In your Dreams

Prologo

"porque la lujuria y los deseos oscuros y sanguinarios de los demonios pueden llegar a ser tan fuertes que cuando fijan su mirada en ti te seguirán hasta en tus sueños…para terminar cayendo en un macabro juego de romance y perversión"

Era una noche de sábado como cualquier otra en aquella gran y caótica ciudad, en donde se podía observar a cientos de personas pasear por las calles y aceras del centro de la ciudad, disfrutando de la compañía de alguien y el ameno clima primaveral bajo el cielo nocturno sin ningún tipo de preocupación…y sin saber que esa noche los demonios se escondían entre las sombras, merodeando y buscando a sus próximas victimas de su sádicas y perversas intenciones.

En un edificio ubicado en la parte alejada del centro de la ciudad, de aspecto antiguo y algo descuidado, se encontraba dentro de este un hombre de tez trigueña, cabello castaña y ojos negros, sentado sobre un viejo sofá gris y con su mirada fija en la mujer que tenía sentada sobre sus piernas, de larga cabellera negra, piel pálida y penetrantes ojos verdes, que brillaban intensamente con deseo y erotismo, mientras besaba apasionadamente al joven y sus manos recorrían su torso desnudo, delineándolo con las yemas de sus dedos y marcándolo con besos y mordidas sobre la piel tostada de este que se degustaba de las caricias de la morena, emitiendo algunos roncos gemidos de excitación y placer, entretanto sus manos acariciaban la figura de esta con vehemencia y ferocidad, tocando cada milímetro de piel que tenía a su disposición, desde sus firmes pechos, pasando por su vientre hasta llegar a sus muslos y nalgas para apretujarlos con cierta brutalidad entre sus manos, provocando en la mujer grandes suspiros de goce y disfrute, al momento en que el hombre comenzaba a lamer sus senos y mordisquear bruscamente, haciendo que la peli negra jalara levemente de su cabello mientras le decía:

-T-Te gusta jugar rudo m-mi querido Johan…y eso es algo que me encanta – decía esta en tono sensual y provocativo, en el instante de besar salvajemente al joven e introducir su lengua en la boca del castaño, pegando más sus cuerpos y frotando sus caderas sobre el miembro erecto del hombre, provocando que sus ansias por hacer suya aquella mujer fueran incontenibles – y al parecer a ti t-también, puedo ver la lujuria en tu mirada…y es por eso que quiero que me hagas tuya, quiero sentir tus deseos por mí y que me hagas gemir de placer – le dijo al oído a modo de susurro, acariciando con suavidad el contorno de su rosto y miraba con erotismo y fogosidad al joven, que la tomo fuertemente de las caderas, acercándola más a su cuerpo para decirle.

-E-Eres una mujer atrevida mi querida Marceline…me vuelves loco y créeme voy a hacerte disfrutar como nunca antes lo hiciste – dijo con seguridad y confianza, al momento en que sus manos ágilmente comenzaban a deshacerse de las bragas e encaje negro que poseía la morena, mientras esta imitaba su acción y bajaba la ropa interior del castaño, para luego posicionarse sobre su sexo y dejarse penetrar lentamente.

En la mismo lugar y habitación se podía observar a un hombre de piel pálida, cabello negro y ojos verdes, acariciar con frenesí y ferocidad el cuerpo de una joven mujer de cabellera rojiza y piel blanca, sobre una cama de sabanas claras mientras la luz de la luna iluminaba tenuemente la figura de la chica y la oscuridad cubría al peli negro, que de deleitaba con los gemidos de placer y goce de la peli roja, callándolos con algún beso apasionado y sintiendo como esta tocaba su torso desnudo con sus manos temblorosas y pronunciaba su nombre con deseo y lujuria:

-M-Marshall, por favor hazme tuya…necesito sentirte dentro de mí – le decía la joven de forma suplicante y desesperada, en el momento que el hombre dejaba de masajear sus pechos para besar con fiereza sus labios, lastimando su labio inferior en el proceso y dejando que un hilo de sangre se deslizara por su boca, manchando su piel con el líquido carmesí que escurría de la herida.

-Me gusta escucharte suplicar Sarah…pareces una puta desesperada porque la cojan y eso me excita mucho...tendrás lo que quieres, mi querida zorra – le dijo el moreno, estando a escasos centímetros de su rostro para luego lamer lentamente la sangre que se deslizaba por los labios de la chica y comenzar a deshacerse de la última prenda que poseía la mujer, tocando sus puntos de placer con las yemas de sus dedos en más de una ocasión y provocando gemidos llenos de placer y deseo por parte de esta mientras el peli negro sonreía complacido – parece que te gustan mucho mis "caricias"…incluso puedo sentir los sucios y lujuriosos deseos que tienes, peor no te preocupes yo me encargare de cumplir tus deseo – pronuncio esa palabras con sensualidad e ironía, en el momento en que se quitaba sus bóxers oscuros y posicionaba su miembro en la entrada de la peli roja.

Rozo la punta de su virilidad sobre el sexo de la mujer, produciendo que esta suspirar ansiosa porque el moreno la hiciera suya y este dejara escapar una risa divertida y vanidosa para luego adentrarse en el húmedo interior de la joven de una sola estocada, quedándose quieto por unos segundos dentro la peli roja y luego comenzar con movimientos de caderas lentos y pausados pero llenos de pasión y lujuria, mientras esta se aferraba a las sabanas del lecho y emitía leves gemidos de éxtasis con cada movimiento del hombre.

En ese momento en que el peli negro comenzaba con las envestidas, que con el tiempo se volvieron rápidas y salvajes, la morena dejaba escapar gemidos de placer y goce al sentir como el sexo de su "amante" se adentraba más en ella con cada estocada y grandes y placenteras sensaciones invadían su cuerpo, mientras esta enterraba sus uñas en los hombros del castaño para luego posar sus manos sobre el pecho descubierto de este, cubierto por una ligera capa de sudor, y rasguñar su piel con cierta brusquedad y fiereza, entretanto el hombre la tomaba firmemente de las caderas y una de sus manos recorría su espalda y sintiendo la piel fría de esta ante su tacto fogoso y apasionado.

Ambas parejas continuaron con sus danzas eróticas y lujuriosas mientras poco a poco los gemidos inundaban aquella habitación sombría y un cálido y ardiente ambiente se formaba a su alrededor; la morena disfrutaba de las feroces y fervorosas envestidas del joven, mientras sentía como su corazón latía desbocadamente, su respiración se agitaba y su miembro comenzaba a palpitar con fuerza dentro del interior de la mujer, dándole a entender que el momento culmine de aquel íntimo y apasionado acto estaba por llegar a su fin, y en el instante en una sonrisa siniestra y triunfante se formaba en sus labios al saber que pronto conseguiría lo que venía a buscar. Por su parte el peli negro se deleitaba con los suspiros lujuriosos y desesperados de la joven peli roja, productos de sus embestidas salvajes y brutales, adentrándose cada vez más en el interior de la mujer, que en esos momentos se aferraba a la espalda del moreno, y sentía su gélida piel sobre su sudoroso y ardiente cuerpo.

Con el pasar del tiempo y los movimientos de caderas fogosas y desenfrenadas el momento del clímax se hizo presente en ambas parejas, en el momento en que, primeramente, el joven castaño emitía un ronco y sonoro gemido para luego impregnar su esencia dentro la mujer, que suspiraba extasiada y arañaba su torso con bestialidad, provocándole algunas heridas que comenzaron a sangrar lentamente en el instante en que los ojos "verdes" de la morena irradiaban malicia y perversidad, para luego cambiar de color a un rojo intenso e intimidante y su apariencia empezaba a cambiar sutilmente, con un par de colmillos sobresalían de su boca, sus uñas que comenzaban a transformarse en afiladas garras y sus orejas volverse un poco más puntiagudas; el de orbes negros quedo pasmado y aterrorizado por la apariencia que había tomado esa mujer, al momento que sentía un escalofrió recorrer su espalda y balbuceaba temeroso:

-¿Q-Que es lo que eres? – articulo esas palabras con nerviosismo y temor, entretanto la morena sonreía divertida y complacida para luego acercarse al rostro del hombre y decirle.

-Soy tu peor pesadilla y tu perdición, soy la representación de tus deseos bajos y lujuriosos…soy un demonio - decía la mujer con tranquilidad y perversidad, al momento en que bajaba al pecho del joven y lamia con lentitud y deleite la sangre que emanaba de sus heridas, mezclada con los restos de sudor que quedaban en la piel de este mientras dejaba ver su viperina lengua lamer placer aquel liquido carmesí y sentir las manos temblorosas sobre su gélida piel, sonriendo con gracia ante el miedo del joven, para luego decirle – y tú eres un pobre humano que pagara el precio por haberse acostado con un demonio – termino de hablar para que después de acercar al rostro del hombre y besar sus labios con vehemencia y ferocidad, en el instante en que este quiso alejarse de ella pero comenzó a sentirse débil y mareado, mientras el brillo de sus ojos comenzaba a apagarse y piel tomaba una tonalidad pálida y enfermiza.

Por su parte el peli negro llego al clímax en el instante en que sentía como las paredes interna de la chica se contraían con fuerza y brutalidad, provocando grandes oleadas de placer en el hombre, mientras esta respiraba agitadamente y su corazón latía con rapidez y premura, para que luego de unos segundos ambos seres emitieran un ruidoso gemido de goce y lujuria, en el momento en que el moreno se vaciaba dentro de la peli roja que sintió un gran ardor invadir su interior hasta su vientre. Luego de ello el hombre se quedó quieto por unos segundos y con su mirada clavada en la mujer, sin emitir sonido alguno, para luego decirle a esta:

-Eres una mujer muy lujuriosa y libidinosa…disfrutas de tus bajos instintos y que los hombres te cojan cuando quieran y como quieran – le decía con calma y frialdad, mientras una de sus manos acariciaba sutilmente la piel del pecho y parte de la garganta de la joven y con la otra la tomaba con fuerza de la muñeca izquierda – sabes eso es algo que me encanta en las mujeres…pero es una lástima que todo tenga que acabar tan rápido – dijo con crueldad e indiferencia, al momento en que comenzaba a tomar la misma apariencia que aquella morena que estaba en la misma habitación y luego la miraba con perversidad y diversión, produciendo pánico y miedo en la mujer que intento gritar y sacarse de encima al hombre pero este puso uno de sus dedos sobre sus labios y dijo – pero eres igual que todas las humanas con las que me he acostado, sucias y corruptas…y eso no es suficiente para complacer a un demonio – pronuncio esas palabras con seriedad y malicia, para que luego sacar sus dedos de la boca de la chica y ubicara sus garras sobre el pecho de esta y después de unos segundos lo atravesar con gran fuerza y brutalidad, produciendo un grito ahogado por parte de la peli roja, quedando inerte sobre la cama y comenzar a teñir las sabanas con la sangre de esta.

Luego de unos segundos el moreno saco su mano ensangrentada de gran y profundo orificio que le haba hecho a la joven, para que luego se degustara con un poco de la sangre de esta mientras sonreía de forma siniestra y divertida…mientras una sangrienta y perversa escena se formaba en la oscuridad de la noche y en las sobras de aquel edificio.

Minutos después tanto la morena como el peli negro se vistieron para luego salir con tranquilidad del lugar, dejando atrás a sus recientes víctimas, y la mujer le decía:

-No estuvo mal la sangre de ese mortal pecador y estúpido…a pesar de ser corrupta aun sabe bien, al igual que su alma – hablaba esta con sorna y frialdad, mientras limpiaba los restos de sangre que habían quedado en sus labios con su viperina lengua y acomodaba un poco su vestido rojo oscuro, entallado en la zona de los pechos y resaltando más su figura.

-Para ti la sangre de cualquier mortal está bien Marceline…y más después de cogértelo, pero debo admitir que en esta ocasión fue más divertido – le decía el hombre con burla y tranquilidad, acomodando y terminando de abrochar algunos botones de su camisa negra y chaleco rojo oscuro.

-Para ti también Marshall, aunque creí que esta vez dejaría viva a una de tus zorras arrastradas para que engendrara a uno de tus vástagos – respondió la peli negra con gracia e ironía, al momento en que salían del edificio y continuaban caminando por las calles, algo silenciosas, de aquella ciudad.

-Parece que después de mil años aun no me conoces "hermana", sabes que el día que quiera que alguna humana engendre un hijo mío no tiene que ser cualquier mujer, sino alguien diferente y especia – objeto este con cierto fastidio y sarcasmo, mientras continuaban caminado por las solitarias y oscuras aceras de la ciudad sin rumbo fijo.

-Entonces estas pidiendo algo imposible porque en este mundo no hay más que humanos sucios y llenos de deseos lujuriosos y banales…sus almas están podridas de eso y creo que es imposible encontrar una alma pura en este mundo tan corrupto – hablaba la morena, seria y tranquila, mientras se adentraban por un largo callejón y se escuchaba sus pasos resonar contra el asfalto del suelo.

-Bueno se vale soñar…quien sabe tal vez nos encontremos con alguna alma pura y limpia entre tantos mortales inservibles, y si es así quizás no mate a mi próxima "victima" – dijo con sorna y diversión, y una sonrisa divertida y macabra en su rostro.

Continuaron caminando por unos minutos más, entretanto una ligera brisa primaveral pasaba por la zona y revolvía levemente los cabellos oscuros de aquellos dos seres, al momento en que paraban en seco y sus ojos rojos se fijaban específicamente en dos personas que salían de un vistoso edificio y se dirigían hacia un automóvil de alta gama color azul oscuro que estaba estacionado a pocos metros de lo que parecía ser su vivienda; sus miradas se quedaron clavadas en las figuras de un hombre y una mujer de cabellera dorada y ojos azules, que vestían de forma elegante y atractiva, que eran acompañados por una mujer y un hombre de cabellera rojiza y ojos claros.

Los de cabello negro se quedaron viendo a los jóvenes de orbes azulados por varios minutos, a tal punto que estos últimos sintieron que alguien los observaba detenidamente, provocándoles cierto temor y haciendo que giraran sus miradas hacia el callejón oscuros donde parecían provenir aquellas misteriosas presencias, pero solo encontrándose con la negrura de la noche y uno de los dos decía:

-Fionna sentiste eso, esa sensación como si alguien nos estuviera observando – decía con cierta curiosidad e intriga, mirando en la dirección donde creía estar esa presencia.

-Si Finn la sentí…es algo extraño, fue una sensación demasiado intensa y oscura – dijo la chica algo asustada e intrigada, quedando con la mirada fija en ese lugar por unos minutos hasta que la peli roja dijera.

-Chicos ¿están bien?, acaso vieron algo raro – pregunto la joven curiosa y extrañada.

-Si ¿se encuentran bien? – decía esta vez el hombre de cabello cobrizo.

-H-He si estamos bien, no se preocupen…será mejor que nos vallamos, la fiesta no puede comenzar sin nosotros – dijo un poco más calmado el rubio, para luego acercarse al auto y disponerse a subir en el – vamos Fionna, seguro fue nuestra imaginación.

-Si Finn tienes razón, quizás solo fue una tontería – hablo la mujer, en el momento en que se disponía a entrar al vehículo junto con los demás pero en ese momento los dos jóvenes de cabellera dorada sentían un escalofrió recorrer su espalda junto a una terrible sensación y unas miradas rojizas posarse sobre ellos por unos segundos, causándoles miedo y nerviosismo.

-¿Oigan están seguros que se encuentra bien? – cuestiono algo preocupado el joven de ojos claros.

-S-Si, estamos bien Ethan no te preocupes – dijo la rubia con cierta intranquilidad y firmeza, mientras miraba al rubio con seriedad y nerviosismo, para que luego ambos entraran al automóvil y se encaminaran hacia su nuevo destino.

Cuando el vehículo se alejó del lugar los dos seres de mirada rojiza salieron de la oscuridad del callejón, observando la dirección en la que se había ido el automóvil y uno de ellos decía:

-Bueno quizás tu deseo se haya hecho realidad Marshall…tal vez encontramos esas almas puras que tanto buscábamos – dijo la morena con felicidad y anhelo.

-Sí parece que si…esto será divertido e interesante – respondía este con ansiedad y deseo, mientras sus ojos, al igual que los de la mujer, brillaban intensamente, irradiando lujuria y perversidad, en el momento en que se encaminaban en la misma dirección en que se había ido el vehículo, perdiéndose en la oscuridad de la noche, dejando detrás de sí un rastro de sangre…mientras estos dos demonios perseguían a sus siguientes víctimas, que desearan nunca haberse cruzado con esos seres misteriosos y perversos.