Digimon no me pertenece, sólo utilizo los personajes por diversión (y para hacer realidad mi sueño de que Matt y Mimi terminen juntoos! )
Back to December
Las calles estaban casi vacías a pesar de la hora. El frío le calaba los huesos a pesar de su saco largo de color negro. Metió las manos en los bolsillos y siguió caminando. Llevaba unos guantes sin dedos, algo estúpido en ese momento, pero era lo que menos le importaba. Comenzaron a caer unos copos de nieve. Sonrió amargamente. El día podría haber sido como todos los demás, pero el destino le jugó una mala pasada. Acababa de verla. A ella. Después de tanto tiempo, se habían encontrado en la puerta de la universidad. La charla había sido algo monótona, las típicas preguntas cuando te encuentras con un amigo… pero para el ella no era una amiga, seguía siendo algo más, siempre iba a serlo, a pesar de todo…
Llegó a su casa corriendo, parecía que escapaba de alguien o algo, cerró la puerta fuertemente, y se apoyó de espaldas en ella, dejándose caer lentamente, hasta quedar de cuclillas en el piso. Se tomó la cabeza con las manos, aún con sus guantes color rosa viejo puestos. Sus castaños bucles estaban algo húmedos y despeinados por la corrida y la nieve, pero no le importó. Se quitó el gorro verde de lana tejida y apoyó pesadamente la cabeza en la puerta, mirando el techo. Suspiró y se puso de pie con algo de esfuerzo. Se sacó y colgó su saco color verde en el armario de la entrada y fue a su habitación. Fue hacia una estantería y encendió su equipo de música.
- Maná – pensó - justo lo que necesito - y entró al cuarto de baño
Se quitó toda la ropa y entró a darse una ducha bien caliente. A través de la música, escuchaba su celular sonando, pero no le dio mucha importancia. Salió quince minutos después, con un toallón alrededor de su cuerpo y una toalla recogiendo sus cabellos. Tomó su celular y miró quien la llamaba: Sora. Luego la llamaría. Se dirigió a su habitación y se puso un vestido blanco de tiras, con puntilla en el escote y en el dobladillo. Secó sus cabellos y se tiró boca arriba en la cama.
- Lo vi – le susurró al cieloraso. Contó los meses que habían pasado mentalmente. Casi doce. ¿Todavía la odiaría por lo que le había hecho? Por cómo la trató horas antes, no podía estar segura. Estuvo frío, como era normal en él, sólo que con ella casi nunca había sido así, sólo cuando eran pequeños y no la soportaba. Sonrió. Añoraba esos días de aventuras con sus amigos, ya que hacía un par de meses que no veía a varios. Hablando de sus amigos.
Se sentó de pronto y tomó su celular. Marcó el número de Sora.
- Mimi, dios, estaba preocupada. ¿Por qué me cortaste de pronto antes?
- Lo siento Sora, es que me encontré con alguien – dijo, levantándose de la cama, y caminando por toda la habitación.
- Oooh, ¿Con quién? ¿Un chico? – dijo juguetonamente
- Con Matt – dijo, sabiendo cuál iba a ser la reacción de su amiga. Pasaron unos segundos en los que su amiga no dijo nada, hasta que solo atinó a decir
- Oh
- Nos cruzamos en la puerta de la universidad. Estuvimos hablando un rato
- ¿En serio? – Sora parecía verdaderamente sorprendida – y, ¿hiciste lo que querías hacer hace tiempo?
- Sí, no se cómo, pero le dije que quería que fuéramos a tomar algo mañana, que necesitaba hablar con él
- ¿Y qué te respondió? – dijo Sora, algo ansiosa. Todavía no podía creerlo.
- Me dijo que sí, que nos encontraríamos en el café de siempre.
- ¿Y cómo estaba? Quiero decir, ¿Cómo te trató?
- Normal, en realidad, como a todos, algo frío. Pero se sorprendió de que nos encontráramos.
- Yo también lo estaría – Mimi escuchó las voces de varias personas antes de que su amiga le hablara – Lo siento, entró gente al local, debo irme. Mañana me cuentas cómo te fue. Adioooos
- Bye – sólo dijo Mimi, aunque su amiga ya había cortado. Miró a través de la ventana de su cuarto y vio que seguía nevando. El tiempo estaba loco, recién era 16 de diciembre y ya nevaba.
¿Será una señal?
Mimi se restregaba las manos por debajo de la mesa nerviosamente. Estaba en el café, sentada frente a frente con Matt. Después de tanto tiempo… Levantó la vista y lo vio tomando tranquilamente su capuchino, con la mirada perdida en la calle. Tomó la taza de su café con leche con ambas manos, para calentarlas y tomó un poco. Tal vez a él no le importaba tanto su reencuentro, tal vez ya lo había superado… Dios, ¿y si era verdad? ¿Habría sido capaz de hacer lo que ella no pudo? ¿Habrá podido olvidarla?
El joven rubio no podía ni mirarla a los ojos. Sabía que no podía, caería nuevamente, y era justamente lo que no quería. Pero qué diablos, ya había caído rendidamente a sus pies en cuanto la vio entrar al café y sonrió al verlo. Llevaba un saco algo largo color verde, con un sombrero del mismo color, pantalones color claro y un pullover escotado mangas largas de color rosa y una camisa blanca debajo. Su cabello estaba suelto y casi no estaba maquillada. Estaba tan hermosa como siempre. Pero el solo se concentró en su capuchino, debía mantenerse frio…
- Y… ¿Cómo está Tk? – rompió finalmente el silencio Mimi – Me contó Sora que está saliendo con Kari
- Si, después de mucho esfuerzo… para convencer a Tai, obviamente, son novios – vio como sonreía, esa sonrisa que el tanto amaba. Basta Matt
- Me imagino. ¿Y tu madre? Hace mucho que no la veo
- Desde hace tiempo vive a las afueras de la ciudad, más cerca de mi abuela.
- Oh, no lo sabía. Debes extrañarla.
Matt sólo levantó los hombros. Mimi se mordió el labio inferior. La cosa no iba bien, y era obvio que todavía no la perdonaba. Dios, que haría…
- ¿Continúas con la banda?
- Volvimos a tocar hace poco, pero estoy muy ocupado con el trabajo, y después de todo, trabajar en una disquera no te garantiza tantas oportunidades.
- Oh…
Fin de la conversación. Fin de la oportunidad. Fin de la relación. Pensaba Mimi en sus adentros, mientras lo veía concentrado en todo lo que pasaba a su alrededor, menos en ella. ¡No! No puedo dejar que todo se termine así sin más, no lo nuestro, él fue lo más importante y yo lo eché a perder y… ¡Díselo!
- Matt, yo…
- ¿Pido la cuenta? – dijo él
- ¿Eh? Oh, sí, seguro
Después de eso, Matt le pagó al mesero y se levantaron para irse. Mimi no había pronunciado palabra, hasta que salieron del café y el frío helado la hizo reaccionar. Lo vio alejarse por la acera, con las manos en los bolsillos, sin siquiera haberse despedido.
- ¡Matt! – dijo corriendo hacia él y tomándolo del brazo. Él ni se dio vuelta.
- ¿Qué quieres? – Mimi se sorprendió por la frialdad de su voz.
- Yo… - vamos Mimi, no lo pierdas nuevamente – yo quería pedirte disculpas por todo. Todas las cosas que te dije esa noche no eran verdad, yo… - pero no pudo continuar, las lágrimas se acumularon en sus ojos, y un maldito nudo se había formado en su garganta. Ambos recordaron esa noche…
Flashback
Un joven rubio caminaba bajo la nieve con un ramo de rosas rosas y rojas en la mano y la otra en su bolsillo. El frío y la nieve no le molestaban, estaba bien abrigado, y además iba a verla a ella. Había un calor en su corazón que lo abrigaba. Tocó timbre y esperó unos segundos. Le abrió la puerta, y al verlo allí parado, no saltó a sus brazos, como siempre hacía, sólo lo hizo pasar. No le dio importancia y pasó, amagando a darle un beso, pero ella sólo le dio la espalda, cerrando la puerta. Esta vez sí se sorprendió.
- ¿pasa algo mi amor? – Dijo mirándola a los ojos. Estaban rojos, como si hubiera estado llorando. Tomó su barbilla y la obligó a mirarlo a los ojos - ¿Pasa algo malo?
Ella sólo negó, haciéndolo que la suelte y dirigiéndose al comedor. Él la siguió y le entregó el ramo.
- Toma, sé que no son tus favoritas, pero quería regalarte algo – dijo sonriendo. Pero ella no las tomó, sólo se sentó en el respaldo del sillón y escondió su rostro detrás de sus bucles.
- No las quiero – Matt abrió los ojos, sorprendido por la rudeza y frialdad de su voz. Se acercó a ella, dejó el ramo en una mesa que había a su lado y la tomó de los hombros, obligándola a mirarlo a los ojos.
- ¿Qué sucede? ¿Por qué estas así, porque no aceptas las flores o mi beso? ¿Hice algo mal?
Mimi sintió que un nudo se formaba en su estómago y en su garganta. No podía hacerle eso a él. No podía hacerle eso al amor que se tenían. Debes hacerlo, gritó una voz dentro suyo, piensa en su futuro, en todo lo que logrará sin ti…
- No… no pasó nada malo. Es que… - ¿Cómo hacerlo? ¿Cuáles eran las palabras correctas? – Se terminó Matt.
Matt abrió los ojos sin poder creerlo. Ella seguía sin mirarlo a los ojos. Necesitaba ver que era verdad lo que había escuchado, que no era una broma sin sentido. Seguía con sus manos sobre sus hombros, por lo que sólo atinó a apretarlos levemente y sacudirla.
- Mimi, por dios, mírame y dime que es una broma. Por favor… no te creeré si no me miras a los ojos –
Mimi sintió las lágrimas en sus ojos, traidoras, no me hagan esto ahora. Tomó aire y levantó la cabeza. Vio sus ojos azules, desesperados, suplicando que sea mentira. Vas a agradecérmelo algún día… espero…
- Es verdad Matt, lo nuestro no puede seguir. Yo… - debes hacerlo – yo no te amo, no tanto como siempre te dije… debo haber estado… confundida
¿Confundida? ¿Sólo eso le decía?
Mimi esperaba que grite, que tire cosas, cualquier cosa. Pero Matt sólo la soltó, se dio media vuelta y se fue de su casa. Y de su vida para siempre, dejando a Mimi llorando. Miró el ramo. No podía… Lo tomó y lo arrojó hacia el jardín trasero, para luego dejarse caer al piso, sin dejar de llorar…
End Flashback
Matt se dio vuelta a mirar a Mimi, encontrándola llorando. No lo hagas, le decía su cabeza.
Mimi lloraba, recordando lo que había hecho, cuando sintió dos fuertes brazos que la acercaban y la abrazaban. Matt, pensó abriendo los ojos, pero llorando más y más, dejando que esos brazos que tanto amaba la sostengan, al menos unos minutos más.
- Te acompaño a tu casa, ¿sí? – le susurró a su oído.
Allí estaba nuevamente, la misma habitación, el mismo sillón, pero tiempo después. La había acompañado a su casa, y sin saber por qué, aceptó entrar.
- Quieres… ¿Quieres tomar algo? – Le preguntó Mimi.
- No, gracias… creo que es mejor que me vaya – dijo dando media vuelta.
- ¡No! – gritó Mimi, haciendo que Matt gire a verla. Iba a decirle algo, pero ella no lo dejó – No era verdad, lo que te dije ese día, nada era verdad… mentí
- No pareció cuando me miraste a los ojos – le dijo el amargamente
- Yo… te juro por lo que más quieras que lo que dije ese día fue mentira. Lo que te digo ahora es verdad… - dijo acercándose a él y tomando sus brazos - Te amo Matt, no puedo pasar un solo día más sin ti, nunca fue lo mismo sin vos conmigo, y nunca va a serlo, yo…
- ¡Basta! – exclamó, alejándose de ella y tomándose la cabeza con una de sus manos– basta…
- Nunca vas a perdonarme, ¿Cierto? – dijo Mimi, tristemente
- No… no puedo… me hiciste la persona más feliz y la más infeliz… yo no… no debo perdonarte –
Mimi asintió, con lágrimas en los ojos. Matt miraba el piso, sin atreverse a irse aún.
- Sólo dime… - dijo ella, haciendo que el levante la mirada - ¿hiciste la gira a Europa?
- ¿Qué? – Le dijo sorprendido, más de lo que Mimi se imaginaba
- Si decidiste hacer la gira o si la harás. La que organizó la conocida de los chicos de la banda… Cameron
- ¿Cómo sabías de esa gira?
- Sólo responde Matt
- No – dijo acercándose más a Mimi – Responde tú. ¿Cómo sabías de esa gira si no le conté a nadie?
- Quiere decir… que no la hiciste… ¿¡Por qué! ¿Por qué no hiciste la gira Matt? Era lo que más querías
- No la hice porque no tenía ganas. Tu turno.
- ¡¿No tenías ganas? Te dejé el camino libre para que fueras a esa gira y no la hiciste, ¿"porque no tenía ganas"? – le dijo Mimi a los gritos
- Eso fue, ¿cierto? – Le dijo Matt, sorprendido, haciendo que Mimi se calmara de pronto y se parara derecha. – Por eso me dejaste. No querías que no hiciera la gira por ti… Pero, ¿Cómo…?
- Cameron – Le dijo – llamó ese día, y me dijo que les habían ofrecido hacer una gira de tres meses por Europa con la banda, pero tu dijiste que no. Ella me dijo que dijiste que no querías separarte de tu novia, y que no podías obligarla a acompañarte. Cameron averiguó mi número, me llamó y me contó, para que hablara contigo. Yo… - Mimi aguantaba las lágrimas – sabía que no ibas a dejar que te convenza, así que pensé que lo mejor era dejarte, para que cumplas tus sueños… ¡Pero no lo hiciste! ¿Por qué, si era lo que más esperabas, soñabas? ¡No puedes …
Pero no puedo continuar. Matt se acercó a ella, tomó su rostro entre sus manos y la besó, como había querido hacerlo en mucho tiempo, como soñaba todas las noches, en poseer esos labios nuevamente. Mimi abrió los ojos, pero enseguida los cerró y se dejó llevar por ese beso, cada vez más profundo…
- M… Matt – dijo ella, separándose nos centímetros, tomado las manos de Matt que seguían tomando su rostro - ¿Qué haces?
- Algo que nunca debería haber dejado de suceder. Mimi, yo no hice esa gira porque me faltaba mi apoyo, mi razón para tocar… Me faltabas Tú. Yo no quiero dinero o fama, yo quiero que estés siempre a mi lado, que me acompañes…
- Siempre estuve a tu lado Matt, nunca dejaré de estarlo – dijo apoyando sus frentes una con la otra.
- Te amo – Le dijo Matt
- Te amo - Le dijo Mimi – Nunca dejé de hacerlo, nunca dejaré de hacerlo.
The End... The End?
Hoooooola a todoos! Bueno, después de muuchos meses, volví a escribir un fic! :D
Estoy tan feliz de haberlo terminado (no se imaginan los que tengo sin terminar un mi notebook u.u )
Bueno, espero que les haya gustado, yo lo encontré un poco meloso en partes, pero bueeno, son las consecuencias de un día de lluvia en vacaciones :S
Espero que dejen reviews, con lo que les gustó, pero sobre todo con lo que no, asi mejoro :)
Ah! Está basado en la canción "Back to December", de Taylor Swift, pero no la puse poque no era TAN relevante en la historia. Y lo de The End? es porque tengo ganas de hacer una especie de epílogo, para sumarle alguna historia con los demás chicos y demás, pero debo pensarlo xD
Byeee :3
