HARVEST MOON

Cap.- 1

"LOS RECUERDOS PUEDEN SER MUY DOLOROSOS"

Todo fue muy curioso como inicio. El chico acababa de llegar, cuando un sujeto muy extraño vestido de rojo se le acercó gritandole.

-Hey!... el dueño de esta granja esta muerto!... tu no puedes estar aquí como si nada!

-Hey! Espere!- dijo el chico visiblemente asustado- yo conocía al dueño… entonces… entonces… mi abuelo… murió?

-Qué?... oh, espera… no sabías que tu abuelo había muerto?- preguntó el sujeto de rojo, visiblemente abochornado- eres el nieto de Dorian?

El chico asintió, sintiendo que algo muy dentro de el se desmoronaba.

-Ya veo- continuó el sujeto de rojo

-Qué sucedió?- preguntó el recién llegado

-Pues verás- dijo el hombre visiblemente nervioso pasándose un pañuelo por la cabeza- fue hace seis meses… estaba arreglando la granja y…- movió la cabeza mientras el chico frente a el, solo veía el suelo, incrédulo- lo lamento

-Entiendo- murmuró el chico apesadumbrado

-Recuerdo que yo lo había ayudado- continuó el relato el hombre- y también recuerdo que me dijo "Como desearía algún día, dejarle mi granja a Arya"

-De verdad dijo eso?- dijo el chico con la voz repentinamente aguda y observando al sujeto frente a él

-Si, eso dijo… porqué preguntas?- dijo el hombre mirandolo fijamente

El chico analizaba rápidamente esta nueva información en su cabeza… su abuelo, dejándole la granja a él?... no podía ser cierto… pero…

-Yo soy Arya- dijo el chico, tomando respiración

El hombre frente a él dio unos cuantos traspies casi dando al piso

-¿Qué cosa?- dijo visiblemente asombrado- ¿tú eres Arya?- el chico asintió bastante apenado, mientras el hombre seguía con los ojos como platos… luego, comenzó a reir- válgame cosas!- dijo sacudiendose- cuando el viejo Dorian me lo dijo, creí que hablaba de una chica, no de un chico!

Arya, se había puesto totalmente rojo, mientras el sujeto lo veía con expresión paternal.

El chico comenzó a recordar, como si de una película se tratase la primera vez que había ido a la granja…

-Arya?... donde estas?... no estas listo aun?

-Je, ya tenía ganas de salir de vacaciones, tu no querida?... tengo ganas de sentarme a la orilla del río a pescar

La mujer no le hizo caso y siguió viendo hacia el segundo piso de su casa, aparentemente preocupada y molesta.

-Arya?- al no obtener respuesta, la mujer subio las escaleras repitiendo el nombre de su hijo, mientras el esposo se acomodaba la pipa y veía el reloj algo inquieto- Oh, querido!- la mujer bajo rápidamente las escaleras ante la confusa mirada de este- Arya!... no encuentro a Arya!

-¿Qué dices?- el hombre subió corriendo

En la casa, solo se podían escuchar los gritos desesperados de los padres que buscaban a su pequeño… mientras en otro lado…

-Hey pequeño!... porqué lloras?... acaso estas perdido?

Un anciano algo gordo y con expresión bonachona se había acercado a un pequeñito de no mas de 5 años, de cabellos castaños cobrizos muy tierno y que en ese momento lloraba a lágrima viva.

-¿Qué es esto?- el anciano se agachó al lado del pequeño, que por lo mismo asustado que estaba, no pronunciaba ni un solo sonido- ¿acaso es este tu número de teléfono?- el pequeñito solo asintió, un poco mas tranquilo ante la mirada de aquel anciano, que lo miraba con ternura rascandose la poblada barba que en nada envidiaba a la de Santa Claus- llamare a tus padres, deben de estar preocupados

En un poco rato, el pequeño estaba sentado a la mesa de aquel anciano tomando un vaso de riquisima leche, mientras el perro de este le olfateaba los pies

-Y… cual es tu nombre muchacho?

-Arya- dijo el chiquillo mostrando un blanco y reluciente bigote de leche

El anciano soltó una carcajada

-Un nombre muy femenino para un hombrecito- dijo y el niño puso cara de puchero- como llegaste aquí?

El niño estaba a punto de contestar, cuando unos toquidos desesperados a la puerta los alertaron

-Espera un momento- dijo el anciano levantandose pesadamente y caminando hacia la puerta

El niño se incorporó un poco, para ver mejor cuando los brazos maternales se aferraron a el. Su madre lloraba de alegría mientras lo abrazaba

-Oh, Arya!- dijo la mujer gimoteando- crei que no te volvería a ver- luego, dirigió la vista hacia el anciano que los miraba sonriendo- muchísimas gracias por ayudarnos a encontrarlo y por tener aquí a nuestro hijo… espero que no haya sido una molestia- terminó la joven madre disculpandose

-Para nada, para nada, fue un placer- dijo el anciano moviendo la mano

-Nosotros vivimos en la ciudad, así que imagino que Arya deseaba llegar al pueblo primero- dijo el padre frotando la cabeza de su hijo- y se perdió

-De verdad?- dijo el anciano acariciando distraídamente la cabeza de su perro- en ese caso, porque no lo dejan unos cuantos días en la granja?- los padres se vieron confusos- bueno… así el chico aprendera a cuidarse, a no perderse, y conocerá el pueblito… que me dicen?

-Lo dice en serio?- preguntó el padre, frotandose las manos- no quiseramos que el niño fuera una carga para usted…

-Carga?... para nada!- dijo el anciano jovialmente- ademas, yo no tengo a nadie por aquí- dijo con una sonrisita- me encantará tener compañía

Los padres se vieron y la mujer le sonrió a su pequeño, al que le brillaban los ojos.

-No es genial, Arya?- la mujer sonrió al ver a su pequeño tan entusiasmado- podrás jugar en la granja y ver a muchos animales!

-Grandioso!- gritó el niño felizmente, a lo que los adultos sonrieron… el pequeño se veía tan feliz!

-En ese caso…- dijo el anciano

A partir de ese día, fue una gran alegría para el pequeño. Jugó con las vacas (se trepó en una llamada Clarina, a la que parecía agradarle el pequeñito), también el abuelo lo había enseñado a montar a caballo (una yegua llamada Brisa) y había ayudado a meter a las gallinas en el corral. También, había conocido el enorme y ancho mar… era un placer sentarse en la orilla del muelle y arrojar rocas al agua, observando como los peces huian de estas; y también estaba el perro, un san bernardo llamado "oso". Todo era perfecto…

Un día, estaba recostado en la pradera de la Montaña de la Madre, una montaña enorme justo al lado del pueblito… todo estaba tan tranquilo…

-Oye!... – dijo una voz- hola?... hey tu!

Una niña había aparecido de la nada y tomando una rama, había comenzado a picarle en los costados.

-Oye, no hagas eso!- se quejó el pequeño

La niña solo lo miró de manera reprobatoria

-Pues lo siento mucho- se defendio- estabas tan quieto que creía que estabas muerto!

-Pues ya ves que no- refunfuño el niño- quien eres?

-Eso no importa- dijo la niña con una sonrisa- me alegra de ver a alguien por aquí sabes?... no tengo con quien jugar y las otras niñas del pueblo, son demasiado… "superficiales"- terminó, dandole una ojeada

-Pues… yo tampoco sabía que había niños en el pueblo- dijo el chiquillo, viendo también a la niña… era muy bonita, de cabello negro y unos ojos muy brillantes- me alegra saber que ahora, puedo jugar contigo

-Claro que si!- asintió la pequeña con una brillante sonrisa, que luego desapareció- pero oye, no me gusta hablar con alguien que esta sentado, lo correcto es que te levantes y por lo menos, me digas tu nombre!... porque estoy platicando con un desconocido

Al niño le salió una gotita en la cabeza… pues vaya chica mas rara!. Se levantó de manera pesada y suspiró.

-Mi nombre es Arya- dijo el niño

-Arya?... pero si ese es nombre de niña!

-Bueno, mis padres creían que iban a atener una- se defendió

Se quedaron mirando unos segundos y luego sonrieron… iba a ser una bonita amistad

-Y bien?... te divertiste aquí?

Y desgraciadamente, como pasa el tiempo el pequeño muy a su pesar, ya tenía que marcharse.

-Por supuesto que si…- dijo el pequeño triste

-Y yo me diverti contigo- dijo el anciano con una sonrisa- yo no tengo nietos, como tu veras…- el anciando se rasco la cabeza, algo triste- asi que espero que tu… pues… puedas regresar pronto

-Tenga por seguro que lo hare… abuelo- dijo el niño

Al anciano le brillaron mucho los ojos, mientras el pequeño se retiraba diciendole adios con la mano… por ultima vez…

-Adios… cuidate mucho… mi pequeño nieto!... no te olvides de al menos, escribirme una carta de vez en cuando!- el niño asintió mientras se alejaba… nunca olvidaría aquel lugar… pero…

-Ya te vas?- la pequeña a la que había conocido, estaba parada frente a el, llorando- te vas de verdad?

-Si… lo siento mucho…

-Entiendo- dijo la niña triste, pero luego, volvió a sonreir- al menos, espero que regreses pronto!

-Ten por seguro que asi sera- prometio el pequeño

-Tu TIENES que regresar… entendido?- dijo la niña en tono autoritario, a lo que al pequeño le salieron varias gotitas en la cabeza… pero vaya niña mas mandona

-Es una promesa, es una promesa!- el niño agitó los bracillos

-Ahora tienes una amiga- dijo el anciano acercandose- ahora tienes una razon mas para regresar…

El niño asintió, y mientras se alejaba, pensaba en la pequeña y el anciano que lo esperarian ahí…

-Tiene que regresar… algún día…

-Estare esperando esa carta tuya, mi pequeño Arya…

-Prometo que algún día regresaré abuelo… también regresaré a verte… Mary…

-Asi que… tu eras el que le escribia cartas al anciano, eh?- dijo el tipo, mientras Arya hacía el amago de secarse los ojos… había recordado tantas cosas…

-Asi es…

-Y como el dejo de escribirte, viniste a ver que sucedía?

-Cierto

-Lo siento mucho muchacho- dijo el señor moviendo la cabeza- bien, entonces- dijo el hombre dando una palmada con las manos- ahora, esta es tu granja

Arya comenzó a ver todo alrededor y le salieron unos enormes goterones en la cabeza… aquello iba a ser dañino para su espalda y manos… si no moría ese mismo día, lamentaria morir aferrado a un azadon de cosechar… el hombre de rojo lo miró fijamente

-En que piensas chico?

-En que en donde estará el carpintero que hace los atauds- murmuró el chico, para luego corregirse- me haré cargo de esta granja… se lo debo a mi abuelo

-Perfecto!- dijo el sujeto sonriendo- entonces, ahora este terreno te pertenece!... se que no es fácil- dijo el hombre mirando la expresión de espanto de Arya- pero se que podras…

El sujeto se retiro, dejando a un muy confuso Arya, de rodillas ante la granja… ahora, que iba a hacer!?

TBC