Disclaimer: Todos los personajes mencionados son propiedad de su respectiva autora Stephenie Meyer.
Perdición
—Relájate, pequeña. Esto solo va a doler un poco— dijo la extraña sujetando tu cuello con fuerza mientras oponías resistencia. Esto no estaba en tus planes, el ser acorralada por dos desconocidos en un callejón tan oscuro y solitario.
Se inclinó hacia ti y sentiste un fuerte y agresivo dolor en la garganta que luego atravesó todo tu cuerpo. Sus palabras eran todo menos ciertas, y no lograbas comprender el mal que le habías hecho al mundo para merecer tanto dolor. Tu única prioridad del momento era evitar que la policía te encontrara, te habías esforzado mucho para escapar de tu padre y no podías permitir que te llevaran nuevamente a él.
La mortal sensación avanzaba a cada segundo, dolía más que cualquier otra cosa, nunca antes habías sentido tanto dolor en tu vida, ni siquiera los abusos de tus padre podían compararse con lo que estabas sintiendo en ese momento.
Era horrible, tanto que pensaste que morirías ahí mismo. Sentías que te habían tirado viva a la hoguera.
¿Qué te estaba pasando? Las llamas te consumían a cada momento, solo pensabas en el dolor, en el fuego que te recorría. Empezaste a gritar tratando de pedir ayuda, pero era inútil, era de noche y nadie te oiría sin importar cuantas veces lo intentarás.
Estabas perdida... y la parte más decepcionante era que desde el momento en el que viste el callejón vacío ya lo sabias.
—Eres una de nosotros ahora— fue lo último que escuchaste antes de que la oscuridad te invadiera por completo.
Al despertar el dolor se había detenido, sin embargo te sentías completamente diferente. Podías observar todo a tu alrededor con notable nitidez, tu piel era blanca color marfil, tu cabello más sedoso y tus ojos...
Tus ojos eran rojos cual carmín.
Ya no eras la misma Bree.
El olor a tu alrededor era adictivo y potente, te estaba consumiendo poco a poco. Al no saber qué hacer tus sentidos se nublaron y te dejaste llevar, te lanzaste corriendo al exquisito aroma y en menos de un segundo los ojos vacíos de un joven te miraban aterrados, ojos color gris sin vida.
El chico estaba muerto, la sangre salpicaba tu camisa.
Fuiste tú quien lo mató, habías matado a una persona inocente, eras una asesina, una completa asesina. Te alejaste aterrada sin saber qué hacer, sentías miedo de ti misma, de lo que eras capaz de hacer. No fue hasta ese momento en que te diste cuenta que ya no eras la misma chica humana de antes, eras diferente.
Estabas perdida en un mundo donde la sangre era tu mayor prioridad.
Matarías sin piedad por ella, enloquecerías perdiendo la cordura por ella, morirías por segunda vez gracias a ella. La sangre era, según muchos vampiros una nueva salvación, pero para ti…
Era la más sencilla perdición.
Nota de la autora: Esta es una historia que tenía años guardada en mi computadora Y si soy sincera, me había olvidado de su existencia XD Espero que la disfruten tanto como yo al escribirla 3
