"Saborea el Renacimiento"

Capítulo I

Víctima de la rutina

No consigo recordar que día era, muy seguramente estaba borracho. Son sólo hechos puntuales los que mi mente logró retener; que era de noche, porque las estrellas me encandilaban como si estuvieran más cerca que nunca. Que estaba fumando, y que el sabor del tabaco impregnó toda mi boca. Y que estaba ella, irritante y entrometida. Su presencia no tenía argumento que la respaldara. Pero sin embargo, ahí estaba. Y aquí está todavía, en este incierto recuerdo.

No estoy seguro de cuanto tiempo sería prudente rebobinar para hacer de este relato una historia dinámica para el público. Parece ser que la opción que me queda, es comenzar por el principio. Seguir el protocolo, y revelar absolutamente todo.

Me repugnan los inicios de año. Verme envuelto entre sonrisas ingenuas y risas carentes de sentido, me provoca auténtico disgusto. Todo ese infantilismo para qué. ¿Para que, 6 años más tarde, todos esos críos de primer año caigan en cuenta de lo injusta y cabrona que es la vida? ¿Y para que luego, víctimas de la desilusión, fomenten en ellos lo único que es capaz de suprimir -sólo superficialmente- dicha desilusión? ¿La magia oscura? Es asqueroso. Es convertirse en el espectador de un ciclo que condena indiscriminadamente a magos y brujas que no recibieron la educación, o el realismo, que demanda la existencia. Todos ellos deberían ser instruidos con la cruda verdad, desde la más tierna edad. Pero no ocurre así.

No ocurre así, y me agobian por ende sus risas.

Daba zancadas por los corredores del castillo, como acostumbraba hacerlo. Podía percibir como los estudiantes se acobardaban al mirarme. Se alejaban con la cabeza gacha, me tenían más que simple respeto. Debo decir que esta actitud nunca me ha provocado placer, aunque así lo piense la totalidad de entes en el castillo. Sin embargo, el miedo es mejor que la burla. Cualquier cosa es mejor que la burla.

Me había convertido, por primera vez, en el maestro de defensa contra las artes oscuras de Potter. Estaba seguro de que eso incrementaría el odio que me tenía el muchacho, si es que era siquiera posible. Había aprendido a lidiar con esa arrogancia tan característica suya, y de su padre. Había soportado años de ingratitud de su parte sin protestar ni una sola vez. Pero no puedo reclamar su reconocimiento si permanezco ayudándolo, y salvándole la vida -mientras arriesgo la mía- cada vez que puedo, en la clandestinidad. No puedo reclamar su gratitud si las evidencias que me inculpan de ser un servidor de El-que-no-debe-ser-nombrado, son cada vez más. ¿Que me queda, entonces? Seguir con la miserable rutina. ¿Hasta cuando? Hasta que se defina su destino, y por lo tanto, el mío.

Tantos años viviendo a la entera disposición de Potter, me habían acostumbrado a una insípida vida que giraba entorno a él y al señor tenebroso. Les era indiferente al resto de los personajes que me rodeaban. Tal vez Dumbledore fuera otro centro de eje en mi vida, pero aún así, el sentido de mis acciones iba en una sola dirección: Lily.

Lo interesante y que jamás preví, era que este año, ese centro de eje, ese sentido de vida, se transformaría. Y adoptaría una forma tan terrible, como inesperada.

N/A: Una pequeña reseña de lo que será este Fic. No hace falta decir que el narrador testigo lo encarna Severus. Comentarios, críticas y variantes serán bien recibidos. La historia como tal dará comienzo en el próximo capítulo, ya que este hace la acción de prólogo o algo por el estilo. ¡Gracias por leer, y espero sus reviews!