HTTY no me pertenece

Prompt: "A veces él necesita que lo cuiden también."


Cuidar de él

La piel que rodea las muñecas de Hiccup es suave y tibia al contacto. Parecen encajar perfectamente en las manos de Astrid, como si hubieran sido hechas para ser sostenidas, para ser sujetas, para ser inmovilizadas por sus delgadas manos. Hiccup deja escapar un suspiro tembloroso contra el cuello de Astrid, quien sonríe dulcemente mientras atrae las muñecas del hombre hacia sus labios, besándolas justo donde sabe que el pulso de Hiccup se halla, sintiendo con cierta fascinación lo agitado que está, para luego elevarlas sobre la cabeza del castaño.

Hiccup no necesita que le diga que debe dejarlas allí, él simplemente se aferra a la cabecera de la cama y observa con cierta urgencia el cómo Astrid se levanta y regresa hacia él con una simple tira de seda negra. Se ve tan dispuesto, tan apetecible y Astrid no retrasa más sus movimientos. Se sienta sobre su regazo, dejando su trasero sobre su creciente erección, y gentilmente enreda la seda negra contra la piel de sus muñecas, atando estas a la cabecera de la cama. Hiccup se deja hacer. En esos momentos sólo hay un Hiccup tan dispuesto a dar, a recibir, que Astrid no puede evitar gemir quedamente contra sus labios.

―Está bien, Hiccup. Te tengo ―dice, su voz apenas siendo un susurro y llena de deseo.

Hiccup cierra los ojos y asiente, apoyando su cabeza contra la cabecera. Y esa es la señal que Astrid necesita. Esa señal que le dice que Hiccup está listo, dispuesto y excitado. Astrid muerde su labio inferior, acariciando con sus dedos el pecho descubierto del hombre, apreciando con tortuosidad el escalofrío que le recorre y empieza a mover su trasero con movimientos lentos y circulares.

Hiccup gime audiblemente y voltea el rostro hacia su izquierda, dejando al descubierto la piel de su cuello y Astrid se inclina para besar esa porción de piel y saborearla con esa intensa pasión que el hombre bajo ella parece necesitar.


Sólo quería escribir algo…