Ya doblan las campanas
y el Sol casi en lo alto
anuncia al oro asfalto
que todo listo y ganas
de dioses boda hay.
¡Jolgorio! ¡Fiesta! ¡Vida!
La gente llena calles
de cantos, gritos, bailes
que Odín gusta y convida
sentado en lo alto.
Belleza es suya prenda.
Belleza, percha hermosa,
hermoso dios. No osa,
no puede. Solo ofrenda
de muerte quiere.
Odiada
la boda
querida.
Al pueblo explicaron
razón: soledad de ambos.
Razón: pasión de hermanos
que alcobas no ocultaron
por siempre amor.
Tan cerca como lejos
de ansiado casamiento
hallarse es escarmiento
con otros desparejos
no amados pares.
"¡Vergüenza es!", Odín clama.
La tumba en donde Frigga,
revuelta y enemiga,
"¡Por pena!", Thor reclama,
no está en paz.
Odiada
la boda
querida.
Atrás truenos tronaron,
ceguera que cegaba
y contra Odín juraba
promesa que juraron
por siempre amor.
El Mjölnir y el cetro, harto
silencio, su último juicio
enfrentan, en sacrificio
su amor, a Odín en lo alto.
Ya es mediodía.
¡Forseti!
Por Thor
su amor
por Loki.
¡Justicia!
La boda querida
por ambos
odiada.
