Yo: Vamos, estoy segura de que te gustará!
Yusuke: Eso no va a pasar. Ni sueñes.
Yo: pero…es la primera vez que vas a ser parte de mis historias. No te emociona?:D
Yusuke: ni en lo más minimo e.e eres pésima escribiendo.
Yo: eso crees? Oh, gracias.
Yusuke: de todas formas, admiro que sigas escribiendo sabiendo que eres mala. Eres muy persistente. Felicidades. :D
Yo: Gracias ¬¬ Sabes, por eso mismo, ahora no serás el protagonista.
Yusuke: no quería serlo.
Yo: ahora que lo pienso, no tienes lo necesario para serlo. Yo imagino al protagonista como un chico mucho más guapo y más agradable. Kurama estará dispuesto a serlo, no es así?:D
Kurama: yo? -.-'
Yusuke: Dijiste que más apuesto? Yo soy mucho más apuesto que Kurama.
Yo: En ese caso, no eres más agradable que él.
Yusuke: ¬¬ Por qué siempre me tratas como si fuera poco?
Kurama: Yusuke, deja de discutir e.e Pretendes convencerla de que eres más agradable gritando? Qué coherencia e.e'.
Yo: Yusuke, eres un inmaduro!
Yusuke: Y tu una malcriada por usarme en tus historias sin pedir permiso!
Kurama: Ya basta los dos._.
Yo: Quiere golpearme Kurama! D: [corriendo]
Yusuke: Deja de correr! [corriéndome]
Kurama: son dos niños. -.-'
La historia transcurre como la conocemos desde el principio hasta el momento en el que Yusuke se convierte en detective. En su primera misión, Urameshi debe capturar a tres monstruos Gooki, Hiei y Kurama, los cuales acaban de robar los 3 tesoros de la oscuridad, Koenma le pidió que recuperara estos 3 objetos cuando Yusuke no tenía ningún entrenamiento previo. Cuando Botán se entera de esto, decide enviarle a Yusuke algo de ayuda.
[-Yusuke'sPOV-]
Los 3 demonios estaban parados, tensos. Kurama, el pelirrojo, acababa de comentarle a Hiei y Gooki que los abandonaría, necesitaba utilizar el espejo demoníaco para algo más que los crueles deseos de sus compañeros. Gooki estaba decidido a golpearlo cuando decidí llamar su atención.
"Oye, espera!" grité y los 3 demonios se voltearon a observarme. "creen que pueda refugiarme de la lluvia aquí?" alcé una ceja. "les voy a dar un consejo, devuélvanme los 3 tesoros ahora mismo y depsues será mejor que se rindan ladrones."
"Como es que sabes de nosotros y de los tesoros?" preguntó uno de los demonios.
"Quien eres tu?" Gooki me observaba.
"estaba esperando esa pregunta, no se sorprendan. Soy el detective del mundo espiritual, el Señor Yusuke Urameshi." Sonreí autosuficiente.
"Detective espiritual?" repitió extrañado el más alto de los demonios.
"un detective elegido del mundo espiritual? No siento que emane ningún poder espiritual de él." Dijo secamente Hiei.
"Podría matarlo con un solo golpe." Alardeó Gooki.
Kurama comenzó a caminar.
"Oigan, al menos sorpréndanse!" exclamé al ver como el pelirrojo me ignoraba.
"Lo siento, pero por el momento no puedo ser capturado." Desapareció entre los arboles.
"Espera Kurama! Nuestra plática aún no ha terminado." Hiei se encontraba furioso. Desapareció detrás de Kurama.
"Ash, pero que inútil eres!" exclamó una voz femenina a mis espaldas. No era Botán. Me volteé.
"Quien eres?" le miré extrañado.
"Botán me envió para ayudarte, gracias al cielo que lo hizo. Ya perdiste de vista a dos de los demonios, genio." Suspiró. "Encargate de este engendro, quieres?" continuó arrogante.
"Como me llamaste?" preguntó Gooki iracundo. Claro, ella lo provocaba y luego yo sufría las consecuencias.
"Engendro." Repitió. "Suerte, Urameshi" me miró y sonrió. Rápidamente desapareció en la misma dirección que Hiei y Kurama.
[-Mizuko'sPOV-]
Se supone que me presente? Bueno, lo haré de todas formas. Mi nombre es Mizuko, hace un par de años conozco a Botán, somos amigas. Ella fue quien me dio a conocer mis poderes, puedo controlar el agua, de todas formas, Nunca comprendí como es que puedo, creo que tenía que ver con mi descendencia, Botán me lo explicó pero nunca le presté demasiada atención. Botán me habló sobre la misión que se le encargó a Yusuke y, luego de insistir por unos minutos, me convenció de que fuera a ayudarle. Mi bondad me jugó en contra. Caminé por un largo rato, buscando al joven del que Botán me había hablado. Lo describió como alto, de cabello negro, ojos oscuros, un chico increíblemente desesperante y arrogante. Cuando le oí presentarse frente a los 3 demonios, me di cuenta de que era él. Los 3 demonios parecieron sorprenderse al verle pero rápidamente, uno de ellos, le ignoró. Comenzó a caminar hacia el otro lado diciendo por lo bajo unas palabras como excusa, Hiei, otro de los demonios fue tras él. Pero que inteligente era el detective! Los había dejado escapar!
"Ash, pero que inútil eres!" le grité molesta.
"Quien eres?" respondió luego de darse la vuelta con un rostro que demostraba confusión.
"Botán me envió para ayudarte, gracias al cielo que lo hizo. Ya perdiste de vista a dos de los demonios, genio." Suspiré. Qué idiota. "Encargate de este engendro, quieres?" le miré.
"Como me llamaste?" preguntó Gooki iracundo.
"Engendro." Respondí mirandole. "Suerte, Urameshi" le miré y sonreí. Salí corriendo detrás de Hiei y Kurama.
Corrí tan rápido como pude, pero había perdido totalmente de vista a los dos demonios.
"Kurama, dame ese espejo ahora mismo!" gritó Hiei.
"Lo necesito, Hiei. No voy a dártelo." Respondió el pelirrojo.
"Lo más conveniente será que me des lo que te pido." Tomó la espada de su funda.
"No intentes atacarme, te lo aconsejo." De su cabello, tomó una rosa. Observaba a Hiei con odio. No sé cómo, pero sus ojos se encontraron con los míos. Él ya se había percatado de mi presencia.
"No necesito consejos de tu parte, Minamino!" gritó y le atacó con la espada, Kurama evitó el golpe.
Se desató una pelea entre ambos demonios. Hiei atacaba a Kurama con ira, no se detenía ni se tomaba el tiempo para analizar sus movimientos, solo intentaba cortar a Kurama con la espada. A pesar de que los movimientos de Hiei eran rápidos y ágiles, Kurama lograba evitar todos, se movía con velocidad y la espada de Hiei no alcanzaba a siquiera rozarle. En un movimiento rápido, la rosa que Kurama llevaba en sus manos se convirtió en un látigo, el cual estaba lleno de espinas. Atacó a Hiei y lo derribó. El muchacho de ojos rojizos observaba con odio al pelirrojo.
"No tengo intenciones de luchar contigo, Hiei." Dijo y luego desapareció.
No iba a dejar que se fuera. Subí a la copa de un árbol y le seguí de copa en copa, no quería dejar que Hiei me viera. Me moví rápidamente y, finalmente, cuando se detuvo, lo alcancé. Estabamos donde los limites del bosque alcanzaban la ciudad. Ahora él caminaba normal. Me apresuré a caminar detrás de él, intentando que no notara mi presencia. Al parecer, fue en vano.
"Vas a seguir siguiéndome?" preguntó sin voltearse. Ya sabía que estaba ahí.
"Voy a seguirte hasta que me des el espejo." Me apresuré para pararme frente a él. Soltó una risa.
"Tu también lo quieres?" preguntó y asentí con mi cabeza. "Voy a devolverlo, tranquila."
"Como sé que no mientes?" le miré.
"Dentro de 3 días, el espejo será de ustedes. Lo juro." Siguió caminando.
"Por que debería creerte?" seguí caminando detrás de él.
"Porque si mis intenciones fueran malas, ya habría intentado asesinarte en todo el camino desde el bosque hasta aquí. No crees que le habría dicho a Hiei que nos mirabas? Crees que no noté que estas detrás de mi desde le momento en que dejé a Gooki y a tu compañero ahí parados?" preguntó.
"Lo...lo notaste?" le pregunté incrédula. Él solo asintió con su cabeza. Me quedé en silencio y decidí responder. "Confiaré en ti." Por un momento, me sentí mal por haberle presionado.
"Si aún no me crees, quiero que vayas al hospital que se encuentra a unas cuadras de aquí en 2 días. Ahí te explicaré lo que ocurre." Me miró esperando que aceptara.
"Ah….esta bien." Asentí con mi cabeza.
"nos veremos allí entonces. Te agradezco la oportunidad." sonrió. Es cosa mía o se veía realmente lindo? Siguió caminando y lo perdí de vista.
Ahora…se supone que volviera donde Yusuke? O sería mejor esperar? No tenía muchas ganas de pasar por ese bosque aterrador una vez más, lo mejor, sería esperar. Me senté en la azotea de un edificio, con suerte vería a Botán pasar volando. Las horas pasaban y ella no aparecía. Lentamente, mis ojos se fueron cerrando y antes de que lo notara, había caído dormida.
[-Botan'sPOV-]
Mizuko me hizo saber a la mañana siguiente que Kurama la había citado a un lugar, ella dijo que iría asique consideré que lo más adecuado era informarle a Yusuke para que él también asistiera. La noche anterior lo habíamos visto, nos dijo lo mismo que a Mizuko. 3 días. Cuando le dije a Yusuke que debía ir el muy inmaduro se negó pero finalmente aceptó. Era tan fácil convencerlo.
[-Mizuko'sPOV-]
Cuando llegó el día que debía ver a Kurama me encontraba ansiosa, para que me habría citado a un hospital? En la entrada, el pelirrojo me esperaba, sonrió al verme. Le devolví la sonrisa.
"Esperaba que vinieras." Dijo mirándome.
"tengo curiosidad por saber para qué necesitas el espejo." Respondí.
"Ya veo…Acompañame, por favor. Ah, y gracias por tu tiempo." Dijo e ingresó al hospital, yo caminaba rápidamente detrás de él.
Se detuvo en la puerta n° 501. La abrió sigilosamente. Mis ojos se encontraron con una mujer, estaba recostada en una camilla. Entré intentando no hacer ruido a la habitación.
"Ah…"no sabía que decir.
"Suicchi?" preguntó la mujer con sus ojos entrecerrados.
"Madre…" Kurama le observaba con preocupación, se acercó a la camilla para tomar su mano.
"Nunca…Nunca vienes con compañía a verme." Forzó una sonrisa mirando a su hijo.
"Ella…ella es una amiga." Me miró.
"ya veo…" la madre de Kurama sonrió. "Como te llamas?" sus ojos aún estaban entrecerrados.
"ah…Mizuko." respondí e intenté sonreir. Ver a Kurama junto a su madre era una imagen totalmente conmovedora. Pero…por que ella le llamaba 'Suichi'?
"Soy Shiori…"comenzó intentando sentarse en la camilla.
"Madre, por que no sigues descansando?" Kurama había ubicado su mano en la espalda de su madre, asegurándose de que esta no cayera.
"Me siento bien, hijo." Respondió sonriendo.
"Quieres algo de comer? Una manzana?" ofreció Kurama sin quitar sus ojos de los de ella.
"Esta bien, Suicchi, no tengo hambre, gracias." Apretó la mano derecha de Kurama.
"Si no te alimentas…no vas a recuperarte, madre." Kurama tomó una manzana.
"Parece que no se le convence con nada, no?" La madre de Kurama me observó.
"Es algo insistente." Respondí con una sonrisa. Kurama me miró.
"Te importaría cortarla?" preguntó mostrándome la manzana.
"No, claro que no." Sonreí y la tomé entre mis manos. "con un cuchillo sería más…" no completé la frase porque Kurama ya me había dado uno.
"Vuelvo en unos segundos, si?" preguntó mirando a su madre y luego a mi.
"Claro." Respondió su madre. Kurama abandonó la habitación.
"Tiene un hijo muy bueno, señora." Dije mirándole mientras cortaba la manzana.
"Supongo que si." Shiori se encontraba orgullosa de su hijo.
"Por lo que se ve, la aprecia mucho" dije pasándole la manzana ya cortada.
"viene diario a verme, a veces me parece absurdo que se preocupe tanto por mi." Explicó Shiori mordiendo la manzana.
"Eso es porque la quiere, no quiere que nada le ocurra." Le miré.
"Suuichi sabe que me mejoraré." Ella se encontraba tan esperanzada como su hijo.
"No me cabe duda, pero tal vez el prefiere venir a verla seguido para que usted no se sienta 'abandonada'." Kurama era el chico más considerado que jamás había conocido.
"Yo misma le estoy pidiendo que no venga y aún así no me hace caso." Volvió a morder la manzana.
"Tal vez él se siente bien viniendo a verla." Sonreí.
"No quiero que este pendiente de mi siempre, el también tiene que hacerse cargo de su vida." Shiori miraba la ventana con nostalgia ahora.
"Usted es parte de su vida, señora." LA puerta se abrió.
"Mizuko, quieres salir unos minutos?" preguntó Kurama entrando a la habitación.
"Ah….si, ahí voy." Me dirigí a la puerta. "Fue un gusto conocerla, Shiori." Dije mirándola.
"Igualmente, Mizuko. Gracias." Sus ojos brillaban, estaba a punto de llorar.
"No lo agradezca." Sali de la habitación acompañada de Kurama.
El pelirrojo caminó hacia la azotea del hospital, yo le seguí. Abmos nos observábamos sin pronunciar palabra alguna.
"Mi nombre en el ningenkai es Suichi. La mujer que conociste…su nombre es Shiori, es mi madre." Dijo quitando sus ojos de los míos.
"Tu madre? No entiendo nada Kurama, por que tienes dos nombres?" a pesar de que había intentado comprender qué sucedía, una parte seguía perdida.
"Mi nombre verdadero es Youko Kurama, zorro misterioso. Era un zorro simple que fue reuniendo poder espiritual, así me convertí en un demonio. Un cazador me hirió gravemente, tuve que escapar al ningenkai; entonces renací, tomé el cuerpo de un feto que se encontraba en el vientre de una mujer, Shiori." Kurama contaba su historia y palabra tras palabra, me dejaba en claro qué era lo que hacía aquí.
"Llevas entonces 15 años en el mundo de los ningens, no es así?" En el instante en que hice la pregunta, Kurama se volteó a mirarme.
"Así es. A los 10 años, era nuevamente un demonio, tenía todo mi poder espiritual conmigo. Entonces…quise abandonar a Shiori." Me miraba, una mueca de dolor en su rostro.
"Por qué?" mis ojos cristalizados.
"Era un demonio, Mizuko. Iba a irme algún día." Suspiró. "Luego, llegamos a esta parte de la historia, nuestro presente. Shiori enfermó, entonces sentí que debía pagarle todo lo que ella había hecho por mi, ella me enseñó cada una de las cosas que hoy sé, ella me hizo lo que soy."
"Como vas a pagarle?" tragué saliva.
"Voy a usar el espejo. Este espejo concede cualquier deseo…" me miró.
"A cambio de qué?" Me acerqué a él.
"Debo dar mi vida, Mizuko." Inspiró profundo.
"Estas loco, Kurama? No! Shiori va a recuperarse, es una mujer muy fuerte, no tiene sentido que mueras para salvarla!" Había entrado en pánico, no quería que Kurama muriera.
"Entiendo que te preocupe, pero creo que es decisión mía, Mizuko." Dijo dándose la vuelta antes de salir de la azotea.
"Kurama…" ya se había ido.
El youkai había ido directo a buscar el espejo, estaba segura de que volvería con él para pedir su deseo, la luna se veía perfecto desde aquél lugar.
"Señor Suichi..." una enfermera apareció por la puerta.
"ah….él se fue." Dije mirándola. Claro, que lógico, se había ido por esa misma puerta y nadie le había visto. Supongo que de todas formas no podía responder 'saltó.'
"Su madre, la madre del Sr. Minamino acaba de recaer. Usted es conocida, no es así? Por favor, acompáñeme." La enfermera se apresuró a salir de la azotea, bajando las escaleras fugazmente.
Corrí tras la enfermera, la situación de Shiori me resultó realmente preocupante. Entré a la habitación y allí estaba la madre de Kurama, sus ojos cerrados…Tenía conectado el respirador artificial. Y si Shiori moría? El espejo podría revivirle? Si Shiori fuera capaz de saber lo que su hijo esta dispuesto a hacer por ella, seguramente se sentiría más que orgullosa. Me acerqué a la camilla y tomé la mano de Shiori, solo me quedé en silencio. Los doctores y enfermeras discutían sobre cual era la mejor manera de ayudar, enfermeras entraban y salían de la habitación mientras yo, solo la observaba.
La puerta se abrió de repente, dejando ver a un joven de ojos verdes extremadamente preocupado, se acercó a la camilla y observó a su madre. Bajó la cabeza. Inspiró tan profundo como pudo y, entonces, no pude evitar poner mi mano sobre su hombro. Levantó la mirada con algunas lágrimas acumuladas en sus ojos, le abracé. Kurama puso su cabeza sobre mi hombro, sus brazos no me rodearon hasta que la primera lágrima rodó por su mejilla. Le abracé más fuerte y solté un suspiro.
"Todo va a estar bien, Suichi." Murmuré.
"Gracias por estar aquí." Respondió con la voz entrecortada.
No sé cuanto tiempo estuvimos así, tal vez unos cuantos minutos. El pelirrojo finalmente se separó de mi y, encontrando mis ojos una vez más, salió de la habitación. Sabía lo que iba a hacer.
"Espera, Suichi…" salí inmediatamente de la habitación, intentando alcanzarle.
"Por favor, Mizuko. No vas a convencerme de lo contrario." Dijo a la vez que subía el primer escalón hacia la azotea. Le acompañé. Subimos hasta la azotea y una vez arriba, Kurama tomó el espejo. Lo ubicó en el piso y se arrodilló frente a él.
"Espejo Poderoso, refleja mi más ferviente deseo en ti" Kurama observaba el espejo, en el cual rápidamente se reflejó el rostro de Shiori.
"Quieres que ella sea feliz, no es así?" del espejo emanó una voz grave.
"Es lo único que deseo." Los ojos de mi acompañante volvieron a cristalizarse.
"A cambio de tu cumplir tu deseo, tomaré tu vida." Tragué saliva, Kurama estaba por morir.
"Estoy de acuerdo con eso." Del espejo salió una increíble energía espiritual. No sé qué hice, no pensé en nada y me lancé hacia el espejo enfrente de Kurama.
"Detente! Yo daré mi vida en vez de Kurama, cumple su deseo!" mis manos en el marco del espejo.
"Qué haces?" Kurama intentaba quitarme el espejo.
"No debes morir, no disfrutarás de la compañía de Shiori. Estarás salvándola para luego dejarla morir de depresión, Kurama!" le miré. Kurama no supo que responder. El espejo dio una descarga de poder espiritual y ambos fuimos expulsados lejos de él. Dejó de soltar poder espiritual y se volvió nuevamente un simple espejo.
Estaba inmóvil, había sido como si me hubieran golpeado pero peor. Cerré mis ojos. Estaba muerta?
"Qué sucedió?" Escuché gritar a Kurama. Ambos habíamos muerto? No me digné a abrir los ojos.
"Parece que funcionó, eh." La irritante voz del detective espiritual invadió mi paz. Estabamos los 3 muertos?
"Gracias a tu buena acción no tomaré ninguna vida a cambio." La misma voz grave salió del espejo. Entonces no estaba muerta? Simplemente, perdí la conciencia.
[-Yusuke'sPOV-]
Llegué al hospital justo en el momento en que Kurama estaba por utilizar el espejo. Había estado ahí anteriormente, al mediodía. Kurama me recibió pero dijo que no me interpusiera, explicó que no pasaría nada malo ya que mi "compañera" ya estaba con él. Era cierto, Botán me lo confirmó. Cuando los encontré en la azotea, solo pude ver que del espejo emanó una gran energía espiritual y Mizuko y Kurama salieron así como "volando". Ambos estaban en el suelo.
"Qué sucedió?" gritó Kurama poniéndose de pie rápidamente.
"Parece que funcionó, eh." Dije poniendo mi pie suavemente sobre el marco del espejo.
"Gracias a tu buena acción no tomaré ninguna vida a cambio." El espejo dejó de brillar.
"Mi Madre…esta bien?" Kurama me miró.
"Así es, Minamino. Ve a verla." Miré hacia la puerta de reojo.
"Gracias, en verdad…" se encaminó hacia Mizuko.
"Ya podemos irnos, Mizuko." Me puse de cuclillas y tomé el espejo. Nada. "Comprendo que estes enfadada porque decidí venir de todas formas, no es que no confiara en ti…" me paré nuevamente sin voltearme hacia ella.
"Ah…Yusuke.." Eso fue todo lo que dijo Kurama.
"Dejala, solo quiere jugar el mismo juego que todas las chicas 'si no pides disculpas, no pienso volver a hablarte' Tarde o temprano se le va a pasar, tranquilo." Pulí el espejo con la manga de mi camisa.
"Mizuko…" escuché el ruido de las rodillas de Kurama chocar contra el piso. "Hey, tu…Abre….abre los ojos por favor!" gritó.
"Eh?" me volteé para encontrarme con el cuerpo de Mizuko, recostada boca abajo y un youkai arrodillado a su lado. "Mizuko!" corrí hacia ellos. Kurama la puso sobre su regazo.
"Despierta, quieres?" tomó el rostro de la inconciente entre sus manos.
No había mucho que pensar. Mizuko estaba muerta. El espejo había tomado su vida.
"Ya dejala, Kurama." Me paré lentamente.
"No esta muerta, Yusuke." El pelirrojo levantó su mirada, me observó serio. Tocó el cuello de Mizuko. "Su corazón aún late." Suavemente acarició su mejilla. "No murió…aún."
"Estamos en un hospital, no? Que esperamos para pedir que la atiendan?" Me dirigí rápidamente hacia la puerta.
"No le encuentro lo lógico a eso de que una chica que estaba acompañada de dos chicos en una azotea salga casi muerta. Qué provocó entonces la explosión que le dejó esas quemaduras?" tomó el brazo de Mizuko mostrando unos rasguños.
"YUSUKE!" lo único que me faltaba.
"Botán!" me volteé con uan sonrisa simulando que todo estaba bien.
"que le hiciste a Mizuko? Ay, mataste a la única mujer que aceptó ayudarte!" Botán comenzó a gritar antes de siquiera tocar el piso con los pies.
"Yo no la maté, Botán. Pero qué mal concepto tienes del mejor detective." Miré hacia otro lado.
"Entonces?" miró a Kurama automáticamente.
"El espejo le quitó la vida. Ese era el precio." Le mostré el espejo.
"No esta muerta, Yusuke!" Kurama replicó.
"Como….como lo sabes?" preguntó la peli-azul mientras se arrodillaba junto a Kurama y el cuerpo de mi difunta compañera.
"Su corazón aún esta bombeando sangre al resto del cuerpo." El ahora 'Doctor Minamino' tomó la mano de botán y la ubicó en el cuello de Mizuko.
"Es…es cierto." Botán estaba sorprendida. "Como…como piensas revivirla?" parpadeó un par de veces.
"Aún no sé. Tal vez unas hierbas no sean utiles mientras ella no las ingiera…Posiblemente debamos esperar." Dijo tomando a Mizuko en brazos. "Saben donde vive?"
"Ah…Mizuko vive en una casa del mundo ningen, o eso creo." Dijo Botán.
"Si? Entonces le llevaré allí, es lo menos que puedo hacer." Dijo dirigiéndose hacia la puerta.
"No sé donde es. Nunca me dijo." Botán sonrió, posiblemente así no la mataríamos.
"Entonces…llevemosla a mi casa." Dije abriendo la puerta desinteresadamente.
"Tu madre va a matarte algún día, Yusuke." Botán se puso de pie.
"La llevaremos a mi casa, estoy viviendo solo. Mi madre esta aquí, no tengo hermanos y mi padre murió unos años atrás." Kurama salió por la puerta dejándonos a mi y a Botán desconcertados.
"Yusuke, haz algo!" dijo por lo bajo Botán mirándome. Kurama ya estaba bajando las escaleras.
"YO? Que se supone que haga?"
"Dile que no, que estará en tu casa o algo, no podemos dejar que la lleve!" comenzó a bajar las escaleras mirándome mal.
"Por qué? Kurama es una buena persona, Botán." Guardé mis manos en mis bolsillos.
"No puedes estar seguro, Yusuke…" siempre igual.
"Hizo todo esto para salvar a su madre, que youkai haría eso? Kurama no va a dañar a Mizuko y no tenemos donde más dejarla." Me apresuré para dejarla sola.
"Ush, yusuke." Se quejó una ultima vez y bajó las escaleras apurada detrás de mi.
Yo: verdad que quedó bonito?*-* [jalando el brazo de Kurama]
Kurama: me gustó. Me parece que no escribes tan mal como Yusuke dijo.
Yo: Es que Yusuke es un exagerado ¬¬
Yusuke: Yo no soy un exagerado, yo digo la simple verdad ¬¬
Yo; Kurama dijo que escribo bien! ¬¬
Yusuke: yo no estaba conforme con mi personaje en tu otra historia ¬¬ al igual que Jin!
Yo: Eso es porque a Jin nada le va bien ¬¬ Es casi igual a ti.
Jin: OYE! ¬¬
Yusuke: yo digo que nadie se enteraría si la arrojamos al río :3
Jin: claro, será divertido, Yusuke :D
Yo: No, no sería divertido, Jin._.
Yusuke: solo para ti…Nosotros nos la vamos a pasar excelente arrojándote :B[acercándose]
Yo: No, no chicos._. [retrocediendo] KURAMA! T_T
Kurama: Dos contra uno, no creen que sería una pelea injusta? No le dan ni la posibilidad de defenderse e.e [poniéndose frente a mi]
Jin: y la defiende D: tú también fuiste su victima Kurama! T_T
Yusuke: ya, ya, calma Jin, amigo. [palmeando su hombro] Ya tendremos nuestro momento.
Jin: mientras tanto, si fuera posible…no le dejen reviews :T así sufrirá!
Yo: eh? No T_T Por favor, digaanme que les pareció :D
