Kingdom Hearts Blind Wish
Prólogo.
Aquí, no es un mundo lejano. Desgraciadamente para algunos es la vida real. Para algunos es bueno después de todo. Siendo el año 2011 todo pasaba muy normal, ese era el problema. Normal. Normal. ¿Sólo normal?
¿Y si cambiáramos esto? Si hubiese algo, que le diera un giro a nuestras vidas por completo, algo que nos emocione, algo que realmente disfrutemos, algo, algo como Kingdom Hearts.
Capítulo I - Apertura.
Londres, Inglaterra:
Un sábado nublado, no había nada interesante que hacer, después de regresar de un centro comercial con sus
amigas, Allison decidió encender el PS2 y jugar aquel final de la segunda entrega de Kingdom Hearts que tanto adoraba. Mientras jugaba, sentía la emoción correr como si fuera la primera vez que viera las escenas. "¡Vamos Sora, Riku!" -gritaba mientras peleaba y presionaba el botón de X con una euforia grandiosa. Al pasarlo, se recostó en su cama y pensó. "¿Qué pasaría si estuviera con ellos? Peleando a su lado, viviendo cosas impresionantes, viajando por mundos y..." -unos golpes a su puerta la interrumpieron. "Allison, ya es hora de la cena" -llamó la criada a su puerta. "Sí, sí..." -cerró sus ojos y pronto se puso de pié, dispuesta a apagar el PS2 y prender su computadora portátil. En eso, ella escuchó un estruendo que hizo que se le pusieran los pelos de punta, y un escalofrío que pronto recorrió su cuerpo de pies a cabeza. Bajó asustada con su madre. "¿Madre, escuchaste eso?" -su mamá la miró desconcertada. "Allison, ¿te sientes bien? Creo que deberías de dejar de jugar videojuegos... ya te están haciendo daño-" -Allison tomó su cena y se fue a su habitación. Escuchó a su madre terminar. "-mira que estar imaginando ruidos..." -cerró la puerta de un golpe y se recostó en su cama, sin tocar la cena. Pronto escuchó ese ruido horrible de nuevo.
Estaba temblando. Vio que el foquito del PS2 comenzó a parpadear de manera inusual, se acercó para revisar los conectores. Todo estaba normal, en su lugar, correctamente conectados a la fuente de luz. "Qué raro..." -la luz se fue de un segundo a otro. "¡Bien! Justo cuando iba a encender la consola maldit-, ¿eh?" -el PS2 se había encendido, y el televisor también... ¿qué estaba pasando?. Su corazón se aceleró todo ese momento, de una manera extraña, algo que jamás había experimentado, cada vez era más fuerte que hasta podía decirse que le estaba comenzando a doler… Tomo el mando del PS2, se sentó en la orilla de la cama y justo cuando iba a presionar el botón de "cargar partida" un flash la cegó por segundos y... desapareció.
Barcelona, España:
Un hermoso atardecer, era la hora de la merienda y Rebeka seguía encerrada en su cuarto jugando videojuegos, especialmente ese tan famoso Kingdom Hearts. Para ella había algo en esa historia que le atraía, de una manera extraña a decir verdad, ella disfrutaba jugar las entregas una y otra vez. En internet leyó rumores sobre personas que desaparecían mientras jugaban Kingdom Hearts, tomó su papel de escepticismo y no creyó en nada de eso, puso algo de música y continuó con su partida normal. Tenía un semblante serió, una mirada fría en su rostro, entre escena y escena sonreía un poco, para estar sola, ella se sentía muy a gusto con su sola presencia y la de un videojuego. Las horas pasaron y seguía jugando, cuando menos se lo esperaba ya estaba oscuro, la noche había caído ya y la luna se colaba por las cortinas de su ventana. Era una vista hermosa, pero ella prefirió fijarse en el juego y seguir, no importaba la hora que fuera, seguiría jugando muy cómoda. Algunas veces soñaba con ser una heroína, verse como alguien digno de admirar, y salvando a todos en cualquier mundo, ayudando a Sora y compañía. Incluso diseñó sus propias keyblades. A pesar de su semblante, era soñadora en el fondo… volviendo al mundo real.
Sin previo aviso la luz se fue, ella no había guardado la partida y gritó con fuerza teniendo una almohada pegada a su cara. "¡Joder! Ahora tengo que pasarme todo ese mundo de nuevo…" –se quitó la almohada y suspiró. "Maldición…" –se levantó y observó que a pesar de estar todo apago, el PS2 seguía prendido y el juego dentro, corriendo… "Que va, sin televisión no vale la pena tener el PS2 encendido…" –justo cuando iba a apagar el PS2 el televisor se encendió, pero ni un aparato más, ni un aparato menos… "Bieeeeen…, me gustaría saber que está sucediendo aquí" –musitó. "Espero que alguien no me esté haciendo una tonta broma. Como los programas de televisión" –al pequeño roce de la yema de su dedo con el interruptor del PS2 una estática recorrió su cuerpo, y… ella ya no estaba ahí.
Milán, Italia:
"Vamos, Leah…" –era la hora de salida en el colegio. Leah se iba a ir a casa de su amigo Eliot esa tarde a jugar ese juego que les había unido más. Kingdom Hearts. "¿No quieres que te ayude con tus cosas?" –preguntó Eliot. "N-No, estoy bien, además tu casa no queda tan lejos del colegio como la mía" –Leah le sonrió y caminó a su paso todo este rato, platicaron de lo que iban a hacer en casa, pedirían una pizza de Caessaris' y después de comer y hacer la tarea jugarían Kingdom Hearts toooodo lo que quedaba de esa tarde.
Eliot notó que Leah se comportaba de una manera extraña, como huraña o extremadamente tímida. No era la primera vez que sucedía pero era más raro que antes verla así, al final de cuentas no le dio tanta importancia y siguió comiendo y pasándole los apuntes a Leah, ella copiaba con rapidez mientras comía, no levantaba la mirada del cuaderno y un tono rojizo cubría sus mejillas cada vez que intentaba ver a la cara a Eliot. Al finalizar todo esto subieron al cuarto del chico. "¡Bien, estoy ansiosa por jugar!" –comentó Leah gustosa y con mucho ánimo, Eliot sonrió un poco y encendió el PS2, obviamente y como era de esperarse de él, KH2 estaba puesto. "Dime, Eliot…" –interrumpió Leah. "¿En qué parte vas?" –con toda tranquilidad Eliot respondió. "Bueno… lo estoy jugando en modo experto y voy en el mundo "The World that Never Was", ya sabes, justo antes de pelear contra los otros chicos de la Organización XIII…" –Eliot siguió con su explicación y jugando mientras Leah asentía a cada una de sus detalladas sinopsis de cada escena, riendo de vez en cuando. Al terminar el seminario de explicaciones Leah le miró y suspiró. "¿Te sientes bien?" –preguntó Eliot, mientras ella sonrojaba mucho más de lo normal. "Eliot, yo…" –ya estaba anocheciendo, el sol se escondía poco a poco mientras el cuarto oscurecía. "¿Qué pasa?" –insistió el chico. "Yo quería decir que…" –Eliot la miró a los ojos, desconcertado. De pronto un apagón hizo que brincara de la cama, interrumpiendo su 'declaración'. Eliot se dio una palmada en la cara. "¡No salvé la partida!" –al voltear a ver el PS2, se dio cuenta de que seguía encendido, puso una cara de irritado. "Seguro solo se fundieron los focos…, bajaré por repuestos a la cocina, espera aquí Leah." –justo cuando iba a salir de su habitación, Leah le llamó. "¡Eliot, mira esto! El foco del PS2 está azul" "No bromees Leah, solo puede estar rojo o verde" –comentó Eliot. "¡Es en serio, mira!" –Eliot se acercó a Leah y sus ojos se tornaron de seriedad a asombro. "¿Pero qué rayos está pasando?"… "Eliot, por cierto…" "¿Hm?" "Lo que te iba a decir era que…" –Leah iba a hacer su confesión, tomó a Eliot del brazo mientras este iba a presionar el interruptor del PS2. "Quiero decirte que te qu—" –Eliot presionó el interruptor, y de la nada, ambos, ya no estaban ahí.
