Bueno este es mi primer drabble y escrito y fue hecho gracias a la celebración de San Valentín del foro Stop Rain, especialmente para Basi.
También va dedicado a mis beta saa-nee (léase saa-alice) y a mi amada mayu mayu, sin ustedes esto sería una basura XD
Bleach no me pertenece porque si fuera así sería lo más loco existente.
Esta historia fue hecha sin fines de lucro por su servidora que no tiene que hacer XD
Un Valentín bañado en chocolate
Sentí caer por mi espalda aquella sustancia pegajosa y espesa, las finas manos de ella se deslizaban por mi piel sacándome suspiros de placer, de hecho lo estaba disfrutando mucho, pero ¿cómo había llegado a esto?, con la poca cordura que le quedaba trato de responder esa incógnita, su cerebro trabajaba lo más rápido que podía.
Imágenes de chicas corriendo entregando dulces, chicos con miradas matadoras, y ella, esa chica que en estos momento lo volvía loco con lo que le hacía, la enana que lo ignoró todo el día, que le dio chocolates a todos y se olvido por completo de su existencia, la que en este momento tenia encima de él haciéndole lo más loco que se le pudiera ocurrir.
Un gruñido se escapó de su garganta cuando la traviesa chica metió sus manos debajo de la toalla que lo cubría de la total desnudes, masajeando sus torneados muslos, untando ese chocolate derretido que embebía su piel, no cabía duda, Kuchiki Rukia si que sabia dar masajes.
Tratando de no perder el poco control y dominio de su cuerpo que quedaba estrujó su cerebro para tratar de comprender el motivo de esta inusual situación, después de un agitado día, habían llegado a casa para encontrar que su familia se había ido al centro por la celebración a realizarse ahí debido a la fecha, por todos los shinigamis del Sereitei, como a su loco padre se le podía ocurrir ir a esos lugares con sus hermanas, desvalido y agotado subió a su habitación y se dispuso a dormir, pero sus intentos fueron fallidos cuando por la puerta de la habitación atravesó el principal de sus problemas, Rukia había entrado vestida con unos shorts muy cortos dejando a la vista sus torneadas piernas y una camisa sin mangas, en sus manos llevaba unas toallas y una jarra con algo oscuro en su interior lo cual identifique como chocolate por su aroma dulce, un bello sonroje se asomaba por sus mejillas.
Paso sus manos por mis brazos sacando otro sucio sonido de mi boca — ¿te gusta? — La escuche decir mientras continuaba con sus manos acariciando y masajeando los músculos de mi espalda baja — ¿quieres que pare? — ¿Qué pare? ¿Es que acaso se volvió loca? Trate de reunir toda la fuerza que podía para sonar lo más seguro posible — n-no, no lo hagas — mi voz se mezclo con suspiros haciéndolo sonar mas a suplica que a mandato. La oí reír suavemente, antes de sentir su peso sobre el mío, se inclino por sobre mi espalda hasta llegar a mi oído — parece que alguien lo está disfrutando- me susurro de la manera más sensual posible, mis nervios estallaron, mi piel vibro y lo comprendí, estaba perdido bajo las manos de esa mujer, la que me volvía loco con solo susurrar cosas a mi oído, la que podía lograr sacarme de un mal día y hacerme sonreír como idiota, por eso decidí que si ella quería guerra, guerra tendría.
Este sería un día inolvidable.
