Primer día en el Instituto Alius
Era casi el primer día y Lara no podía esperar. La habían aceptado en una de las escuelas de nivel académico más alto de todo el universo paralelo al suyo y empezaba al día siguiente. Lo mejor de todo es que iba a ser la gerente del equipo de fútbol Génesis e iba a conocer gente nueva de otro universo.
Sí, de otro universo. Lara era una chica que vivía en un universo paralelo al de los terrícolas. Lara Ninpha era su auténtico nombre. Claro que aunque fuera una total tontería (según Lara misma), tenía que tener tamién un nombre alienígena. Su nombre alienígena era Linpha.
Lara era una chica de cabellos rubios platino, lisos y largos hasta la cintura. Tenía unos ojos azul claro sin brillo. Respecto a su personalidad, tenía bastantes fallos: era bastante malvada (aunque involuntariamente), su orgullo estaba por encima de todo y de todos (incluidos familiares, amigos y mejores amigos), bastante arrogante y muy egocéntrica. Su corazón de piedra (debido a las traiciones y malos tratos recibidos por parte de su entorno durante toda su vida) era totalmente indomable, nadie en su sano juicio se acercaría a ella con intención de echarse novia, ya que Lara lo detestaba casi tanto como a su vida. Lo único bueno de su personalidad era su inteligencia, era mucho más inteligente de lo que aparentaba.
Pero para ella todo iba a cambiar en su nuevo colegio-internado, o al menos eso creía ella.
Terminando de hacer las maletas, Linpha pensó que tal vez podría ser feliz allí aunque fuera por una temporada, pero luego se reprochó a sí misma por pensar semejante tontería.
—Linpha, baja aquí con tu equipaje de inmediato—dijo su padre con cierto desprecio y cansancio en su voz.
—Ya voy, padre—escupió ella fríamente.
Una vez bajadas las escaleras de la enorme mansión con su equipaje se acercó a su guardaespaldas para que éste le acompañara hasta la nave espacial que la llevaría a la academia Alius.
—Buena suerte, señorita Ninpha—dijo el guardaespaldas con su monótono tono de voz.
—Gracias, la necesitaré—dijo ella en un tono cansado de la vida esperando que ésta la consuma cuanto antes mejor.
Nada más subir a la nave espacial se abrochó el cinturón de seguridad y se puso a escuchar música con su RME (Reproductor de Música Espacial).
Después de una hora de viaje, por fin atravesaron el agujero de gusano, y tres minutos después, terminaron de atravesarlo. Otra hora después, por fin comenzaron a divisar un planeta no muy grande con unas instalaciones escolares. Por fin habían llegado a la Academia Alius.
La majestuosa nave aterrizó en la zona de aterrizaje (obviamente) dejando a Linpha con el profesor que acompañaría a los alumnos hasta sus habitaciones.
Allí (aparte de Linpha), había dos chicos más:
El primero tenía el pelo blanco y los ojos azules, tenía una cara de tranquilidad extrema que daba a Linpha ganas de pegar a aquel chico. Sacando su tableta electrónica de datos (estilo pokédex, jeje) analizó a ese chico desconocido, ya que su universo había inventado aquellos aparatos analizadores:
Nombre: Bryce Whitingale.
Nombre alienígena: Gazelle.
Equipo: Diamonds, capitán.
Posición: Delantero / centrocampista.
Coeficiente intelectual aproximado nivel "genio".
El otro chico tenía el pelo rojo vivo, y tenía una sonrisa arrogante que no agradó nada a Linpha:
Nombre: Claude Beacons.
Nombre alienígena: Torch.
Equipo: Prominence, capitán.
Posición: Delantero.
Coeficiente intelectual aproximado "punto intermedio entre genio e hipotenusa".
Gazelle y Torch se fijaron en la chica nueva.
—Eh, Gazelle ¿Por qué no le enseñamos quién manda aquí a esa novata? —dijo Torch con arrogancia en su voz.
—Y con esta última prueba, haces honor a tu reputación de "detestado por las chicas" —dijo Gazelle con toda tranquilidad.
—Bueno, ven—dijo Torch tirando de la camiseta de Gazelle.
Gazelle le fulminó con la mirada pero luego accedió a acompañar al cateto de su amigo.
Linpha vió que los chicos se acercaban, el del pelo rojo tenía una sonrisa arrogante mirando a Linpha por encima del hombro.
Linpha hizo un análisis rápido de la mirada de Torch y rápidamente endureció su tranquilizadora mirada mientras pensaba estrategias para salir de aquella despreciable situación. Una vez Torch terminó de acercarse, ella le lanzó una mirada fría y que daba escalofríos a cualquiera.
—Hola, novata. Yo soy…—empezó a decir Torch con sorna.
—…Torch, y él es Gazelle. Lo se, soy un genio—dijo Linpha con cierta arrogancia en su tono de voz.
Torch se quedó en shock y Gazelle se limitó a mirar la reacción de su amigo sorprendido de que un novato le hiciera frente.
—Bueno, yo soy Linpha—dijo Lara al ver que ninguno de los dos patéticos chicos reaccionaba.
Torch iba a responder, pero no le dio tiempo porque justo en ese momento llegó Xavier Foster. Torch se quedó callado y miró a Xavier con odio y Gazelle simplemente le miró con cireto resentimiento en su mirada.
—Bueno, hola ¿Todo bien? —preguntó Xavier a Torch y a Gazelle.
—Sí, todo va genial—respondió Gazelle con un intento fallido de sonreir.
Xavier observó a Torch viendo que ya se había topado con otra persona egocéntrica: Linpha.
—Por lo que veo, ya habéis conocido a Linpha, nuestra gerente—dijo Xavier intentando que sus compañeros de clase reaccionaran.
—Esto… Sí, es…¿maja? —dijo Gazelle no muy seguro de convencer a Xene.
Después de un momento de incómodo silencio, llegaron los demás, y mientras se disponían a ir a sus habitaciones guiados por un profesor, una chica se tropezó con Linpha.
—Perdona, soy Bellatrix de Génesis. Xene me ha dicho que tu eres nuestra gerente. Encantada—dijo Bellatrix sonriendo.
—Igualmente. Será todo un honor para mí ser vuestra gerente. Espero poder llevarme bien con todos los jugadores de Génesis—dijo Linpha educadamente, tal y como le habían enseñado.
—Bueno, te deseo buena suerte aquí. Ten mucho cuidado con Torch y Gazelle. Están siempre de mal humor porque no son Génesis y la pagan con los novatos—dijo Bella en tono de advertencia.
—No te preocupes por ellos. Ya he colocado a Torch en su lugar—dijo Linpha confiada.
Torch y Gazelle habían escuchado toda la conversación.
—Nos están subestimando—se quejó Torch.
—Déjalo ya, tengo sueño—dijo Gazelle entrecerrando los ojos en señal de cansancio.
—Está bien. dormilón—dijo Torch burlón.
Gazelle ignoró el comentario del lelo de Torch y se dispuso a pensar en comida italiana. "A Luis Suárez le gusta, pero a su manera"pensó para sacarse una sonrisa a sí mismo, y se imaginó a Mark mordiendo a Paolo.
—Jeje, tiene gracia—dijo Gazelle por lo que había pensado.
—Ay, no entiendo a este niño, de verdad—Se dijo Torch a sí mismo.
