¡Konnichiwa!~
¡Feliz cumpleaños!
Bueno esto también es una de tus regalos ¡Perdón por la enorme espera! Espero no estés molesta senpai…Yo sé que estos one-shots te encantaran y por cierto muchas gracias por los que escribiste para mí. ¡Es el turno de la Kohai!
Argumento: Todo empieza con el caer de la primera gota de lluvia. Hanji no puede hacer nada más que contemplar la tormenta.
Parejas: Levihan
Disclaimer: Los personajes le pertenecen únicamente a Hajime Isayama.
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¡Disfruten!
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Llámalo nostalgia
1.-LA LLUVIA SIEMPRE TE SIGUIO
"Caminar con la lluvia y permitir llorar junto a ella"
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La primera gota de lluvia cayó sobre el rostro de la joven aun cuando el cielo estaba de un color hermoso y la brisa movía su cabello con total naturalidad. Tan inconsciente como estaba, perdida en un sueño o una pesadilla; tirada en el pasto, tan verde como podía ser.
Y fue entonces cuando el cielo se vio opacado por una gran tormenta.
Hanji abrió sus ojos lentamente cuando sintió algo tibio resbalar por su mejilla. Por un momento creyó que eran sus propias lágrimas, pero después se dio cuenta que no le pertenecían esas tibias gotas de lluvia. No podía recordar nada de lo que había pasado, incluso, no recordaba quien era ella misma y que hacia tirada en el pasto observando un día lluvioso en plena estación de verano. Podía escuchar con claridad como la tormenta se hacía más fuerte, y las gotas empezaban a obstruirle la vista. Nuevamente cerró los ojos por la incomodidad.
Se dispuso a pararse, sin embargo su cuerpo no le respondió. No podía sentir sus piernas y tampoco sus manos. Se hundió en la desesperación. Por más que intentase no podía moverse "¡¿Pero qué es lo que me está pasando?!"
Tranquila, estarás bien.
¿Alguien le había contestado? …Sintió un escalofrío diferente al que tenía por el frio. Esa voz tan conocida se le hizo familiar y por alguna razón sonrió ante esas palabras y pudo tranquilizarse.
Hanji…
De pronto ese nombre retumbo en su cabeza… y esa voz siguió llamándola. Sus parpados se hicieron pesados y un sueño profundo empezó a tentarla, sin embargo, tenía el presentimiento que si dormía no volvería despertar.
Con todas sus fuerzas trato de abrir los ojos. Poco a poco volvió a observar el cielo grisáceo y el pasto, ahora se veía más oscuro y de un color carmesí.
¡Hanji!
De un momento a otro todos los recuerdos regresaron a ella. Le partieron el corazón a la mitad y clavaron su mente como si fuesen espinas. Empezo a toser fuertemente rasgando su garganta. Abrió los ojos de par en par y se encontró con aquella mirada que tanto esperaba.
-Le-vi.- pronuncio débilmente.
-Al fin despiertas.- exclamo el azabache y llevo una mano al cabello marrón de la joven.
Es verdad. Ahora lo recordaba, todos habían caído, habían caído en las garras de la muerte. Ni siquiera ella había podido salvar a sus amigos… Esta vez sus propias gotas de lluvia resbalaron por su mejilla. Levi se percató de aquello, tal vez si hubiese llegado un segundo antes todo hubiese sido diferente… todo hubiese salido bien. ¡Todo hubiese!
-¡Todo hubiese salido bien si yo!—
-Levi… él hubiera no existe- dijo mirando al azabache frustrado, enfadado. Jamás lo había visto tan preocupado por ella…- ¿No es eso lo que siempre me dices?
Observo sus ojos color café mirarlo con tranquilidad, puede que esta vez tuviese razón, pero no se quedaría de brazos cruzados observándola morir.
-Tal vez no pueda cambiar lo que paso… pero puedo…- exclamo acercándose a su rostro. Llevo una mano a su mejilla y limpio sus lágrimas. La pelimarrón se exalto al sentir unos fríos labios sobre los suyos.- Te amo.- pronuncio cerca de su odio.
-Yo también… pero porque me lo dices justo ahora…- exclamo asombrada se escuchar eso de Levi. Nunca pensó… nunca creyó que el pudiese quererla de esa forma.
-Gafas de mierda...-Simplemente porque tenía a miedo al rechazo.- ¿Por qué… tienes que irte justo ahora?- sus ojos se nublaron y sintió un punzante dolor en el pecho.- No te atrevas dejarme aquí solo…- pronuncio tratando de no romper en lágrimas, se acercó a Hanji y cogió su mano apretándola con fuerza.
-No te dejare…- pronuncio con poca fuerza.-No hasta que mi cuerpo me lo permita.- se quebró por dentro y sintió como Levi apretaba más su mano. Una de sus lagrimas cayo en su mejilla y pudo ver como el realmente sentía dolor, levanto su mano y la llevo hasta el rostro del joven y limpio las lágrimas que empezaban a salir con desesperación.
La tormenta se fue calmando y así como empezo, termino con fuerza. Pocas gotas caían de las nubes. Al menos todas las cosas bonitas en su vida, habían pasado en días lluviosos. Cuando entro a la tropa de reconocimiento, cuando capturo a su primer titán ella sola, cuando… cuando por fin descubría que Levi la amaba.
Y fue entonces cuando la última gota de lluvia cayó sobre el rostro del joven justo cuando el cielo volvía a tornarse azul, ella cerro sus ojos y el no pudo evitar derramar lágrimas. –Ojala esta tormenta hubiese durado un poco más.- susurro acariciando su mejilla. No se escuchaba nada, más que el sonido de las nubes revolverse en el cielo. La lluvia se fue, siguiéndola a ella también.
FIN
Para maki-imotto
