CALLEJÓN DE LAS ALMAS(3° PARTE)

El anciano regreso con una botella de vidrio, muy delgada, pareciese uno de esos envases de vidrio para perfume. Se acerco a los jovenes, Juan se mantenia abrazado a la muchacha de ojos verdes llamada Michell, el muchacho tenia los ojos cerrados y estaba llorando. Sin apartar a Juan, el anciano puso el liquido en la boca de la chica, tenia un liquido muy azul. Juan miro a los ojos de la chica y vio como poco a poco recuperaba su tono normal, la chica comenzaba a parpadear poco a poco, acostumbrando sus ojos a la luz, miraba a su alrededor, el lugar le parecia familiar, ser que a n estaba conciente, cuando llego al lugar?. No importaba, Michel no sentia miedo, no se sentia perdida, algo la estaba apretujando, y sentia algo frio en el pecho, miro hacia la direcci n de esa sensaci n y vio lagrimas, vio al muchacho que la tenia abrazada, el era por el cual sentia frio, pero que la vez se sentia abrigada y protejida. Los ojos de los muchachos se encontraron. Juan sin pensarselo dos veces hundo sus ojos en los hombros de la chica, lo cual ella atino a solo decir "Eres tu".

Los jovenes se hundieron en un abrazo tan fuerte que se podrian desquebrajar los huesos, pero no importaba, ahora Michel se habia unido a los sollozos de Juan, parecia que no se despegarian nunca el uno del otro. Luego de un buen rato, Michel se separo de Juan y le pregunto. Tu, tambi n estas muerto - No, yo, no se como llegue aqu , estaba caminando, luego senti que un muerto me perseguia y luego, quede inconciente hasta llegar aqu , no se como salir, pero ahora ya no quiero irme - Juan, tienes que irte, al amanecer todas almas se habran marchado, si te quedas hasta ese momento, estaras muerto - No importa, Scart yo quiero quedarme contigo - Y tu familia?, tus amigos?, las personas que te quieren? - Yo te quiero y no me importa ...- Michel cachetea a Juan antes de que termine su frase - Eres un idiota egoista - Luego Michel se fue a una carpa cerca del lugar en donde parecia que era la casa del anciano. Pues no fue grato el encuentro - Dijo el anciano - Tu no tienes que tomar lista a tus muertos? - Reiniciare el conteo ma ana, pero tu amiga tiene raz n, si no quieres morir, sera mejor que busquemos la manera de sacarte de aqu - Como, tu no sabes como hacerlo? - No soy Dios muchacho, no tengo todas las respuestas. Juan se quedo parado a pensar en una decici n, quedarse con Michel o vivir con su vida de siempre. No paso un minuto y Juan fue a la carpa donde se refugio Michel, estaba de espaldas, la tomo del hombro y le dijo - Ayudame a salir de aqu - Michel se levanto y miro a Juan con esos ojos verdes penetrantes, fue entonces cuando se unieron a un nuevo abrazo, y se quedaron as un rato mas, como si fuera una eternidad.