Barman

Prologo: Fotografía

Las cortinas de la habitación que daba al balcón se movieron con fuerza, afuera se desataba una tormenta bien esperada por todos los habitantes del lugar.

Siempre se esperaban tormentas para esta estación, era de las cuatro estaciones la más lluviosa y la preferida por muchos.

Nadie rondaba a esas horas por las calles, a lo sumo se podía escuchar algún ruido de motor o los ladridos de los perros que vecinos del lugar tenían por la ola de crímenes desatada.

La brisa calida del norte se mezclo con las gotas de lluvia colándose en la habitación. Siempre le había encantado ver llores, le producía gratos recuerdos y de alguna extraña manera le ayudaba a aclarar las cosas en su mente.

El cuarto casi en penumbras, el silencio de la noche, todo junto al clima desatado le provocaban nostalgia de tiempos pasados.

Su cuerpo se encontraba agotado, había podido terminar con las tareas de su trabajo pasada la media noche y aunque era conciente de que tendría que levantarse temprano, no lograba conciliar el sueño. Hoy era una de esas tantas noches.

Sus pies descalzos tocaron la fría madera del piso del cuarto; camino con cautela y cerro las ventanas perdiéndose luego en la inmensidad de ese cielo grisáceo. Tomo la bata que hacia juego con su camisón de satín y se la coloco mientras caminaba hacia la puerta.

-¿Mi amor a donde vas?-La voz adormilada de un hombre rompió ese silencio casi sepulcral. Se giro a verlo con la puerta entre abierta y una sonrisa dulce.

-Solo por un vaso de agua-Susurro de manera audible-Volveré rápido

El hombre se giro en la cama complacido por la respuesta; ella le dio una última mirada y salio del cuarto en sigilo.

Podía escuchar como la lluvia caía sobre el techo del departamento, su departamento, mientras se internaba en la oscuridad del lugar dejando que sus ojos se acostumbraran a la penumbra y su cuerpo calido por las cobijas de la cama al frió del anochecer.

Le había mentido, no iría por un vaso de agua sino a evocar viejos recuerdos. "El pasado debe quedar en el pasado" siempre se repetía mentalmente cuando corría a buscar una parte de su vida, esa parte que añoraba, esa parte donde había sido feliz; no quería decir que ahora no lo fuese, si tenia lo que siempre soñó, pero al cerrar aquel baúl una parte de ella se había ido para no querer volver. Trato pero no logro desprender aquellos recuerdos que ahora le parecían ajenos, como si nunca los hubiera vivido, por eso cuando se mudo decidió guardar en ese baúl la parte de su vida que enterraba. Necesitaba para consuelo de si misma tenerla siempre cerca, de esa manera con solo abrir la tapa volvería ese recuerdo a colarse en su mente como una droga.

Y ahí estaba sentada de rodilla en el piso, sin importarle que el frió le traspasara la piel de forma cruda, frente al baúl algo polvoriento, con las manos a cada lado de la tapa; el corazón en la garganta, sus ojos fijos casi imperceptibles. El ruido estridente de las bisagras oxidadas le hablaba que el tesoro que guardaba en su interior seria develado ante sus ojos para ella y solo para ella.

El baúl pronto como prometió debelo su secreto mejor guardado, no podía ver con claridad pero no lo necesitaba en su mente tenia el mapa. Metió con algo de miedo sus manos dentro del mismo, atrapando una caja áspera al tacto de ella. Rápidamente la saco poniéndola sobre sus rodillas, sabia muy bien lo que era.

Era una caja de zapatillas, a la que no tardo en abrir con la misma expectativa que el baúl. Esa caja contenía cartas y sobre ellas como pisapapeles un pequeño álbum de fotos de un campamento a la edad de 15 años.

Tomo entre sus manos la única foto libre que no estaba en el álbum; era la foto de un joven.

-Tonto-Dijo en un murmullo con un tinte cariñoso y nostálgico. Le parecía tan irreal estar otra vez frente aquella fotografía. La penumbra le impedía una clara visión de la misma pero de igual modo la conocía, no era la primera vez que la observaba.

Sonrió risueña mientras cerraba los ojos evocando esa imagen y aquel día que el joven poso para ella con una de sus mejores sonrisas. Ya no sentía como sus mejillas ardían al estar frente de aquel objeto, pero nunca dejaría de sentir aquel sentimiento de confort consigo misma.

Guardo la fotografía en la caja otra vez, esperando hasta la próxima visita de su dueña. La caja de zapatillas volvió a su escondite con sumo cuidado, como si fuera algo de cristal. Cerro la tapa del baúl mientras moría esa parte de ella resucitada otra vez solo por un momento

-Solo una ultima vez

Giro sobre sus talones recobrando la compostura, alejándose de su pasado, de una parte de ella, de una vida.

Ahora tenía una muy diferente y talvez nunca él ni ellos volverían hacer partifices.


Holis a todos... Les estoy dejando esta nueva creacion que seguramente mañana tendra su primer capi, hoy no esta por el simple razon que quiero retocarlo y terminarlo. Ya que estamos gracias por todos los que firmaron "psicologia", espero que este fic los atrape. Saluditos... nos estamos viendo

Lis