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*Hola a todos, sean bienvenidos a este One Shot con especie de final abierto cuya esencia principal es conocer más sobre el pasado de Nathaniel Essex, el villano conocido como Señor Siniestro.


*Espero lo disfruten como yo al escribirlo y por supuesto acepto sugerencias.


*DISCLAIMER: No me pertenece y solo lo hago para divertirme.


*Bueno, entonces no los aburro más y les dejo con el capítulo.


"X-Men"

"Children of the Atom"


'One Shot'

'Vistazo al Pasado'


By Spidey_Legend

Creado y Finalizado: 28/06/2014

Editado y Corregido: 23/08/2015


'Cover'

Nathaniel Essex, una imagen antes de convertirse en Mister Sinister junto a otra tras convertirse definitivamente en el supervillano mutante.


El Planeta llamado Tierra siempre tuvo distintas consideraciones para las diferentes razas o personajes importantes del Universo Cósmico.

Para los grandes seres del universo solo era un planeta más.

Para el devorador de mundos Galactus solo un banquete más.

Para la raza extraterrestre Kree un montón de primates que no valen la pena.

Para la raza cambiaformas Skrull apenas aparecían en sus escritos salvo en una antigua leyenda que profetizaba la destruicción de Skrull World.

Para la raza Shi'Ar no valía nada, excepto un lugar donde conseguir esclavos.

Otras razas pasaban de largo. Algunas miraban de reojo, otras la ignoraban. Simplemente existían.

Los seres que habitaban apenas podían ser considerados inteligentes. Apenas sobrevivían.

Sin embargo algo sucedió.

Llegaron los Celestiales.

Ellos lo cambiaron todo.

Usaron al planeta y su atrasada civilización como campo de experimentación.

Primero crearon a los Eternals.

Los Eternals eran los grandes, los que luego serían llamados Ángeles. Los benditos.

Los Eternals eran los sucesores de lo que los humanos llamarían panteones.

Asgardianos, Olímpicos, Budistas, Egipcios, Taoístas, Aztecas, lo que sea. Todos aquellos que los humanos consideraban Dioses eran descendientes de estos llamados Eternals.

En segundo lugar se crearon a los Deviants.

Tal como lo dice su nombre, se volvieron la contrapartida de los Eternals.

Los Deviants eran considerados los orígenes de los llamados Demonios.

Los caídos. Los malditos. Los que hacen sufrir. Los deformes. Los amos del terror.

Tal como su naturaleza lo indicó, entraron en guerra.

Los Eternals y los Deviants pelearon y pelearon.

Nadie ganó.

Especialmente los humanos que quedaron en el medio.

Se dice que esos humanos perecieron en su totalidad.

La cruel y sangrienta guerra exterminó a todos ellos.

Eso creó consecuencias.

La entidad cósmica conocida como el Tribunal Viviente arribó al planeta y juzgó.

Los encontró culpable y los castigó.

A los Eternals los encerró en el cielo.

Estos quedaron atrapados en diferentes partes del cielo y durante un período de tiempo no podrían regresar a la Tierra. Este hecho propiciaría que se ubicaran en distintas partes para luego volverse los diferentes Dioses de la humanidad.

A los Deviants también se los castigó pero a la inversa. Se los atrapó en lo que los humanos llamarían inframundo. También por el mismo período de tiempo que los Eternals.

Para los humanos, los Deviants pasaron a ser los demonios, la contrapartida de sus Dioses.

El Planeta quedó inhabitado o al menos eso pareció durante un tiempo.

Los Celestiales nunca regresaron aunque rumores establecían que alguna vez lo harían.

Aunque también se decía que algunos humanos habían sobrevivido a la gran guerra.

No, el que llegó a la Tierra fue otra entidad cósmica.

Una entidad de fuego.

La entidad conocida como Phoenix.

El ave de fuego que reaviva desde sus llamas lo que alguna vez se perdió.

La fuerza Phoenix solo sirve al Tribunal Viviente y durante estas ocasiones.

Normalmente duerme.

Sin embargo en esa ocasión despertó para un nuevo amanecer en la Tierra.

Se dirigió al planeta azul lleno de agua y lo envolvió.

Tras terminar su trabajo hubo vida de nuevo.

Con un precio.

Los humanos evolucionarían.

Algo no establecido en la anterior raza.

Algo que nadie esperaba y que el Tribunal Viviente o el Ave de Fuego no responderían.

Estos humanos mejorarían.

Se adaptarían.

Durante un punto llegarían a evolucionar.

Esto fue lo interesante.

Los humanos serían inteligentes pero belicosos.

Crearían hermosas cosas pero a la vez otras que eran destructivas.

Seguirían evolucionando.

¿Por qué?

Nadie lo sabía a ciencia exacta.

Sin embargo, hubo algo que llamó la atención.

Un grupo de humanos era distinto.

Y no por referencia al color de piel, pelo, ojos, altura o peso.

Claro que no.

Estos humanos especiales nacieron distintos.

A lo largo de las diferentes épocas de la historia humana.

Unos individuos que sobresalían.

Estos humanos eran más que humanos.

Tenían habilidades especiales.

Habilidades que ningún otro humano parecía poseer.

Al principio eran pocos pero se creía que a través del tiempo serían los únicos sobrevivientes.

Estos humanos especiales reemplazarían a los humanos normales.

Esto trajo rumores. También temores y muerte. Desconfianza. Divisiones.

Esta parte me interesó en especial.

Debido a que soy uno de ellos.

Estos humanos especiales fueron llamado los hijos del átomo o simplemente mutantes o aberraciones. Aunque engendros de la naturaleza y fenómenos cabían en algunas ocasiones.

La clave que descubrí fue lo que llamé el Gen X.

Aparentemente este cromosoma extra hacía que los mutantes tuvieran esas habilidades

No pude más que ponerme contento y me lancé a estudiar todo lo posible respecto al tema.

Pude descubrir que mi poder mutante era la súper inteligencia.

Seguí investigando hasta que finalmente encontré algo bastante interesante y que sería esencial en mi investigación.

El Diario del Doctor Nathaniel Essex.

Primera Entrada.

4 de Septiembre de 1878.

El propio Essex ni se inmutó al leer nuevamente la primera entrada de su diario. Siempre lo repasada para así recordar su misión y así nunca perder la convicción por la ciencia.


El doctor Francis Xavier se había graduado como médico a temprana edad. Esta proeza más sus habilidades como profesional hizo que fuera reconocido en todo Londres y llamado por las familias más importantes de la ciudad cuando de una emergencia médica se trataba.

Sin embargo, la vida del doctor Xavier cambió para siempre cuando recibió la llamada de una antigua colega suya de la universidad, Lady Victoria Grey. La razón, su hermana menor Rebeca Grey había enfermado gravemente y necesitaban ayuda inmediatamente.

Francis, entre preocupado por la noticia pero alegre por la llamada de su amiga, acudió lo más rápido posible a la mansión de la familia.

No tardó mucho y apenas llegó, fue recibido por Lady Victoria.

Luego conocería al resto de la familia, teniendo en cuenta que la madre de Victoria había fallecido hace tiempo y Lord Gray se encontraba regresando de un viaje importante desde la India. Así que en la mansión, además de los sirvientes y demás personal, se encontraba su paciente y el esposo de esta.

El cuñado se presentó como el doctor Nathaniel Essex. Xavier frunció el ceño. Recordaba perfectamente a Essex.

Fue durante la presentación del célebre doctor Charles Darwin y su teoría de la evolución de la especies. Controversial y hereje para algunos, pero no podía negarse que él trajera un punto interesante. Fue allí donde conoció a Nathaniel y le chocó casi de entrada. No sabía la razón pero así era.

A no confundirse, Xavier consideraba a Essex uno de los hombres más capaces que había conocido. Incluso Darwin había estado impresionado en las discusiones que tuvieron sobre el tema. Es solo que le producía escalofríos, una sensación de desconfianza.

Sin embargo, eso había sido hace años y luego de ese día, nunca había vuelto a ver a Essex por lo que lo olvidó rápidamente.

Aunque ahora pasó de nuevo. Se saludaron. Xavier mantuvo el protocolo y se dedicó a tratar a su paciente. Si Essex lo reconoció de algo o simplemente se mantuvo callado, jamás lo sabría.

Tras tratar a su paciente se retiró. Le preocupaba su diagnóstico pero no quiso darles falsas esperanzas ni tampoco penurias. Simplemente saludó nuevamente a todos y se retiró. Essex lo miró en silencio. Xavier no tendría idea que el propio Essex haría sus propios estudios ya que estaba prohibido que un miembro de la familia tratara a otro en lo que causaría conflictos de intereses.

Xavier comenzó a tener visitas rutinarias en la mansión Grey. Una vez a la semana, para ser más exacto los viernes.

Venía, le recetaba medicamentos y reposo. Aparentemente la muchacha seguía débil pero estable. Esto continuó por meses. A menudo, el propio Lord Grey estaba presente pero siempre era Victoria quien lo recibía. Nathaniel, en cambio, siempre estuvo presente. Se mostraba ansioso de la salud de su esposa pero no hablaba.

Essex parecía querer objetar el tratamiento de Xavier pero no lo interrumpía. Xavier lo entendía, como médico y esposo de Rebeca, estaba comprometido emocionalmente, así que no lo culpaba y lo dejaba ser. Lo consideraba una reacción normal.


Todo cambió, sin embargo, en unos pocos meses. Essex dejó de estar siempre presente y solo lo veía pocas veces durante el tratamiento. Victoria le respondía que su cuñado pasaba casi todas las horas en su clínica y que solo era visto para visitar a Rebeca. Ni siquiera compartía las cenas familiares.

De pronto, ocurrió el milagro. Rebeca Grey se recuperó por completo. La familia estaba atónita. Xavier también, sobretodo porque sabía que no había nada normal en su recuperación; sobretodo teniendo en cuenta que según sus diagnósticos, la muchacha tenía una enfermedad fatal que la consumiría poco a poco.

El Doctor Xavier comenzó a sospechar de Nathaniel al notarlo nuevamente cerca de su esposa mientras llevaba la misma expresión de siempre, sin un deje de sorpresa.

Volvió a pasar un tiempo y Xavier siguió tratando a Rebeca quien parecía estar en perfectas condiciones salvo por algunos dolores de cabeza y desmayos repentinos. Cuanto más estudiaba a la hermana de Victoria, más se convencía Xavier que no había nada normal en la condición de su paciente.

Absolutamente seguro que Essex hizo algo, decidió seguirlo. Era una noche oscura y con mucha neblina pero Francis no lo perdió de vista y consiguió llegar hasta el laboratorio de Nathaniel en una de las zonas de más bajos recursos de Londres.

Xavier se arriesgó a entrar por una ventana y decidió explorar.

Papeles, equipamiento químico, más anotaciones sueltas y un pequeño diario. A Xavier le interesó el título: "El origen del Gen X" pero decidió leerlo después y se lo guardó en su bolsillo. Continuó viendo hasta que llegó hasta una escalera que lo conduciría hasta el sótano.

Allí vió el horror. Gente atrapada. Aberraciones de la naturaleza. Atrapados como animales.

Lo que también pudo notar fue la mirada fría y penetrante de Essex, al parecer sabía que él se encontraba allí.

Xavier no se quedó para confrontarlo y huyó.

Más tarde le avisaría a Lady Grey de su hallazgo y tras la horrorizada cara de Lord Grey, irían todos a la clínica de Essex para que lo arrestasen.

Para cuando finalmente llegaran, Nathaniel Essex ya había desaparecido. También fue tarde para las personas atrapadas allí ya que el lugar se había prendido fuego, probablemente por el mismo dueño del laboratorio. Solo encontraron cadáveres y no tuvieron más remedio que enterrar a los pobres desafortunados, víctimas de ese maniático.

Xavier no dijo nada sobre el diario de Essex y lo guardaría en secreto por mucho tiempo. Emprendería una misión para tratar de atrapar al esposo de su paciente pero nunca lo haría.

Más tarde reflexionaría en el tema y tras descubrir en lo que se había transformado, algo totalmente siniestro, albergaría la esperanza que alguien pudiese detenerlo.


Tras escapar de Inglaterra, Nathaniel Essex huyó rumbo a Estados Unidos, se ubicaría en Boston durante un tiempo e instalaría otra clínica en Nueva York para continuar con sus experimentos acerca del gen mutante. A su vez, recibiría una visita crucial, una que cambiaría para siempre su vida.

Al empezar a vivir fuera de Inglaterra, durante el trayecto adoptó un nuevo nombre, el Doctor Nathan Millbury.

Nathaniel Essex murió esa noche de huída cuando fue descubierto por Francis Xavier. Realmente lamentaba abandonar a su amada Rebeca, pero sus investigaciones siempre fueron lo más importante en su vida.


Ya instalado en Nueva York, el Doctor Nathan Millbury, actual alias de Nathaniel Essex pudo conseguir a su primer paciente especial. Un niño llamado Evan Sabanhur quien demostraba un principio algo rudimentario de manejo de la telequinesis. Essex aún no sabía en lo que se metía pero semanas más tarde y tras realizar un trato con el niño, el cual no lo era, lo dejaría transformado en el futuro Mister Sinister. Después de todo, Evan Sabanhur no era nada más ni nada menos que el mutante que más tarde adoptaría el nombre de Apocalipsis.

Sin embargo, En esos momentos, Essex sonreía porque tenía su primer experimento pero en cambio, todo se daría vuelta a favor del aparentemente niño quien a pesar de su estado maltrecho, seguía mostrando una expresión seria.


Irene Adler se sorprendió de volver a tener esa visión. Esa visión sobre ese lunático científico que ahora se llamaba Sinister. Tenía que advetirles. A todos los que podía y en especial a Raven.

Irene sabía que Essex no se detendría ante nada ni ante nadie.


FIN


*Bueno, esto ha sido todo. Espero que les haya gustado.


*Nos vemos en la próxima actualización.


*Buen fin de semana para todos.


*Saludos, Spidey_Legend.


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