Hola a todos, henos aquí, los gemelos Darko trabajando en la reedición de uno de nuestros queridos proyectos, y como mi maestro de economía no ha llegado pues estoy aprovechando, tal y como dijimos ahora también trabajamos entre clases en la uni. (Hanna)
Si bueno, yo tengo la hora libre así que mientras mi móvil este con tiempo, este será usado para hablar con Hann y así poder escribir la mayor cantidad de tiempo posible, entonces, no nos entretengamos más con la intro y vayamos de una vez a lo que importa (Joshua)
-"…"-arte escrito por nosotros
Pensamientos
(n/H) notas de Hanna
(n/J) notas de Joshua
La Hermana De Asakura
Capítulo I
"Gábrielle Asakura"
Han pasado ya dos años desde que el torneo de los Shamanes fue suspendido. Y bajo un cielo oscuro lleno de estrellas se encuentra un pequeño campamento a mitad del espeso bosque pero, en el interior del camp habita alguien que para esos momentos en vez de estar durmiendo se muestra inquieto, su inquietud es lo bastante fuerte como para pasarla a quien le acompaña y que instantes antes trataba de disfrutar de un profundo sueño, el silencio al fin es roto por un bufido fastidiado y una murmurada maldición…
-"¡Oye! ¡Oye! ¡Oye, despierta ya!"-gruñó con fastidio uno de los habitantes del camp.
-"Umm, ¿Qué?"-murmuró una vocecita femenina adormilada.
-"Otra vez estas con tus pesadillas ¿verdad?"-indagó la primera voz un tanto más tranquila.
"Si, siento mucho haberte despertado de nuevo"-contestó algo apenada la segunda voz.
-"No hay problema, incluso creo que ya me estoy acostumbrando"-dijo soltando un suspiro cansado.
-"Pero, en serio que lo siento"-insistió en disculparse la voz femenina.
-"Ya, solo trata de dormirte otra vez"-contestó luego de unos instantes.
-"Si, lo intentaré"-finalizó soltando un suspiro desanimado.
Aunque pasado el rato, en el interior del camp alguien aun daba vueltas en su futón tratando de conciliar el sueño o simplemente dejar de pensar en sus pasadas pesadillas, lo primero que pasara, en realidad no importaba del todo.
-"No pudiste ¿verdad?"-comprendió al final su acompañante, luego suspiró desanimado, realmente lo que más quería en esos momentos era dormir y no se lo estaban poniendo nada fácil.
-"No, de veras que lo siento, hermano"-contestó apesadumbrada.
-"Ay, no sé qué voy a hacer contigo, cada vez duermo menos por tu culpa"-murmuró fastidiado.
-"Pues… no sé, tal vez… ¿Quererme más?"-musitó en tono de inocencia, sonriendo en la oscuridad.
-"Muy graciosa"-eso fue todo lo que contestó mientras soltaba otro suspiro, enésimo en esa noche, luego todo se quedó en silencio.
-"Oye…"-llamó luego de unos minutos la voz femenina y la razón del insomnio del otro habitante del camp.
-"¿Y ahora qué?"-indagó, la molestia por no dormir totalmente impresa en su tono de voz.
-"¿Me puedo dormir contigo otra vez?"-pidió poniendo su tono más tierno y esmerándose en oírse convincente.
-"Esta bien"-contestó al cabo de unos cuantos segundos en silencio, se movió para hacer un espacio en su futón y corrió la manta con la que estaba envuelto.
-"Gracias hermano"-chilló metiéndose rápido bajo las mantas, seguro ahora si podría dormir.
-"Si, si, ya duérmete"-chistó acomodándose.
…
Apenas habían pasado un par de horas de que el cielo se tornara claro y de que el sol hiciera su aparición cuando un conocido Chaman apareció entre los arboles del bosque, había reemplazado la típica capa beige por una camisa de mangas tres cuartos del mismo color pero, aun así llevaba los mismos pantalones rojos con estrellitas que tanto le caracterizaban y, en vez de cargar su usual mirada maliciosa en sus ojos obsidiana, más bien se notaba entretenido comiendo una paleta de caramelo mientras el viento le revolvía un poco sus largos y castaños cabellos.
Una sonrisa traviesa asomó en las comisuras de sus labios justo antes de que llegara frente al pequeño camp y lo abriera de golpe dejando pasar inevitablemente los rayos del sol y la luz del caluroso día.
-"¡¡Arriba dormilona!!"-gritó enérgicamente, con golosina en una mano y la otra con el puño en alto, extrañamente y pese a todo, el joven chaman había despertado de mejor humor del que se esperaba.
-"Umm, buenos días hermano"-contestó una vocecita aun adormilada justo en medio de un bostezo, se deshizo de las mantas e incluso se desperezó un poco, el cabello color avellana le caía como una fina cascada sobre los hombros y la espalda, sus ojos color verde esmeralda miraban con cierto deje de alegría al chaman y su pijama color negro hacia un perfecto contraste con su tez nívea.
-"Date prisa o te haré entrenar el doble"-dijo divertido justo antes de continuar degustando su pequeño manjar de caramelo.
-"¿Entrenar?"-chilló espantada, retirando inmediatamente de su cara la mano con la que instantes antes se tallaba uno de los ojos tratando así de despertar bien –"Pero Hao, creí que habías dicho que ya estaba lista"-replicó haciendo un mohín, primero del día sin lugar a dudas.
-"Sé lo que dije pero, anoche, cuando te dormiste recibí un mensaje"-contestó, de nuevo con una pequeña sonrisita en el rostro, solo que esta vez distaba de ser una alegre o divertida, más bien era una de sus típicas sonrisitas maliciosas.
-"¿Un mensaje? ¿Te refieres a que…?"-si lo que su intuición le decía era cierto, entonces su hermano tendría que estar hablando justamente de lo que ambos tanto habían esperado y que era precisamente…
-"Si, el torneo de los chamanes pronto reiniciará"-dijo al fin, justamente lo que había pensado que era.
-"Entiendo, vas a participar de nuevo"-murmuró, en parte le emocionaba y en parte no, la última vez casi había perdido a su hermano por obra de su otro hermano, ¿Qué pasaría si esta vez los perdía a ambos?
-"He decidido darte tu oportunidad"-anunció notando el gesto perdido de la chica de ojos esmeralda, ella le miró perpleja.
-"¿Me dejarás participar?"-musitó aun sin creérselo del todo, la ultima vez incluso había rogado y Hao simplemente le había dado un rotundo no
-"No tendría sentido que te mintiera ¿o sí?"-dijo, aunque su voz se oía algo graciosa debido a que aun seguía entretenido con su dulce.
-"¡¡Gracias hermano, de verdad gracias!!"-chilló levantándose de un salto tan solo para abrazarlo con fuerza, primera vez que su hermano le daba tal honor, aunque aún seguía sin entender el todo porque la primera vez se había negado a dejarla participar.
-"Si ya, ¡¡Gábriel suéltame!!"-gruñó, mitad avergonzado mitad feliz por complacer uno de los caprichos de la Asakura menor.
-"Uh… lo siento"-dice mientras lo suelta y desvía la mirada algo avergonzada.
-"Partiremos hoy mismo, después de hacerle a alguien una visita"-advirtió, la chica soltó un suspiro algo cansado, ahí iba su hermano de nuevo a fastidiarle el día a su otro hermano, no es que quisiera mucho a Yoh y por eso no le gustara que Hao le fastidiara, era más bien que consideraba que ambos eran un peligro el uno para el otro y pese a todo no quería perder a ninguno, aun si a Yoh nada más lo había visto de lejos durante el pasado torneo.
-"A Yoh yo me supongo"-dijo al fin, aunque como que el comentario medio sobraba.
-"Así es, vamos a darle una gran sorpresa"-comentó Hao, vaya que a veces no distinguía entre lo que era una sorpresa y lo que era un susto.
-"Si tu lo dices…"-dijo rolando la mirada –"Aunque más que sorpresa va a ser un susto de muerte"-agregó como si nada, haciendo una de sus inocentes sonrisitas, a lo mejor y se divertía viendo las caras que ambos pondrían al verse de nuevo.
-"Ahora que me lo pienso…"-dijo Hao llamando su atención –"¿No ya deberías de estar entrenando?"-una de sus perfectas cejas enarcada y sus ojos mostrando una miradita hasta cierto punto amenazante.
-"Ya va, ya va"-contestó sin ganas, el chaman de fuego le sonrió ampliamente justo antes de dejarla a solas en su improvisado hogar.
Mientras se cambiaba el pijama pensaba en la futura tortura que le esperaba, aunque en cierto modo la agradecía, de no ser por las torturas que su hermano le imponía probablemente no habría sobrevivido durante todos esos años.
A su hermano le debía tantas cosas, se dijo mientras jugaba con los tirantes de sus pantalones negros con estrellitas amarillas, durante todos esos años Hao había sido su única familia, Hao era prácticamente todo lo que tenía; se acomodó la blusa negra con una estrella amarilla en el centro y luego de peinar su cabello en una sencilla media cola y soltar un suspiro, se dispuso a salir y dar la cara a su tortura.
-"Suéltalo"-dijo al fin, el chaman de fuego se volvió para mirarla, en las manos llevaba un cántaro, ella soltó otro suspiro, una parte muy en el fondo de su mente le decía que lo que venía no le iba a gustar en lo absoluto.
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Para cuando llegó el atardecer estaba enojada, más que enojada, estaba indignada, una vez más su hermano se había pasado de la raya con sus entrenamientos y no solo había hecho que se cansara sino también le había conseguido una ronda gratis de humillación frente a toda la sarta de humanos que habían presenciado su tortura y solo por eso, el cántaro lleno de agua que había formado parte de su "entrenamiento" fue arrojado contra la tierra en donde se hizo pedazos dejando correr libre su contenido, podrían decirle que estaba haciendo una rabieta pero no le iba a importar, no esta vez.
-"¡¡Que malo eres hermano!!"-gimoteó al fin, parte indignada, parte molesta y parte cansada.
-"Sigue lloriqueando de ese modo y no te llevaré donde Yoh"-murmuró serio.
-"No, no, ya me callo"-dijo negando con ambas manos, no es que se estuviera muriendo por ver a Yoh, solo que esta vez sería diferente, esta vez Hao iba a dejar que por fin se conocieran.
-"Bien, ya vámonos"-se limitó a decir el chaman, aunque en su fuero interno no le había gustado que ella se tranquilizara con la simple amenaza de no dejarle ver al "niño naranjas".
-"Pero, mis cosas…"-replicó casi de inmediato la menor de los Asakura.
-"Ya las he empacado, solo date prisa"-contestó el mayor de los Asakura.
-"Entonces vámonos ya"-concluyó, no tenía mucho caso retrasar más las cosas.
Lo demás salió sobrando en cuanto el espíritu de fuego, mejor conocido para ellos como "Fifi-chan" pareció de la nada, como ya era costumbre y, extendió su gran garra para que ambos treparan a su muy poco usual medio de transporte.
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En la pensión "En" reinaba un silencio de lo más tranquilo, para esas horas ya todos habían terminado por fin las tareas que la mandona de la casa les había impuesto, bueno, había silencio casi en todas partes, en la cocina el shaman originario de china no hacía más que maldecir por lo bajo y revolver insistentemente las cosas en el frigorífico de la casa, su leche no estaba por ningún sitio y la necesitaba, hacía calor y quería su leche helada para refrescarse, se sopló unos cuantos mechones de su cabello violeta que le caían en el rostro, clara muestra de su molestia.
-"¿Quién de ustedes malditas cucarachas se atrevió a beberse mi preciada leche?"-exigió saber, cerró de golpe el frigorífico y se cruzó de brazos mientras ponía mala cara.
-"Yo fui, ¿Algún problema picudito?"-dijo como si nada Horokeu Usui, iba entrando a la cocina de lo más tranquilo mientras se ataba su tradicional cinta en la frente para evitar que su cabello bicolor le tapara la vista.
-"¡¡Eres un desgraciado HOTOHOTO!!"-gritó furioso el chino, remarcando la última palabra tan solo para molestar a su compañero.
-"¿Cómo me llamaste picudito?"-murmuró mordaz HoroHoro, su mano cerrándose en un puño y sus nudillos tronando, una venita hinchada en su sien.
-"¡¡HOTOHOTO!!"-bramó el de cabellos violetas.
-"¿Cómo?"-indagó perplejo de que el chino se atreviera a repetir el "insulto"
-"Si quieres te lo deletreo: H-O-T-O-H-O-T-O"-masculló en voz alta Ren Tao.
-"Ya verás picudito, esta vez te va a ir muy mal"-advirtió el Usui haciendo tronar sus nudillos.
-"Al que le irá mal va a ser a ti, pagarás haberte metido con mi leche"-amenazó Ren, claramente no iba a dejar que las palabras de HoroHoro hicieran mella en el.
-"¿Así? Pues ya veremos"-le retó el bicolor.
-"¡¡Basón!!"-llamó el chino, decidido a no darle ni un segundo de tregua más al japonés.
-"¡¡Kororo!!"-dijo a modo de respuesta Usui, si en esas estaban él tampoco se iba a dejar fastidiar por Ren.
-"Ya chicos, con comprar más leche se soluciona jijiji"-dijo Yoh, ninguno de los dos se había percatado del momento exacto en que el shaman había entrado a la cocina, sonriendo drogadamente como él sabía hacer, en su cabello castaño corto llevaba sus audífonos naranjas y sus ojos obsidiana los observaban con la alegría impresa en ellos.
-"Pero Yoh"-replicaron ambos, tanto Ren como HoroHoro, al unísono.
-"¿No creen? Ren, HoroHoro"-insistió sonriendo más ampliamente, los otros dos suspiraron desanimados.
-"Umm, con solo verte hasta las ganas de pelear se me quitan"-murmuró por lo bajo Ren.
-"Lo mismo digo"-dijo al fin HoroHoro –"Ren, ¿Qué dices si vamos por unos tamales?"-invitó, es que con la flojera que ya le había dado ver a Yoh sonreír todo tranquilo, en esos momentos ya solo pensaba en comer.
-"Mejor unos pastelillos con forma de durazno"-contestó el chino con una media sonrisa.
-"Ay, está bien"-masculló no del todo convencido el Usui.
Luego de eso ambos dejaron la cocina mientras Yoh los contemplaba irse y se reía como siempre, sus amigos nunca cambiarían, de eso no tenía duda alguna.
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Para esos momentos el espíritu de fuego se deslizaba sin inconveniente alguno sobre el cielo nocturno, mientras Hao dormitaba la chica de cabellos avellana contemplaba el paisaje con detenimiento.
-"Hermano"-llamó en un susurro.
-"Dime"-contestó el chaman en tono adormilado.
-"¿Por qué no dejaste que ese oficial de la tribu parche muriera?"-quiso saber, después de todo, llevaba tiempo dándole vueltas al asunto, aun no comprendía porque su hermano había permitido que Nitchrom continuara con vida.
-"Porque aun nos puede servir de algo"-dijo mientras daba una vuelta en un vago intento de continuar con su siesta.
-"Hermano"-llamó de nuevo la chica.
-"¿Y ahora qué?"-masculló de mala gana el chaman, incluso soltando un bostezo.
-"Ya vamos a llegar, despierta"-advirtió, su mirada concentrada en admirar la ciudad que se apreciaba bajo ellos.
-"Ya va"-musitó Hao al tiempo que se sentaba y se estiraba un poco con tal de desperezarse.
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La cena en la pensión "En" se había llevado a cabo igual que siempre, Ren y HoroHoro de vez en cuando discutiendo, Yoh riendo al verlos, Anna callándolos, y Manta mirando divertido cada escena que sus amigos montaban.
-"Por cierto chicos"-intervino Yoh en el reciente pleito entre Ren y HoroHoro, ambos le miraron y después volvieron a sus lugares en la mesa –"Lyserg llamó después de que se fueran, dice que llegará esta noche"-anunció como si nada mientras pelaba una naranja.
-"Pues espero que pague su hospedaje"-se limitó a decir Anna sin siquiera retirar la mirada de su telenovela.
-"Claro que si Annita, no te preocupes jijiji"-contestó el castaño riendo como solo él sabía hacer.
Aunque su ambiente de tranquilidad se fue al caño en cuanto una brisa helada sopló y una presencia bastante conocida para ellos se hizo presente.
-"Esa presencia es de…"-comenzó a decir Yoh, aun inseguro de si decir aquel nombre o no.
-"Es imposible, ese sujeto está muerto"-murmuró perplejo Ren.
-"Nosotros vimos cuando…"-la voz se le había ido de repente HoroHoro no sabía si continuar o dejar las cosas así.
La brisa helada sopló de nuevo y esta vez abrió bruscamente las puertas que daban al patio de la pensión.
-"Te dije que nos volveríamos a ver, Hermanito"-dijo el chaman de fuego de pie en la mano de su espíritu acompañante y más vivo que cualquier otro ser vivo, sonriéndoles con cierta burla.
-"¡¡Hao!!"-lograron decir al unísono, aun sin poder creer que él estuviera ahí.
-"Ese soy yo"-se limitó a decir el chaman de fuego.
-"Pero, tu deberías de…"-trató de decir Yoh, aquello realmente no estaba pasando, debía de ser una pesadilla, seguro que sí.
-"¿Debería qué?"-contestó Hao enarcando una ceja, como retándolo a que lo dijera.
En ese momento Lyserg entró corriendo, casi barriéndose por el piso con tal de llegar donde ellos se encontraban, llevando nuevamente el uniforme de los X-LAWS
-"¡¡Yoh!!"-llamó, su verde cabello cayéndole en el rostro y nublándole la vista debido a la carrera que había llevado a cabo –"La Doncella de Hierro me ha dicho que Hao está vivo"-logró articular mientras trataba de recuperar el aliento.
-"¿Por qué habría de estar muerto?-intervino una voz que solo Hao conocía, los demás miraron en esa dirección tratando de reconocer a la chica trepada en el espíritu de fuego.
-"Porque…"-trató de decir Lyserg.
-"Esa idea me parece de lo más absurda y tonta, creí que conocían bien a Hao"-dijo negando con la cabeza como si estuviese decepcionada.
-"Y mira que yo venía a decirles que el torneo está por reiniciar"-musitó Hao, claramente fingiendo estar ofendido por los comentarios de Yoh y sus amiguitos.
-"Hermano, te dije que no iba a ser una sorpresa, ahora solo falta que se desmaye"-comentó con burla la chica de ojos esmeraldas.
-"¿Cómo lo llamaste?"-quiso saber Anna, en realidad nada de eso debería de estar pasando, se repitió mentalmente.
-"Hermano, ¿Por qué? ¿Te molesta?"-preguntó intrigada, su cabello color avellana siendo movido por el viento.
-"¿Quién eres? ¡¡Contesta!!"-exigió saber Lyserg.
-"Umm que gruñón, se nota que eres un X-Law"-dijo fastidiada, no le había hecho ninguna gracia la manera en que ese chaman los miraba a ella y a su hermano mayor.
-"¡¡Contesta!!"-exigió a gritos el shaman inglés.
-"Mi nombre es… Gábrielle Asakura"-dijo, una sonrisa prepotente plasmada en su rostro, y en ese justo instante los oráculos virtuales de todos comenzaron a sonar…
Fin del capítulo I
Kami, por fin lo hemos logrado –se ve a Hanna y a Joshua que se dejan caer sobre un amplio sofá de cuero negro- fue más difícil de lo que creíamos, o más bien más cansado, después de todo ya habíamos avanzado tanto nya.
Pero ni hablar, lo prometido es deuda y no es costumbre de los Darko faltar a nuestra palabra.
Explicando algunas cosas por ciertos comentarios que recibimos, no tenemos odio contra los X-Laws, bueno, no mucho, pero no podemos evitar poner comentarios malos contra ellos ya que esos comentarios vienen de los camaradas de Hao y es total y completamente natural que detesten a los X-Laws así como estos detestan a Hao –mal por ellos-
Bueno, esto es solo el reinicio del fic, hemos agregado algunas cosas que no estaban y quitado otras que sobraban, esperemos haya quedado mejor, y bueno, si nos tardamos nada más fue por falta de tiempo, cansancio, la musa que se nos escapó y… flojera jejejejeje
No garantizamos actualizar pronto pero, haremos nuestro mejor esfuerzo, pronto inician nuestros exámenes semestrales y hay que ponerle empeño si es que no queremos ser castigados 9.9
Como fuere, la cosa ya esta, agradeciendo a quienes leen y esperando sus reviews nos retiramos, nos leemos la próxima vez nya
No sean malos, si leen dejen review…
Atte. Hanna y Joshua Darko
