Los personajes no pertenecen son de J.K. Rowling.

Tampoco la historia me pertenece la historia es de lilyyuri.

Capitulo 1: Let me guess, they're fighting again…

Harry flexiono sus dedos con cansancio, era otra detención con Snape, otra noche de limpiar los calderos sucios de pociones. Era casi el toque de queda y todo lo que el quería era volver a su dormitorio y tomar la ducha caliente mas larga que el pudiera soportar en pie para deshacerse del hedor del calabozo y luego dormir, preferiblemente por días, solo esperaba que Hermione no lo detuviera y lo forzara a terminar alguna tarea.

"Bien, bien, bien, sabes Potter, nunca deja de sorprenderme en cuantos castigos te metes." Harry se quejo interiormente por el acento que provenía de detrás de el, lo que necesitaba justo ahora, pensó antes de girarse lentamente y enfrentar a su enemigo con una mirada desafiante.

"No veo por que, Malfoy, considerando que la mitad de las detenciones que obtengo son tu culpa." Le gruño al chico rubio, quien parecía demasiado satisfecho de si mismo como para escuchar la acusación. Harry no tenía el tiempo o la voluntad para soportar las pequeñas bromas de Malfoy. Es tiempo de que el chico creciera o que busque otra cosa para jugar que satisfaga su necesidad de luchar (Merlín sabe por que el necesita satisfacer su necesidad de lucha… pero Harry no iba a detenerlo ahora). En lugar de subir la carnada de Malfoy el se giro y siguió su camino. Harry ni siquiera había dado tres pasos cuando una mano le agarro fuertemente el brazo.

"No te atrevas a alejarte de mi, sucio mestizo! Te estoy hablando a ti!"Malfoy gruño y giro a Harry para enfrentarlo, nuevamente, otra vez, intentando darle un cabezazo, Harry puso los ojos y trato de liberar su brazo.

"¿Llamas a eso hablar? Déjame ir Malfoy; no estoy de humor para tu infantil intento de llamar mi atención! Solo crece, pequeño bastardo de mierda!"Harry gruño, mientras empujaba el pecho de Malfoy para hacerlo soltar su brazo. Malfoy se negó a liberar al Griffindor, pero no estaba preparado para el empujón que hizo que ambos perdieran el equilibrio y calleran contra la pared. Solo que no era realmente una pared, era una pequeño cuarto, como los que uno se puede encontrar por todo el viejo castillo y normalmente evitarse por que eran tan oscuros que nunca podrías percibir que tan profundos eran. Ambos chicos trataron de detener la inevitable caída, torpes y soportándose mutuamente terminaron uno encima del otro en el suelo.

"Quítate de encima, Scarhead" Malfoy grito y empujo a Harry fuertemente. Harry, cuya caída fue bloqueada en su mayoría por el cuerpo de Malfoy se las arreglo para golpear su codo izquierdo contra el suelo de piedra, y se encogió de dolor cuando Malfoy lo empujo.

"Vete, cara de huron" Gruño, se levanto y sacudió el polvo de si mismo. "Voy a volver a mi dormitorio, y si tratas de detenerme de nuevo, Merlín me ayude voy a golpearte hasta que dejes de recordar tu nombre!" dijo, con la varita en mano aprovechando que Malfoy todavía no se levantaba. Malfoy se burlo de el, y se levanto, obviamente con dolor y limpiándose el polvo, todo espíritu de batalla se había ido por que su cuerpo gritaba en agonía por la caída y el cuerpo de Harry callendo encima suyo.

Harry, salio de la alcoba con la varita en mano y sintió que alguien chocaba contra el, se sobresalto, y vio un cabello rojo y ojos verdes, antes de que se diera cuenta le habían quitado su varita y una voz airada le dijo:

"Maldita sea James, mira adonde apuntas esta cosa! Podrías lastimar a alguien!" Harry trago saliva a causa de la chica parada delante de el, tenia una insignia de prefecta y ojos fieros clavados en el. Su mente parecía estar trabajando lento por que por un segundo, podría haber jurado que la chica lo llamo… James. Parpadeo un par de veces tratando de atar los cabos sueltos antes de detenerse ya que ninguna de las conclusiones a las que llegaba eran probables en lo mas mínimo.

"Ah, señorita Evans. Haciendo sus rondas, siempre tan dedicada" Los tres adolescentes en el corredor voltearon a ver la cara sonriente de Dumbledore. Harry lo miro, había algo diferente en la mirada de Dumbledore, pero no podía determinar que así que se quedo callado. Antes de que nadie pudiera decir nada Dumbledore murmuro un par de hechizos y Harry vio con horror como los ojos verdes de la muchacha, que sin duda se parecían mucho a los suyos, se quedaban en blanco por un segundo y luego sacudió la cabeza y Harry reconoció el hechizo desmemorizante. Cuando la muchacha levanto la vista otra vez su mirada estaba fija en Dumbledore, ignorando por completo a Harry y Malfoy aunque estaban a tan solo unos pasos de ella.

"Director, buenas noches. Yo solo estaba haciendo mi ronda" Ella dijo con una sonrisa brillante. Dumbledore sonrío, con ojos brillantes.

"Buenas noches a usted también, señorita Evans. Por favor, no deje que mi presencia la distraiga de sus labores" Con una ligera inclinación de su cabeza la chica siguió su camino por el pasillo, Harry estaba con la boca abierta y en estado de shock después de eso. Su cerebro estaba procesando la información rápidamente, pero cada fibra de su ser gritaba que era imposible. El salio de sus pensamientos cuando escucho a Dumbledore hablar. "Si me siguen, por favor" Su mirada seguía en la esquina por la que la muchacha había desaparecido, Harry siguió a Dumbledore y Malfoy tratando de asegurarse de que todo estaba bien y que solo los estaba llevando a la enfermería para revisar su cabeza. Aunque, Harry había deducido pero no recordaba haberse golpeado la cabeza contra el suelo. Era la única razón posible.

Cuando llegaron a la solemne gárgola Harry estaba apunto de protestar pero cambio de idea cuando Dumbledore le dio una mirada penetrante que decía que le explicaría todo mas tarde. Harry lo siguió dócilmente tratando de poner fin al remolino de pensamientos antes de que perdiera la cabeza.

Una vez que los dos muchachos estuvieran sentados enfrente de él, Albus Dumbledore deshizo el pequeño hechizo de ocultamiento que había puesto en ellos y los miro atentamente. El muchacho rubio tenía un aire alrededor de el que gritaba aristocracia de sangre pura. Sus fuertes características le recordaban mucho a Lucius Malfoy para ser coincidencia. El de pelo oscuro era aun mas fácil de ubicar, incluso su propia madre había sido engañada. El viejo director se recostó en su silla.

"¿puedo ofrecerles té, sorbete de limón?" Pregunto amablemente, pero ambos negaron con la cabeza, Dumbledore suspiro mentalmente, sin excusa para detenerse, tuvo que ir al grano, antes de que ambos adolescentes se prendieran en las llamas de la curiosidad e incertidumbre. "Antes de empezar me gustaría saber sus nombres" El dijo con una suave sonrisa. Los dos se veían bastantes confusos y compartieron una mirada rápida antes de desviar la vista con disgusto.

"Mi nombre es Draco Malfoy. ¿Qué demonios esta pasando aquí?" Dijo el muchacho rubio, afirmando las sospechas privadas de Dumbledore. Parecía como si estuviera a punto de añadir algo fuerte y mordaz, pero se mordió la lengua, sus fosas nasales se dilataban con el esfuerzo de no hablar.

"Yo soy Harry Potter" Dijo el otro chico, con un tono un poco confundido y asustado. Dumbledore asintió con la cabeza y junto las yemas de sus dedos.

"Ya veo. En cuanto a su pregunta, señor Malfoy, yo podría preguntarle lo mismo. Usted, obviamente, no es uno de mis alumnos"

"Por supuesto que lo soy" Malfoy estaba prácticamente hinchado de furia "Estoy en séptimo año y soy un prefecto" Dumbledore no parecía en lo mas mínimo afectado por la rudeza del joven y le sonrío suavemente. Sabiendo que a Malfoy, en su estado, este tipo de cosas solo lo harían enojar aun más.

"Estoy contento de ver que la generación joven esta tan llena de espíritu, pero, déjeme preguntarle esto: ¿Qué fecha es hoy?" Los dos chicos quedaron boquiabiertos por un segundo hasta que Harry tentativamente respondió:

"El 12 de mayo de 1998" Dumbledore sonrío de nuevo y sin decir nada señalo en su escritorio, donde había un calendario mágico. El calendario señalaba el 4 de octubre de 1977. Dos quijadas cayeron al suelo y dos pares de ojos se abrieron y se quedaron mirando el calendario, deseando volver a la feche que estaban antes.

"Mierda" Murmuro el rubio en voz baja, y Harry asintió con la cabeza reafirmando su palabra.

"Mierda, verdaderamente" Dumbledore soltó una risa entre dientes y después se recompuso.

"Bueno, como ahora entienden, tenemos un pequeño predicamento entre manos"

"Pero… ¿como es posible, señor?" Pregunto Harry con voz desesperada con los ojos todavía puestos en el calendario.

"Parece que ustedes dos entraron en una de las alcobas tempos de este castillo. Solo hay unas pocas de ellas y tienden a aparecer y desaparecer por propia voluntad. Lo que han experimentado es un cambio temporal bastante simple. El problema es… Como revertirlo"

"¿A que se refiere con –El problema-?" Malfoy se enderezo y miro con los ojos muy abiertos al director "Nos tiene que mandar devuelta, ahora mismo" El presiono con la arrogancia de alguien que esta demasiado acostumbrado a que las cosas se hagan como el quiere.

"Me temo, señor Malfoy, que no puedo hacer eso, solo tendremos que esperar hasta que la correcta alcoba tempos reaparezca"

"¿Y cuanto tomara eso, señor?" Harry trato de sonar bien y recompuesto, solo para parecer más civilizado que Malfoy.

"La ultima vez que apareció una aquí fue hace casi siete años" Respondió el director alegremente, y los dos chicos quedaron sin aliento y horrorizados.

"¿Quiere decir que estaremos atrapados aquí por siete malditos años?" Malfoy casi gritando, con los ojos desorbitados y la cara tan roja de rabia el se paro y se puso a pasear por el cuarto, murmurando obscenidades en voz baja y tirando de su pelo por la frustración. Harry se dio cuenta que todos los músculos de su cuerpo se ponían rígidos de miedo, sus manos estaban entrelazadas en su regazo y tenia los nudillos blancos por la fuerza que el ejercía.

"Voy a hacer todo lo que este en mi poder para asegurarme de que este problema se resuelva lo antes posible. Confíen en mi, que estén aquí es un problema tanto para mi como para ustedes" Harry dio a Dumbledore una mirada dolorida, pidiendo tranquilidad del hombre en el que confía por sobre todas las cosas. Aun si este Dumbledore era 20 años más joven que el que el conocía seguía siendo la misma persona, ni siquiera a cambiado mucho, de hecho.

"¿Usted nos enviara devuelta?" Pregunto con esperanza, pero Dumbledore le dio una sonrisa triste.

"Lo hare, pero no enseguida"

"¿Qué demonios se supone que hagamos hasta que usted sepa como devolvernos, eh?" Malfoy se inclino sobre el escritorio del director y fijo una mirada de acero en el director, Dumbledore resistió el impulso de golpear al adolescente histérico y en lugar de eso se reclino en su silla.

"Por favor siéntese, señor Malfoy" Una corta batalla de voluntades siguió a su solicitud, hasta que, derrotado, Malfoy se dejo caer en la silla, todavía humeante. "En cuanto a tu pregunta, ambos harán lo que hacían antes de terminar aquí. Ustedes estudiaran. Como ustedes están ya seleccionados y, en efecto, vestidos con uniformes escolares los pondré en sus respectivas casas y darán lo mejor de ustedes para mezclarse mientras buscamos una solución" El dijo calmadamente, y vio como Malfoy abría la boca para objetar y lo hizo callar con una mirada. Harry simplemente parecía que estaba a punto de llorar. "Por supuesto, eso requeriría varios cambios ya que estoy seguro de que ustedes dos conocen los riesgos de intervenir en el tiempo. Y si su pequeño encuentro con la prefecta nos a enseñado algo, es que un nuevo estilo estaría bien.

El director movió su varita murmurando una serie de hechizos. Harry tuvo una sensación de hormigueo por todo el cuerpo, que iba desde su cabeza hasta los dedos de sus pies, y trato de quitársela. Después de un rato la sensación se detuvo y abrió los ojos para mirar a su alrededor, preguntándose que había pasado. Cuando sus ojos aterrizaron en Malfoy jadeo en estado de shock. El frío Slytherin ya no era rubio y remilgado, en lugar tenia el pelo castaño y una vez libre de las malvadas garras del gel mágico, cayo libremente enmarcando su rostro. Sus ojos eran ahora de un tono más oscuro de color azul grisáceo y sus rasgos menos puntiagudos. En general, Harry decidió que este look se le veía mejor a Malfoy. Pero por la forma en la que el ex-rubio suspiro pudo deducir que el también tenia un nuevo estilo.

Alcanzando su varita al mismo tiempo ambos chicos conjuraron un espejo y miraron a sus nuevas apariencias. Harry parpadeo con asombro por lacara que lo miraba desde el espejo, su pelo era unos tonos mas oscuros y tenia un tinte casi azul, era tan negro y ordenado, ¡su pelo estaba ordenado! Sus ojos ya no eran de un brillante color verde esmeralda, si no una mezcla de azules para darles un tono aguamarina oscuro, y su rostro parecía un poco mas angular, pero lo mas importante, no había cicatriz. Harry se froto la frente confuso, toda su vida quiso deshacerse de esa horrible cicatriz, pero ahora que se había ido sintió una pequeña punzada de perdida. Cuando se dio cuenta, su cicatriz era algo que lo definía como su pelo rebelde y sus anteojos, y ahora no estaban. El movió su mano a lo largo de sus rasgos, sintiéndolos. El se podía ver en el espejo, el viejo Harry pero sabía que alguien que no lo hubiera visto antes no podría.

"He puesto una versión especial del hechizo confundus en ustedes que no les permitirá hablar de su tiempo a nadie. Si alguien pregunta, ambos son estudiantes trasferidos desde la escuela Durmstrang. Debo recordarles lo importante que es que nadie aquí sepa que vienen del futuro. El tiempo es una cosa muy volátil y no deben interferir en el" El director explico con severidad, y ambos chicos asintieron con la cabeza. "Y ahora solo deben elegir nuevos nombres, ya que hay mucha gente aquí que reconocerá sus apellidos" Dumbledore paso su mirada de un chico al otro, esperando sus respuestas. El decidió darles la oportunidad de elegir sus propios nombres, si no podían sus apariencias.

"Hmm ¿Qué tal… Jaime Harrison?" Harry murmuro, con la mirada baja y un rubor extendiéndose por sus mejillas. Jaime Harrison era el nombre que había utilizado el verano pasado para poder hacerse un piercing, y le gustaba esta supuesta identidad.

"Muy bien, ¿señor Malfoy?" Draco miro sorprendido y frunció un poco el ceño.

"Alex Draconis" Afirmo después de un rato. Para responder ala mirada de Harry se encogió de hombros y dijo con ligereza. "¿Qué? No eres el único que puede utilizar su segundo nombre y convertir el primero en apellido"

"¿Tu segundo nombre es Alex?" Pregunto Harry levemente divertido. No sabia por que lo sorprendía, tal vez por que esperaba que el segundo nombre de Draco fuera Lucius. Tuvo que admitir que Alex era infinitamente mejor.

"Bien, bien, en ese caso, Sr. Harrison y Sr. Draconis, les deseo buenas noches. Ustedes simplemente diríjanse a su sala común e instálense. Cualquier elemento que necesiten como ropa, libros escolares se encontraran en el baúl a los pies de sus camas. Los veré a los dos en el Gran Salón mañana para el desayuno. Duerman bien y buena suerte"

El camino de regreso a la torre Gryffindor paso muy rápido. Harry trato de procesar el hecho de que ya no estaba en su tiempo, algo bastante difícil ya que todo a su alrededor lucia exactamente igual que en 1998. Harry pensó que lo peor seria despertarse mañana a la mañana y conocer a sus nuevos compañeros de cuarto. El ni siquiera quería pensar en ello, por que sabia perfectamente quienes serian sus nuevos compañeros de habitación y el hecho de que uno de ellos iba a ser su padre otro su padrino, y ambos estaban muertos en 1998. Y sin mencionar a la pequeña rata llorona que arruinaría sus vidas, y el, Harry no podía hacer nada sobre ello. El casi vuelve sobre sus pasos para pedirle a Dumbledore que lo cambiara de casa, cualquier cosa seria mejor, hasta Malfoy y Slytherin.

Cuando llego al retrato de la Dama Gorda se dio cuenta de que Dumbledore se había olvidado de darla la contraseña actual. Harry maldijo entre dientes y se froto la cara con cansancio. Este había sido un día terrible y después de la detención con Snape y el viaje en el tiempo lo último que necesitaba era quedarse afuera de su propia sala común toda la noche. Pero cuando la Dama Gorda lo vio, le dio una brillante sonrisa.

"Usted debe ser el nuevo alumno, el Sr. Harrison, ¿correcto?" Harry levanto la mirada y asintió silenciosamente, y la Dama Gorda le sonrío, como si fuera lo mejor que le haya pasado. "Bueno, el director me pidió que le de la contraseña. Es "Wingardium Leviosa" pero por favor trate de recordar que no debe utilizar la varita cuando lo dice. Con un Longbottom es suficiente" Harry frunció el ceño ante este ultimo comentario, mientras ella se abrió murmurando sobre la imprudencia de Dumbledore, por la elección de un hechizo de levitación como contraseña.

Harry entro en la sala común, siendo tan tarde en la noche el lugar estaba completamente vacío. Miro a su alrededor y noto que todo se veía casi igual como el lo recordaba, pero decidió no pensar en ello en ese momento, en lugar de eso camino penosamente hacia el dormitorio de los chicos de séptimo año. Harry abrió la puerta lentamente, y entro de puntillas en el cuarto, el cual se veía exactamente igual, hasta el orden de las camas, lo que hizo que el corazón de Harry diera un vuelco de dolor. Se acerco automáticamente a su cama y cuidadosamente se fijo si era la correcta. La cama estaba vacía y el suspiro aliviado, al menos no tendría problema en encontrar el camino por si quería un vaso de agua en medio de la noche. Después de tomar su cepillo de dientes de su nuevo baúl se preparo rápidamente para dormir quitándose su remera y su pantalón se deslizo bajo las mantas y cerro los ojos.