Konnichiwa! :D

Como lo prometí en mi oto fic; este drabble va dedicado a Marii-Se. Es una muy buena escritora del 2795, además de que es su pareja favorita. Por lo tanto este fic es un TsuKyo.

Marii-Se, disculpa por subirlo hasta hoy; no tenía inspiración u_u (quería hacer un one-longshot, incluso me salieron 3 páginas en mi libreta de forma francesa, pero cuando lo pase a la PC descubrí que era un drabble T-T).

Espero te guste (aunque no me salió tan lido como los que tú escribes).


Miró el azul cielo a través de la ventana, recargando su barbilla sobre su mano, suspiró por enésima vez.

—¿Qué sucede Décimo? —preguntaba preocupado su mano derecha. Los ojos café claro del aludido se pasaron unos segundos sobre su amigo, volvió a suspirar.

—No es nada. Sólo… —no prosiguió. No sabía qué decir. Simplemente no podía expresar; "me siento deprimido porque Kyoko-chan no me dio chocolate este San Valentín". Negó alarmado con bruscos cabeceos, preocupando más al albino frente a su escritorio.

Gokudera frunció el entrecejo, no por enojo; sino por preocupación latente. Soltó un bufido y se marchó de aquel lugar después de entregar los documentos por los que se había presentado.

Una vez quedó solo; Tsuna nuevamente suspiró.

Tal vez Kyoko-chan se quiera alejar de mí. Sí, es lo más probable. Después de todo, estar conmigo es peligroso.

La mirada de Sawada se opacó de tristeza. Observó de reojo el calendario.

28 de febrero

Alcanzó a leer. Tomó los documentos que Gokudera-kun había dejado y empezó a leerlos.

Las 10:00 de la noche marcaba el reloj. La tenue luz del astro plata se colocaba por el ventanal , dando de lleno con un rostro masculino y amable que yacía dormido sobre varios documentos.

La puerta de aquel cuarto rechinó, unos ligeros tacones retumbaron hueco en la habitación.

El castaño se despabiló lentamente. Veía algo borroso; alzó la vista con parsimonia; sus ojos se suavizaron al ver unos ojos miel y una larga cabellera tirándole a rubio; sonrió con calidez al pensar que se encontraba soñando dentro de su sueño. Se sintió tonto por pensar en eso y se sonrojo.

—Tsu-kun —Salió en un dulce susurró aquel nombre, estremeciendo el varonil corazón del Capo.

El nombrado no dijo nada. Se levantó de su asiento sin despegar los ojos de su amada, temiendo que ella desapareciese en una cortina de humo, como si de una ilusión se tratase.

Levantó su mano; acariciando la rosada mejilla de la chica. Dio u leve jalón a la cintura de ella, apegándola a su pecho, respirando el aroma de esas claras hebras de la mujer que amaba.

—Kyoko-chan…

Ella estaba ahí, no era un sueño. Escuchó la risita femenina, se separó escasos centímetros para contemplarla.

—¿Qué…? —. Antes de terminar su cuestión, sintió unos suaves y carnosos labios sobre los suyos; formando con ese roce, un casto beso.

Tsunayoshi abrió sus ojos sorprendido. Kyoko bajo la mirada, de sus ropas sacó una pequeña bolsa anaranjada; entregándola a su novio.

—Feliz no San Valentín, Tsu-kun.

El Capo sin entender; tomó el paquetito entre sus manos, lo sacó con delicadeza y observó la figura de un león parecido a Natsu, todo era de chocolate. Sonrió.

—Gracias —. Con esos ojos llenos de madurez adquirida por los años, y la serenidad de su rostro; le sacó un notorio sonrojo a su novia.

—No es nada —. Ahora ya no tenía preocupaciones, ya no suspiraría por la incertidumbre de pensar en que Kyoko no le amara. Ahora sabe que ella le ama de igual manera; y eso le hace feliz.


Explicó; se me pasó el 14 de febrero para escribir un fic, y esa era la temática; pero luego me dije: "Tsuki, el amor no es en febrero, sino en todo el año, así que '¡Feliz no San Valentín'".