu lengua en esos rincones inhóspitos en que la carne es tierna y blanda. Allá donde las escuadras no tienen nada que envidiarle a mis posturas y gorjeamos al unísono entre revoloteos heridos).
Dime que me aborreces entre besos. Confiesa que me quieres entre mordidas. Yo te devolveré cada caricia y golpe en esta lucha sin armas que padecemos. No te contengas si nosotros —los hermanos, los condenados— nos amamos más y mejor a través de la oscuridad. Toda luz se ha fundido aquí y el negro se camufla con el negro. Entonces no te sientas mal. Abrázame. Doblégame. Estímame. Lastímame.
Y no preguntes por qué nunca. Si es un precio justo darte la mitad de mi corazón agónico, a cambio de ciento tres huesos tuyos rotos.
(Sólo sálvame permitiéndome que te salve).
