Este es mi segundo fic de Mortal Kombat, espero que lo disfruten.
Mortal Kombat y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Warner Bros. Este fic fue hecho con el único propósito de entretener, nada más.
La cacería de los Dragones
Capítulo 1: Criminales, militares y policias
Dragón Negro es el nombre de uno de los grupos criminales más peligrosos del mundo, compuesto por asesinos, delincuentes y traficantes de armas. Con los terribles Kano y Kabal al mando, esta organización aterrorizó al mundo durante muchos años, hasta ahora.
Gracias al trabajo de las fuerzas especiales, se ha logrado la detención y neutralización de gran parte, tanto del Dragón Negro como de sus rivales los Dragones Rojos, comandados por Mavado y Daegon. Pero aún quedaban miembros vitales por capturar, como los propios Kabal y Kano, quienes aún están prófugos hasta el día de hoy.
En la base de las fuerzas especiales, formado solo por los mejores soldados de Norteamérica y que cuenta con tecnología de última generación para sus misiones, se sigue trabajando en busca de los criminales.
Entre el grupo de soldados se pueden destacar dos: la teniente Sonya Blade, una mujer rubia y muy atractiva, pero de corto temperamento y experta en combate cuerpo a cuerpo, es una chica joven pero a base de esfuerzo se ganó el puesto y el respeto de sus compañeros (pero no su amistad); y el mayor Jackson "Jax" Briggs, un soldado de más de 40 años con mucha experiencia en el campo de batalla, su comportamiento más tranquilo y precavido contrasta con el comportamiento agresivo e impulsivo de Sonya por lo que él a veces se vuelve su consejero y mentor, hacía tiempo Jax se sometió a un implante de brazos bionicos que lo convirtieron en el humano más fuerte de la tierra si no lo era ya antes.
Sonya estaba ocupada mirando expedientes y videos que demostraban los posibles paraderos de Kano y Kabal, no había nada que le interesara más que atraparlos por lo que se concentraba totalmente en dicha tarea. Jax al verla tan serena y seria, se acercó a ella para hablar.
- Sonya, ¿has encontrado algo de interés?
La soldado rubia arrojó el expediente que estaba leyendo sobre la mesa con un gesto de enojo, Jax ya adivinaba la respuesta.
- No, he leído cada expediente, he visto cada video de cada cámara de seguridad de cada maldito lugar donde Kano estuvo, y nada. No entiendo como hace para desparecer tan fácilmente.
- Tranquila Sonya, no has descansado desde hace horas, deberías dejar esto un poco.
- ¡NO! ¡Tengo que atraparlo! ¡Ese maldito debe pagar por todo sus crímenes, he estado mucho tiempo persiguiéndolo y siempre que estoy cerca se esfuma, Jax! ¡¿Acaso no te das cuenta que en este momento él se puede haber ido a otra ciudad, a otro estado, y por qué no a otro país?!
- Sonya, no te olvides que además de compañero y amigo, soy tu superior, por lo que te pido que me hables en otro tono.
La teniente se tranquilizó y bajó la mirada con vergüenza e impotencia.
- Lo siento, Jax.
- Está bien, no te olvides que a ti sola te doy el lujo de llamarme por mi nombre, todos los demás deben decirme "Mayor Briggs". A propósito, hace poco me puse en contacto tu novio.
- ¿Novio?
- Johnny, Johnny Cage. ¡El actorcito de Hollywood! ¿Ya no lo recuerdas?
- Él no es mi novio Jax, somos muy diferentes: él es un actor, yo soy soldado; yo enfrenté enemigos de verdad con armas de verdad, el peleó contra otros actores y armas con balas de salva; el es extrovertido, yo soy más solitaria. Además, creo que el solo quiere mi cuerpo, lo que siente por mí no es más que atracción física.
- Si él te oyera en este momento se mataría. No te olvides que él es un protector de la tierra como nosotros, él también enfrentó enemigos de verdad.
- Para mí es lo mismo, Jax. Yo quiero alguien que haya experimentado lo que yo experimenté, que conozca el peligro y que se haya visto cara a cara con la muerte, alguien como….
- ¡Hola!
Un nuevo personaje se hizo presente en la base: era un hombre alto, corpulento, que vestía un uniforme de policía compuesto por una camiseta (remera) azul que le marcaba sus musculos, un pantalón negro y botas del mismo color. En su cinturón colgaban elementos propios de un oficial: esposas, picanas eléctricas y dos pistolas, una en cada lado de la cintura. Llevaba dos macanas de policía (también llamados Tonfas) en correas atadas en su espalda y una gorra azul con la inscripción de la SWAT (Special Weapons And Tactics, o "Armas y Tacticas Especiales" en español) que cubría sus cabellos rubios cortados a estilo militar, revelando una posible estadía en el ejército o en otra organización militar. En una de sus manos llevaba una bolsa negra.
Los dos soldados inmediatamente lo reconocieron, ya que había participado con ellos en la batalla contra las fuerzas oscuras de Outworld, él era un elegido para salvar la tierra como ellos. Sonya no puedo evitar una mirada de sorpresa ante la visita y fue la primera en devolver el saludo.
- ¡Stryker, que sorpresa! ¿Cómo llegaste aquí?
- Me comuniqué con los superiores de ustedes y al ver mi expediente y la ayuda que les di durante la invasión de Shao Kahn a la tierra, no tuvieron problemas en dejarme entrar a la base.
- Vaya, pero lamento decirte que estamos ocupados Stryker. Jax y yo estamos trabajando muy duro en esta investigación y…
- Lo sé, oí que atraparon a los últimos miembros del Dragon Negro y que solo faltan Kabal y Kano, y quiero decirles que sé dónde encontrarlo. Fue por eso que vine a verlos a ustedes.
Obviamente, los dos soldados no pudieron evitar una expresión de asombro y enmudecer ante lo que dijo el oficial. Luego de un rato Jax fue el primero en romper el silencio.
- ¿Qué?
- Así como dije Jax. Sé dónde se encuentran ellos, tengo un contacto que me dijo la ubicación exacta.
- ¿Y cómo sabemos que ese contacto es de confianza?
Como respuesta Stryker extrajo de la bolsa que llevaba en su mano un cuchillo, pero no uno común, este tenía un diseño especial y el logotipo inconfundible de los miembros del Dragon Negro.
- ¿Este cuchillo se les hace familiar? - preguntaba el oficial.
- Sí, se parece a uno de los cuchillos que usa Kano. - respondía la teniente.
- No se parece, ES uno de los cuchillos de Kano. Las huellas digitales son de él. Esto me lo dió mi contacto, está infiltrado en el grupo, no lo conozco personalmente pero se ha comunicado mucho conmigo y sé que es muy confiable. Solo pido una cosa a cambio.
- ¿Qué? ¿Nos vas a chantajear? - se interponía Jax.
- No, quiero ingresar a las fuerzas especiales. Desde que me retiré del cuerpo de Marines y me convertí en policía sentí que a mi vida le faltaba más acción, por lo que más tarde me uní a SWAT y llegué a ser sargento, pero igual siento que necesito más. Así que Jax, si los ayudo a atrapar a Kano, ¿Tú y Sonya me podrían hacer miembro de la organización?
- Si con tu ayuda atrapamos a Kano... ¡Te haríamos hasta presidente de los Estados Unidos! Sonya, prepárate, esta será la última noche de libertad para Kano.
- ¡Sí! - exclamó la mujer sonriendo de solo pensar en por fin atrapar a ese malnacido que tantas veces logró eludirla.
Jax se retiró de la sala para buscar un vehículo ya que en minutos nada más comenzarían con el operativo, dejando solos a Sonya y Stryker. Ella se acercó al hombre para decir unas palabras antes de ir con Jax.
- Siempre estuvimos a un paso de hallar a Kano y ese desgraciado siempre se nos escapó, ahora por fin lo encontraremos. Sinceramente no sé cómo agradecerte Stryker.
- Pues para empezar, llamándome Kurtis, no tienes por qué llamarme siempre por mi apellido.
- Bien, no debemos dejar a Jax esperando, vámonos…Kurtis.
Dicho esto, ambos salieron de la sala, Sonya se sentía extraña.
- ¿Qué me está pasando? – Pensaba la teniente – ¿Por qué me siento con mejor ánimo y con más energía? Claro, debe ser por tener a ese cerdo de Kano tan cerca y poder hacerlo pagar… sí, es eso, TIENE que ser eso… no, no es eso. ¡Pero es imposible! ¿Si no es eso entonces qué….?
La mujer soldado no dejaba de pensar, al mismo de tiempo que no podía evitar una sonrisa hacía Stryker, una sonrisa que trató de disimular rápidamente. No debe distraerse, ahora tiene que concentrarse en todo el trabajo que tenía por delante, los problemas personales deben ser apartados.
Fin del Capítulo.
