Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, Sakura Card Captor, Clear Card es propiedad de las CLAMP.

Advertencias: Posible OOC.

Notas de autora: Algo sencillo pero espero te guste ¡feliz cumpleaños, Key!


Entre flores de cerezo.

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—Sakura-chan, si no te vas pronto…

—¡Wah! ¡Ya me voy!

Te apresuras a salir, corres fuera de tu casa encaminandote al colegio, y al hacerlo, la lluvia rosa de cerezos llama tu atención. Es hermosa, como uno a uno la inmensidad de pétalos hace su descenso desde la majestuosidad de los árboles sobre tu cabeza.

Las flores de cerezo son hermosas —piensas—, aunque solo eran botones en la ceremonia de nuevo ingreso.

—Quiero ir a ver las flores con todos —un picnic quizá—. Le debería preguntar a Tomoyo y…

Sabes que nombre estaba en la punta de tu lengua, pero lo callas.

Bajas tu mirada y detienes tu andar, lo sabes, lo quieres allí también.

También las quería ver con Shaoran… Las flores de este año.

Porque realmente quieres compartir ese momento con él.

Y como si el viento te escuchara, sopla fuerte y entre el sol que se cuela entre las grandes copas de los cerezos, lo deja en descubierto.

A la distancia, aunque no tanta, puedes ver la silueta de un chico y con él lleva un oso de felpa, uno que tú bien conoces. Porque tú lo hiciste.

—¿Shaoran? —cuestionas, y las lágrimas se acumulan en tus ojos. Es él, lo sabes.

—Finalmente he terminado el papeleo en Hong Kong —dice, y casi piensas que es un sueño—. De ahora en adelante, puedo vivir aquí en Tomoeda para siempre.

—¿De verdad?

Es tan bueno que casi no lo puedes creer, aun si él lo dice.

—Sí —asegura.

—Entonces —inicias—, ¿ya no tengo que conformarme con cartas y llamadas telefónicas?

—Ya no.

Nada más importa, él está ahí. Sueltas tu portafolios y corres hacia él, lanzándote a sus brazos y casi logrando que pierda el equilibrio. Pero no importa, solo quieres abrazarlo y disfrutar de su compañía, disfrutar que es real.

—¡Entonces desde ahora, vamos a estar juntos para siempre!

Estás feliz, casi que no te contienes. Lo extrañaste tanto y ahora lo tienes frente a ti.

—Hay tantas cosas que quiero contarte. Tantas cosas que pensé que te diría cuando nos viéramos.

—También hay cosas que quiero saber de ti —te dice—. Y hay cosas que quiero contarte.

—Cuéntame, ¿si? ¡Cuéntame todo!

—Sí…

Y te abraza con fuerza, y piensas que ese momento podría durar para siempre… de no ser por la intrusa que los está grabando.

—¡Oye!

—No me presten atención —se excusa, y en realidad no quieres más que reír.

Tu día, no podría haber empezado mejor.

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—423—

—Gracias por leer—

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